Impactos ambientales/Manejo de ganado y terreno de pastoreo

Manejo de ganado y terreno de pastoreo

El Banco Mundial y otras instituciones crediticias internacionales financian los proyectos o aspectos de desarrollo de la ganadería cuyo objetivo es el mejoramiento de las condiciones y productividad de los terrenos de pastoreo, la salud y productividad del ganado (incluyendo el ganado vacuno, ovejas, cabras, búfalos, bueyes y porcinos) para carne, leche, pieles, y fibra y el bienestar de los pastores. Los terrenos de pastoreo incluyen los pastos, el bosque abierto (y en algunos lugares las áreas desbrozadas de los bosques cerrados), los matorrales, y los desiertos que sostienen los rumiantes domésticos y herbívoros silvestres. Los objetivos de la ayuda incluyen la ganadería comercial en gran escala y la explotación agropecuaria de subsistencia, o los sistemas de producción

El énfasis, en este caso, se dará a las operaciones ganaderas de pequeña y mediana escala, utilizan sistemas de manejo menos intensivos (el pastoreo libre), haciendo referencia más limitada a las grandes empresas comerciales (los beneficiarios menos comunes del crédito del Banco Mundial) y los sistemas de alimentación en pesebre (que causan menos problemas ambientales que los de pastoreo libre). El procesamiento de la carne y los otros productos ganaderos se analiza en capítulo que se refiere a “Agroindustria”.

Pueden haber proyectos que contemplen otros usos de los terrones de pastoreo. Los ejemplos son: la conservación de la fauna, la captación de agua, el turismo, la recreación, la casería, y la explotación minera y petrolera.

Potenciales impactos ambientales

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Impactos positivos. El pastoreo de ganado hace uso productivo de la tierra en las áreas no idóneas para los cultivos agrícolas. Generalmente, se practica en las tierras áridas o semiáridas, donde sea escasa la lluvia, e impredecible, en cuanto al tiempo y espacio; la producción del ganado en forma extensiva, específicamente, el pastoreo, es una forma apropiada y duradera de utilizar la tierra, y es mucho menos riesgosa que la agricultura. El pastoreo ayuda, también mediante la introducción de estiércol, a mantener la fertilidad del suelo, y sus características físicas. Y, la germinación de ciertas plantas se mejora o se posibilita, luego de que la semilla haya pasado por el proceso digestivo del animal. Por lo tanto, la producción ganadera constituye un sistema de manejo de la tierra en las áreas marginales, que puede optimizar la producción de alimentos con un mínimo de insumos, a la vez que mantiene la productividad del ecosistema.

Los impactos ambientales negativos de la ganadería, sin embargo, se originan en el pastoreo excesivo y se producen como resultado de algunas prácticas de manejo de las tierras de pasto. Los impactos externos en los terrenos de pastoreo se relacionan con las actividades de desarrollo (p.ej. la agricultura, el desarrollo de los recursos hídricos, los programas de colonización, la minería, etc), que reducen o imposibilitan el pastoreo del terreno o degradan sus recursos.

El principal impacto ambiental negativo potencial de la producción de ganado es el sobrepastoreo o consumo excesivo (explotación excesiva) del forraje, y esto conduce a la degradación de la vegetación, mayor erosión de los suelos, y el deterioro de su fertilidad y estructura. El pastoreo desmesurado es el resultado del uso excesivo del terreno: el número y tipo de animales supera a la capacidad de carga. Esto causa una reducción en las especies de forrajes favoritos y un aumento en las malezas desabridas. Se aumenta la erosión de los suelos, indirectamente, debido a la pérdida de la cobertura vegetal, y, directamente, porque se afloja el suelo, exponiéndolo a la erosión hidráulica y eólica. Los caminos que hace el ganado cortan las laderas y causan un proceso de erosión que puede producir la formación de arroyos. Además, el pastoreo degrada la estructura del suelo, pulverizándolo y compactando la superficie, y tratan de reducir la presión del pastoreo, incluyen: la variación del tiempo, duración o sucesión de uso por el ganado de las áreas específicas, y regulación de los números, especies y movimiento de los animales. Las formas más comunes de controlar estratégica del agua y la sal. Otras técnicas de manejo útiles son: la comercialización organizada de los productos del terreno, y el desarrollo de las áreas de pastoreo y reservas para las temporadas secas.

Al aumentar la producción de ganado en los terrenos de pastoreo, mas alla del punto de equilibrio ecológico, se pueden crear impactos negativos para la fauna. La competencia por la vegetación o el agua puede aumentar, y los ganaderos pueden matar fauna o eliminarla como plaga (es decir, los predadores del ganado). En muchos lugares el ganado y la fauna natural coexisten, utilizando diferentes recursos y, de esta manera, evitando la excesiva competencia. En algunas áreas, el cultivo de la fauna natural ha demostrado mayor potencial que la ganadería, y puede ser considerado como una alternativa para la producción de carne, pieles y cuero. Otras alternativas que pueden ser consideradas son el turismo y la cazería controlada.

A menudo, se agota la vegetación y se produce mayor erosión del suelo alrededor de las fuentes de agua, donde se congregan los animales. Se puede limitar la destrucción, aumentando el número de fuentes, ubicándolas estratégicamente, y cerrándolas durante ciertas épocas del año. La mala planificación, ubicación, manejo y control de los charcos, sin embargo, puede agravar los problemas, y aumentar las sequías. Al perforar pozos profundos, se puede producir severa degradación de la tierra a su alrededor, porque baja el nivel freático y se afecta la vegetación local. Si el ganado y los seres humanos comparten las fuentes de agua, se crean implicaciones negativas para la salud.

Las técnicas de manejo que se emplean para aumentar la productividad de los terrenos de pastoreo, son: la intervención mecánica y física con respecto al suelo o la vegetación (p.ej. laboreo de la tierra y otras técnicas de conservación del suelo y el agua, desbroce de los matorrales); siembra o resiembra de las especies y variedades seleccionadas; quema de la vegetación; aplicación de fertilizantes: el estiércol o los químicos, y hacer esfuerzos por controlar las plagas. Las medidas de conservación del suelo y el agua y la siembra de vegetación pueden reducir la erosión del suelo, en cambio el desbroce y quema de los matorrales, que no se efectúa con cuidado, puede aumentar la erosión. Este no solamente disminuye la productividad del sitio, sino que los recursos acuáticos sufren también debido al aumento de sedimento.

La quema es la práctica más antigua que utiliza el hombre para manipular la vegetación de los terrenos de pastoreo, para el uso del ganado. La quema se emplea para controlar los matorrales indeseables y la maleza alta, para destruir los montecillos viejos y desabridos de las hierbas, plantas y favorecer el crecimiento de las plantas frescas, que son más digeribles y nutritivas. El fuego aumenta el rendimiento del forraje y mejora el sabor de las hierbas y malezas. Sin embargo, la quema caprichosa o fortuita puede ser dañina o desastrosa para la vegetación y los suelos, y puede causar mayores niveles de erosión.

El uso de químicos para fertilizar el pasto, o para controlar las plagas y enfermedades, puede producir un impacto ambiental negativo. Son sumamente caros, y, por eso, rara vez se utilizan en los países en desarrollo. Donde se utilicen, sin embargo, pueden ocasionar problemas de contaminación del agua, al igual que el uso de los materiales orgánicos. Es más común emplear los químicos como herbicidas, o para controlar las enfermedades (p.ej. para reducir la población de la mosca tse tsé y controlar tripanosomiasis), y pueden haber efectos negativos para la fauna, las fuentes de agua (superficiales y freáticas) y la vegetación.

El mejoramiento del ganado incluye el cuidado veterinario, el tratamiento y control de las enfermedades, y las técnicas de selección u otras para mejorar la raza. Los aumentos de población del ganado, producido a través de estos esfuerzos, deberán efectuarse conjuntamente con el manejo del terreno de pastoreo y el control de su uso, para evitar los problemas que pueden ser causados por la mayor presión sobre los recursos. El mejoramiento genético, a largo plazo tiene el potencial negativo de reducir la variación genética natural de las poblaciones, y, por eso, pueden disminuir su resistencia a las enfermedades y la flexibilidad para adaptarse a los cambios de clima.

Algunos proyectos emplean alimentación suplementaria durante los tiempos de sequía, para mantener los rebaños. Hay que tener cuidado con estos programas, y continuarlos hasta que los pastos se hayan recuperado, adecuadamente, de la sequía. Existe un concepto erróneo acerca de que una vez que se inicien las lluvias, se puede discontinuar los programas de alimentación; pero en realidad, existe un retraso entre el comienzo de las lluvias, y el momento en que los terrenos de pastoreo están, nuevamente, listos para soportar la presión del ganado. Al soltar el ganado muy pronto, se puede hacer mucho daño a los pastos.

Temas especiales

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Ganadería en los bosques tropicales húmedos

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El desbroce de los bosques tropicales de tierra baja, o utilización de las tierras que han sido limpiadas por otros motivos, para la producción de ganado, no es una práctica permanente, y tienen impactos ambientales desastrosos. El desbroce de grandes áreas del bosque amazónico, y su conversión a la ganadería, ha degradado el terreno, irreparablemente, y lo ha vuelto inservible para cualquier otro propósito. La ganadería en gran escala en esas áreas no es aconsejable y debe ser desalentada.

Temas sociales y culturales

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Los sistemas de manejo de los terrenos de pastoreo y sus modelos y condiciones socioeconómicos, están íntimamente vinculados. El deterioro de la productividad de los terrenos, sea por causas naturales (clima) o artificiales, tendrá un efecto negativo sobre los ingresos y la salud de las familias, y la distribución de los escasos recursos entre la gente. En cambio, los factores socioeconómicos, como la disponibilidad de la mano de obra, la distribución de las tareas dentro de las familias, los derechos en cuanto al uso del terreno y los recursos, los modelos de propiedad, y las condiciones del mercado, influyen en el manejo de los recursos de los terrenos de pastoreo y ganadería.

Muchas áreas de pastoreo están en un estado de transición. Los cambios sociales y económicos más importantes que han ocurrido en estas áreas son:

  • (a) hay mayor participación en los mercados salariales-laborales;
  • (b) se han transformado los sistemas de tenencia y organizaciones indígenas;
  • (c) se ha producido la intrusión del cultivo en seco y el riego a los terrenos de pastoreo;
  • (d) hay mayor participación de los pastoreo en los mercados de los productos;
  • (e) hay mayor sedentarización y asentamiento, y esto, a menudo, es alentado por las políticas y programas estatales y de los donantes; y,
  • (f) las condiciones del mercado de los productos ganaderos son inestables.

En términos de sus efectos potenciales para el medio ambiente físico, las variables más importantes que deben ser identificadas, son: los niveles de ingresos y bienestar, la disponibilidad de la mano de obra, y la relación tierra/población. Los cambios que se producen en estos factores, probablemente, afectarán la manera en que se manejen los recursos físicos, de igual manera, los cambios en el acceso tradicional de la gente a los recursos.

Los temas sociales claves que deberán ser consideradas antes de implementar cualquier proyecto de manejo de ganadería o terreno de pastoreo, son las dimensiones de espacio y tiempo de la economía de los terrenos de pastoreo; la tenencia de los recursos y la gestión local; los derechos a la propiedad, la distribución y el bienestar; y, la disponibilidad de la mano de obra.

Los sistemas de producción de ganado en los terrenos de pastoreo necesitan una gran extensión de tierra. La movilidad de los grupos humanos en estas zonas tiende a aumentar con la aridez, y las poblaciones más móviles viven en las zonas áridas y semidesérticas. Es fundamental, por lo tanto, identificar la expansión física y los tipos de ecosistemas que son explotados por el ganado durante todo el ciclo, “de sequía a sequía”, (un período de 7-10 años), especialmente, en el caso de los recursos terrestres e hídricos, que son críticos para la sobrevivencia del sistema global de producción. La pérdida de las tierras debido a la incursión de la agricultura (sea por extraños o por los pastores mismos), los proyectos de colonización, la creación de parques nacionales, y otras actividades, reducirán la cantidad de tierra que está disponible para la producción y bajará la relación tierra/población. Puede ser especialmente perjudicial para los pastores, si se aplican las áreas críticas que utilizan durante la temporada seca, para otros usos ganaderas. Finalmente, la reducción de movilidad debido a las barreras físicas (p.ej. cercas, poblaciones) o las políticas gubernamentales que favorecen la sedentarización y asentamiento, afectarán la flexibilidad necesaria para optimizar el uso de los terrenos de pastoreo.

En las áreas donde los terrenos de pastoreo sean recursos de propiedades común, la mayoría de las comunidades tiene (o tuvieron) instituciones formales o informales que regulan el acceso al pasto, al agua y a los otros recursos. El uso de los terrenos comunales, a menudo se basaba en derechos de propiedad o de uso sobre la tierra de varias zonas ambientales, donde funcionaban los sistemas nómadas de producción. Las políticas gubernamentales que tratan de asentar a los nómadas o el deseo de la población de ser sedentaria, o la apropiación de la tierra para programas de riego u otros proyectos de desarrollo, han reducido el área total y su distribución ambiental a tal punto, que han ocurrido cambios radicales en las estructuras sociales y los sistemas de producción. Estos cambios imposibilitan la ganadería, o requieren una mayor importación de insumos para los animales. Las políticas gubernamentales, con respecto a los subsidios, impuestos y fijación de precios de los productos, a menudo, han favorecido la agricultura, en vez de la ganadería, causando el mal uso de los terrenos con poco o ningún potencial económico par ala producción de cultivos. Estos ha exacerbado más el impacto en los sistemas sociales y culturales. Es fundamental identificar, tanto estas normas locales tradicionales que regulan el acceso a los recursos (y cómo cambian durante el tiempo), como las políticas y programas gubernamentales que influyen en la práctica local de la tenencia de la tierra.

Deben ser analizadas las organizaciones locales, los individuos que tienen la responsabilidad de vigilar los reglamentos de tenencia, y las características de estas organizaciones en cuanto a clase, edad, y sexo. Estas entidades deben, no solamente, participar en el diseño del proyecto, sino que deben dar la misma consideración a las personas que serán afectadas, especialmente, si sus intereses no tienen representación adecuada en los cuerpos gobernantes. Los aspectos, en pro y en contra, del cambio de los modelos de propiedad (p.ej. cambiando de un sistema de propiedad común de los recursos, al de la propiedad privada) deberán ser analizadas, cuidadosamente, a la luz de los modelos sociales locales.

Es esencial entender los modelos locales existentes de propiedad de la ganadería, para poder diseñar un proyecto para manejar los terrenos de pastoreo. En la mayoría de los casos, la posesión del ganado es altamente distorsionado, a menudo, el 10 por ciento de los pastores controlan hasta el 50 por ciento de las unidades, y hay grandes segmentos (con frecuencia, el 20 al 30 por ciento de los hogares) que no controlan sino poco a ningún ganado u otra propiedad. Es peligroso tratar de determinar el número de animales que correspondan a la capacidad del terreno, sin tener primero conocimiento de la dinámica de posesión, y el número de animales por hogar que son necesarios para su manutención, y para que el sistema será, económicamente, viable. El peligro consiste en que si se limita el número de animales por familia (en vez de la cantidad de familias que participan en la ganadería) para reducir la presión de pastoreo, se puede disminuirlo hasta que llegue a ser antieconómico, y obligar a las familias más pobres a dejar de producir.

Además, existe, frecuentemente, mucha distorsión en el reparto de los ingresos y en los derechos de propiedad intrafamiliares (los que se basan en el sexo y la edad). A más de obtener la información sobre la distribución general de la propiedad y los ingresos entre las familias, se deberá entender los siguientes factores: el grado en que la gestión y propiedad estén concentradas en la misma unidad (p.ej. los segmentos adinerados de la población, dentro o fuera de la comunidad, que actúan como propietarios ausentes, y contratan a los pastores locales para que cuiden sus animales); el grado en que ciertas categorías de propiedad (las cabras y las ovejas) o las fuentes de ingresos (la venta de la leche) sean controladas por las mujeres, y si las actividades de desarrollo han socavado las actividades comerciales de las mujeres; y, el grado en que ciertas actividades del manejo de los recursos y la propiedad pueden ser diferenciadas, según la categoría económica.

Como las actividades de producción de los terrenos de pastoreo se realizan, generalmente, en las áreas de baja densidad de la población, a menudo, sufren de falta de la mano de obra. Esto influye en el desplazamiento del rebaño, su movilidad, y ciertas técnicas de conversión y de manejo de los recursos. Los aspectos que deben ser evaluados son: la diversificación del sistema de producción local (el grado en que los cultivos mixtos, las oportunidades de trabajo asalariado y las otorgas actividades no agropecuarias, afectan la disponibilidad de la mano de obra para la ganadería); el grado en que la participación de los hombres en las actividades no agropecuarias aumente la carga de trabajo de las mujeres; y, el grado en que la falta de mano de obra y los bajos ingresos, afecten las estrategias locales de gestión, y se asocien con las prácticas destructivas de manejo de los recursos.

En las áreas que son más desamente, cuyos recursos de pastoreo son limitados, o en las áreas que son, ecológicamente, frágiles, como las zonas montañosas, se puede restringir el movimiento del ganado para limitar la degradación ambiental, e implementar un sistema de alimentación en pesebre. Aunque esto sea más solvente, ecológicamente, pueden ser injustos los derechos de acceso a los recursos de forraje, o puede estar concentrada la posesión de la tierra que sirve para cultivar el alimento para el ganado, impidiendo la participación de los pobres, o la gente sin tierras, en el programa. Hay que tomar estos factores en cuenta al diseñar el proyecto.

Alternativas de los proyectos

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Hay pocas alternativas para la ganadería en los terrenos de pastoreo, porque, generalmente, es el uso más apropiado que se puede dar a estas tierras, debido a las condiciones climáticas. Una posibilidad, que se limita a ciertas áreas y circunstancias, es la explotación de la fauna. El manejo de la fauna, como sistema sustentable, puede, potencialmente, aumentar la productividad de la tierra, en términos de su producción de carne, pieles, cuero, y otros productos, y limitar la destrucción del medio ambiente. El éxito de este sistema, sin embargo, dependerá de numerosas variables, y la comercialización no es la menos importante. El turismo basado en la fauna, la recreación, la casería controlada y la agricultura de secano, son otras alternativas.

La mayoría de las oportunidades se relacionan a la misma ganadería. Como se mencionó, anteriormente, se pueden variar los siguientes aspectos: las especies de los animales para producción; la intensidad de la producción; las actividades de mejoramiento del terreno de pastoreo; el riego por aspersión; las actividades de mejoramiento del ganado; los arreglos de transporte y procesamiento; y, el control de las funciones de comercialización.

Administración y capacitación

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Las políticas y los programas gubernamentales que se diseñan para aumentar la producción ganadera, a menudo, afectan, en forma negativa, los recursos del terreno de pastoreo y el bienestar de los productores, y promocionan ineficiencia económica y desigualdades sociales. Las políticas ganaderas, con frecuencia, han obrado contra el desarrollo de la ganadería. Se deben analizar las políticas, programas y legislación, para determinar sus impactos sociales y ambientales. Puede ser necesario establecer o fortalecer los grupos de productores para que presten servicios, representen a los productores individuales y faciliten la comercialización.

Las políticas gubernamentales (p.ej. con respecto a los precios del ganado y los controles sobre la importación y exportación) tienen el propósito, frecuentemente, de mantener bajos los precios pagados por los consumidores por los productos ganaderos. Entonces, para compensar a los productos, los gobiernos ofrecen subsidios, permitiendo que los productores compren los insumos a un precio inferior a su valor real, y proporcionan servicios gratuitos, u ofrecen crédito subvencionado. Esto crea un sistema de sostenimiento artificial que puede causar ineficiencias, desigualdades (favoreciendo a los grandes y no a los pequeños productores), distorsiones en la inversión, y degradación de los recursos de pastoreo por el uso inadecuado de la tierra. También tiende a favorecer las operaciones que hacen uso intensivo del capital, que emplean alimentos balanceados, en vez de los sistemas basados en el forraje.

A menudo, son inadecuados los servicios gubernamentales de investigación y extensión. Normalmente, enfocan los sistemas de producción intensiva que dependen de los productos importados, los mismos que no son viables, económicamente, para la mayoría de los ganadores. Con frecuencia, los servicios de extensión se entorpecen debido a las ineficiencias, la falta de fondos y la ineficiente capacitación de los extensionistas

Las estructuras sociales tradicionales estan sufriendo un proceso de desintegración, y no son reemplazadas por las organizaciones de productores que controlarían el uso de las tierras comunes A menudo las leyes que establecen los derechos de la posesión de la tierra y de los usuarios, especialmente, en el caso de los terrenos comunales, son deficientes, o no se ejecutan. La falta de organizaciones de productores dificulta la comercialización, y los intermediarios llenan el vació, apropiándose de l a mayoría de las utilidades. Los grupos de productores pueden establecer y regular los modelos de uso de la tierra, los sistemas de manejo del ganado y el número de animales que se permiten; pueden prestar los servicios que, actualmente, provee el gobierno, y, pueden representar a los ganaderos cuando traten de influir en las políticas gubernamentales y en las prioridades de investigación.

A menudo hace falta capacitación para fortalecer las destrezas técnicas, administrativas y de extensión del personal gubernamental. Las necesidades comunes de capacitación incluyen : ecología y administración, sistemas de producción ganadera, ciencia veterinarias, economía agrícola, técnicas de extensión y habilidades de investigación y administración.

La investigación debe adaptarse a las necesidades de los productores, especialmente, en lo que se refiere a la producción de pasto y los terrenos de pastoreo. Se requiere investigación para desarrollar los paquetes tecnológicos que sean apropiados para los pequeños productores que disponen de poca mano de obra. Otras necesidades de investigación incluyen la forestación agropecuaria, que abarca la ganadería, los cultivos y la forestación, y las prácticas de los pastores, a fin de determinar su viabilidad ambiental y económica.

Monitoreo

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En un proyecto ganadero, los siguientes factores requieren monitoreo:

  • la condición de los terrenos de pastoreo (evaluación de la condición actual de salud del pasto, comparada con su potencial);
  • las tendencias del pasto (el sentido del cambio de la condición del terreno de pastoreo);
  • la disponibilidad y acceso del forraje natural, el cultivado y los alimentos importados (para animales de pesebre);
  • los números y tipos de animales;
  • su distribución y movimiento temporal;
  • la condición del ganado (su peso, la presencia de enfermedades, y otros índices sanitarios);
  • la condición del suelo (es decir, las señales de mayor erosión, compactación, menor fertilidad, etc);
  • las fuentes de agua (su ubicación, condición, intensidad de uso y la condición de la vegetación a su alrededor);
  • las condiciones del mercado (cambios de precio, desarrollo de mercados alternativas, etc)
  • los cambios en los índice económicos de los ganaderos (p.ej. el nivel de ingresos y la salud);
  • los cambios en la organización social;
  • los cambios externos en el uso de la tierra y los cambios demográficos que afectan los recursos de pastoreo y a los ganaderos;
  • los cambios en las poblaciones y hábitat de la fauna debido a la producción ganadera.

Impactos y sus medidas de mitigación

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Impactos Negativos Potenciales Medidas de Atenuación
Directos -
Degradación de los recursos vegetales debido al pastoreo excesivo
  • Limitar el número de animales;
  • Controlar la duración del pastoreo en las áreas específicas;
  • Mezclar las especies de ganado para optimizar el uso de la vegetación;
  • Implementar la resiembra y producción de forraje;
  • Cortar y transportar el forraje;
  • Ubicar, estratégicamente, las fuentes de agua y de sal.
  • Mayor erosión del suelo debido al desbroce y pisoteo de la vegetación
  • Mayor salinización de las aguas superficiales
  • Restringir el acceso del ganado a las áreas inestables (p.ej. las laderas empinadas);
  • Tomar medidas para controlar la erosión del suelo (p.ej. reforestación, resiembra del pasto, preparación de la tierra, terrazas).
  • Deterioro de la fertilidad del suelo y sus características físicas:
    • por la eliminación de la vegetación
    • por la mayor erosión
    • por la compactación del suelo
  • Igual que los dos puntos anteriores.
Mayor flujo del agua superficial debido al desbroce de la vegetación y la compactación del suelo (menor capacidad de infiltración).
  • Implementar las medidas de conservación del agua y repartirla.
  • Igual que los dos primeros puntos
  • Degradación de la vegetación y el suelo de las fuentes de agua;
  • Bombeo excesivo del agua freática;
  • Reducción del nivel freático y degradación de la vegetación total debido a la perforación y uso de los pozos.
  • Desarrollar muchas fuentes de agua de baja capacidad;
  • Ubicar, estratégicamente, las fuentes de agua;
  • Controlar el uso de las fuentes de agua (según número de animales y la temporada del año);
  • Clausurar las fuentes permanentes de agua cuando estén disponibles los charcos y los ríos temporales;
  • Limitar la capacidad del pozo mediante la selección de la tecnología (p.ej. bombas manuales o baldes en vez de bombas motorizadas).
  • Desplazamiento o reducción de la fauna por la reducción del hábitat;
  • Interrupción de las rutas migratorias;
  • Competencia por los recursos alimenticios y acuáticos;
  • Introducción de enfermedades;
  • Impactos de la quema;
  • Mayor cacería ilegal, y matanza de la fauna por ser considerada como plaga o depredadora del ganado.
  • Planificar e implementar las estrategias de manejo de los terrenos de pastoreo (la selección de las especies, el número de animales, las áreas de pastoreo) para reducir el impacto negativo en la fauna;
  • Establecer refugios compensatorios para la fauna;
  • Investigar el manejo organizado de la fauna, como ganado que puede ayudar a proteger los recursos silvestres.
Contaminación ambiental, trastornos ambientales, peligros para la salud, debido a las medidas usadas para controlar las plagas y enfermedades.
  • Seleccionar un químico, que sea específico en cuanto a la especie, cuyo tiempo residual sea corto (período de actividad), y que tenga un impacto mínimo en los otros recursos biológicos;
  • Tomar las medidas de protección para los trabajadores de campo,
  • Escoger los métodos de fumigación y el momento oportuno, para reducir la posibilidad de que se contamine el agua;
  • Optar por una variedad de ganado que sea resistente a las enfermedades
Reducción de la variedad genética a raíz de la selección
  • Conservar la diversidad genética en el sitio (proteger los parientes silvestres en su hábitat natural, mantener la diversidad dentro de las poblaciones) y fuera del sitio (p.ej. preservar el material genético en los “bancos”).
Efectos negativos de la quema incontrolada e los matorrales, para el suelo y la vegetación (deterioro de la fertilidad del suelo y su estructura, alteración del hábitat de la fauna, destrucción de la vegetación).
  • Implementar programas de quema bien planificados y controlados.
Utilización de los bosques tropicales húmedos de tierra baja para la ganadería, causando degradación ambiental a largo plazo, y producción no sustentable.
  • Evitar el desbroce de estos bosques para la ganadería.

Bibliografía

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