Impactos ambientales/Riego y drenaje

Grado de desarrollo: 100% (a fecha de --)

Los proyectos de riego y drenaje manejan las fuentes hidricas a fin de promover la producción agrícola. Hay diferentes tipos de riego, dependiendo de la fuente del agua (superficial o subterránea), su forma de almacenamiento, los sistemas de transporte y distribución, y los métodos de entrega (aplicación en el campo).

Desde hace mucho tiempo, se ha utilizado el agua superficial (principalmente los ríos) para riego, y, en algunos países, desde hace miles de años; todavía constituye una de las principales inversiones del sector público. Los proyectos de riego en gran escala, que utilizan el agua freática, son un fenómeno reciente, a partir de los últimos treinta años. Se encuentran principalmente en las grandes cuencas aluviales de Paquistán, India y China, donde se utilizan pozos entubados para aprovechar el agua freática, conjuntamente, con los sistemas de riego que emplean el agua superficial.

El método principal de entrega (para cerca del 95 por ciento de los proyectos en todo el mundo) es el de superficie (riego por inundación o de surco); el agua se distribuye por gravedad en la zona que va a ser regada. Otros sistemas emplean rociadores y riego de goteo. El riego por aspersión rocía las gotas de agua en la superficie de la tierra, simulando el efecto de la lluvia. El riego de goteo libera gotas o un chorro fino, a través de los agujeros de una tubería plástica que se coloca sobre o debajo de la superficie de la tierra. Aunque sean tecnológicas nuevas, relativamente, que requieren una inversión inicial más grande y manejo más intensivo que el riego de superficie, el riego por aspersión y el de goteo promete mucho potencial para optimizar la eficiencia del uso del agua, y reducir los problemas relacionados con el riego.

Los proyectos de riego pueden incluir los siguientes equipos e infraestructura:

  • represas, cuencas hidrográficas y reservorios;
  • facilidades de desviación o toma;
  • pozos, estaciones de bombeo, canales, acequias y paliduchos para transportar el agua (incluyendo el drenaje); y,
  • sistemas de distribución para el riego de goteo y por aspersión.

¿POR QUÉ REGAR?

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1.1 . 1MP0RTANCIA DEL AGUA EN LAS PLANTAS.

El agua es uno de los más importantes componentes de todos los organismos vivientes. Específicamente en las plantas, es el principal constituyente, ya que representa 80% o más del peso de las plantas herbáceas y alrededor de un 50% de las leñosas. Además de ser una parte fundamental, constituye el medio de transporte de los nutrientes que provienen del suelo y en el proceso fotosintético el agua se combina con el dióxido de carbono para constituir la biomasa, es decir la planta misma.

A pesar de que el agua es parte de la planta como ya se ha dicho, el consumo mayor de este elemento no es en la formation de los tejidos vegetales, sino en el proceso de transpiración. Se estima que en la mayoría de los cultivos el agua evapotranspirada durante su desarrollo representa más del 95% del consumo de este elemento.

La transpiración de las plantas constituye un importante proceso en su desarrollo, el cual se puede describir brevemente en la siguiente forma:

El agua almacenada en el suelo, dentro de la zona de exploración de las raíces de las plantas, penetra a estas por los pelillos absorbentes de la raíz, debido a diferencia de potencial hídrico, o diferencia de presión, la cual generalmente es mayor en el suelo que en la planta. Posteriormente se mueve por el xilema de la planta, también por diferencia de potencial, hasta llegar a las hojas y sale por los estomas (pequeños orificios que abundan principalmente en el envés) , de donde se evapora por efecto de la energía radiante. Parte del agua almacenada en el suelo, se evapora directamente de este, principalmente cuando la cubierta vegetal no lo tapa en su totalidad, por esta razón se dice que los cultivos evapotranspiran.

La cantidad de agua que evapotranspira un cultivo depende de varios factores, como se explicará con más detalle en el siguiente capítulo; sin embargo, se puede adelantar que el flujo de agua del suelo a la atmósfera depende de la demanda, que por una parte establecen los factores atmosféricos, como son la radiation solar, la temperatura del aire, su contenido de vapor de agua y la velocidad del viento, y por otra, de la oferta de agua que depende del contenido de humedad en el suelo, de sus características físicas y de las características morfológicas y fisiológicas de las plantas. Es conveniente señalar que cuando la velocidad de salida del agua por las hojas supera a la de entrada por la raíz, la planta toma agua de sus tejidos y empieza a mostrar signos de marchitamiento, el cual puede ser irreversible si continua este desbalance; sin embargo, como defensa a esta situación adversa, reduce la apertura estomatal, con lo cual se reduce la velocidad de salida del líquido. Cuando sucede esta situación, se dice que la planta sufre de un deficit de humedad, porque la demanda de agua supera al abastecimiento.

Se ha visto que hay una íntima relación entre el agua que transpiran las plantas y la cantidad de biomasa que se fotosintetiza. Según una teoría establecida por el professor Holandés De Wit (citado por Feddes et al, 1978), la cantidad de bióxido de carbono que entra a la planta depende de la apertura estomatal, de la cual también depende el agua que sale de la planta en el proceso de transpiración, de tal manera que hay una relación lineal entre la cantidad de agua transpirada y la biomasa generada; es decir, a más transpiración más producción de biomasa o de materia seca de las plantas.

Esta teoría se ha comprobado experimentalmente, así en un experimento con frijol, llevado a cabo en el Colegio de Posgraduados por J. Cumpa, E. Palacios y A. Exebio, (1988) se muestra claramente que hay una relación lineal entre la cantidad de agua evapotranspirada por este cultivo y la cantidad de biomasa generada. Para hacer más generalizada esta relación, se consideran valores relativos de agua evapotranspirada y biomasa generada (expresada como materia seca), en relación a los valores máximos observados.

Experimentos de diferentes niveles de complejidad que se han llevado a cabo en muchos lugares del mundo, demuestran que hay una relación muy íntima entre los rendimientos de los cultivos y la cantidad de agua que disponen principalmente para satisfacer la demanda evapotranspirativa; además, se ha demostrado que en algunas etapas de su desarrollo vegetativo, las plantas son más o menos sensibles a déficits de agua. En general se puede asegurar que conforme las plantas sufren más déficit de agua, menores serán sus rendimientos y si este déficit se presenta en etapas críticas de desarrollo, como lo es el inicio de la floración, los abatimientos en los rendimientos son más significativos.

Resumiendo, el desarrollo y finalmente el rendimiento de los cultivos depende, no sólo de la cantidad de agua que reciben, sino de como se distribuye. Como se verá más adelante, esta forma de distribución depende de las características físicas de los suelos donde se encuentren dichos cultivos y de como reciben el agua los mencionados suelos.

1.2. CUANDO, DONDE Y POR QUE ES NECESARIO EL RIEGO.

En el párrafo anterior se ha informado del efecto que tiene en los cultivos los déficits de agua en las diferentes etapas de su desarrollo, por lo que si la precipitación pluvial en una determinada zona agrícola es insuficiente, o se encuentra mal distribuida en el tiempo y en el espacio, se presentarán déficits de humedad, que afectarán el desarrollo y por lo mismo el rendimiento de los cultivos agrícolas.

Para evitar estos déficits, generalmente debe complementarse el agua de lluvia que reciben los cultivos, con agua suministrada mediante el riego.

Se observa que uno de los factores de riesgo más significativos en la agricultura es el clima y como componente importante de éste, la lluvia que suministra el agua necesaria para el desarrollo de los cultivos. Raramente la cantidad de agua que la lluvia aporta a los cultivos, es adecuada para un buen desarrollo; aún en las zonas húmedas, es común que durante uno o más períodos de la época de crecimiento de dichos cultivos, el agua precipitada sea insuficiente para satisfacer su demanda.

Particularmente, en México la distribución de la lluvia en el tiempo y en el espacio, es inadecuada para lograr cosechas económicamente viables. En efecto, la mayor parte de los estudios climatológicos concuerdan en el hecho de que tres cuartas partes del país se considera árido o semiárido; así, en un 42% del territorio la precipitación pluvial anual es menor de 500 mm, con el agravante de que en el 80% del área, la lluvia se concentra en cinco meses durante el verano, y además es común que se presente un período importante de sequía estival en agosto.

Por otra parte, la demanda evapotranspirativa en México es de las más altas del mundo, con un promedio superior a los 1500 mm anuales, poco más del doble de la lluvia promedio.

De lo anterior se infiere que en la mayor parte del territorio nacional el riego es necesario. Orive de Alba (1970), indica que en un 62.8% del país el riego es indispensable, en el 31.2% necesario y aún en el 6% restante, puede ser conveniente.

La decisión de regar o no regar, en las zonas donde no es indispensable, dependerá de un estudio económico, que permita analizar la rentabilidad de la inversión en la infraestructura para el riego. En la actualidad este estudio debe llevarse a cabo en los nuevos proyectos agrícolas, dado que el agua es un recurso escaso en gran parte del territorio y el costo de la infraestructura para regar y su posterior operación, representan un importante porcentaje en el costo total del proyecto, cuya recuperación dependerá del valor de la producción, de la facilidad para su comercialización y de los costos de producción.

1.3. CUAL ES EL EFECTO DEL RIEGO EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA.

En general, la agricultura de riego es más productiva que la de temporal o secano. De acuerdo a las estadísticas agrícolas nacionales, la productividad media de la tierra en las zonas de riego es 2.8 veces mayor que en las de temporal o secano. La razón de esta diferencia es que en las zonas regadas se obtienen mejores rendimientos en las cosechas y los productos generalmente son de mejor calidad.

Esta situación no prevalece solamente en México, en los Estados Unidos de América, también se notan incrementos substanciales en los rendimientos, en promedio las áreas con riego son 3.5 veces más productivas que las de temporal, diferencia mayor que la observada en México; así, en una encuesta realizada en 22 estados de este país, se observan aumentos hasta de más de 400% en los cultivos regados (Turner y Anderson, 1980).

Las razones por la que los rendimientos aumentan cuando los cultivos se riegan apropiadamente son varias, entre las que destacan al menos cuatro; (1) seguridad de un buen desarrollo de los cultivos sin déficits hídricos, (2) pueden crecer más plantas por hectárea, (3) un uso más eficiente de los fertilizantes, y (4) pueden utilizarse mejores variedades, las cuales se han desarrollado para la agricultura de riego.

En relación a la primera razón, ya se informó anteriormente la importancia de que las plantas no padezcan de déficits; adicionalmente, la nacencia de las plantas se asegura cuando se siembra en un terreno con la humedad apropiada, sin el temor de que por falta de humedad se pierda la semilla.

Respecto a las mayores densidades de semilla que pueden sembrarse en la agricultura de riego, en el mismo estudio de Turner y Anderson (1980), se muestra el efecto en varias localidades de los E.U.A. de las densidades de siembra bajo condiciones de riego y de temporal; en la Figura 1.4 se puede ver muy claramente dicho efecto en el cultivo del maíz.

El mejor aprovechamiento de los fertilizantes en la agricultura de riego es obvio, ya que estos pasan a las plantas diluidos en el agua que entra por las raíces. Pero en la agricultura intensiva que utiliza riego presurizado, el fertilizante se proporciona a los cultivos mediante el sistema de riego, en las cantidades y con la frecuencia apropiada a las necesidades de los cultivos. Esta práctica, reduce la pérdida de nutrientes de mucha movilidad como lo es el nitrógeno.

Posteriormente se hará referencia a esta forma de proporcionar los fertilizantes a las plantas, que se le ha denominado quimigación.

Gran parte de la investigación agrícola se lleva a cabo en condiciones de riego y por esta razón, muchas de las nuevas variedades de semillas de cultivos, están adaptadas para este tipo de agricultura.

Finalmente, debe agregarse que además de esperarse mayores rendimientos en la agricultura de riego, también se espera una mejora considerable en la calidad y uniformidad de sus productos. Los resultados de muchas investigaciones muestran como puede mejorarse la calidad de los productos agrícolas con el riego; así, el algodón tiene una fibra más larga, las nueces llenan mejor, la papa logra mayor tamaño y uniformidad, etc.

Otros beneficios del riego que deben mencionarse, es el control de algunas plagas, la reducción del peligro de heladas, control de la fecha de cosecha y en fechas relativamente recientes la aplicación de diferentes agroquímicos mediante los sistemas de riego presurizados, que permiten reducir su desperdicio y consecuentemente mitigan la contaminación ambiental.

Potenciales Impactos Ambientales

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Los potenciales impactos ambientales negativos de la mayoría de los grandes proyectos de riego incluyen: la saturación y salinización de los suelos; la mayor incidencia de las enfermedades transmitidas o relacionadas con el agua; el reasentamiento o cambios en los estilos de vida de las poblaciones locales; el aumento en la cantidad de plagas y enfermedades agrícolas, debido a la eliminación de la mortandad que ocurre durante la temporada seca; y la creación de un microclima más húmedo. La expansión e intensificación de la agricultura que facilita el riego, puede causar mayor erosión; contaminar el agua superficial y freática con los biocidas agrícolas; reducir la calidad del agua; y, aumentar los niveles de alimentos en el agua de riego y drenaje, produciendo el florecimiento de las algas, la proliferación de las malezas acuáticas y la eutroficación de los canales de riego y vías acuáticas, aguas abajo. Usualmente, se requieren mayores cantidades de químicos agrícolas para compensar para controlar los crecientes números de plagas y enfermedades de los cultivos.

Los grandes proyectos de riego que represan o desvían las aguas de los ríos, tienen el potencial de causar importantes trastornos ambientales como resultado de los cambios en la hidrología limnología de las cuencas de los ríos. (Los efectos del embalse del agua se analizan en el artículo: Potencial de una presa hidráulica. Al reducir el caudal del río, se cambia el uso de la tierra y la ecología de la zona aluvial; se trastorna la pesca en el río y en el estero; y se permite la invasión del agua salada al río y al agua freática de las tierras aledañas. El desvío y pérdida de agua debido al riego reduce el caudal que llega a los usuarios, aguas abajo, incluyendo las municipalidades, las industrias y los agricultores. La reducción del flujo básico del río disminuye también la dilución de las aguas servidas municipales e industriales que se introducen, aguas abajo, causando contaminación y peligros para la salud. El deterioro en la calidad del agua, debido a un proyecto de riego, puede volverla inservible para los otros usuarios, perjudicar las especies acuáticas, y, debido a su alto contenido de alimentos, provocar el crecimiento de malezas acuáticas que obstruirán las vías fluviales, con consecuencias ambientales para la salud y la navegación.

Los potenciales impactos ambientales negativos directos del uso del agua freática para riego surgen del uso excesivo de estas fuertes (retirando cantidades mayores que la tasa de recuperación). Esto baja el nivel del agua freática, causa hundimiento de la tierra, disminuye la calidad del agua y permite la intrusión del agua salada (en las áreas costaneras).

Hay algunos factores ambientales externos que influyen en los proyectos de riego. El uso de la tierra, aguas arriba, afectará la calidad del agua que ingresa al área de riego, especialmente su contenido de sedimento (erosión causada por la agricultura) y composición química, (contaminantes agrícolas e industriales). Al utilizar el agua que deposita el sedimento en los terrenos, durante el tiempo, o, simplemente, al utilizar el agua que trae un alto contenido de sedimento, se puede alzar el nivel de al tierra a tal punto que se impida el riego.

Los beneficios obvios del riego provienen de la mayor producción de alimentos. Además, la concentración e intensificación de la producción en un área más pequeña puede proteger los bosques y tierras silvestres, para que no se conviertan en terrenos agrícolas. Si existe una cobertura vegetal mayor durante la mayor parte del año, o si se prepara la tierra (p.ej. nivelar y contornarla), se reduce la erosión de los suelos. Hay algunos beneficios para la salud, debido a la mejor higiene y la reducción en la incidencia de ciertas enfermedades. Los proyectos de riego pueden moderar las inundaciones, aguas abajo.

Saturación y Salinización

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La saturación y salinización de los suelos son problemas comunes con el riego superficial. A nivel mundial, se ha estimado que, cada año, el riego saca de la producción una cantidad de terreno que es igual a la porción que entra en servicio bajo riego, debido al deterioro del suelo, principalmente, la salinización. La saturación es causada, principalmente, por el drenaje inadecuado y el riego excesivo, y en un grado menor, por fugas de los canales y acequias. El riego exacerba los problemas de la salinidad, que, naturalmente, son más agudos en las áreas áridas y semiáridas, donde la evaporación superficial es más rápida y los suelos, más salinos. La saturación concentra las sales absorbidas de los niveles más bajos del perfil del suelo, en la zona de arraigamiento de las plantas. La alcalinización (acumulación de sodio en los suelos) es una forma, especialmente perjudicial, de salinización que es difícil de corregir. Aunque los suelos de las zonas áridas y semiáridas tienen una tendencia natural de sufrir salinización, muchos de los problemas relacionados con el suelo podrían ser atenuados si se instalan sistemas adecuados de drenaje. El drenaje es el elemento critico para los proyectos de riego, y, muy a menudo, se lo planifica y se lo maneja mal. Se puede reducir la saturación y salinización mediante el uso del riego por aspersión o por goteo, porque se aplica el agua más precisamente, y se puede limitar las cantidades, más fácilmente a los requerimientos de los cultivos.

Temas Sociales

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El trastorno social es inevitable en los grandes proyectos de riego que cubren áreas vastas. La gente local, que el proyecto de riego desplaza, enfrenta el problema clásico del reasentamiento: se reduce el nivel de vida, se producen mayores problemas de la salud, conflictos sociales, y deterioro de los recursos naturales del área de reasentamiento (Ver el artículo “Desplazamiento Involuntario”. La gente que permanece en el área, probablemente, tendrá que cambiar sus prácticas de uso de la tierra y modelos agrícolas. Las personas que se trasladan al área, también tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones (Ver el artículo “Colonización de Nuevas Tierras”). A menudo, la gente local encuentra que tiene menor acceso a los recursos de agua, tierra y vegetación, como resultado del proyecto. Las demandas contradictorias, con respecto a los recursos acuáticos, y las desigualdades en su distribución pueden ocurrir, fácilmente, tanto en el área del proyecto, como aguas abajo. Todos estos factores – las prácticas agrícolas cambiantes, y la mayor densidad de la población – pueden tener un efecto profundo en cuanto a los modelos sociales tradicionales.

A menudo, con la introducción del riego se asocia con un aumento, a veces extraordinario, en las enfermedades o relacionadas con el agua. Las enfermedades que se vinculan, más frecuentemente, con el riego son esquistosomiasis, malaria y oncocerciasis, cuyos vectores proliferan en las aguas de riego. Otros riesgos para la salud que se relacionan con el riego incluyen los que están vinculados al mayor uso de agroquímicos, el deterioro de la calidad del agua, y la mayor presión de la población en el áreas.

La reutilización de aguas negras para riego puede transmitir las enfermedades contagiosas (principalmente las hermínticas y, en un grado menor, las bacterianas y virales). Los grupos que están expuestos al riego son los trabajadores agrícolas, los consumidores de los vegetales (y la carne) de los campos regados con aguas servidas, y los aledaños. El riego por aspersión representa un riesgo adicional, debido a la difusión de los patógenos por el aire. Los riesgos varían, según el grado de tratamiento que han recibido las aguas servidas, antes de ser reutilizadas.

Eficiencia del riego y mejoramiento de los sistemas existentes

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El uso ineficaz del agua (es decir, el riego excesivo) no solamente desperdicia el recurso que podría servir para otros usos y ayudar a evitar los impactos ambientales, aguas abajo, sino que también causa el deterioro, mediante saturación, salinización y lixiviación, y reduce la productividad de los cultivos. La optimización del uso del agua, por tanto, debe ser la preocupación principal de todo proyecto de riego.

Como se dijo anteriormente, hay grandes áreas de tierra bajo riego que han dejado de producir debido al deterioro del suelo. Puede ser conveniente, y, por supuesto, beneficioso para el medio ambiente, invertir en la restauración de estas tierras, antes que aumentar el área de bajo riego.

Alternativas de los proyectos

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Hay algunos alternativas para un proyecto de riego, su diseño y su manejo. Son las siguientes:

  • mejorar la eficiencia de los proyectos existentes y restaurar las tierras degradas, antes que establecer un proyecto de riego nuevo;
  • desarrollar sistemas de riego de pequeña escala, de propiedad individual, como alternativas para los grandes programas públicos;
  • desarrollar sistemas de riego que utilicen las aguas freáticas, porque tienen menos probabilidad de causar daños ambientales que los sistemas que utilizan las aguas superficiales;
  • desarrollar, donde sea posible, los sistemas de riego que emplean, conjuntamente, las aguas superficiales y freáticas, para aumentar la flexibilidad del suministro de agua y reducir los impactos hidrológicos negativos;
  • usar riego por aspersión o goteo, como alternativas para el riego superficial, a fin de reducir el riesgo de saturación, salinización, erosión y uso ineficaz del agua;
  • ubicar el proyecto de riego de tal manera que se reduzcan los impactos sociales y ambientales; y,
  • utilizar las aguas servidas tratadas, donde sea apropiado, a fin de dejar una mayor cantidad de agua para los otros usuarios. O reducir los impactos ambientales del retiro del agua de las fuentes superficiales y freáticas.

Administración y capacitación

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A menudo, se citan los factores institucionales como causas del fracaso de los grandes programas públicos de riego. La operación de todos los sistemas de control, desde la fuente del agua hasta las granjas individuales, requiere administración casi constante. Es esencial manejar el agua, cuidadosamente, para asegurar que la cantidad, tiempo, controlabilidad y confiabilidad del agua que se entrega a los usuarios sean idóneos, porque estos factores determinarán el éxito del proyecto. Si las personas idóneas no están disponibles, o si carecen de las destrezas técnicas y administrativas necesarias, habrá que entrenar a un equipo de administradores para que presten los servicios necesarios.

La planificación e implementación del proyecto de riego deberá realizarse con la cooperación y colaboración de los ingenieros, edafólogos, hidrólogos, especialistas de operaciones, especificando todas las normas de operación y metas de distribución del agua, antes de diseñar la infraestructura física, y guiar, posteriormente, a los administradores del proyecto.

Es necesario tener en cuenta que la vida útil de un sistema de riego supera los 50 años, por lo tanto es necesario considerar las demandas hidricas con la suficiente elasticidad para permitir que el sistema sea lo suficientemente flexible y pueda acompañar los cambios en las demandas de producción.

Monitoreo

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Los factores que requieren monitoreo son:

  • el clima (viento, temperatura, lluvia, etc);
  • el caudal del río, en varios lugares, aguas arriba y aguas abajo del proyecto de riego;
  • el contenido de alimentos del agua de descarga;
  • los caudales y niveles de agua en los puntos críticos del sistema de riego;
  • los niveles del agua freática en el área del proyecto y aguas abajo;
  • la calidad del agua que ingresa al proyecto y la de las corrientes de retorno;
  • la calidad del agua freática en el área del proyecto;
  • los niveles de salinidad del agua de los pozos de la costa;
  • las propiedades físicas y químicas del suelo del área de riego;
  • el área de terreno agrícola que está en producción;
  • la intensidad de cultivo;
  • el rendimiento de los cultivos por unidad de terreno y agua;
  • las tasas de erosión/sedimentación del área del proyecto;
  • la relación entre la demanda y la oferta de agua para los usuarios (equitatividad de la distribución);
  • condición de los canales de distribución y drenaje (sedimentación, presencia de malezas, condición de los revestimientos);
  • manejo de la cuenca hidrográfica, aguas arriba (extensión y prácticas agrícolas, actividad industrial);
  • la incidencia de enfermedades y presencia de vectores;
  • la condición de salud de la población en el área del proyecto;
  • los cambios en la vegetación natural del área del proyecto y en la zona aluvial, aguas abajo;
  • los cambios en las poblaciones de la fauna en el área del proyecto y en la zona aluvial, aguas abajo, y, la población y las especies de peces.

Impactos negativos y medidas de atenuación

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Impactos Negativos Potenciales Medidas de Atenuación
Directos -
1. Erosión del suelo (de surco, o superficial)
  • Diseñar y distribuir correctamente los surcos o terrenos, evitando las gradientes muy excesivas;
  • Nivelar el terreno;
  • Diseñar terrazas en las laderas para reducir el peligro de la erosión superficial.
2. Erosión del suelo (con riego por aspersión en los terrenos montañosos)
  • Diseñar un sistema de regaderas para reducir el peligro de erosión; asegurarse que la tasa de infiltración sea mayor que la tasa de aplicación de las regaderas.
3. Saturación de los suelos
  • Regular la aplicación del agua evitar el riego excesivo (incluyendo un control sobre el desvío, para poder suspender el suministro de agua a las acequias);
  • Instalar y mantener un sistema adecuado de drenaje;
  • Utilizar canales revestidos o tubería para prevenir las fugas;
  • Utilizar riego por aspersión o por goteo
4. Salinización de los suelos.
  • Implementar las siguientes medidas para evitar situación;
  • Lixiviar las sales lavando periódicamente los suelos;
  • Cultivar las plantas que toleran la salinidad
5. Lavado de los canales
  • Diseñar el sistema de canales de tal manera que se reduzca el riego, y utilizar revestimiento.
6. Obstrucción de los canales con sedimentos
  • Tomar medidas para reducir la erosión de los terrenos;
  • Diseñar y manejar los canales de tal manera que se reduzca la sedimentación;
  • Permitir el acceso a los canales para la eliminación de las malezas y sedimentos.
7. Lixiviación de los alimentos de los suelos
  • Evitar el riego excesivo;
  • Reemplazar los nutrientes usando fertilizantes o la rotación de cultivos
8. Florecimiento de algas y proliferación de malezas
  • Reducir el insumo y la liberación de nutrientes (nitrógeno y fósforo) de los terrenos.
9. Obstrucción de los canales con la maleza
  • Diseñar y manejar los canales para el tratamiento o remoción de las malezas;
  • Permitir el acceso a los canales para el tratamiento o remoción de las malezas.
10. Deterioro de la calidad del agua del río, aguas abajo del proyecto de riego, y contaminación del agua freática local (mayor contenido de salinidad, alimentos, agroquímicos) afectando la pesca y a los usuarios, aguas abajo.
  • Mejorar el manejo del agua; mejorar las prácticas agrícolas y controlar los insumos (especialmente los biocidas y fertilizantes químicos);
  • Imponer criterios en cuanto a la calidad del agua
11. Intrusión del agua salada a los sistemas de agua dulce, aguas abajo
  • Reducir la toma de agua para mantener un caudal adecuado, aguas abajo;
  • Recargar los acuíferos de la costa usando pozos de inyección
12. Reducción de los caudales, aguas abajo, afectando el uso de la zona aluvial y su ecología, la pesca de río y de estero, a los usuarios del agua y la dilución de los contaminantes.
  • Reubicar o rediseñar el proyecto;
  • Regular la toma de agua para atenuar los efectos;
  • Tomar medidas compensatorias, donde sea posible
13. Intrusión a los pantanos u otras áreas que son, ecológicamente, frágiles
  • Ubicar los proyectos para eliminar o minimizar la intrusión en áreas críticas
14. Alternación o destrucción del hábitat de la fauna u obstrucción de su movimiento.
  • Ubicar los proyectos de tal manera que se evite o se reduzca su intrusión a las áreas más frágiles o críticas.
  • Establecer parques o reservas compensatorias;
  • Rescatar y reubicar los animales;
  • proveer corredores para su movimiento.
15. Obstrucción del movimiento del ganado y la gente;
  • Proveer corredores.
16. Amenaza a la propiedad
  • Ubicar el proyecto de tal manera que se prevengan las pérdidas;
  • Rescatar o proteger los sitios culturales
17. Alteración o perdida de la vegetación de la zona aluvial, y trastorno de los ecosistemas costaneros (p.ej. los manglares)
  • Ubicar el proyecto en un área menos vulnerable;
  • Limitar y regular la toma de agua a fin de reducir los problemas, tanto como sea posible.
18. Dislocación de las poblaciones y comunidades
  • Ubicar el proyecto de tal manera que se reduzca el efecto;
  • Implementar un programa de reasentamiento para asegurar que su nivel de vida sea, por lo menos, igual al anterior.
19. Introducción o mayor incidencia de las enfermedades transportadas o relacionadas con el agua (esquistosomiasis, malaria oncocerciasis, etc)
  • Implementar estas medidas de prevención:
  • Usar canales revestidos o tuberías para disminuir los vectores;
  • Evitar las aguas estancadas o lentas;
  • Usar canales rectos o ligeramente curvados;
  • Instalar compuertas en los extremos del canal para permitir su lavado completo;
  • Rellenar y drenar los fosos de préstamo que se encuentran junto a los canales y caminos;
  • Prevenir las enfermedades;
  • Tratar las enfermedades
20. Problemas de enfermedad y salud debido al uso de las aguas servidas para riego.
  • Tratar (p.ej., en lagunas de asentamiento/oxidación) las aguas servidas antes de usarlas;
  • Establecer y ejecutar las normas en cuanto al uso de las aguas negras
21. Conflicto en cuanto al suministro, y por las desigualdades en la distribución del agua en el área servida
  • Implementar un sistema para asegurar que la distribución entre los usuarios sea equitativa y controlarla para verificar el cumplimiento.
22. Bombeo excesivo del agua freática.
  • Limitar su utilización para asegurar que no se superes el “rendimiento” seguro” (la tasa de recuperación).
Indirectos .-
23. Mayor contaminación y peligros para la salud a causa de los contaminantes industriales y municipales, aguas abajo, debido a la reducción del caudal (menor dilución) del agua del río.
  • Controlar las fuentes de desperdicios, aguas abajo;
  • Reducir la toma de agua
Externos -
24. Se degrada la calidad del agua, y se vuelve inutilizable, debido al uso de la tierra y la descarga de contaminantes, aguas arriba.
  • Controlar el uso de la tierra en las cuencas hidrográficas;
  • Controlar las fuentes de contaminación;
  • Tratar el agua antes de usarla.


Referencias

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  • Ahmed, Y. J., editor. 1982. Environmental Guidelines for Irrigation in Arid and Semi-Arid Areas. Nairobi, Kenya: PNUMA.
  • Banco Mundial y la Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos. 1989. Irrization Training in the Public Sector: Guidelines for Prenaring Strategies and Programs. Washington, D.C.
  • Hillel, D. 1987. Efficient Use of Water in Irrization: Principles and Practices for Improving Irrigation in World Bank Financed Projects. World Bank Technical Paper 80. Washington, D.C.: Banco Mundial.
  • Plusquellec, H. L., y T. Wickham. 1985. Irrigation Design and Management:
  • Experience in Thailand and Its General Aimlicability. World Bank Technical Paper 40. Washington. D.C.: Banco Mundial.
  • Tillman, R. E. 1981. Environmental Guidelines for Irrigation. Millbrook, Nueva York: Botanical Garden Cary Arboretum (para ]a Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos).
  • http://www.rregar.com. Venta de productos de riego en general, riego por goteo, sistemas de riego, sistemas de riego agrícola, sistemas de riego residencial, información técnica de riego, foros de consulta y debate, notas técnicas, manuales de diseño de sistemas de riego.

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