Remojar los hongos secos en un recipiente con 250 ml de agua tibia durante 30 minutos, por lo menos. Sacarlos, escurrir el exceso de agua en el mismo recipiente, enjuagarlos en el grifo de agua fría y cortarlos en trozos grandes. Filtrar el agua en el que han estado sumergidos con una tela o un filtro de café.
Poner el aceite de oliva y el ajo en una sartén grande, a fuego entre mediano y fuerte, cocinar hasta que el ajo comience a cambiar de color, luego incorporar el perejil.
Agregar los hongos con el agua filtrada y cocinar hasta que se haya evaporado.
Añadir los hongos frescos y cocinar hasta que se haya evaporado el agua que sueltan.
Agregar los tomates, sazonar con sal y pimienta y cocinar hasta que se separe el aceite. Retirar del fuego.
Poner a hervir una olla con 4-5 litros de agua y una cucharada de sal. Cocer la pasta.
Cuando esta esté casi cocinada volver a poner la salsa al fuego y añadir la mantequilla y el queso rallado. Servir enseguida.
Comentarios
Podrás usar plumas, macarrones o cualquier pasta con curvas que favorezca que los trozos de seta se queden atrapados en ellas.
Recomendada por Caiser
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