Psicología Social de la Comunicación/Subjetividad

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Psicología Social de la Comunicación


Introducción

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  • Las subjetividades no son esenciales o permanentes, son producidas y significadas dentro de una cultura. Son un lugar de conflicto ideológico.

Descartes

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  • Racionalidad y conciencia del ser humano.
  • ‘Yo', como sujeto de la frase, es la misma persona que habla.
  • El ‘yo’ es una entidad estable y susceptible de ser rebuscada.
  • La mente controla el cuerpo.

Cuestionamiento del yo cartesiano:

  • Nietzsche: razón como producto histórico, una ideología que relega el cuerpo a un segundo plano.
  • Darwin: razón como resultado de selección natural.
  • Marx: las personas viven en falsa conciencia dentro del capitalismo.
  • Freud: muchas acciones humanas son inconscientes.

Contribuciones del psicoanálisis

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Algunas ideas sobre las que descansa la teoría freudiana:

  • El comportamiento manifiesto depende de causas latentes inconscientes y (en gran medida) de naturaleza sexual. La comprensión de los seres humanos está atado a la aceptación de la sexualidad y la agresividad como factores explicativos.
  • El inconsciente consistiría en el conjunto de actividades mentales del individuo que suceden sin que este sea consciente. Los procesos inconscientes pueden afectar a la persona sin que esta sea consciente. Los contenidos inconscientes pueden ser amenazadores para la persona, evitando confrontarlos directamente.
  • Hay una energía mental (lívido) que explica el dinamismo y evolución de la vida psíquica. Se explica aquello psicológico a partir de una energía (economía mental).
  • Las personas no conocen el significado exacto de muchas de sus acciones puesto que depende de mecanismos inconscientes que se presentan en forma de lapsos, sublimación, fetichismo, sueños…. La curación de los pacientes se vincula a una interpretación del material lingüístico que aportan los sujetos que da sentido a los síntomas que permanecen opacos y que normalmente tienen su origen en la infancia y en un trauma de carácter sexual. Ser consciente de este significado oculto permite la curación y la recuperación de la identidad del sujeto.
  • Para explicar y hacer desaparecer los síntomas del presente se tiene que realizar un análisis de la génesis de estos síntomas que se situaría habitualmente en la infancia. En la infancia tienen mucha importancia el complejo de Edipo y el conflicto entre pulsiones sexuales y represión cultural.

Implicaciones para la comprensión de la subjetividad:

  • La subjetividad está sujeta a fuerzas psíquicas que operan desde el inconsciente. La conciencia es la punta del iceberg de naturaleza inconsciente y simbólica.
  • Hay contenidos latentes que pueden acceder a la conciencia y al lenguaje, y otros de reprimidos que no aparecen nunca en la conciencia. Ni el pensamiento ni su expresión lingüística pueden ser calificadas como claras y transparentes por el sujeto que piensa o habla.
  • La subjetividad se manifiesta como un mecanismo de emergencia y represión alternativa de la libido dentro de la cual la conciencia (el yo) está siempre a punto de naufragar delante de las exigencias de placer o destructivas y delante del sentimiento de culpa o angustia generados por el superyo (costra psíquica generada a partir de la identificación del individuo con el padre y que acumula los ideales morales y religiosos).
  • El ello es amoral, el yo se esfuerza por ser moral, el superyo es hipermoral. La subjetividad es precaria y dependiente. El Yo tiene que responder a tres exigencias:

“Mas, por otra parte, se nos muestra el yo como una pobre cosa sometida a tres distintas servidumbres y amenazada por tres diversos peligros, emanados, respectivamente, del mundo exterior, de la libido del yo y del rigor del superyo. [...] En calidad de instancia fronteriza quiere el yo constituirse en mediador entre el mundo exterior y el ello, intentando adoptar el ello al mundo exterior y alcanzar en éste los deseos del ello por medio de su actividad muscular.” (Freud 1977, p. 47). Freud, S. (1977), El yo y el ello. Madrid: Alianza.

  • Desaparece la idea de un sujeto autónomo que habla desde una supuesta neutralidad desde la que juzga la corrección de las afirmaciones epistemológicas o éticas.

Algunas ideas:

  • El estadio del espejo: los seres humanos nacemos prematuramente y con un control parcial de las funciones motoras. El niño se enfrenta a esta incertidumbre identificándose con una imagen que le permite actuar en el entorno. El niño se reconoce a sí mismo como una unidad a partir del reflejo de su imagen (en el espejo o en otro niño). Esta alienación del niño en la imagen corresponde al ‘ego', constituido como una identificación alineante basada en la falta inicial de un cuerpo y un sistema nervioso acabado. El ego parece cumplido y acabado, pero es fragmentado y descoordinado; esconde la inquietante falta de unidad. La imagen es alineante; el cuerpo real es fragmentado. La verdad del ego aparece en la locura, donde el mundo parece disolverse y la diferencia entre yo y otro es radicalmente cuestionada.
  • Recojo la dificultad de llegar al significado; vivimos en un mundo de significantes. Hay diferencia entre lo que queremos decir y lo que decimos. Los significantes organizan nuestro mundo, la textura de lo que es simbólico. El niño nace en una red social, cultural y lingüística de carácter simbólico. El mundo lingüístico preexiste y predefine al niño. La imagen con que el niño se reconoce a sí mismo queda definida simbólicamente (‘niño', ‘guapo',…) y lo sitúan en el ámbito simbólico. La relación con la imagen quedará estructurada por el lenguaje. ‘Sé lo que soy porque los otros me lo dicen'. El registro simbólico está basado en un sistema de diferencias, de discontinuidades.
  • Sitúa el síntoma en la estructura misma del lenguaje, de forma que los aspectos inconscientes de la organización de la enfermedad se subordinan a la organización del inconsciente como lenguaje. No se trata de un imaginario pobre y distorsionador (cómo en Freud) sino una organización simbólica del inconsciente como lenguaje. Los síntomas están hechos de palabras, y la estructura básica del síntoma está basado en la sustitución de un término por otro de reprimido.
  • Si el lenguaje es una estructura, el habla es un acto que nos da un lugar en la estructura. Las palabras que usamos significan más de lo que queremos decir: traen significados de fuera de nuestro control y comprensión consciente. El habla supone la existencia de un ‘otro', un lugar desde dónde se es escuchado y reconocido. El otro es el lugar del lenguaje, externo al que habla pero, en cuanto que hablante, interno al lenguaje.
  • Aquello real es lo que no se simboliza, excluido de aquello simbólico. Aquello real es lo que resiste absolutamente la simbolización. Lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario son los tres registros de la realidad humana.
  • Lo imaginario es la principal fuente de resistencia. El paso inicial en el análisis no es el de revelar lo que el paciente está diciendo sino el lugar desde el que está hablando por tal de poner de relieve dónde se sitúa su alienación imaginaria.
  • Convertirse en individuo es insertarse en el lenguaje (simbólico) en un sistema de parecidos y diferencias. Nos definimos en términos de relaciones sociales y lingüísticas.
  • No existe conocimiento de nosotros fuera del lenguaje. El lenguaje re-produce la realidad, la vuelve a producir.
  • Complejo de Edipo: momento en que el niño entre en el circuito simbólico y se aleja de la relación directa con la madre. El niño se da cuento de que no coincide con el deseo de la madre (que Lacan denomina ‘fallus'). Tres elementos: niño, madre, deseo de la madre. El niño intenta situarse en el deseo de la madre por tal de encarnar el ‘fallus’.
  • El paso de lo imaginario a lo simbólico implica la pérdida irremediable de relación con la madre, pero permite convertirse en persona.
  • El deseo original de la madre y la carencia de no satisfacerlo permanece en el inconsciente y se expresa cubiertamente en el lenguaje.

Implicaciones por la comprensión de la subjetividad

  • Enfatiza la primacía del lenguaje como el espejo de la mente inconsciente e introduce el estudio del lenguaje dentro de la teoría psicoanalítica. Interpreta el trabajo de Freud en términos de la lingüística estructural.
  • Rompe con el discurso biologicista freudiano e invierte la relación entre lenguaje e inconsciente: el lenguaje es constitutivo del inconsciente (en vez de ser el inconsciente el constitutivo del lenguaje), (Castoriadis, 1990; Elliott, 1992).
  • Sustituye el fenómeno subjetivo (emoción localizada en el sujeto individual) por aquello simbólico y discursivo.
  • La subjetividad está relacionada con la manera en que la cultura ordena y regula nuestros cuerpos y deseos.
  • Las identidades culturales son construcciones necesarias para actuar dentro de la cultura.
  • Se define el sujeto dentro del campo simbólico, aspecto que recoge corrientes como el análisis del discurso o el construccionismo social. El construccionismo social enfatiza el orden simbólico de los repertorios discursivos y de lenguaje sobre los que se organizan todos los procesos sociales y personales, eliminando al sujeto individual en su dimensión subjetiva. La emoción se convierte en un producto de los procesos de significación.
  • Para la filosofía tradicional el sujeto era unitario, ideal, universal, consciente, asexual y el fundamento del conocimiento y la filosofía. Por la crítica postestructuralista y postmoderna, el ser humano es corpóreo, sexuado, social, fracturado, histórico y radicalmente descentrado; efecto del lenguaje, la sociedad, la cultura y la historia.
  • Para efectos de las persoans del singular: el tú no puede existir sin un yo, y el él no puede existir sin un tú y sin un yo, ambas personas (yo y tú) se rolan el papel de yo y de tú dentro del discurso, ya que debe de existir un locutor que espera una reacción dialogica del receptor al momento de terminar su dialogo.

Subjetividad, discurso, sexualidad, género

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Foucault

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“Se podría decir, para concluir, que el problema a la vez político, ético, social y filosófico que hoy se nos plantea no es intentar liberar al individuo del Estado y de sus instituciones, sino liberarnos nosotros del Estado y del tipo de individualización que este conlleva. Debemos promover nuevas formas de subjetividad rechazando el tipo de individualidad que se nos ha impuesto durante siglos.”

Michel Foucault, "Por qué estudiar el poder: La cuestión del sujeto".

Foucault mostraba que la vieja alternativa entre resistencia y revolución estaba muerta: sólo resistiendo se podía transformar; la revolución no es un mito abandonable, sino una práctica que desplegar mediante una destrucción activa de las redes de poder, singulares y colectivas, en las cuales estábamos presos.

Toni Negri, "Tres encuentros con Michel Foucault".

  • En la obra ‘Vigilar y Castigar' Foucault usa la prisión para mostrar la extensión de la disciplina como ‘tecnología política', como técnicas que producen subjetividad. Los procedimientos disciplinarios, en vez de reducir o anular la individualidad, la producen. El poder disciplinario es una estrategia de normalización que se realiza sobre sujetos jurídicos.
  • La sexualidad, como objeto cultural, es uno de los ámbitos privilegiados en los que se configura la identidad del sujeto. El dispositivo de la sexualidad, de carácter médico, codifica una serie de procedimientos de confesión y dirección espiritual derivadas de la modernidad. Aunque las relaciones de poder incluyen estrategias de prohibición y censura, hay un ejercicio productivo de inducción a formas de comportamiento, subjetividades, saberes y placeres. Poder que se ejerce al conjunto de la población en vez de los sujetos jurídicos. Biopoder y biopolítica. El conocimiento científico es esencial en los mecanismos de bio-poder.
  • El poder crea subjetividad que permite hacer sustituir la coacción por normalidad. Las subjetividades son escritas y reguladas por discursos institucionales que definen la normalidad y la desviación. No hay esencias humanas; somos productos de construcciones históricas y estrategias de poder. El poder crea conocimientos, estimula cuerpos, incita a confesiones, erotiza prohibiciones, genera discursos jurídicos.
  • Conocimiento y poder están profundamente entrelazados en dinámicas de poder-saber. A partir de estas dinámicas se produce la dominación y especialmente la subjetivación: la clasificación y formación de seres humanos en diferentes tipos de sujetos’.
  • El poder se ejerce no tanto por el engaño o el secreto como por la producción de saber, de verdad y la organización de los discursos en cuanto que instancias que organizan la sociedad. El ejercicio del poder consiste en conducir comportamientos, al disponer el campo de alternativas probables de acción presentadas al individuo. Es algo más que prohibir: se trata de gobernar, de estructurar el campo de acción de los otros. El verdadero poder se caracteriza por su capacidad de inducir, de llevar los comportamientos en una dirección que en vez de evitar su reproducción se convierte en la condición de este comportamiento.

“Lo que hace que el poder se sostenga, que sea aceptado, es sencillamente que no pesa sólo como potencia que dice no, sino que cala de hecho, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; hay que considerarlo como una red productiva que pasa a través de todo el cuerpo social en lugar de como una instancia negativa que tiene por función reprimir” (Foucault 1981 : 137).

  • Si el poder produce subjetividad, la modula y la apremia, cómo pueden crearse nuevas formas de subjetividad?

Ejemplo sexualidad:

  • El siglo XX no es un periodo de liberación sexual, sino una forma diferente de regularla.
  • A lo largo del s. XX proliferan discursos sobre la sexualidad, y esta es disciplinada (tomada como objeto de estudio por diferentes disciplinas científicas).
  • La sexualidad permite la regulación de cuerpos y poblaciones, crea jerarquías de subjetividad (masculino / femenino, heterosexual / homosexual).
  • La normalización y regulación implica la creación de procesos de vigilancia institucional que permite que agentes institucionales regulen nuestro comportamiento.
  • La sexualidad nos define como sujetos y como campo de acción para cambiarnos hacia la normalidad.
  • La regulación genera conocimiento (psicológico, médico) que profundiza en la misma regulación: poder / saber. El conocimiento es político.

Argumentos:

  • Los sujetos sexualmente desviados (en oposición a las prácticas) han sido creados en los últimos dos siglos (homosexual, lesbiana, pedófilo, exhibicionista, sádico). En la antigua Grecia, o en la edad mediana había prácticas homosexuales, pero no el sujeto homosexual.
  • Las revistas femeninas son reguladoras del cuerpo y de la sexualidad, no liberadoras de la misma. Asumen y reproducen la idea de que nos entendemos y estamos dominados por un interés en la sexualidad.

Judit Butler (1993): Subjetividad como actuación

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  • La producción de identidad es el resultado de la reiteración de normas.
  • Los cuerpos adquieren significado a través de discursos que los dividen y los evalúan.
  • Las personas actúan sus cuerpos siguiendo estos discursos, formando la actuación de la subjetividad.
  • La repetición de la actuación adecuada reproduce la normalidad como práctica.
  • Cada cultura define las actuaciones adecuadas e inadecuadas.
  • Pequeñas interferencias son introducidas en cada actuación, cada actuación es una actuación política. La repetición produce normalidad y regulación, también desviación y cambio.
  • Su trabajo cuestiona que la política feminista necesite de una identidad distintiva para la mujer. La identidad es el producto o el resultado de una acción y no la fuente de esta. Las entidades adquieren existencia en su performación.

Subjetividad como mercancía

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  • Estructuralismo: subjetividad como producto de sistemas simbólicos preexistentes (interpelación, tecnologías del yo).
  • La competencia cultural permite ser consciente y negociar parte de las presiones para conformarse con la normalidad. Subjetividad como proyecto simbólico que la persona construye activamente.
  • En la sociedad de consumo las subjetividades se convierten en mercancías.
  • Ciertas subjetividades relativamente ‘desviadas' pueden pasar a constituir capital cultural.
  • Actuar una cierta subjetividad produce un texto que permite ser ‘intercambiado' por capital social o cultural (popularidad, admiración, información...).

Ideas a recordar

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  • Las subjetividades son productos culturales.
  • Nuestras identidades están conectadas a prácticas comunicativas.

Los sujetos están:

  • Constituidos por procesos conscientes e inconscientes; producidos, regulados y normalizados a través de mecanismos y discursos de instituciones culturales.
  • Actuando según ciertas normas culturales en sus prácticas comunicativas; capaces de incorporar diferentes aspectos de la subjetividad para convertirse en mercancías.