Historia de Al-Andalus/La Edad de Oro de al-Ándalus: el Califato de Córdoba (929-1030)/El período Amirí: las campañas de Almanzor (976-1009)

A la muerte de al-Hakam II, Muhammad ibn Abí Amir (940-1002), cadí (juez) perteneciente al gobierno califal, logró imponer, aliado al visir Yafar al-Mushafi, al hijo de al-Hakam II, Hisam II (965-1013?) como nuevo Califa, en medio de las intrigas por el trono, ya que muchos preferían como califa al hermano de al-Hakam II, al-Mughira, quien fue asesinado por Almanzor para afianzar a Hisam II en el trono. El nombre castellanizado de Almanzor procede de Al-Mansur (el Victorioso, en árabe), título ganado en 981 tras una gran victoria contra los cristianos en Atienza, que habían aprovechado la crisis política interna del califato cordobés para invadir el valle del río Tajo. Posteriormente, Almanzor liquidó a sus rivales: el visir al-Mushafi y el célebre general Galib. Además, el califa Hisam II evidentemente padecía de retraso mental y severos problemas de motricidad, debido a que tenía la parte izquierda del rostro paralizada.

Campañas militares de Almanzor. En verde oscuro, territorios atacados por el general árabe. El mapa muestra los ataques de Almanzor y las fechas en que fueron llevadas a cabo.

Una crónica de la época afirma que “no tenía Hisam de la realeza otra cosa que la invocación de su nombre sobre los púlpitos en la oración y su inscripción en las monedas y banderas”, en referencia a su papel decorativo. Almanzor fue designado hayib (primer ministro) e incluso edificó su propia ciudad-palacio: Almedina al-Zahira, adonde fue transfiriendo las tareas de gobierno. Asimismo fue responsable de una considerable ampliación de la mezquita de Córdoba. Las fuentes historiográficas árabes indican que dirigió entre 50 y 60 campañas contra los reinos cristianos, de las que dos fueron muy importantes, pues finalizaron con los saqueos de Barcelona (985) y Santiago de Compostela (997), donde sorpresivamente, respetó la tumba del apóstol Santiago. En 1002, cuando regresaba de su última expedición, falleció camino de Medinaceli (según las crónicas cristianas, después de haber sido derrotado en la batalla de Calatañazor, cerca de la actual Soria). Le sucedió en el cargo de hayib su hijo Abd al-Malik.