Bibliotecología 

Contenido

Capítulo 1

-La bibliotecología y las ciencias sociales y humanas 
-La bibliotecología como práctica.	
-La bibliotecología como disciplina.	
-La bibliotecología contemporánea	

capítulo 2 Corrientes teóricas de la bibliotecología y la información: un acercamiento socio-histórico a los fundamentos de la disciplina

-Dato
-Información (sintáctica, semántica y pragmática)
-Documento
-Conocimiento
-Unidades de información: Bibliotecas
-Prácticas LEO (lectura, escritura y oralidad)

Capítulo 3 Nuevos tiempos, nuevos lugares y perfiles en bibliotecología.

-Características del perfil del bibliotecólogo
-Nuevos perfiles que han surgido
-Desafíos que enfrenta el bibliotecólogo







                                                      capítulo 1
                                    Historia de la bibliotecología: Pasado, presente, porvenir.

La bibliotecología y las ciencias sociales y humanas

El presente texto es una construcción descriptiva a partir de la formulación de inquietudes referentes a la ciencia bibliotecológica y de la información, su historia y antecedentes principales; en relación con las humanidades y el contexto social colombiano. La bibliotecología y las ciencias sociales y humanas.

Ciencia bibliotecológica y de la información en el contexto de las ciencias sociales y humanas. Epistemología, metodología e interdisciplina. De acuerdo con las temáticas abordadas en el curso hasta el presente, teniendo en cuenta los diferentes textos que han sido referencia en las clases, respecto al término ciencia comprendemos que es una rama del conocimiento universal humano que se caracteriza porque su conjunto de saberes son objetivos y verificables mediante la observación, la experimentación y la explicación. Así mismo, las ciencias sociales y humanas son aquellas que abordan un tema más subjetivo, más alejado de la técnica, pero a su vez de una complejidad infinita, su centro de estudio es el ser humano y la relación con la sociedad.

¿Por qué la Bibliotecología hace parte de la Ciencias Sociales y Humanas?

De acuerdo al trabajo de investigación realizado por el profesor Miguel Ángel Rendón rojas, al superar la discusión milenaria y reconocer que las Ciencias Sociales y Humanas pueden ser reconocidas como un saber científico, entendemos que la bibliotecología como ciencia entra hacer parte de las humanidades por que los sujetos son un elemento fundamental al interior de la practica bibliotecológica. (Rendón. 2007. Pag 6.) Por otra parte, es importante resaltar que la Bibliotecología cumple una labor social, esta razón de ser, es la que sitúa dicho saber en un escenario de importancia para la sociedad y las relaciones humanas.

Principales perspectivas teóricas

Positivismo

El positivismo define la concepción del mundo con exigencia propia, independiente de quien lo estudia; está gobernado por leyes que permiten explicar, predecir (pronosticar) y controlar los fenómenos del mundo natural, que pueden ser descubiertos y descritos de manera objetiva y libre de valoraciones o especulaciones de los investigadores. La lógica metodológica de esta corriente filosófica es la hipotética deductiva, válida para todas las ciencias y se sustenta en las bases siguientes: · La teoría debe ser universal no limitada en contexto. · La ciencia es neutra. · El mundo social existe como un sistema de variables. · El conocimiento debe ser formalizado con variables personalizadas y seleccionadas · de manera precisa en las que se manifiesta la causalidad. (Ibarra, 2016) La perspectiva positivista en la ciencia bibliotecológica es considerada en ocasiones, equívocamente, como una forma de experiencia, limitando a que solo de esa manera se puede dar la investigación científica, pero contrario a lo que se cree esta perspectiva ha tratado de dar cientificidad al discurso teórico, en ocasiones contra poniéndose al enfoque humanista que propone esta ciencia. En el siglo XX el positivismo mantuvo una postura más moldeable y diversa combinando el empirismo y el racionalismo como enfoques aceptados, sin embargo, en la actualidad es mucho más radical y se enfoca en el racionalismo.

Así mismo, dicha perspectiva ha contribuido de forma notoria en el diseño y aplicación de métodos de investigación científica en las ciencias bibliotecológicas y de la información basados en la medición y conteo de las variables que presenten el comportamiento y objeto de estudio. En este sentido, el conocimiento es independiente del tiempo y el contexto, lo que permite generalizar y hacer surgir de este último de leyes de causa efecto. Así el trabajo de la ciencia según el positivismo es descubrir la verdadera naturaleza de la realidad y el funcionamiento de las cosas. El positivismo constituye sobre todo un acto que consiste a mantener que no hay ninguna cuestión insoluble para la ciencia.

Perspectiva Crítica

La denominación de teoría crítica ha sido empleada para referirse a la propuesta teórico-filosófica, sociológica y política desarrollada por el grupo de filósofos, científicos sociales y teóricos de la cultura en torno al Institut für Sozialforschung en Frankfurt (Leyva, 2016). La perspectiva crítica sostiene que la realidad no es totalitarista , se sitúa a sí misma dentro de un contexto de transformación emancipadora” (Herrán, 2004), por esto para esta postura es indispensable mantener la noción del sujeto y posibilitar una acción cambiante, libertad y autonomía racional; esta perspectiva se ha visto cuestionada durante un tiempo por el siguiente interrogante: “¿Debe la ciencia esforzarse por evitar juicios de valor o debe producir una crítica y una praxis liberadoras?” (Laso, 2004, párr.1).

Habermas, al inicio de los años treinta, buscando articular la investigación interdisciplinaria y la reflexión crítica inserta a la Teoría crítica en los debates académicos, sociales y políticos de la actualidad y muestra una posibilidad de actualización para orientar a la reflexión, este propone que tras la desaparición de los medios míticos, religiosos y tradicionales de unificación de la voluntad, los plexos de acción social y política pueden ser coordinados sólo mediante actos de entendimiento intersubjetivo en el medio del lenguaje. (Leyva, 2016). En este sentido, las ciencias sociales quedan neutralizadas al partir de un marco operativo demasiado estrecho como para captar las complejidades de su objeto de estudio, para Habermas el positivismo ha desplazado al sujeto cognoscente de toda intervención creativa en el proceso de conocimiento, poniendo en su lugar al método de investigación, para Habermas es inaceptable pretender que las ciencias sociales traten a su objeto con la misma indiferencia con la que lo hacen las ciencias naturales; el mundo social es un mundo de significados y sentidos, la ciencia social positivista se anula a sí misma al pretender excluirlos de su análisis. (Laso, 2004).

La teoría critica rechaza los análisis asépticos propuestos por el positivismo, describe que en la sociedad mundial actual la ciencia y las técnicas no pueden construir entonces la única verdad justificable sometiendo a los hombres a una falsa situación objetiva de opresión que transciende el conforme límite de lo estrictamente metodológico pasando a considerar la epistemología y las esferas de la actividad humana. Además, para asumir un carácter critico debe producirse una autorreflexión para que el sujeto lo asuma como postura única de conocimiento; es decir los individuos deben estar en la capacidad de cuestionarse, evaluar las certezas, considerar lo universalmente aceptado y así construir su propio pensamiento y visión de las convicciones existentes. (Labra, 2013).

Constructivismo

“Las perspectivas inscritas como constructivistas han logrado en las últimas décadas una presencia insoslayable en el campo científico en general y en el de las ciencias sociales en particular. Éstas han contribuido a un renovado interés por temas clásicos, han planteado nuevas problemáticas para el pensamiento social y de este modo contribuyeron a las discusiones teóricas, epistemológicas y metodológicas (Retamozo, 2012, p.273). El constructivismo es motivado por la preocupación por dilucidar los modos en que el ser humano conoce y plantean sus posiciones en perspectivas que procuran nutrirse y superar la tradición del pensamiento; este se posicionó en un lugar central del escenario post empirismo caracterizado por la crisis del positivismo en el ámbito de la filosofía y en el de la epistemología.

En el constructivismo, habitan posiciones que defienden que la realidad se configura con algún grado de intervención del sujeto. Esta intervención opera en la construcción de los hechos que se investigan a partir de ciertas concepciones, conceptos y determinaciones que producen el objeto y los datos. A su vez, en el campo de las ciencias sociales el constructivismo avanza más allá de ser una teoría del conocimiento y se propone también aportar a la teoría de la constitución de la sociedad.” (Retamozo, 2012, p.273)

Esta perspectiva, recalca su interés en cómo se crean las significaciones y cómo se construye la realidad, centrada en algunos interrogantes: “¿Cómo se conoce? ¿Y cómo se comunica lo que se conoce?” (como se cita en Labra, 2013).”

El constructivismo indica que las realidades son múltiples, que ellas existen en el espíritu de la gente; así la realidad se presenta a partir de múltiples construcciones, de las cuales la base es social, vivenciada, local y específica, dependiente de su forma, su contenido y de las personas que las construyen. (Labra, 2013).

Esta perspectiva se ve identificada con la idea de que gran parte de la construcción del mundo, la hacemos los seres de forma inconsciente, ya que no tenemos como propósito esa construcción, es algo que sucede de forma involuntaria; En este sentido, el constructivismo: «No inventa o no explica una realidad independiente nosotros. Por el contrario, no hay ni interior, ni exterior, ni objeto, ni sujeto, sino más bien que la distinción radical entre sujeto y objeto - al origen de la construcción de innumerables «realidades» - no existe, [así] la interpretación del mundo en función de conceptos opuestos no es más que una invención, y que la paradoja desemboca en la autonomía. (Labra, 2013) Perspectivas teóricas aplicadas al contexto colombiano.

Para entrar a desarrollar este punto contamos con la opinión del profesor Didier Álvarez Zapata de la escuela Interamericana De Bibliotecología de la Universidad De Antioquia. https://www.youtube.com/watch?v=owmfK6mw2aQ&feature=youtu.be

De acuerdo a la postura del profesor, consideramos que la perspectiva crítica es fundamental para el contexto colombiano, esto en razón a los fenómenos sociales que acompañan la realidad del país, la violencia, el narcotráfico, el conflicto armado; donde hoy en día el director del Centro de Memoria Histórica es una persona que niega la existencia de un conflicto armado en el país. Por este tipo de situaciones se hace necesario asumir una postura crítica desde la academia en busca de debates académicos, sociales y políticos como los planteados por Habermas, a fin de reflexionar desde la academia sobre la realidad colombiana y como puede el profesional de la bibliotecología desde la gestión cultural cooperar en la construcción de diferentes realidades.

La bibliotecología como práctica.

Los inicios de la bibliotecología se pueden considerar como consecuencia de la invención de la escritura. El hombre sintió la necesidad de registrar sus ideas, que se reducían principalmente a actividades contables y administrativas; para esto, utilizaron tabletas de arcilla, más tarde de papiros y pergaminos. Posteriormente, la elite imperial y sacerdotal se vio interesada por almacenar la información, lo que conllevo a la creación de importantes bibliotecas como la de Alejandría, la de Pérgamo, entre otras. Estas instituciones se encontraban custodiadas por personajes como escribas o sacerdotes, que eran considerados eruditos. Durante la Edad Antigua se pueden diferenciar algunas civilizaciones, las cuales, con sus bibliotecas y encargados de estas, aportaron a la formación de la constitución de la bibliotecología como disciplina.

Posteriormente, “a la caída del Imperio Romano, se inició un periodo de oscurantismo y contrastes sociales exacerbados” (Rodríguez, 2003, p.11). La iglesia, era reconocida como garante y propietaria de la cultura, los conocimientos y la ciencia. Por ende, la mayoría de las bibliotecas se encontraban confinadas a los monasterios, donde las personas del común no tenían acceso alguno. Por lo regular, en estas bibliotecas se encontraban los libros encadenados, ofreciendo un acceso limitado a la información.

La creación de bibliotecas monásticas como la de Montecassino, eran muy comunes, en estas, el papel del bibliotecario era tomado por los monjes, los cuales tenían como funciones principales, custodiar y mantener un orden del material preservado, algunos se dedicaban a ser escribas; otros tipos de bibliotecas muy comunes eran las laicas privadas, como las famosas bibliotecas de San Luis, quién fue rey de Francia en el siglo XIII. Por otro lado, en las bibliotecas universitarias, de las cuales un profesor estaba a cargo, se tenía un acceso casi básico a los libros, según Ortega y Gasset “se guardaban en ellas los libros necesarios para el tráfico de la enseñanza ni más ni menos que se guardaban los utensilios de limpieza” (2005, p. 50).

En la alta Edad Media, la invención de la imprenta por el alemán Johannes Gutenberg, en el siglo XV, fue bastante notable. La escritura de los libros era más rápida, hubo un mayor desarrollo del libro, por ende, le fue restando valor a los monjes que manualmente, se dedicaban a ello.

En conclusión, se evidencia que la valoración de la práctica bibliotecaria se da por las necesidades humanas y las invenciones que surgieron en las distintas épocas. Los bibliotecarios, tenían como funciones principales seguir un orden sistemático y ser guardianes del conocimiento, guiados por el empirismo, además, eran reconocidos por ser personajes ilustrados. Esto, se puede interpretar como un anticipo para la apreciación de la bibliotecología como una disciplina siglos después.

La bibliotecología como disciplina.

El término Bibliotecología deriva de las palabras griegas Biblion (Libro), theke (Caja) y logos (Palabra, verbo). Pese a que el término fue usado por Gabriel Naudé en 1633, no es hasta inicios del siglo XIX que toma mayor relevancia. Según Linares, en este siglo se conjugan “cambios económicos, sociales, políticos, intelectuales y tecnológicos de tal magnitud que se generaron las condiciones ideales para que ciertas prácticas e instituciones de relevante valor, intentarán configurarse en los marcos de nuevas disciplinas.” (2015, p. 4). En 1808 con la publicación del libro Ciencia de la Biblioteca, del Alemán Martin Schrettinger se comienza a distinguir la bibliotecología como una disciplina formal e independiente con carácter científico y la biblioteca como su objeto de estudio. En su obra, Schrettinger explica las bases de lo que denomina ciencia de la biblioteca, y “analiza a la bibliotecología como una disciplina con sus propios métodos y problemas y con una autonomía conceptual.” (Quintero, N., Quiroz, A., Vázquez, N. & Lopera, L, 2003,).

Otro tema que influyó en la configuración de la disciplina bibliotecaria fue la reaparición de la biblioteca pública, en una etapa donde se cuestionaba cómo las bibliotecas podían aportar al desarrollo de la nueva sociedad en proceso de industrialización, por lo cual, estas bibliotecas empezaron a ser financiadas con dineros públicos y cualquier persona sin importar que clase social ocupará podía tener acceso a la información allí contenida. Esta situación claramente trajo consigo nuevos usuarios, los cuales incidieron en la evolución de la disciplina, y en la conformación de nuevos principios, que tomaron en cuenta las necesidades que presentaron los nuevos usuarios (Orera, 1995).

Con la consideración de la nueva disciplina, en ese mismo siglo, se publican las distintas reglas sobre la catalogación. Como la de Melvin Dewey, la “Clasificación Decimal” publicada en 1856, en donde dividió el conocimiento es 10 grandes categorías generalizadas, Filosofía, Religión, Ciencias Sociales, Filología, Ciencias Naturales, técnica y Ciencias Prácticas, Arte y Literatura e Historia. En el mismo año Charles A. Cutter publicó las “Reglas para un Catálogo Diccionario” las cuales eran unas reglas sistemáticas, exhaustivas y todos los encabezamientos se basaban en unos principios.

A su vez, se fundan las primeras asociaciones y escuelas de bibliotecarios a partir del año 1876. La American Library Association (ALA), fundada en 1876 en Filadelfia, fue la primera asociación para bibliotecarios, además, influyó en la organización de un modelo de cooperación bibliotecaria. Melvin Dewey fue uno de los autores que impulsó la creación de la ALA.

Seguidamente, en el año 1877 en Estado Unidos se crea la primera escuela de bibliotecología de nivel universitario, The Columbia School Of Library Economy. La cual en sus inicios tomó la tendencia técnico-vocacional y el programa era ofrecido tanto para mujeres como hombres.

Posteriormente, en 1928, en Chicago, Illinois, se establece la University Of Chicago Graduate Library School. La primera escuela en ofrecer títulos de doctorado en bibliotecología. La Graduate Library School de la Universidad de Chicago se enfoca más en el pensamiento positivista basado en el método científico, en 1931 en la University Of Chicago Graduate Library School, publican la primera revista científica dedicada al estudio de la bibliotecología, en ese mismo año, Lee Pierce Butler, se unió a la escuela, y tiempo después, aportó para el avance de la ciencia bibliotecaria la publicación en 1933 de su obra An Introduction to library science, en la cual se refleja su inclusión al pensamiento positivista científico, y expresa que “La ciencia bibliotecaria en particular puede abarcar solo el lado racional del fenómeno fundamental de la biblioteconomía, que es la transmisión de la experiencia acumulada de la sociedad a sus miembros individuales a través de la instrumentalidad del libro” (Butler, 1933, p. 29)

Jesse Shera, otros de los autores más representativos y brillantes de esta escuela, postula junto con Margaret Elizabeth Egan, los principios de la epistemología social a inicios de 1960, la cual se fundamenta en la creación de una nueva disciplina con inclinaciones a la comunicación social, en la cual Shera plantea como su objeto de estudio, “la producción, el flujo, la integración y el consumo de todas las formas del pensamiento transmitido en el interior de la estructura social” (Shera, 1990, p.115).

Otro de los personajes importantes que proporcionaron obras para la formación de la ciencia bibliotecaria, fue el bibliotecario indio Shiyali Ramamrita Ranganathan, considerado por muchos como el padre de la biblioteconomía y la documentación. Se destaca de él, la creación de las denominadas 5 leyes de la bibliotecología, publicadas en 1931. Las cuales son: los libros están para usarse, a cada lector su libro, a cada libro su lector, ahorrar tiempo del lector, la biblioteca es un organismo en crecimiento. Estas cinco leyes, aportaron a la promoción de bibliotecas ideales, donde los profesionales eran conscientes de su responsabilidad con la información y el constante crecimiento de la ciencia bibliotecaria.

En conclusión, se puede notar que estas obras publicadas aportaron a la formación de la bibliotecología como una ciencia, con fundamentos propios y estudios enfocados en las bibliotecas y en los usuarios.

La bibliotecología contemporánea

La bibliotecología en el actual siglo está obligada a avanzar con el desarrollo exponencial de la tecnología, creando nuevos métodos para poder facilitar la conservación y la distribución de la información a través de la incorporación de los conocimientos tecnológicos. Con el desarrollo actual de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) el uso de la internet y el caos de información que hay, la disciplina bibliotecaria se replantea su objeto de estudio y sus nuevas labores en una sociedad de nativos digitales y adultos migrantes.

Las tendencias actuales y nuevos enfoques que la bibliotecología acoge son: El estudio de las bibliotecas digitales o electrónicas: El desarrollo de las TIC transformó los procedimientos y modelos de trabajo de la biblioteca tradicional, lo que condujo a la creación de las bibliotecas digitales en la década de los años 90 las cuales “son un espacio en el cual se almacena y procesa información siguiendo parámetros digitales, es decir, lo análogo, lo físico, da paso a una transformación de la información a sistemas binarios que requieren de una interfaz, generalmente un software y hardware, que permite su reproducción” (Valenzuela y Pacheco, 2015, p. 243). Estas datan de colecciones principalmente digitalizadas a las que los usuarios pueden tener acceso si logran manejarlas. Los profesionales de la información cumplen la labor de estudiar este tipo de bibliotecas y comprender cómo ayudar y enseñar a los usuarios la manera adecuada de poder acceder a ellas y adquirir lo que necesitan.


Alfabetización digital

Los bibliotecólogos deben ir a la par con el avance tecnológico, deben comprender el lenguaje que se utiliza, para poder desenvolverse fácilmente en su profesión, y seguidamente ayudar en la alfabetización tecnológica que requieren algunos usuarios.

Integración de las disciplinas que componen las ciencias de la información El término ciencias de la información agrupa las áreas que tienen en entre sus intereses el trabajo con la información, aquellas son, la bibliotecología, la documentación, la archivística, la museología y la ciencia de la información.

La mediación de la información

El bibliotecólogo debe llevar a cabo el papel como mediador entre el usuario con la información, rompiendo la barrera que la aleja de manera explícita o implícita. debe actuar como orientador y facilitador en cuanto a las búsquedas que requiera el usuario. según Almedia, la medición que cumple el bibliotecólogo en cuanto a la información y el usuario se define de la siguiente manera: “cualquier acción de interferencia (llevada a cabo en un proceso, por un profesional de la información y en el ámbito del equipo informativo), directa o indirecta; consciente o inconsciente; singular o plural; individual o colectivo con el objetivo de apropiarse de información que satisfaga, de forma parcial y momentánea, una necesidad informativa, generando conflictos y nuevas necesidades informativas.” (Almeida, 2009, p. 92).

Alfabetización informacional

La alfabetización informacional es considerada fundamental para poder ingresar y contribuir en la sociedad llena de información. Se basa en crear en los individuos habilidades para reconocer las necesidades de información, y que de manera oportuna puedan satisfacerla.

Sánchez Tarrago aporta a la aclaración de las funciones de la ALFIN, las cuales son, “crear en los individuos habilidades para reconocer sus necesidades de información y satisfacerlas por medio de la localización, evaluación y el uso eficiente de la información, así como la creación de habilidades que favorezcan el autoaprendizaje durante toda la vida” (Sánchez Tarrago, 2005, P. 1). El bibliotecólogo, debe actuar como agente educativo, mediador de aprendizaje, creando competencias en los usuarios, las cuales hagan posible el desarrollo personal y profesional.

                                                            Conclusiones

La Bibliotecología cumple una labor social, esta razón de ser, es la que sitúa dicho saber en un escenario de importancia para la sociedad y las relaciones humanas.

El contexto colombiano requiere de profesionales con espíritu crítico y compromiso social, por ello la importancia de la teoría constructivista y crítica en la academia acompañando la formación de los profesionales de la Bibliotecología.

La Bibliotecología es una ciencia que logra adaptarse con gran facilidad a los diferentes fenómenos sociales y a los avances tecnológicos.

                                                                   capítulo 2
                Corrientes teóricas de la bibliotecología y la información: un acercamiento sociohistórico a los fundamentos de la disciplina


Venimos al mundo con una realidad social construida, la cual adoptamos por medio del lenguaje y a la vez participamos en su construcción. La información, los documentos y la memoria forman parte de esta realidad. A través del tiempo las maneras de verlos han ido cambiando.

En primer lugar, con la llegada de las tecnologías en el siglo XX la concepción de la información cambio, la información expandió su cobertura; logró llegar a más personas, pero de forma parcial, ya que la información se convirtió en un negocio y un juego de intereses, que no necesariamente tenían como fin la apropiación de la información para generar en la sociedad un mayor conocimiento. Además, el dejar sólo en lo sintáctico, en un montón de signos a la información por la falta de una buena educación también provocó y sigue provocando un estancamiento en el desarrollo social.

En segundo lugar, se encuentra la memoria, la cual en un comienzo era tomada como universal sobre una historia, en la actualidad se ha apelado a la recolección de una memoria social que logre la integración y generación de alternativas para mejorar el presente y el futuro y para preservarla, pero aún no se ha logrado proyectar en lo educativo esto, ya que se sigue promoviendo el estudio de una única memoria.

En último lugar, Paul Otlet en 1934 con su publicación sobre el tratado de documentación género nuevas maneras de entender el documento, ya no solamente como un libro, sino como una diversidad de formatos, soportes y registros en que se podían almacenar información, la memoria social recolectada, y lograr una transmisión. En la actualidad existen diversas maneras de documentar la información, desde lo impreso a lo digital.

En todo esto la bibliotecología juega un papel fundamental, ya que se posiciona como una disciplina que forma a profesionales que entre sus funciones tienen el ser mediadores de la sociedad con la información, la memoria y los documentos en donde se resguardan. El bibliotecólogo, a través de la interdisciplinariedad genera símbolos, significados a los procesos de información, memoria y documento, para así lograr desarrollar alternativas que puedan resolver los problemas que existen y que en la sociedad se genere un mayor interés y apropiación de estos procesos, para así obtener cambios con fines de mejorar la realidad social en que se encuentran.

El presente texto tiene como finalidad definir de manera descriptivo-argumentativa las siguientes categorías: • Dato • Información (sintáctica, semántica, pragmática) • Documento • Conocimiento • Unidades de Información: Bibliotecas • Prácticas LEO (Lectura, Escritura y Oralidad)

Dato

Desde hace ya mucho tiempo la palabra información está inscrita en nuestro lenguaje cotidiano y la usamos diariamente en diferentes contexto y disciplinas del conocimiento, pero la información por si sola carece de sentido necesita de un sujeto que la clasifique y la aplique correctamente, es por este que Debe presentarse un paso de la información al conocimiento ya que “La información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí.”(ortega,2014;p.149).

Las sociedades no pueden basar su progreso en la expansión de la información y la comunicación, porque, aunque esto pueda mejorar significativamente las condiciones de un entorno, la información no adquiere sentido hasta que todos los habitantes que conforman la sociedad no tengan una igualdad de oportunidades en la educación para tratar la información disponible con discernimiento y critica, analizarla, seleccionarla e incorporar lo que realmente pueda aportar a una base de conocimientos.

La información se compone de datos y significado, lo cual implica un circuito que abarca diferentes actores y componentes: a) la organización de los datos b) las reglas (sintaxis) que gobiernan el sistema elegido y c) significados convenidos y válidos dentro del sistema elegido. (ortega,2014, p.165).

Los datos en las siguientes tipologías  Datos primarios: son aquellos que están almacenados dentro de bases de datos relacionales, es decir, son los datos de un sistema de gestión de información.  Datos secundarios: son contarios a los datos primarios, y se presentan cuando estos últimos están ausentes.  Metadatos: Son indicaciones sobre la naturaleza de otros datos (usualmente sobre los datos primarios).  Datos operativos: Datos relacionados con las operaciones de un sistema de datos en su conjunto y su desempeño.  Datos derivados: Pueden extraerse de otros datos, siempre que se usen como fuentes indirectas en busca de patrones, pistas o evidencias que infieran sobre los datos en sí mismos. (ortega,2014; p.166) Cuando los datos están bien compuestos y son significativos el resultado se conoce como contenido semántico; la información entendida como contenido

Entonces el concepto de información abordado en el contexto de la cognición, se preocupará por la construcción del significado, las actitudes mentales deben tener relación con la manera en que la información interviene y mueve la cognición y la conducta presente en cada individuo, creemos y deseamos porque debemos obrar y para obrar debemos registrar la información que relaciona la acción con nuestro estado cognitivo presente , es por esto que tratamos la información teniendo la creencia y al deseo porque esa información debe ponerse al servicio de nuestra acción y de nuestra cognición del momento. (Ortega, 2014)

Información (sintáctica, semántica, pragmática)

“La información es poder, es el quinto poder” no es de conocimiento pleno la autoría de la frase inicial, aun así es la definición perfecta de lo que actualmente podemos entender del término información, a esta conclusión podemos llegar después de observar lo ocurrido con personas como Aaron Swartz (Fundador de la red social Reddit) y Julian Paul Assange (Periodista australiano, programador de computadoras y fundador y director de WikiLeaks) individuos que la última década han sido perseguidos y acosados por altas esferas de los gobiernos del mundo por una razón común: poder información y conocimiento al alcance de todos.

Este tipo de situaciones nos lleva a entender que la información es un elemento muy valioso para una sociedad, pero estrictamente ¿Qué es información? Con respecto a este punto, afirma (Ortega 2014) “la palabra información es un vocablo imprescindible en prácticamente todo tipo de contexto situacional o disciplinario. En el uso cotidiano es un hecho que el término es polisémico, o bien asume funciones de sinónimo de modo indiscriminado. Sin embargo, este nivel de léxico indiferenciado es el que se debe rebasar.” (P. 2)

Dicho esto, el autor se remite a la definición que nos entrega la DRAE.

Comencemos por revisar la definición que ofrece el Diccionario de la lengua española ( DRAE. 1 Básicamente enumera ocho significados de la palabra información (en lo sucesivo I): En primer lugar se refiere a la I como acción y efecto de informar; en segundo lugar, la menciona como oficina jurídica y legal donde se informa sobre algo; en tercer lugar se le designa así a la averiguación jurídica y legal de un hecho o delito, en cuarto lugar se especifica como pruebas que se hacen de la calidad y circunstancias necesarias en una persona para un empleo u honor; en quinto lugar se le entiende como adquisición o comunicación de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada; en sexto lugar se le denomina I a los conocimientos así comunicados o adquiridos; en séptimo lugar se entiende a la I como propiedad intrínseca de ciertos biopolímeros, como los ácidos nucleicos, originada por las secuencias de las unidades componentes y, en octavo lugar, se designa a la I como educación e instrucción. Se pueden observar allí diferentes significados para un mismo término por cual Jaime Ríos Ortega se remite en su texto a Campbell ¿Qué tienen en común los códigos utilizados para enviar mensajes desde una nave espacial y los genes de una molécula de ADN? ¿Cómo se relacionan la segunda ley de la termodinámica -descubierta por un físico- y la comunicación, a tal grado que sea posible hablar de la "entropía" de una partitura musical, de una página escrita, de una conversación? ¿Por qué los intricados problemas de la teoría matemática de la probabilidad se relacionan con la forma en que nos expresamos oralmente o por escrito? La respuesta a todas estas preguntas es "información", y el hecho mismo de que un solo concepto pueda ligar tantas ideas distintas revela su gran generalidad y poder.

Con el final de la cita retomamos nuestra tesis inicial sobre el poder de la información, ya en el campo de la bibliotecología el concepto de la información resulta ser indispensable, de allí que la bibliotecología haga parte de las llamadas Ciencias de la Información, al respecto afirma el autor (Ortega 2014) (…) se observa que conceptualmente el término información se introdujo como una innovación conceptual, aunque no necesariamente bienvenida, en un ámbito disciplinario especialmente fértil como es el caso de la bibliotecología.

La postulación de la ciencia de la información pudo interpretarse como la superación de un estudio fenoménico centrado en el libro o el documento hacia un nivel substancial o abstracto representado por la información y el ciclo de la información; ambos conceptos superaban con mucho los referentes físicos inmediatos, de tal forma que si el concepto de documento poseía mayor capacidad de inclusión respecto al término libro, de igual modo, el término información mostraba un concepto abstracto y con posibilidades ilimitadas de incluir diversidad de referentes materiales, como libros, revistas, archivos, etc.

Tipos de información Ya en el campo de la lingüística podemos definir tres tipos de información: sintáctica, semántica, pragmática. • Información sintáctica: respecto a la gramática, se encarga de la combinación y el orden de los vocablos en las oraciones. Describe la estructura del lenguaje, e incluye reglas para combinar palabras en la formación de frases. La importancia de la sintaxis en la comunicación se basa en que orienta la construcción adecuada de oraciones, dando como resultado una expresión oral coherente. • Información semántica: esta se conoce como el estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones. Está vinculada al significado, sentido e interpretación de palabras, expresiones o símbolos. • Información pragmática: La pragmática tiene como tema principal aquellos aspectos del significado de los enunciados que no pueden ser explicados mediante una referencia directa a las condiciones veritativas de las oraciones enunciadas. Dicho crudamente:

PRAGMÁTICA = SIGNIFICADO CONDICIONES VERITATIVAS

La pragmática es “el estudio de los principios que regulan el uso del lenguaje en la comunicación, es decir, las condiciones que determinan tanto el empleo de un enunciado concreto por parte de un hablante concreto en una situación comunicativa concreta, como su interpretación por parte del destinatario”, con lo que se convierte en “una disciplina que toma en consideración los factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje” Información tomada de: (2019) Etimologías de Chile http://etimologias.dechile.net/?sema.ntica

Documento

Con el fin de tener un acercamiento al concepto de documento debemos remitirnos al origen etimológico del significado de esta palabra. Documento, proviene del latín documentum que significa diploma, que a su vez significa “escrito importante”. Sus componentes léxicos son: docere que significa “enseñar” más el sufijo mento que significa “resultado”.

Siendo así tenemos que el significado del término documento en sentido estricto es: escrito importante para enseñar con un resultado, aunque algunos lingüistas lo denominan como: texto escrito.

El Diccionario de Autoridades (Madrid, 1732, tomo 3.º, p. 327v) define documento como la «doctrina o enseñanza con que se procura instruir a alguno en cualquiera materia, y principalmente se toma por el aviso u consejo que se le da, para que no incurra en algún yerro u defecto». El Diccionario de la Real Academia Española (Madrid, 1970, p. 491) añade a la acepción anterior la de «diploma, carta, relación u otro escrito que ilustra acerca de algún hecho, principalmente de los históricos». El Diccionario de uso del español de M. Moliner (Madrid, 1973, tomo 1.º, p. 1.030) recoge como documento el «testimonio escrito de épocas pasadas que sirve para reconstruir su historia» y el «escrito que sirve para justificar o acreditar algo». Todas estas acepciones han sido analizadas por J. L. López Yepes en su Teoría de la Documentación (Pamplona, 1978)45.

En ese orden de ideas, podemos vislumbrar que el termino documento ha sido definido como doctrina, diploma, enseñanza, escrito, comunicación, testimonio, conocimiento; es decir, tiene múltiples acepciones, pero todas coinciden en algo y es su estructura, todo documento está constituido por algún tipo de material, llámese papel, pergamino, libro, piedra CD, etc; siendo este un medio para plasmar información bien sea escrito mediante signos o audiovisual. “Para los documentalistas un documento es cualquier soporte, de cualquier índole, que contiene información de interés para una determinada materia.” (Galende 2003) pág. 14

Así mismo afirma (Galende 2003) pág. 15. El «documento», como sabemos, constituye el objeto de la Diplomática. Es un testimonio escrito que tiene, a la vez, un carácter histórico-jurídico, una forma de redacción determinada y no está destinado directamente a dar fe de la veracidad de un hecho o constituir una prueba del mismo sino más bien a garantizar la adecuada transmisión de un hecho, de un mensaje, de una voluntad..., conforme a su naturaleza y a la categoría exigida por la administración o por la ley.

Conocimiento

Como resultado de lo visto en algunas sesiones de clase, podemos inferir que conocimiento es el producto final de un proceso de aprendizaje, es decir, toda la información que al final queda almacenada en nuestro sistema cognitivo, por otro lado, y desde una postura platónica el conocimiento es la consecuencia que se obtiene gracias al pensamiento.

La especie humana se diferencia de las demás por poseer la capacidad de racionalizar el pensamiento para obtener conocimiento, desde sus orígenes ha estado en un constate crecimiento y búsqueda del saber, este se origina a través de la percepción sensorial (los sentidos), luego al entendimiento (pensamiento) y finaliza en la razón. “La metodología de generar conocimiento tiene dos etapas: la investigación básica, etapa donde se observa la teoría y, la investigación aplicada, etapa donde se aplica la información.” Tomado de: https://www.significados.com/conocimiento/.

Conocimiento es una palabra que viene del griego, compuesta por episteme que significa conocimiento y logos que es razón. Esto nos lleva a la epistemología, elemento del pensamiento platónico, es una disciplina que por medio de una constante reflexión pretende llegar al conocimiento y las diferentes formas de validarlo.

Respecto a la epistemología Rendon Rojas nos indica lo siguiente: pistemología Así pues, si la epistemología determina la metodología que habrá de utilizarse, entonces será necesario hablar de ella. La epistemología como rama de la filosofía depende a su vez de la visión que se tenga de esta última. Concebimos a la filosofía como una forma de cuestionar la realidad para encontrarle sentido o dotarla de él. Al mismo tiempo la filosofía es una cosmovisión que permite estructurar la realidad de determinada manera y situarse en ella. Las preguntas que le plantea la filosofía a toda la realidad: qué es, por qué es, de qué es, cómo llegó a ser; se las plantea la epistemología a la ciencia; ¿Qué es la ciencia? ¿Cómo se hace la ciencia? ¿Para qué es la ciencia? (Rendón 2007) Pag 5

Unidades de información: bibliotecas

Las unidades de información son entidades que, a través de la institucionalidad, bien sea física o virtual, para estos tiempos modernos, se encargan de la gestión de la información que se encuentra contenida en diferentes tipos de documentos. En la tabla a continuación podremos observar algunas

Existen diferentes tipos de unidades de información, entre ellas tenemos: archivos, bibliotecas, hemerotecas, CRAI, videotecas, fonotecas, centros de documentación, a continuación, describiremos de forma sucinta la definición de biblioteca.

Las bibliotecas

Generalmente cuando pensamos en una biblioteca es común imaginar un espacio donde se va a encontrar una colección organizada de libros, este tipo de imaginario ya es asunto del pasado, puesto que hoy en día se hace necesario pensar la biblioteca como un organismo activo que funciona como un sistema, que requiere de un conjunto de procesos simples y complejos para ofrecer un servicio a la sociedad. Sin embargo, no se debe desvirtuar su real razón de ser puesto que como unidad de información su función principal es gestionar la información contenida en los documentos, conservar la memoria y procurar que los usuarios tengan acceso a esa información. Existen diferentes tipos de bibliotecas, tenemos bibliotecas públicas, bibliotecas populares, bibliotecas comunitarias, bibliotecas escolares, bibliotecas académicas, bibliotecas universitarias, bibliotecas especializadas; cada una de ellas cumple una función social de proporcionar información a un determinado sector de la población.

Para el caso de las bibliotecas populares y comunitarias, particularmente en la ciudad de Medellín, se ha presentado una situación curiosa respecto a estas instituciones, muchas de ellas se convirtieron en centros de dispersión cultural, creando así un espacio de resistencia frente a los actores violentos de las comunas de la ciudad. Este tipo de situaciones nos enseña que las bibliotecas realmente prestan una labor social y que actualmente por esos cambios sociales y generacionales es que estos lugares ya no son vistas como el típico espacio con una colección de libros.

Las bibliotecas actualmente son centros de concentración cultural, de diversificación y de resistencia ante ciertos fanatismos de los cuales adolece este país hoy en día. Respecto al tema es menester resaltar la conclusión incluida por la profesora Natalia Duque Cardona en su texto El sentido de la biblioteca pública. (Duque. 2018) Los servicios bibliotecarios y de información en un contexto de diversidad cultural y lingüística incluyen tanto la oferta de servicios a todo tipo de usuarios de la biblioteca como la oferta de servicios bibliotecarios dirigidos especialmente a grupos culturales y lingüísticos tradicionalmente desatendidos. Se debería prestar especial atención a grupos que a menudo sufren la marginación en las sociedades con diversidad cultural: minorías, refugiados y solicitantes de asilo, personas con permiso de residencia temporales, trabajadores inmigrantes y comunidades indígenas. (IFLA 2001)

Prácticas de lectura, escritura y oralidad

En el principio fue la imagen, no la palabra escrita. El despertar de la conciencia humana dejó constancia de tal momento estelar con la creación de imágenes que daban cuenta de su visión y conocimiento del mundo. Las inquietantes pinturas rupestres que tapizan las cuevas prehistóricas dan cuenta de todo ello. Los primeros registros de información, por tanto, fueron de carácter visual. Por su parte, la escritura es el resultado de una multisecular y compleja estilización de las imágenes, con lo cual proliferó un nuevo tipo de información registrada. Sin embargo, las características de la escritura ganaron expansión a lo largo del tiempo y en todos los territorios, volviéndose cada vez más en la forma más utilizada y difundida comprendiendo sectores cada vez más amplios de las sociedades, entonces la escritura se convertiría en el camino más efectivo para la transmisión del conocimiento.

La institución que fue y en la actualidad continúa siendo testigo y presencia activa y determinante en todos los procesos de la palabra escrita y la imagen fue la biblioteca, con el registro escrito que nace con la necesidad de obtener y organizar la información para ponerla a disposición, aunque en la antigüedad eran solo las elites superiores las que podían acceder a esta información”. (López, 2014, p.1)

La lectura es la base fundamental de los procesos cognitivos del sujeto, el inicio de la compresión de la realidad natural y social, el método que facilita el acceso a mundos posibles en búsquedas de sentido y significados. (centro de lectura,2017,p.21) ;la lectura no es solo una interpretación de signos, sino un cúmulo de aprendizajes y experiencias intelectuales, emocionales y estéticas que le otorgan sentido a los símbolos, lo que convierte a la lectura más que en una práctica en la construcción de un cuerpo que hace que el individuo se acerque , evolucione, frente a su realidad , explore el mundo y reflexione sobre la humanidad , problematice los fenómenos , compare y genere nuevas interpretaciones de todo aquello que lo rodea,” es necesario escribir algo para alguien, con un propósito y contexto específicos, asunto por el que las nociones tesis, investigación y comunidad académica son objetos directos para la escritura”.(Centro de lectura,p.24)

Se presenta tres concepciones del paradigma de la lectura: 1) la concepción lingüística, en la que el significado se aloja netamente en el escrito y su objetivo es recuperar el valor semántico de cada palabra y relacionarlo con las nociones precedentes y posteriores. 2) La concepción psicolingüística, en la cual predomina la deducción y la aportación de datos procedentes del conocimiento que permiten hallar coherencia y sentido a lo leído. Y 3) La concepción sociocultural, en la que tanto el significado de las palabras como el conocimiento previo que aporta el lector tienen origen social. (Centro de lectura, p.22)

La escritura fue considerada un avance que le permitió al ser humano reestructurar la conciencia y el pensamiento, es necesario escribir algo para alguien, con un propósito y contexto específicos, asunto por el que las nociones tesis, investigación y comunidad académica son objetos directos para la escritura; no se lee o se escribe para lograr objetivos sociales y culturales , la lectura y la escritura no son simplemente habilidades, sino prácticas usadas por grupos ,y determinadas por los contextos en los que se originan, es entonces que la lectura la escritura y la oralidad son prácticas sociales. La oralidad permite la transferencia de un enorme caudal de conocimientos, muchos de ellos frutos de la experiencia acumulada a través de generaciones, o testimonios de experiencias individuales únicas e irrepetibles, así que asumimos la oralidad como una práctica social y cultural que va más hay del intercambio de palabras , sino que se trata de una construcción de sentido que solo es posible con otros y nacen y se desarrollan en contextos formales e informales , Los seres humanos interactúan a través de géneros discursivos (orales o escritos), es decir, cuando se conversa, cuando se presenta una conferencia, un ensayo(…) (Centro de Lectura, 2017)

                                                           Conclusiones

El tema de las bibliotecas en Colombia se presenta como un asunto importante, pues a pesar de ser un país con un bajo índice de lectura, nadie se atreve a negar la importancia de esta debido a la función social que cumplen las bibliotecas actualmente.

Los conceptos de: dato, información, documento y memoria; se encuentran estrechamente ligados a la ciencia bibliotecológica y las unidades de información, siendo cada uno de estos conceptos un elemento fundamental en la esencia de las ciencias de la información. Las prácticas de oralidad lectura y escritura aún son vistas como un asunto de elite que favorece solo a los sectores académicos de la población, se hace necesario romper con ese tipo de paradigmas para lograr acabar con algunos sesgos ideológicos y fanatismos que afectan a la población colombiana.


                                                                     Capítulo 3
                                         Nuevos tiempos, nuevos lugares y perfiles en bibliotecología.


A través del tiempo, la Bibliotecología como profesión se ha ido reconstruyendo, en base a las necesidades que cada época presenta. Inicialmente, desde el nacimiento de la escritura en la antigüedad, se hizo imprescindible la creación de lugares en donde pudiera resguardarse aquel conocimiento tangible, simultáneamente, fue necesario que hubiera personas a cargo de toda esa información registrada: tablillas de arcilla, papiros, pergaminos. Este papel fue desempeñado empíricamente por personas eruditas, las cuales les correspondía la catalogación de las obras para su fácil acceso, la reparación de las obras deterioradas y mantener un orden. Con el pasar de los siglos, con las invenciones de cada época, el papel del bibliotecario fue cambiando, y surgió la necesidad de ver más allá de lo técnico para distinguirla como una disciplina formal e independiente, con problemas que esperaban ser resueltos.

Posteriormente con el surgimiento de la ciencia de la información y de las nuevas tecnologías, la bibliotecología fue configurándose para responder desde las tendencias que cada escuela tenía, a las necesidades que se presentaron como la mayor cantidad de información registrada. Ahora, podemos seguir notando su constante reconstrucción, una disciplina que se adapta a los cambios, al contexto y a las nuevas necesidades que la sociedad presenta.

Así pues, en la contemporaneidad la bibliotecología debe estar a la par con el avance de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC), y estar consciente de lo que esto representa para los usuarios, como problemas referidos al acceso, uso y recuperación de la información en una sociedad de la información. Con base en la entrevista hecha al bibliotecólogo y la búsqueda de referencias sobre investigaciones, se responden las preguntas propuestas en la unidad.

Características del perfil del bibliotecólogo:

En la actualidad, existen distintos tipos de perfiles profesionales del bibliotecólogo, los cuales se van desarrollando por diferentes influencias, según Vallejo, para entender la identidad profesional de esta carrera, se deben analizar tanto factores externos como internos (2018, p.233) Y estos son: influencias antes de la formación, influencias durante la formación, influencias en el lugar de trabajo. Particularmente, el perfil profesional de Pedro, nuestro bibliotecólogo entrevistado, está influido más por lo social, por trabajar para la comunidad. Entendiendo esto por su formación con enfoque social durante el pregrado en la Escuela Interamericana de Bibliotecología y por los proyectos llevados a cabo cuando comenzó a trabajar.

Vallejo menciona en su investigación diversas características del perfil profesional del bibliotecólogo, estas son: conocimientos especializados en gestión de la información, conocimientos en tecnologías de la información, habilidades en gerencia y liderazgo, procesos de formación de usuarios como promoción y animación a la lectura.

Nuevos perfiles que han surgido:

El profesional trata de responder a las nuevas necesidades que surgen a partir de la inmensa cantidad de información, con intensión de beneficiar a esos usuarios, de convertirse en un mediador facilitador. Por ello se manifiestan nuevos perfiles, apelando a solventar estas demandas. Como muestra, se evidencian perfiles sociales, los cuales se enfocan en estar al lado de la comunidad, de las necesidades que presentan, ayudando en los procesos de apropiación culturar, de que se consiga conocimiento. Otros, son los perfiles que están más enfocados en el uso de las TIC´s, también se evidencian los perfiles pedagógicos.

Campos laborales del bibliotecólogo:

Los campos laborales en los que puede ejercer un profesional en bibliotecología en el siglo XXI son múltiples, más de lo que en siglos anteriores se podía ejercer, gracias a que la disciplina ha ido adaptándose a los contextos actuales, a los nuevos usuarios, a los nuevos espacios y a las nuevas relaciones. Una investigación realizada por Herrera y Velázquez, por medio de una encuesta a la población de egresados de los programas de bibliotecología de la Universidad de Antioquia, la Pontificia Universidad Javeriana y Universidad Católica de la Salle, dio como resultado que los campos laborales del profesional de la información son: sectores de bibliotecas (bibliotecas escolares, universitarias, especializadas, públicas y privadas), administración de unidades de información en sectores educativos y culturales, áreas de análisis de información, docencia universitaria, centros de documentación, investigación, diseño de bases de datos, asesorías a empresas. (Herrera y Velázquez, 1997).

Desafíos que enfrenta el bibliotecólogo:

Nuestro bibliotecólogo entrevistado, nos mencionó que uno de los retos que tiene el bibliotecólogo es comprender que las bibliotecas no son instituciones estables, sino que están en constante dinámica y que allí surgen diferentes necesidades que es prudente atender. Por su parte, Vallejo, en su estudio plantea que existen problemas en cuanto al desempeño laborar de las funciones específicas de la bibliotecología, principalmente en aquellas que son las nuevas áreas en que se deberían de empezar a trabajar (2018) De igual modo, el bibliotecólogo enfrenta otros retos como lo es el desconocimiento de sus funciones en la sociedad y por ende el poco valor y reconocimiento que muchas veces se le da a la profesión. Según Pineda el bibliotecólogo ya no debería de interpretarse como el que acumula libros en estanterías, sino que este se suma en la sociedad de la información y uno de los desafíos que enfrenta, es “reducir de alguna forma la brecha entre informados ricos e informados pobres, permitiendo que todos participen de la sociedad de la información, creando una cultura de individuos con capacidad de trabajar con información, para su desarrollo personal y profesional.” (2000, p.3) Otro de los desafíos es lograr un trabajo a través de la interdisciplinariedad, para llevar a cabo mejores estudios sobre el uso y acceso de la información. En palabras de Linares: “En la actualidad se fortalece la existencia de cierto consenso en que las tradicionales áreas informativas comparten el mismo objeto de estudio; se coloca la integración disciplinar en el campo informacional como un hecho posible, sustentada en la creencia de que lo importante es la información, documentada o no, y se convierte está en el punto unificador de las disciplinas archivísticas, bibliotecarias y documentales e informacionales.” (2015) Teniendo en cuenta la entrevista, las clases y las referencias consultadas, se concluye que la constante reconstrucción de la profesión en cada época, con cada cambio, es necesaria para que el bibliotecólogo pueda responder a las diversas demandas generadas. Además, es pertinente que tenga claro su papel tan relevante con la información y que desde diversos escenarios pueda facilitar el uso y acceso de la información, para que a través de ello se puedan generar conocimientos, en otras palabras, para generar sociedades del conocimiento.


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