Son rodajas de "plátano verde" aplastadas y fritas, que una vez preparadas y aplastadas se dejan secar y se pueden ingerir solas, o adornadas con aditamentos como guacamole, hogao, mantequilla, ají u otros adornos. Son realmente deliciosos combinados con los aderezos que se les colocan encima.
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Procedimiento
- Abrir el plátano o plátanos bajo el chorro de la canilla o grifo, ya que el plátano verde mancha. Una vez abierto y lavado, cortar el plátano o los plátanos en trozos (cilíndricos), de unos 3 a 4 cm de largo.
- Entretanto, en una sartén alta, poner a calentar aceite abundante. Una vez el aceite esté caliente, echar los trozos de plátano lavados y retirarlos cuando se doren un poco.
- Una vez retirados y escurridos, se aplastan los trozos de plátano en una superficie plana como una tabla de cocina. Para aplastarlos, se colocan en sentido vertical y otra tabla o un martillo de cocina se aplastan hasta obtener unas plastas bien finas, como de medio centímetro de grueso, como una galleta.
- Para que no se peguen durante el aplastamiento, se usa un trozo de bolsa de plástico entre las 2 superficies de las tablas, quedando el plátano en medio.
- En la misma sartén, y con el aceite bien caliente, se van echando los trozos de plátano ya aplastados, o sea los patacones o patacones pisados crudos.
- Se fríen por los 2 lados hasta que queden de un color dorado, y se van sacando de la sartén, colocándoles en un recipiente con papel de cocina para que escurran el aceite.
Se sirven, y se acompañan con hogao o cualquier otro alimento apropiado. Se pueden guardar en la nevera, pero es recomendable comerlos al menos tibios.
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