HORACIO.- ¡Oh! Dios de la luz y de las tinieblas,¡qué extraño prodigio es éste!

HAMLET.- Por eso como a un extraño debéis hospedarle y tenerle culto. Ello es, Horacio, que en el cielo y en la tierra hay más de lo que puede soñar tu filosofía…

(William Shakespeare, en Hamlet)