Impactos ambientales/Protección contra inundaciones

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La protección contra las inundaciones incluye, tanto los medios estructurales, como los no estructurales, que dan protección o reducen los riesgos de inundación.

Las medidas estructurales incluyen las represas y reservorios, modificaciones a los canales de los ríos, diques y riberos, depresiones para desbordamiento, cauces de alivio y obras de drenaje.

Las medidas no estructurales consisten en el control del uso de los terrenos aluviales mediante zonificación, los reglamentos para su uso, las ordenanzas sanitarias y de construcción, y la reglamentación del uso de la tierra de las cuencas hidrográficas.

Potenciales impactos ambientales

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Con la excepción de los casos de inundación severa, los ecosistemas y las comunidades humanas de muchas áreas se han adaptado, y dependen de la inundación periódica de la tierra. Ordinariamente, la inundación llega a ser un problema solo si los eventos naturales o las actividades humanas aumentan su intensidad o frecuencia, o si el hombre invade las áreas anegadas; colocando estructuras y realizando actividades que requieren protección.

Los potenciales impactos ambientales más importantes de las medidas estructurales para controlar las inundaciones, se basan en la eliminación del modelo natural de inundación y los beneficios que ésta trae. Los terrenos aluviales son productivos porque la inundación los hace así; ésta remueva la humedad del suelo, y deposita limos en las tierras aluviales fértiles. En las áreas áridas, posiblemente sea la única fuente de riego natural, o de enriquecimiento del suelo. Al reducir o eliminar las inundaciones, existe el potencial de empobrecer la agricultura de los terrenos aluviales (recesión), su vegetación natural, las poblaciones de fauna y ganado y, la pesca del río y de la zona aluvial, que se han adaptado a los ciclos naturales de inundación. Es necesario tomar medidas de compensación para mantener el nivel de productividad de los sistemas naturales, utilizando fertilizantes, o riego en los terrenos agrícolas, mejorando los terrenos de pastoreo, o implementando sistemas intensificados de manejo y producción de la pesca. Asimismo, si a raíz de las medidas de canalización, se reduce la frecuencia de las inundaciones, se transportarán los sedimentos que ingresan al río en las áreas altas de la cuenca hidrográfica, hasta la desembocadura del río, a menos que existan áreas de rebosamiento aguas abajo. Las cantidades más grandes de depósitos en el río pueden causar cambios físicos, mediante la sedimentación y las variaciones en los caudales de agua a la altura del estuario, el delta, o las áreas costaneras, próximas a la playa, e influir en la pesca abundante que producen estos ecosistemas. Los arrecifes de coral son, especialmente, sensibles al aumento de sedimento en los ríos, y pueden ser destruidas, irreparablemente.

La función de las represas y reservorios, en cuanto al control, es la de reducir los caudales picos, que ingresan a un área propensa a inundaciones. La operación de un reservorio para controlar inundaciones es muy diferente al de funcionamiento hidroeléctricos, o para riego. En vez de mantener altos los niveles de agua, a fin de tener una mayor carga hidrostática o fuente de agua para riego, su operación para controlar las inundaciones requiere que se mantengan bajos los niveles de agua, antes y durante la temporada de inundaciones, para tener la capacidad de almacenar las crecientes de agua. Sin embargo, la eventual liberación del agua puede causar problemas. En vez de estar inundadas a una mayor profundidad, durante un período más corto de tiempo, algunos terrenos están inundadas a una profundidad, mucho menor, pero durante un período mucho más largo. Posiblemente, esto no sea compatible con los sistemas agrícolas existentes. Los efectos ambientales de las represas y reservorios, que se tratan en detalle en un artículo específico, no serán analizados aquí. Ver Potencial de una presa hidráulica.

Las medidas estructurales para controlar las inundaciones, en riberos y mejoramiento al canal, incrementan la capacidad del río, aumentan su velocidad de flujo, o logran los dos efectos, simultáneamente. Las modificaciones al canal que se pueden realizar son: dragarlo para que sea más ancho o profundo, limpiar la vegetación u otros residuos, emparejar el lecho o las paredes, o enderezarlo; todo esto ayuda aumentar la velocidad del agua que pasa por el sistema, e impedir las inundaciones. Al enderezar el canal, eliminado los meandros, se reduce el riesgo de que el agua rompa la orilla del río en la parte exterior de las curvas, donde la corriente es más rápida y el nivel es más alto.

La modificación del canal puede causar algunos impactos ambientales negativos. Cualquier medida que aumente la velocidad de la corriente, incrementará la capacidad del agua para causar erosión. Los problemas de erosión y sedimentación pueden ocurrir en el sitio, o aguas abajo. Al revestir los canales, se reducen o se eliminan todos los factores que impiden el flujo, pero esta práctica produce problemas estéticos y ambientales, incluyendo la reducción de la renovación de las aguas freáticas, y trastornan las poblaciones con la eliminación de los desechos del dragado. El mejoramiento del canal puede aliviar los problemas causados por las inundaciones en el área tratada; sin embargo, los picos serán mas altos aguas abajo, y, simplemente, se ha transferido el problema a otra parte.

Las riberas artificiales, los bordos naturales mejorados y los diques, aumentan la capacidad del canal y mantienen toda el agua dentro del mismo, con la excepción de las crecientes que sean extraordinariamente altas. Sin embargo, al igual que las medidas de mejoramiento de los canales, estas estructuras tienden a transferir el problema a las áreas situadas aguas abajo, y éstas, a su vez, sufren también, o es necesario invertir fondos públicos para implementar las medidas urgentes a fin de controlar las inundaciones en esas áreas. Los diques que se construyen en el terreno aluvial, con el propósito de excluir el agua de ciertas áreas, intervienen en la hidrología del área, y pueden tener impactos en el hábitat y el movimiento de la fauna y el ganado.

Las depresiones para desbordamiento, usualmente, son pantanos entre los riberos del río y los costados del valle. Asimismo, es posible construir depresiones artificiales para las aguas. Las depresiones de detención o embalses pequeños se emplean, a menudo, cerca de las áreas urbanas, para interceptar y recolectar el flujo antes de que llegue al río; también son efectivos para reducir los caudales picos. Las depresiones tienen un efecto positivo en cuanto al reabastecimiento de los acuíferos, y permiten que se asienten los sedimentos suspendidos, que, de otra manera, fluirían hacia el canal. Sin embargo, pueden convertirse en hábitats para los vectores de las enfermedades.

Los cauces de alivio (también llamados desvios de caudales altos o vertederos) son canales de desvío naturales o artificiales, o conductos que envían las aguas fuera de los centros urbanos, o áreas pobladas de alta densidad. Más abajo, el agua puede ser devuelta al río, donde se originó.

Las estructuras para controlar las inundaciones son costosas. Además, dan un sentido falso de seguridad, porque la agente piensa que se ha eliminado el riesgo de inundación, en vez de sólo reducirlo. Esto les puede estimular a que aumenten el desarrollo de los terrenos aluviales, causando resultados desastrosos en el caso de una creciente inusitadamente alta, o la falla de las estructuras de control. Cada estructuta de protección se calcula para un determinado caudal, que corresponde a un tiempo medio de retorno (Tr - Tiempo de retorno).

Además de los impactos de las estructuras en el medio ambiente, se deben considerar los factores ambientales que influyen en el control de las inundaciones. Las infraestructuras u otras obras en el terreno aluvial, no solamente significan riesgos para la gente de allí mismo (dependiendo de su vulnerabilidad), sino que aumentan el riesgo para los vecinos y las otras personas que viven en las comunidades aguas abajo. Los edificios, por ejemplo, al obstruir el flujo del agua, pueden aumentar la altura y la velocidad de la inundación, reducir la capacidad de almacenamiento del terreno aluvial, y aumentar el caudal.

Los eventos naturales, como los incendios, ventarrones, o cambios de rumbo del río, influyen en las inundaciones. Las actividades humanas en la cuenca hidrográfica, como la talla de los árboles o el desbroce para agricultura, en general, aumentan el flujo, al igual que el labrado de los terrenos inclinados sin implementar las terrazas adecuadas, o el surcado en contorno. Al impermeabilizar el terreno de la cuenca hidrográfica y de la zona aluvial, se aumentará el caudal y el volúmen de las avenidas; al instalar los sistemas de alcantarillado para tormentas, se aumentará el flujo; al instalar los sistemas de alcantarillado para tormentas, se aumentará la cantidad y velocidad del ingreso de las aguas lluvias al sistema del río.

Medidas no-estructurales o reglamentación del uso de los terrenos fluviales

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Las medidas no estructurales para controlar las inundaciones, tienen el objetivo de prohibir o regular el desarrollo de la zona aluvial, o la cuenca hidrográfica, o proteger las estructuras existentes, a fin de reducir la posibilidad de que sufran pérdidas debido a la inundación. Al igual que toda medida preventiva, son menos costosas que el tratamiento (es decir, la instalación de las medidas estructurales necesarias para controlar las inundaciones). Esencialmente, las medidas no estructurales son beneficiosas, porque no tratan de regular el modelo natural de inundación del río. La filosofía actual de muchos planificadores y fomentadores de políticas, es que es mejor mantener los terrenos aluviales sin desarrollo, como áreas naturales de desbordamiento. Sin embargo, si existe desarrollo en la zona aluvial, se deberá utilizar control no estructural, conjuntamente, con las medidas estructurales.

La zonificación es un medio efectivo para controlar el desarrollo del terreno aluvial. Al destinar el terreno a la agricultura, los parques y las áreas de conservación, se protege la zona aluvial, y se previenen los usos del terreno que sean vulnerables a los daños causado por las inundaciones. Como las tierras húmedas cumplen una función natural de control, es de particular importancia implementar zonificación para prohibir las actividades en estas áreas que puedan reducir su capacidad de almacenamiento de agua.

Los reglamentos de las ordenanzas de zonificación pueden prohibir, o especificar, los tipos y funciones de las estructuras que pueden ser construidas en el cauce del alivio, o en el terreno aluvial, para reducir el riesgo de inundación . Por ejemplo, se puede prohibir la eliminación de las aguas negras y los materiales tóxicos o peligrosos, requerir que las estructuras tengan protección contra inundaciones, y rechazar la construcción de los edificios y caminos privados que puedan exacerbar los efectos de las inundaciones.

Las ordenanzas sanitarias y de la construcción pueden, además, contemplar especificaciones adicionales en cuanto al manejo de la zona aluvial. Las ordenanzas sanitarias pueden reducir el riesgo de los problemas de salud, que se originarán de la contaminación del agua potable luego de una interrupción en los sistemas de alcantarillado, a causa de la inundación. Las ordenanzas pueden prohibir la instalación de sistemas de absorción por el suelo (tanques sépticos, campos de absorción, etc) o requerir un permiso para su instalación. Las ordenanzas de la construcción pueden especificar los requerimientos estructurales de los edificios nuevos, para reducir su vulnerabilidad a la inundación, y disminuir los riesgos sanitarios y de seguridad para los ocupantes (p.ej. los reglamentos en cuanto a las instalaciones eléctricas y elevación de los pisos), y reducir al mínimo el grado en que el edificio impida el flujo de las aguas.

Para poder aplicar las medidas no estructurales necesarias para controlar las inundaciones, debe existir control sobre el uso del terreno, y, por lo tanto, es una cuestión institucional. Las medidas no estructurales pueden ser efectivas en el grado en que el gobierno sea capaz de diseñar e implementar el uso adecuado del terreno.

Finalmente, se pueden realizar diferentes actividades que ayudarán a reducir o demorar el flujo del agua de los terrenos, y aumentar la infiltración, y, por eso, reducir el riesgo de inundación. Estas actividades incluyen el manejo de la cuenca hidrográfica (p.ej. aumentar la cubierta vegetal, especialmente en las pendientes, mejorar las prácticas agrícolas, implementar medidas para controlar la erosión de los arroyos, etc ) sembrar plantas junto a las orillas de los ríos, y proteger y restringir el acceso a las tierras húmedas que ejercen un efecto natural para controlar las inundaciones.

Aspectos sociales

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El principal aspecto social que se relaciona con la protección contra inundaciones, es la distribución desigual de los beneficios que se reciben, y los costos que se ocasionan entre las poblaciones afectadas por las medidas tomadas para controlarlas. Cuando los usos tradicionales de los terrenos aluviales para la pesca, la agricultura, o la ganadería, dependen de los ciclos naturales de inundación, estos se interrumpen debido a las medidas tomadas para proteger las otras comunidades (a menudo urbanas), a fin de controlar las inundaciones, y los campesinos no reciben la compensación adecuada por las pérdidas causadas.

Los moradores de las zonas aluviales reciben el mayor impacto del aumento de la inundación, causado por los cambios en el uso de la tierra, implementados por otros, aguas arriba; sin embargo, generalmente, tienen menos poder para producir cambios o exigir que el gobierno intervenga a su favor.

Determinación de la extensión de la zona aluvial y la frecuencia de las inundaciones

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A fin de evaluar el riesgo de inundación, hay que calcular la probabilidad de sufrir inundaciones de diferentes magnitudes en el sitio. Se requiere la siguiente información:

  • el flujo anual máximo (el caudal máximo que haya ocurrido en un año específico) del río;
  • el intervalo de reincidencia de los diferentes caudales picos (el promedio del intervalo de tiempo (Tr), después del cual sea probable que ocurra el pico); y,
  • el nivel o elevación máximo de la superficie del agua (o los límites físicos de las inundaciones) para cada caudal específico.

Como los datos estadísticos sobre los caudales máximos (se requiere la información de un período un mínimo de 10 años) y la extensión de las inundaciones para los diferentes caudales, a menudo, no están disponibles, se puede recolectar la información histórica de los residentes y archivos locales, y analizar la geología de los depósitos aluviales, para ayudar a determinar el período y la extensión de las inundaciones del área. Luego, se pueden preparar mapas, indicando las áreas susceptibles a inundación. Estos mapas son útiles para preparar los planes de uso y los reglamentos paras las tierras del área.

Alternativas de los proyectos

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Hay dos opciones para reducir al mínimo las medidas estructurales que pueden causar trastornos ambientales:

  • revisar la operación de las represas y reservorios existentes, aguas arriba, para que proporcionen, por lo menos, un alivio parcial del riesgo de inundaciones; y,
  • usar los medios no estructurales, en cuanto sea posible, para reducir ese riesgo;

Si la intensidad y la frecuencia de las inundaciones aumentan debido a los cambios artificiales en la cuenca hidrográfica, se puede enfatizar las soluciones no estructurales (renovar la vegetación de las áreas desbrozadas, implementar contornos y afluencia de la gente). Donde sea necesario controlar las inundaciones para proteger las estructuras existentes, puede no haber ninguna otra alternativa, sino las medidas estructurales de protección. En este caso, las opciones se relacionan con la selección de las medidas, su instalación y manejo para reducir al mínimo el impacto ambiental.

Administración y capacitación

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La autoridad pública sobre las cuencas hidrográficas y zonas aluviales se divide, jerárquicamente, entre el gobierno local, regional y central, y puede ser compartida entre los organismos gubernamentales que sean de igual rango, pero cuya responsabilidad abarque a diferentes jurisdicciones, a través de las cuales fluye el río, y finalmente, puede estar repartida entre varias agencias funcionales y operativas. Mientras más difusa sea la estructura administrativa, más difícil será la tarea de lograr la cooperación necesaria entre las ramas técnicas, y entre las funciones y las políticas.

La adopción de un enfoque global para manejar el agua, requiere una amplia variedad de destrezas profesionales en la planificación y el proceso de la formulación de las políticas. Además de la participación de los ingenieros, economistas y planificadores del uso de la tierra, se requieren contribuciones de varios científicos naturales (geógrafos, agrónomos, silvicultores, expertos en ganadería, expertos en la pesca, ecólogos) y los científicos sociales. La participación de un número tan grande de especialistas constituye un desafío para la organización de la administración del control de las inundaciones.

La(s) unidad(es) gubernamental (es) responsable (s) por el control de las inundaciones, deberá (n) contar con la capacidad de planificación y reglamentación necesarias para:

  • determinar las causas, frecuencia y extensión de las inundaciones;
  • determinar el efecto real o potencial de los diferentes tipos de desarrollo sobre los niveles de inundaciones;
  • planificar, instalar o implementar los medios estructurales, o no estructurales, que se requieren para controlar las inundaciones;
  • implementar un sistema de alarma para las inundaciones;
  • determinar las áreas propensas a inundación y tomar las medidas necesarias para impedir el desarrollo que pudiera causar un riesgo de inundación;
  • monitorear los cambios que alteren los riesgos de inundación y, también, los efectos de las medidas de control;
  • coordinar los planes y actividades con las otras agencias con responsabilidad por las actividades que ocurren en la cuenca hidrográfica.

Donde estas capacidades sean deficientes, hace falta realizar capacitación para mejorar las destrezas técnicas, administrativas, reglamentarias y de desarrollo de la comunidad.

Como se dijo anteriormente, la habilidad de aplicar las medidas no estructurales es, mayormente, un tema institucional. Las agencias gubernamentales con responsabilidad por el control de las inundaciones, deberá diseñar las medidas indicadas, en particular, las no estructurales, que sean apropiadas para las condiciones locales. A menudo, la adopción exitosa de las medidas de mitigación de las inundaciones, depende del interés y el apoyo de las comunidades locales, y su habilidad y voluntad de cambiar los modelos de uso de la tierra y de los recursos. Puede ser una parte necesaria del programa para controlar las inundaciones, una campaña de información pública. En las áreas remotas, donde la influencia del gobierno sea débil, se puede estimular la acción a nivel local, trabajando con las estructuras tradicionales de poder y las organizaciones comunitarias, para fomentar los cambios necesarios. El gobierno deberá estimular la mayor coordinación y cooperación con estos grupos, si los vínculos son débiles.

Monitoreo

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Los factores que influyen en la calidad del agua que entra y sale del río, la capacidad de la tierra para absorber las aguas, y los datos potenciales que pueden ser causados por las inundaciones, deben ser monitoreados para poder realizar la planificación adecuada del manejo de la zona aluvial. Se debe observar cuidadosamente los impactos directos e indirectos de las obras que controlan las inundaciones. Los siguientes datos deben ser recolectados a través de un monitoreo rutinario:

  • la calidad, intensidad, tiempo y distribución geográfica de la lluvia y del derretimiento de la nieve;
  • los modelos de las tempestades;
  • las condiciones de humedad del suelo durante las diferentes temporadas del año;
  • derrame de riachuelos (incluyendo registros de derrames anuales máximos)
  • el almacenamiento, diversión y regulación de los caudales de los ríos;
  • los cambios en el drenaje y los otros factores que intervienen en el flujo de las aguas provenientes de las tempestades;
  • el contenido de sedimento del agua del río;
  • los problemas de sedimentación en las áreas aguas abajo;
  • los cambios en el rumbo y lecho del río;
  • los cambios demográficos en la zona aluvial y la cuenca hidrográfica;
  • el uso rural y urbano de la tierra (el uso controlado e incontrolado de la tierra en la zona aluvial y las cuencas hidrográficas del río);
  • los impactos socioeconómicos causados por el proyecto (incluyendo los cambios que se producen en la agricultura, el pastoreo y la pesca, como resultado del proyecto);
  • los efectos de las medidas tomadas para controlar las inundaciones sobre la pesca de río, de estero, o marina cerca de la playa;
  • los efectos de las medidas implementadas para controlar las inundaciones sobre la vegetación de la zona aluvial;
  • los efectos de las medidas tomadas para controlar las inundaciones, sobre las tierras húmedas, y los hábitat y poblaciones de la fauna.

Posibles impactos negativos y algunas medidas de mitigación

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Impactos Negativos Potenciales Medidas de Atenuación
Directos -
1. Inundaciones de la zona aluvial aguas abajo, de menor magnitud, pero de mayor duración, debido al agua que se libera de la represa.
  • Se debe fomentar la adaptación, cambiando las prácticas agrícolas
2. Potencial de tener fallas estructurales, y crecientes más altas de las que las estructuras/medidas de control puedan soportar, causando un mayor riesgo para la vida y la propiedad, porque se relajan o se abandonan las adaptaciones que existieron antes del proyecto, o porque se ha producido mayor desarrollo en la zona aluvial después del proyecto.
  • Es necesario implementar medidas no estructurales para prevenir el mayor riesgo de inundación, e implementar un sistema de alarma.
3. Se interrumpe el ciclo de enriquecimiento y reabastecimiento del agua freática de los suelos de los terrenos aluviales.
  • Si existen represa, se puede lograr un efecto parcial de atenuación, regulando la descarga para imitar la inundación natural de una manera controlada.
4. Desplazamiento de la gente y otros efectos socioeconómicos negativos, en las poblaciones y comunidades afectadas por el proyecto.
  • Hay que identificar los grupos de la población que están expuestos al riesgo, o los grupos que pueden ser perjudicados por las medidas tomadas para controlar las inundaciones;
  • Es necesario considerar sus intereses y protección durante la planificación del proyecto y el análisis de los costos, para reducir las pérdidas, o proveer compensación
5. Efectos negativos sobre la pesca y los otros recursos acuáticos, debido a la interrupción de las rutas migratorias, degradación del hábitat y cambios en la calidad
  • Se pueden instalar pasos para los peces. Hay que proteger sus sitios de reproducción;
  • Se debe incluir el manejo de la pesca, incluyendo los criaderos y los programas de renovación.
6. Efectos negativos de las medidas de canalización:
  • se interrumpe el hábitat de los peces debido a la eliminación de los charcos, rápidos e irregularidades del lecho;
  • se aumenta la temperatura del agua al limpiar la vegetación que se encuentra en la corriente, o en las orillas;
  • se producen mayores problemas de erosión y sedimentación;
  • se causa inundaciones del lecho y de las orillas;
  • se producen inundaciones y sedimentación aguas abajo;
  • Debe haber una selección cuidadosa de las opciones de ingeniería en la etapa de planificación.
  • Hay que limitar la magnitud de la modificación o mantenimiento del canal.
  • Es necesario implementar medidas de atenuación después de la fase de construcción.
  • Se debe minimizar la reducción de longitud del canal y conservar algunos meandros.
  • Hay que limitar la excavación y el relleno
  • Es importante limitar la destrucción de la vegetación de las orillas, y la que se encuentra junto al río.
  • Se puede volver a sembrar o plantar vegetación en las orillas
  • Se debe excavar una de las orillas, y no ambas, etc (Ver Brookes 1988)
7. Se interrumpe el drenaje desde los terrenos aledaños al río.
  • Se pueden reducir los efectos, evitando las obstrucciones al drenaje natural, el flujo incontrolado y erosión del suelo, y la contaminación atmosférica.
  • Hay que asegurar que se rellenen, adecuadamente, las áreas aprobadas; se debe controlar el desbroce del terreno y la eliminación de los desechos de este proceso.
  • Es necesario limitar el acceso de los vehículos a las orillas del río
8. Se mejora el acceso, las oportunidades de desarrollo en la zona aluvial, y el sentido de seguridad, después de tomar las medidas para controlar las inundaciones, causando una mayor afluencia de gente, produciendo desarrollo agrícola, deforestación, casería ilegal, desarrollo de infraestructura, etc.
  • Si es posible, hay que limitar el acceso;
  • Se debe planificar para la afluencia anticipada de la gente, e implementar actividades de desarrollo rural paralelas;
  • Hay que introducir las medias de control no estructural.
9. Se requiere el mayor uso de fertilizantes en los terrenos agrícolas para compensar la pérdida de fertilidad, provocando contaminación del agua, y dependencia de los productos importados.
  • Se debe optimizar el tiempo y la tasa de aplicación;
  • Se puede emplear cultivos de cobertura que fijan nitrógeno;
  • Hay que utilizar fertilizantes orgánicos, en voz de químicos.

Referencia

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  • Brookes, A. 1988. Channelized Rivers: Perspectives for Environmental Management. Chichester, Reino Unido: John Wiley and Sons.
  • Comisión Socioeconómica de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico. 1976. Guidelines for Flood Loss Prevention and Management in Developing Countries Natural Resources/Water Series 5. Bangkok, Tailandia.
  • Drijver, C. A., y M. Marchand. 1985. Taming the Floods: Environmental Aspects of Floodplain Development in Africa. Los Países Bajos: State University of Leiden, Center for Environmental Studies.
  • Frami, K K, editor. 1983. Manual of Flood Control Methods and Practices. Nueva Delhi, India: International Commission on Irrigation and Drainage. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. 1988. Floodplain Management. Nairobi, Kenya.


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