Psicología Social de la Comunicación/D3a

AUDIENCIA Y CONTEXTOS DE LA RECEPCIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.


INTRODUCCION

El siguiente texto intentará ubicar al lector durante el desarrollo de los estudios realizados sobre las audiencias televisivas. El período de esplendor de los estudios citados se sitúa en la década de los 80 y 90, justo cuando las televisiones experimentaban cambios profundos, tanto en contenidos como en las formas.

Uno de los principales objetivos es reconsiderar la forma en como el significado de los términos que forman el discurso sobre las audiencias suele ser olvidado o visto como algo secundario sin relativa importancia, o bien intentar huir de los tópicos que lo acompañan. Los estudios sobre audiencias merecen más atención, ya que en ellas recae el peso de analizar que clase de gustos tenemos ante el televisor, y esto hoy en día es algo importante. Si los especialistas en la materia intentan hacernos creer que el tópico de la “caja tonta” ya ha quedado obsoleto, y ahora podemos hablar de una televisión llena de contenidos culturales; queda demostrado que los geógrafos de las audiencias tienen la misión, en cierta manera, de verificar si es cierto, si el cambio anunciado de la TV es real o bien todo sigue igual o peor.

Cabria preguntarnos, entonces, porque ocurren estos fenómenos y que posible análisis y contexto se extrae de los estudios sobre audiencias televisivas.


LOS PRIMEROS ESTUDIOS

Jensen i Rosengren: Creadores del término “Análisis de la recepción”, una nueva manera de encarar las investigaciones sobre medios de comunicación a principios de la década de los 90. Proponen una confluencia entre las ya existentes tradiciones, básicamente de las ciencias sociales e humanidades. En cuanto a las metodologías, Jensen y Rosengren afirman que Efectos y Usos y Gratificaciones descansan en las que son propias de la ciencia social; Crítica Literaria y Estudios Culturales, en la Humanista; Análisis de la Recepción, en las dos.

Pertti Alasuutari: El investigador Finlandés propone dividir la historia de la investigación de audiencias en tres fases bien definidas: La primera haría referencia al período de máxima difusión de la semiótica. Una segunda fase desarrolla Estudios etnográficos sobre la audiencia, mientras que en el último período las audiencias son vistas como construcciones del discurso social y académico.

Las limitacones existen en estos dos primeros modelos. En primer lugar, y como será habital en esta clase de estudios (más adelante del texto se constatará), el contexto de estos es anglosajón. Pese a que la globalización intenta unir a las diferentes culturas con un fin económico, podria parecer que en todo occidente dichos estudios tendrán la misma relevancia. Pero por fortuna la cultura propia decada país ejerce de barrera virtual contra la globalización. Por tanto el contexto anglosajón es un imprevisto de cara a la generalización de los estudios sobre audiencias. Referente a esta limitación, encontramos otra en el intento de internacionalización de los estudios culturales, que pueden poner en relieve tensiones entre diferentes países, por lo que la generalización de nuevo queda degradada.

Probablemente la mejor alternativa para las dos corrientes sea la geografia cultural, la cual nos mostrará la interdisciplinariedad en el estudio de audiencias, sin olvidar por descontado la vigencia de las teorias comentadas y como abrieron el camino a unos estudios más avanzados y de calidad.


LA GEOGRAFIA CULTURAL

La evolución natural de las corrientes comentadas anteriormente fue la geografía cultural. Si el concepto de geografía es explorar, tanto superficialmente como internamente, un elemento en concreto, en su vertiente cultural es obvio pensar que explorará el concepto determinado de cultura. Por cultura entendemos una forma de vida, unos valores y cosmovisión de una comunidad concreta. Viene a ser todo aquello que implica construcción y transformación humana del mundo natural. Dentro del estudio de audiencias, la geografía cultural se presenta en su faceta del giro cultural, etapa de finales de los 80 (emparentada con el posmodernismo que mas adelante citaré). Dicha disciplina cuenta con la ventaja de criticar e opinar lo que está ocurriendo desde dentro, algo de lo que no todas las disciplinas relacionadas con la investigación pueden presumir. Y esta ventaja debería ser aprovechada al máximo dentro del campo de estudio de audiencias, aunque la dificultad es evidente: ¿podemos introducirnos virtualmente en los salones de cada casa del país y estudiar lo que ocurre delante del televisor? Evidentemente esto no deja de ser una pregunta retórica. Para ello los geógrafos culturales han de emplearse a fondo y utilizar todas las herramientas disponibles a su alcance. Y muy probablemente deberán abandonar el entorno local que les suele rodear, y situarse en un entorno más global, a tenor de la sociedad cambiante y globalizada en la que vivimos. El investigador Enric Mendizábal propone abarcar más espacios en donde aplicar los estudios de geografía cultural. Para ello expone su tesis sobre las nuevas vivencias de la nueva geografía cultural en la periferia en culturas como la española, italiana o brasileña, intentando así superar las barreras iniciales anglosajonas que suelen acompañar a esta clase de estudios. El investigador ejemplifica el dominio sajón con la siguiente verificación: “En l’obra abans citada de Jackson (1989), de les 472 citacions bibliogràfiques que hi ha, només una no està en anglès; en l’obra bàsica de la nova geografia cultural, el llibre editat per Foote i altres (1994), de les 1.430 citacions bibliogràfiques, només n’hi ha setze en castellà, vuit en francès, quatre en alemany i una en suec. Por tanto queda claro la poca literatura existente fuera del contexto inglés. Pasando directamente a los estudios sobre el estado español, destacar las propuestas de Francisco Ortega Alba (1996), el cual intenta crear una identidad cultural del pueblo con la naturaleza española, a tenor de la constante deforestación sufrida por la geografía española; o bien los estudios sobre cementerios propuestos por Nistal (1992), estudiando a fondo la cultura de la muerte en los pueblos y como los cementerios consumen espacio físico en las urbes. Estos son tan solo dos ejemplos clarificadores de cómo la geografía cultural intenta avanzar lenta pero progresivamente fuera del contexto anglosajón, algo que se pedía a gritos pero nadie se atrevía a empezar. Las propuestas creadas por todos los geógrafos no ingleses pueden llegar a ser igual o más estimulantes e interesantes que las realizadas por sus compañeros ingleses. Ojala dicha disciplina se expanda todavía más y ayude a estudiar los contextos en audiencias no anglosajonas.


EL ESPACIO

Un elemento clave en el estudio de las audiencias es el espacio. Pese a que el concepto de audiencia parece abstracto y diversificado, tiene su espacio, al igual que todo en este mundo. Pero primero hay que matizar que entendemos por espacio dentro de este contexto específico. Si algo es seguro, almenos hasta ahora, es la forma de percibir el espacio es diferente en cada uno, esto es en cada cultura; aunque ultimamente los efectos de la globalización y la nueva economía se esfuercen en cambiar este concepto. Nuestra sociedad actual crea un ritmo de vida ultra rápido y unos horarios a seguir casi exactos para todos, lo cual todo ello nos hace variar nuestra manera de concebir el espacio vital que nos rodea. Un espacio alterado de la siguiente manera:

El espacio ha sido invadido por una cultura hegemónica: La sociedad de consumo. Aupada por la globalización de medios, avanza sin parar hasta expandirse incluso en países en vias de desarrollo. El espacio pasa a ser privado en las urbes, en su mayor parte. Se privatizan grandes superficies antes públicas gracias al dinero inyectado de ciertas grandes compañías. Esto conlleva una desterritorialización del espacio, ya que el elemento público es territorializable y con un tipo de normas y jerarquías menos agresivas que en un entorno privado. El contacto con los elemetos dentro del espacio cada vez se torna más difícil o inconexo. Las nuevas tecnologías no favorecen el contacto directo dentro de un espacio determinado, sino que al contrario, ayudan al distanciamiento. Un ejemplo a esto sería el desarrollo de teconolgías de realidad virtual, que favorecen no solo la desterritoririalización, sino que además favorecen una tipo de comunicación artifical o deshumanizado. El acelerado ritmo de vida conlleva a modificaciones en nuestro espacio vital. Para nuestro obligado y rápido movimiento, se construyen vias rápidas como autopistas, o mas habitajes dentro de la ciudad, transformando de esta manera nuestro entorno más próximo.

Todo ello nos lleva a ver y sentir de diferente manera el espacio que nos rodea y en el cual vivimos. Frente a esto, es fácil caer en la tentación de pensar que esta homogeneización cultural está produciendo, al mismo tiempo, nuevas formas de diferenciación, destacando las formas en que las pautas homogéneas son reprocesadas por los distintos grupos (sociales, étnicos, culturales) en los distintos lugares. Y esto reafirma la importancia del estudio de los espacios, pues es en estos donde se pueden captar estas diferencias.

Esta crítica al capitalismo avanzado ha de observarse desde un prisma del aviso sobre el peligro que comporta la creación de un discurso cultural hegemónico. No ha de verse como una crítica a la feroz producción económica (también criticable, pero se escapa de esta aportación).


EL POSMODERNISMO DE JAMESON

En la línea de la crítica a la homogenización cultural que conlleva cambios en nuestro espacio vital, encontramos las ideas de Jameson, las cuales enlazan perfectamente. Jameson explica como el capitalismo clásico ha muerto, y su metamorfósis mas actual, el capitalismo avanzado, es represantado por la corriente cultural del posmodernismo. Por capitalismo clásico entendiamos la idea típica del marxismo, de obreros contra patrones (lucha de clases), de producción, y de medidas para controlar dicha producción (la dictadura del comunismo). Tarde o temprano hemos comprobado como dichas ideas se alejan de la realidad, y más hoy en dia donde la precariedad laboral es más inestable si cabe que en los tiempos marxistas. Jameson (y casi todos nosotros) damos por cerrada dicha etapa, para abrir otra: El capitalismo avanzado, que viene a ser la sociedad comentada anteriormente, es decir, la nueva economia y la cultura globalizada de occidente. Este está representado metaforicamente por el ideal del posmodernismo, es su brazo cultural visible. Se extiende desde el arte hasta la política, siempre con un toque distintivo e inconfundible.

Esta nueva representación de la cultura crea una nueva forma de sociedad, la actual en nuestros dias, la cual es llamada según Jameson como “la sociedad de la imagen o del simulacro”. Esta es la recreación de uan soceidad envuelta bajo los dictámenes de los medios de comunicación, y comandada por una serie de revoluciones tecnológicas que, en un principio, venian a solucionar varios problemas de nuestras vidas cotidianas. Jameson niega que haya ocurrido esto y crea otro aforismo: “La paranoya de la alta tecnología”. Esta responde a la magnificación de las ventajas de la tecnologia, y como a veces puede llegar a ser al revés, cuando las tecnologias puden hacernos la vida mas dependiente y dificil que antes. De como se anuncia por todas partes dicha tecnología, aunque ni la mitad de la población pueda adquirirla.


Por esta razón Jameson aboga por un cambio, por una alternativa. Reivindica el concepto de “cartografía social”. Este aboga por concebir el espacio que nos rodea de una manera realista y teniendo en cuenta todo la problematica que rodea dicho espacio. Se trata de abrir bien nuestros ojos y mirar que tenemos realmente a nuestro alrededor. Se trata de ser realistas, básicamente. Para ello Jameson propone la creación de unos “mapas” que nos representen situacionalmente y de manera real. Esto es, representarnos con nuestras virtudes y defectos, con nuestras condiciones reales de existencia. Esto, ejemplificado hoy en día, supondría a mi entender aquella persona que paga a plazos un lujoso coche deportivo mientras que a duras penas llega a final de mes. El mapa social de este hipotético caso debería ser una autoreflexion del sujeto sobre si es necesario y viable seguir ese ritmo de vida tan codiciado. Aunque justo con este ejemplo también observamos sus limitaciones. Estas son, el establecer por parte del sujeto la separación entre lo real y lo imaginario, en la subjetividad de saber que es lo mas conveniente. Por tanto el sesgo es probable que aparezca (algo que el propio Jameson reconocía). Cuando el imaginario entra en una teoria algo se inestabilizará en la susodicha.

Pero la base de la teoría de Jameson es muy fructífera. Es el proponer una reterritorialización de lo que empezaba a estar desterrado gracias al espacio invadido por la globalización de la cultura. Jameson en cierta manera se ha adelantado a nuestra época (cabe recordar que su obra es de finales de la década de los 80), y expuso el futuro problema y una inmediata solución. Porque hoy en día, el populismo estético domina nuestra sociedad (caso de las pasarelas de modelos) o incluso el arte posmodernista todavía está presente en muchos artistas (o incluso políticos). Jameson opta por un discurso bastante fatalista, usando un sinfín de negativas, tales como no al socialismo, no al capitalismo, no al consumo. Aboga por el fin de la historia en tiempos de globalización. Por eso cabe destacar su aportación hoy en día pese a sus limitaciones.

“Tampoco debe considerarse el corte en cuestión como un asunto puramente cultural: las teorías sobre el posmodernismo —sean favorables al mismo o expresivas de denuncia y repulsa morales— muestran un fuerte parecido con las más ambiciosas generalizaciones sociológicas que, coincidentes básicamente en el tiempo, nos infor- man sobre el advenimiento y el comienzo de un tipo completamente nuevo de sociedad, cuyo nombre más famoso es el de “sociedad po- sindustrial” (Daniel Bell), pero en la que a menudo se designa bien con los títulos de sociedad de consumo, sociedad de los medios masivos, sociedad de la informática, sociedad electrónica o de la “tec- nología sofisticada”, etc. Tales teorías tienen la obvia misión ideológi- ca de demostrar, para su propio alivio, que la nueva formación social ya no obedece las leyes del capitalismo clásico, o sea, la primacía de la producción industrial y la omnipresencia de la lucha de clases”

Frederic Jameson. Ensayos sobre el posmodernismo. Pag 17.


TELEVISION RULES THE NATION

Así es el nombre de una famosa canción del no menos famoso grupo de música Daft Punk. Y algo de razón tienen. La frase significa literalmente “la televisión gobierna la nación”. Nada mas lejos de la realidad hoy en día. Y mas si nos atenemos a la sociedad de imagenes que propugnaba Jameson. ¿Que botón tendrá mas posibilidades de ser accionado primero al llegar a casa?; ¿y el último en ser apagado?. Probablemente la respuesta sea el televisor. Este aparato ha pasado a ser uno mas en nuestra vida, alguien al que ves con frecuencia y te hace pasar buenos ratos. Pero, analizada a fondo, ¿que esconde la TV?.


La TV de hoy en día viene a ser el “opio del pueblo”, un teórico espejo donde deberíamos ver todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Los telenoticias arden cada día con imagenes de lo que pasa a nuestro alrededor. Pero cabria preguntarnos quien, de que manera, en que orden y porque se han elegido esas informaciones o imagenes. Los gobiernos o corporaciones importantes eligen que contenidos se tratarán y como en sus televisiones públicas (aunque las cadenas privadas no quedan exentas de este fenómeno tampoco). Los intereses político-econonómicos priman sobre la verdad, mientrás nosotros, sentados en la cocina o bien en el salón, estamos viendo una información adulterada. Y por supuesto cada un cierto intérvalo corto aparece la publicidad, promocionandose ante nuestros ojos, previo pago de grandes sumas de dinero, que a su vez mantienen a las cadenas, con lo cual el círculo políticos-TV-marcas comerciales queda cerrado. Nosotros desde le centro observamos atónitos la pantalla de plasma sin parpadear. E aquí algunos hechos:

http://www.youtube.com/watch?v=jvydRtfEjVY&search=urdaci http://www.youtube.com/watch?v=0_Mtftl8gn0&search=urdaci

Ambos demuestran como un perdiodista de una cadena pública es presionado por los gobiernos (en el segundo vídeo el persiodista lo reconoce abiertamente). Otro famoso caso de manipulación partidista televisiva sería la aparición subliminal en la pantalla de el logo de un partido político durante la retransmisión de un partido de fútbol mundialista (España’82), o bien recientemente la también aparación subliminal de imágenes de tortura en cárceles Irakianas donde subliminalmente aparece Rajoy (segundo link).


- http://www.youtube.com/watch?v=41uD9VrjPaw&search=rajoy%20la%202


EL ESPACIO POR EXCELENCIA DE LA TV: EL HOGAR

Para que la televisión gobierne la nación se han de cumplir una serie de requisitos. El principal sería la existencia de un buen espacio para visualizar la TV. Este será por excelencia el hogar occidental, más detalládamente en el salón de casa. Silverstone estudió este fenómeno, e introdujo su teoría la cual argumenta que la TV ha redefinido los espacios donde tenemos relaciones cotidianas. Hasta aquí es evidente que esto ha ocurrido gracias a la TV, pero el autor va más allá y redibuja una situación donde el sistema de comunicación de masas ha sido profundamente modificado, gracias en parte al capitalismo avanzado (donde nos remitiríamos de nuevo a Jameson). Silverstone dibuja su teoría de la siguiente manera:

El espacio doméstico como una gran dimesión donde confluye el salón de estar, el cual representa la realidad fenomenológica , la família, que representa la realidad social, y por supuesto la casa en su totalidad, representando lo material. El espacio suburbano representa una de las consecuencias del capitalismo feroz avanzado, en su faceta de extensión de las urbes en suburbios “bien” para las clases medianas acomodadas. Esto es, la zona de casas adosadas con jardín, típicas de un paisaje urbano occidental. Este es probablemente el signo más visible de la sociedad del bienestar.

Por supuesto este es un punto de vista muy británico, aunque este modelo cada vez se está extendiendo más por la geografía occidental, incluso en España (solo hay que ver la tremenda expansión de pueblos como Sant Cugat del Vallés en Barcelona). Es cierto que en países como los Sudamericanos este modelo no es visible, ya que existen otros modelos de pobreza periférica (comunente llamado “el vecindario”, propuesto por Martín Barbero). Pero el núcleo de la cuestión es del todo exportable hoy en día: La informatización del salón. Es muy común observar los salones con su televisor, un equipo de alta fidelidad, un home cinema, etc. Todo el equipamiento inimaginable para unos pocos metros cuadrados. Así, nosotros los espectadores o gente común, en parte nos “auto-privatizamos” nuestro hogar, sigiendo probalemente el modelo americano y su estilo de vida hogareño. Con todo el equipamiento comprado, solo falta encender la TV y dejarse llevar por los informativos o los bombardeos publicitarios. Todo está milimétricamente preparado para que así sea. Hoy en día podriamos encerrarnos en casa por días y nos informariamos igual o mejor qe si estuviéramos lejos. Por eso el hogar ha sido privatizado y elegido como el punto neurálgico donde podemos ser informados, manipulados y maniatados.

Jody Berland ya intuyó este fenómeno antes que el propio Silverstone, y lo acuñó como “privatización móvil” de los medios de comunicación. La paradoja reside en considerar que cada vez existe una teórica libertad de movimientos en las tecnologías de la información, por parte del Software y Hardware cada vez más móviles. Pero la realidad es que la información se reduce cada día mas a nuestro hogar privatizado e hiper informatizado.


TIPOS DE AUDIENCIAS

A estas alturas resulta idóneo aproximarse al estudio realizado por Blumer. El pilar del estudio recae en averiguar el supuesto nuevo papel de las audiencias dentro del también nuevo mercado televisivo (se usa el término “nuevo” por su evidencia, ya que el mercado ha vivido grandes cambios en corto tiempo). Blumer realizó una serie de entrevistas, entre 1986 y 1988 a los creadores de audiencias de la televisión americana, que bien podría considerarse el estándar a segir, y por tanto el equivalente a el resto de televisión occidental. Blumer conculyó, después de las correspondientes entrevistas (más de 150 realizadas), unos interesantes perfiles de audiencia: Como mercado, en donde el comercio de anuncios y patrocinios depende de el éxito en audiencia de un programa; aundiencias como público, las más comunes y corrientes; audiencias como fans, donde el espectador busca un enlace de identidad con lo retransmitido; audiencias como grupo social, cuando una serie de espectadores podrian ser agrupados por preferencias determinadas; y por último las audiencias involucradas, donde determinados espectadores piensan y valoran significados y contenidos a fondo.

El estudio ha servido para extraer dos grandes conclusiones: La primera se refiere a la corroboración que los creadores de audiencias buscan el beneficio económico antes que beneficios cultrales o enriquecedores (si es que esto no quedaba claro ya antes del estudio, por supuesto). La segunda es aun más esencial, y viene a decirnos que dentro de los estudios de audiencias se tienen en cuenta siempre que sea posible la posibilidad de acabar definiendolas como vienen dadas en su contexto natural; algo muy a tener en cuenta en los estudios de campo dedicados a esta cuestión. Por supuesto, toda categorización cae en el riesgo de la simplificación, y este estudio no será menos. Blumer, de entrada, obvia las posibles conexiones entre si de cada una de las categorias, otorgandoles a cada una una cierta exclusividad que no deberia ser así. Y como ya he comentado, la categorización es muy extrema.

De nuevo, remitiendonos a Javier Callejo Gallego, encontramos las “representaciones” de la TV. Esto es la forma en que la TV actua sobre nosotros, siendo equivalente igualmente con los tipos de audiencias. El autor divide en:

La TV como dispositivo socializador (un rasgo evidente y ya comentado). La TV como compañía, donde el autor introduce el ejemplo de la ama de casa, la cual mientras realiza las tareas de casa se acompaña con la TV, la cual a su vez emite na programación pensada para ellas. La TV como colaboradora. El ejemplo sería la función que puede llegar a hacer la TV como “niñera”, ya que los padres se encentran atareados con sus respectivos trabajos y dejan a sus hijos en frente del televisor como medida de emergencia (una medida peligrosa desde un punto de vista educativo) La TV como fuente de consumo. La inclusión de anuncios en determinadas adiencias. La TV como ventana al mundo. Las audiencias relacionadas con los documentales culturales serian los máximos representantes. La TV como instrumento. Cuando este aparato es capaz de brindarnos ciertos servicios, como intentar dar información para encontrar trabajo para un parado.


AUDIENCIA Y TELEBASURA VAN DE LA MANO

“El fenómeno de la televisión demuestra que la gente está dispuesta a ver cualquier cosa con tal de no verse a sí misma” (Ann Landers) “La televisión es el espejo en donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.”(Federico Fellini)

La afirmación suena fuerte, pero es real. La subsistencia de las cadenas televisivas, tanto públicas como privadas, va proporcionalmente ligada a la cantidad de anuncios contratados. Cuantos mas anuncios, más dinero y más inversionen la cadena. Por otra parte, las empresas pblicitarias desearán anunciarse en las cadenas que tengan más audiencia. Hasta aquí todo claro. La pregunta reside en hasta donde están dispuestas a llegar las cadenas para ganar audiencia y por lo tanto dinero. La respuesta sencilla es escoger aquellos programas que la sociedad demanda. Pese a que algo de razón hay en la respuesta, es evidente que las cadenas escogeran lo morboso, lo popular, lo intrascendente pero vistoso, lo de rabiosa actualidad, lo colorido... Lo que viene a ser la telebasura. Esto es, todo aquel espacio televisivo carente de valor cultural (aquí la etiqueta de cultura pop no es válida) e incluso con un contenido ofensivo para un determinado público. Pese a todo, muchas emisoras ovbian esto y emiten sus programas basura en franja de “prime time” (de máxima adiencia). Esto les reportará muchos beneficios económicos de bien seguro. Por tanto las cadenas televisivas se venden al mejor postor para aumentar así sus beneficios. En resumidas cuentas, La telebasura se mantiene por la publicidad con dinero que sale del bolsillo de los consumidores.

Los productores y sus defensores objetan: "Hay que darle a la gente lo que les gusta". Este argumento menosprecia la inteligencia de los televidentes. Otros señalan: "La finalidad de la Televisión no es educar", olvidan que la Televisión tiene una obligación ética para con la sociedad, que requiere una programación de calidad en beneficio al bien común (en principio). Pero el elemento más vergonzoso se encuentra en como las empresas publicitarias aprovecha cualquier tipo de emisión exitosa para introducir sin pudor alguno sus productos. Como se diria en argot popular, “todo por la pasta”.


LA COMUNICACIÓN TECNOLOGICAMENTE MEDIADA

Si algo hemos aprendido durante la lectura de esta aportación, esto debería ser la reconfiguración de los espacios sociales. Si globalización significa desterritorialización, el papel que juega aquí las comunicaciones tecnológicas es vital. Anna Clua, en su tesis doctoral, define de una manera muy interesante nuestro rol como audiencia: “La nostra relació amb el món és una relació indirecta (culturalment mediada) i, alhora, una relació directa (la nostra existencia com a actors)”. Esta frase viene a ser un duro golpe para todos aquellos que opinan que en la nueva sociedad de las comunicaciones o información los espacios dejan de ser relevantes. Según la doctora, esto es suponer demasiado, ya que significaria suponer que todos estamos conectados a una previsible red de comunicaciones. Es cierto que cierto tipo de Hardware y Software están cambiando en cierta manera nuestras costumbres de comunicación. Ejemplos gráficos como la mensajería instantanea, que tanto furor causa hoy en día en la sociedad occidental, o bien el software de voz IP, lo certifican. Pero, ¿avanzar en esta disciplina significa claudicar ante la comprensión real del contexto?. La respuesta es negativa. Incluso se ha llegado a casos donde se potencian las artes comunicativas de toda la vida, como el cara a cara, a raíz de estos avances. Un ejemplo serían los actuales llamamientos vía SMS o mail a realizar macrobotellones. Se pasa del extremo virtual al extremo físico, que es la culminación del evento en un sitio determinado (donde las relaciones cara a cara también serán explotadas al máximo a la fuerza).

En línea con la teoría sobre la como la comunicación tecnologicamente mediada puede territorializar los espacios (y no al revés), el investigador Thomas Tufte elaboró un proyecto en la capital danesa, Copenhaguen, donde combinó la búsqueda sobre la construcción de identidades, movimientos migratorios y producción de localidades. El estudio se concentró en un grupo de jóvenes inmigrantes de países en vias de desarrollo o sub desarrollados (Maruecos, Turquía, etc.) apilados en un determinado barrio la ciudad (nueva alusión al centro-periferia) llamado “Inder Nørrebro”. El estudio demostró que los inmigrantes mostraban un fuerte sentimiento de pertenencia de sus lugares de origen, en mayor e menor medida, un fenómeno que puede calificarse de “producción de localidades”, es decir cuando el sentimiento puede estar solo ubicado en la mente o imaginario del individuo. Pero el punto fuerte del estudio reside en el papel de las tecnologías de la comunicación. Estas pueden llegar a modular el sentimiento de pertinencia, en medida de la magnitud de estas. Esto es, la disponibilidad de un ordenador personal para efectuar las comunicaciones pertinentes con familiares o seres queridos, o bien el uso de la televisión por satélite para sintonizar los canales en su lengua. De nuevo, la tecnología ha mediado en un proceso de identidad cultural de manera positiva, e incluso podríamos hablar de una reterritorialización del espacio (aunque este no sea físico del todo).

Vista la versión enriquecedora de las nuevas tecnologías de la comunicación, es conveniente situarnos en la perspectiva catastrofista, que por supuesto existe. La idea de exponerlo nace de la motivación de considerar el nuevo mundo surgido gracias a Internet (la abanderada de las tecnologías) como un nuevo espacio físico capaz de generar condiciones materiales. Se han de reconsiderar las consecuencias ligadas a un uso masivo de estas tecnologías, un abuso de la virtualidad de un espacio, de una situación. El mejor ejemplo para esto proviene del Japón, y de cómo un adolescente es capaz de encerarse en su habitación (un espacio físico) por meses sin salir de ella y comunicarse a través y únicamente por la vía de Internet (el espacio virtual).

El fenómeno es denominado “Hikikomori”, que en japonés significa inhibición, reclusión, aislamiento y este es el nombre que se ha puesto al trastorno que padecen cerca de 1.200.000 chicos japoneses.


Estos adolescentes deciden encerrarse en su habitación o en una parte de su casa después de suspender un examen o tener un desengaño amoroso y lo que empieza por una chiquillada acaba convirtiéndose en años de reclusión voluntaria. La familia resignada no hace más que pasarle la comida sin poder mediar palabra con él. En la habitación suelen tener TV, PlayStation y todo lo necesario para no tener que salir. Se suelen pasar la noche jugando a los juegos y las consolas que sus padres les proporcionan (que son todas las que quieren) y los días durmiendo. 

Este escalofriante caso es un claro ejemplo de cómo las tecnologías del la información pueden aislarnos en el puro ostracismo, si así lo deseamos. Es aterrador el comprobar como esto puede hacerse realidad a partir de estos instrumentos, puestos a la venta en cualquier tienda de la esquina. Evidentemente, se debe mencionar la delicada situación de la sociedad Japonesa, donde la educación es un pilar básico y la exigencia es máxima, algo que muchos adolescentes no se ven capaces de soportar; y donde los avances tecnológicos a veces van por delante de las personas. Pese a todo, esto no debería ser el tema a discutir. El fondo de la cuestión se halla en como las un aislamiento tecnológicamente mediado es posible, hecho que desmonta teorías sobre la reterritorialización o movilidad antes mencionadas. O más bien es observar el fenómeno desde una óptica de dos caras (positiva y negativamente).

El siguiente link contiene un vídeo donde muestra un caso de Hikikomori, el cual se ubica en la universidad de Salamanca. Unos estudiantes reciben en su casa a un estudiante Japonés que padece esta patología.

http://www.youtube.com/watch?v=kgpxBK4aBZw&search=Hikikomori

Otra visión, esta vez más positiva, sobre los espacios virtuales, serían las comunidades o foros de Internet. Cada día que pasa se hacen más famosos y atraen a todo tipo de gente. La investigadora Gajjala (inmigrante hindú en Estados Unidos) ha estudiado este fenómeno. Sus conclusiones más interesantes se encuentran en considerar que la identidad comunitaria “Online” queda fuertemente condicionada por las condiciones materiales en vida de las personas conectadas. Por tanto, el uso de Internet no puede ser visto sin tener en cuenta la posición física y geográfica de la persona conectada ni por las condiciones sociales de estas (estatus, poder adquisitivo, nivel de vida y educación, etc.). Al igual que es de especial interés remarcar como a nivel virtual pueden estrecharse una serie de lazos tanto afectuosos como de odio, sin ni siquiera ver a la persona detrás de la pantalla en el resto de su vida. De cómo puede servir de ayuda (apoyo emocional entre personas con problemas determinados, por ejemplo) o bien de cómo puede crearse un sub mundo virtual (que pocas veces se transformará en físico) donde sus integrantes se sienten arropados o en algunos casos invulnerables al exterior (aquí podríamos volver al caso de los adolescentes Hikikomoris).


OTRA VISION SOBRE LA GLOBALIZACION

Néstor García Canclini intenta rehuir del concepto clásico de globalización, el cual habla de la cultura hegemónica occidental. Este discurso, según el autor, se da desde las capas altas de la sociedad, e decir, desde los “actores” sociales que representan la economía de mercado, y a los cuales este tipo de discurso les va como anillo al dedo para seguir sus acometidos capitalistas. Canclini, en contra de esta perspectiva repetitiva, propone un acercamiento al multiculturalismo, o mejor dicho, al concepto de hibridación a escala mundial. Esto es, si la globalización homogeniza, hay que buscar conceptos alternativos, frescos, lo mestizo; pero sobretodo, intentar no caer en la tentación de reivindicar lo que es tuyo o propio, porque esto es precisamente una de las consecuencias de la cultura homogenizada. Se trata de no caer en localismos.

Para ello Canclini opta por una redistribución de los espacios mediáticos, entendiendo el espacio urbano como el más importante y el que más cambios recibe. De nuevo conceptos como la privatización móvil salen a la luz. El autor toma el concepto de cultura en la urbe como si esta fuera una industria (poniendo como ejemplos las salas de multicines) y nominándolas “ciudades globales”, punteras en cualquier sector de la nueva economía. Estas ciudades son el epicentro de los circuitos mediáticos, donde el espacio público se ve alterado para en parte pasar a ser privatizado, aunque mejorando en un principio las comunicaciones entre ciudadanos (pese a que estas comunicaciones pueden ser deficientes en contenido)

Canclini dice: “Más que para reconciliar o emparejar a etnias y naciones, la hibridación es un punto de partida para deshacerse de las tentaciones fundamentalistas y del fatalismo de las doctrinas sobre guerras civilizadoras. Sirve para volverse capaz de reconocer la productividad de los intercambios y los cruces, habilita para participar en varios repertorios simbólicos, para ser gourmets multiculturales, viajar entre patrimonios y saborear sus diferencias”. La cita define en parte su concepto de hibridación cultral, de como esta debería sustituir el actal discurso sobre las consecuencias de la globalización (un discurso gastado e interesado). Ahora, según Canclini, hemos de hablar en otros términos sobre la globalización, y cuanto antes mejor.


UNA REFLEXION FINAL

¿Realmente es correcto situar las audiencias en el contexto principal de la sociedad de tecnologías de la información? Parece ser que la respuesta es afirmativa en los actuales días. Pero si la sociedad de nuestros días tiende a ser desterritorializada debido a los efectos de la globalización, no es compatible con la pregunta formulada. Esto es porque el discurso sobre las audiencias ha de ir respaldado de la localización de un terreno estable; de un escenario consistente. Para realizar un buen estudio empírico de campo se necesita un buen terreno, una buena situación. Por tanto no es del todo correcta la pregunta formulada.

Por esta razón hay que resaltar el papel de la etnografía, frente a la ya mencionada geografía cultural (disciplinas que pueden compartir ciertos principios, pero no todos). La etnografía se beneficia del espacio y de la autonomía en mayor medida que en la geografía cultural; puesto que cualquiera de nosotros podemos ser un etnógrafo de circunstancias; y en cualquier momento. Las audiencias han de ser vistas como algo dinámico y cambiante, donde la adaptación es clave. Son dinámicas sobretodo en el concepto de escenario de recepción (donde ya comentamos que el principal era el hogar occidental). Este es reconstruido varias veces incluso en un corto espacio de tiempo, como es el caso de las telenovelas, las cuales manejan una serie de escenarios y personajes de una variedad inmensa. El escenario cambiante entrelaza directamente con el concepto de identidad. Yo, como estudiante universitario, soy un tipo de audiencia (y soy consciente de ella) y me adscribo a una serie de tópicos y pautas establecidas de entrada. Al igual que ocurre con las personas de color, las amas de casa o trabajadores de alto estatus social y económico. Este es un punto muy interesante, ya que puede llegar a darse el caso que nos sintamos extranjeros dentro de nuestra propia comunidad (donde el ejemplo, nuevamente, de telenovelas sudamericanas viene como anillo al dedo). El escenario puede ser diferente en una misma comunidad y a pocos pasos la una de la otra, como es el caso del acto de mirar la televisión en el ámbito rural o el ámbito urbano; e incluso dentro de un solo escenario urbano, caso de la recepción de un partido de fútbol en los bares o bien en el salón de casa.

Las combinaciones son infinitas, y demuestran el grado de dinamismo de esta disciplina, la recepción de audiencias. Por tanto hay que tener cuidado con encasillar dichos estudios en el ámbito de las tecnologías, algo que parece obvio a simple vista pero que no lo es tanto.


CONCLUSIONES

Durante el recorrido de esta aportación se ha hablado de cómo son y para que sirven los estudios sobre audiencias, pero siempre desde una perspectiva psicosocial, intentando establecer nexos entre la geografía cultural y la etnografía. Las audiencias interactúan desde un espacio, ya sea físico o virtual, priorizando el primero, sobretodo poniendo como estándar el salón de casa occidental. Este estándar de recepción de las audiencias es viable pese a que fue diseñado dentro de un contexto anglosajón. No obstante, el contexto globalizador en el que nos encontramos, donde una única cultura se impone al resto (la occidental, con patrones de consumismo y hedonismo, lo que viene a ser un proceso homogenizador). En esta línea, Néstor Canclini aboga por una interesante “rebelión” contra este patrón homogenizador, apostando por cambiar el discurso existente alrededor de la globalización, con sus propuestas de hibridar ciertos aspectos de nuestra cultura.

Hemos visto como la TV es una poderosa herramienta capaz de realizar diferentes funciones en la audiencia que la observa, tales como entretener, informar o bien manipular. La TV ha dejado de verse como una caja tonta, para pasar a ser un instrumento de control en muchos casos, sobretodo a nivel gubernamental. Su impacto sobre la sociedad es incalculable, al igual que la magnitud de manipulación que existe. El marco del impacto de la TV en occidente se encuadra en la teoría de la sociedad de la imagen de Jameson. En este caso, la expresión “una imagen vale más que mil palabras” funciona a la perfección. Una imagen que poseemos distorsionada de la realidad, en nuestro imaginario, que perturba nuestras expectativas, donde la topografía del consumo prevalece antes que nada. Para ello se hablaba de la cartografía social (en línea con los estudios sobre geografía cultural), donde se instaba a ser mas realistas (aunque la mayoría de las veces sin éxito).

Jameson también mencionaba la “paranoia de la alta tecnología”, una especie de síndrome occidental donde las tecnologías de la información gobiernan, donde obtener los aparatos destinados a el consumo mediático no siempre están al alcance de todos. Esta paranoia del querer abarcarlo todo tiene su máximo esplendor en las comunicaciones diarias que ejercemos, unas comunicaciones capaces de crear nuevos espacios al mismo tiempo que los destruye. La realidad virtual en muchos casos no es “real”, y puede traer consecuencias negativas como el caso de los Hikikomoris japoneses.

En definitiva, el estudio sobre las audiencias y su contexto, sobre que posición ocupan en la sociedad, sobre como influyen en nosotros, sobre que somos realmente nosotros cuando nos convertimos en audiencia. Todo ello forma un mundo apasionante, donde cualquiera de nosotros puede convertirse en un etnógrafo, en un investigador dinámico, ya que todos formamos parte de esta “paranoia tecnológica” que nos rodea, nos guste o no. Y es que a partir de ahora, hemos de plantearnos porque, como, cuando y donde somos una audiencia, y que consecuencias tendrá en nuestra sociedad.


BIBLIOGRAFIA

Callejo Gallego, Javier (1999) “La audiencia activa. El consumo televisivo: Discursos y estrategias”. Barcelona. Editorial Centro de investigaciones sociológicas (CIS), num. 144.

Clua Infante, Anna (2001) “La noció de l'espai en la definició dels contextos de la recepció de mitjans de comunicació. Una aproximació des de les perspectives crítiques del Estudis Culturals i de la Geografia Cultural”. Tesi doctoral. Departament de periodisme i ciències de la comunicació de la Universitat Autònoma de Barcelona.

Mendizàbal i Riera, Enric (1998) “Algunes reflexions sobre la (nova) geografia cultural des de la perifèria”. Departament de Geografia. Universitat Autònoma de Barcelona..

Jameson, Frederic (1984) “Ensayos sobre el posmodernismo”. Buenos Aires, Ediciones Letra E. “Consideraciones del CAC sobre la telebasura”. Consell audiovisual de Catalunya.

Canclini García, Néstor (1999). “Gourmets multiculturales”. La Jornada Semanal, 5 de diciembre de 1999.

Webs visitadas y usadas como fuente de información:

http://rulesthenation.ytmnd.com/ http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n47/valmanza.html http://www.rense.com/general63/contol.htm


ALBERT VIDAL.