Fractalidades en Investigación Crítica/Resúmenes

Mol ,A.M. (2002), The Body Multiple: Ontology in Medical Practice.London:Duke University Press.

Capítulo I : Hacer Enfermedad (Resumen por Maya Georgieva Ninova)



Movimientos entre campos:

Se trata de un empírico estudio filosófico realizado en un hospital universitario en Holanda. El objetivo que se plantea el autor es investigar los modos en los que se manejan las tensiones entre las fuentes de conocimiento y los estilos de saber en la medicina actual. El autor cree que si en lugar de detener las prácticas en las que se manipulan los objetos las dejamos emerger – entonces la realidad se multiplica. Si las prácticas emergen ya no hay objetos pasivos en el medio esperando ser vistos desde punto de vista de series de perspectivas sin fin. En cambio, los objetos aparecen y desaparecen con las prácticas en la que son manipulados. Desde que el objeto de manipulación tiende a diferenciarse de una práctica a otra, la realidad se multiplica. El cuerpo, el paciente, la enfermedad, el médico, el técnico, la tecnología: todos ellos son más que uno. Más que singular. Esto provoca la pregunta de cómo están relacionados. Aunque los objetos se diferencian de una práctica a otra, existen relaciones entre estas prácticas. En el modo filosófico de este estudio el conocimiento no se entiende como punto de referencia sino como punto de manipulación. La pregunta principal no es ¿cómo encontrar la verdad? sino ¿ cómo son tratados los objetos en práctica? Aquí se relata que ningún objeto, cuerpo, o enfermedad es singular. No se elimina de la práctica que lo sostiene, la realidad se multiplica. Esto puede ser leído como descripción que satisface los hechos pero la multiplicidad de la realidad es también un acto, es algo que puede hacerse o no hacerse. La normatividad epistemológica es prescriptiva: dice cómo saber correctamente, la normatividad de la descripción etnográfica es de diferente tipo. Sugiere qué debe ser tomado en cuenta cuando se aprecia la práctica. Si la realidad no precede la práctica sino es parte de ella entonces no puede ser estándar por sí misma que determina la práctica. Pero tal pragmatismo tampoco es una legitimación lo suficientemente buena porque cada evento transforma algún cuerpo ( alguna enfermedad, algún paciente) en realidad vivida - y así evacua la realidad de otro. La ontología no es dada en el orden de cosas sino las ontologías se sostienen o tienden a marchitar en lo común, en las prácticas sociomateriales. Las ontologías son asuntos tópicos. Informan y son informadas por nuestros cuerpos, la organización de nuestro sistema de salud física, los ritmos y los dolores de nuestras enfermedades y la forma de nuestras tecnologías. Si la realidad es múltiple , esto es algo político. La pregunta que provoca este estudio es cómo el cuerpo múltiple y su enfermedad pueden estar hechos bien.


Las perspectivas de las personas:

  El autor usa métodos etnográficos para estudiar la enfermedad. Poder estudiar las  características físicas a través de métodos etnográficos es un invento reciente. Durante mucho tiempo “enfermedad” ha sido la  categoría no marcada de la antropología o la sociología de la medicina. Como estado físico del cuerpo  ha sido objeto de la biomedicina. Los médicos decían la verdad sobre la enfermedad o al menos eran ellos los únicos capacitados de corregirse uno al otro a pesar de que nunca lo hicieron. 
  Los científicos sociales tenían cuidado de no meterse en esta charla  sobre el cuerpo.En cambio, tenían algo que añadir al conocimiento médico existente. Ellos acentuaron que la realidad de vivir con una enfermedad no se agota con escuchar las realidades físicas. Hay algo más. Aparte de ser una realidad física, tener una enfermedad tiene significado para el paciente. 
Sentimientos que se provocan por las enfermedades no figuran en el dossier médico aunque el doctor puede decir que son relevantes a la enfermedad -  sentimientos como el miedo por ejemplo, pero no forman parte de la enfermedad.  Los científicos sociales criticaban constantemente los doctores por su negligencia acerca de la materia psicológica, por estar muy concentrados en mantener las heridas limpias sin preguntar a los pacientes que significado tienen para ellos.

En las ciencias sociales “enfermedad” y “padecer enfermedad” han sido presentadas como dos fenómenos interrelacionados pero separados. Padecer enfermedad está allí para abarcar los sentimientos que acompañan la enfermedad, las interpretaciones de los pacientes sobre la enfermedad y sobre los eventos que aparecen. Los científicos sociales dejan el estudio de la “enfermedad en sí” a sus colegas , los médicos, hasta que no empiezan a preocuparse por la alianza fuerte con la realidad física que se daba a los médicos.

Entonces los científicos sociales acentuaron que la realidad no es responsable por sí misma de lo que decían los médicos sobre ella. “Enfermedad” puede estar dentro del cuerpo pero lo que se dice sobre ella no lo está. En este enfoque semántico los científicos sociales ya no consideraban los médicos sus colegas sino los convirtieron en sus objetos.

Lo que ellos decían sobre las enfermedades era investigado con las herramientas teóricas elaboradas para estudiar las palabras de los pacientes. Así igual que los pacientes, los médicos tienen perspectiva. El enfoque de la perspectiva convierte a los médicos y a los pacientes en iguales. En él, las palabras “enfermedad” y “padecer enfermedad” ya no se usan para contrastar hechos físicos con significados personales. En cambio, diferencian entre la perspectiva de los médicos de un lado y la de los pacientes de otro. El problema es que la realidad física del cuerpo sigue afuera, esta vez no es categoría no marcada solamente en las ciencias sociales sino en el mundo entero que evocan. El poder de marcar la realidad física ya no pertenece a nadie, en el mundo de los significados nadie está en contacto con la realidad de la “enfermedad”, todos la interpretan. El segundo problema del enfoque de la perspectiva es que el cuerpo físico sigue intacto en los significados y las interpretaciones. Todas las interpretaciones son interpretaciones de algo pero de qué? De alguna materia que esta proyectada en algún lugar. Esto se convierte en “perspectiva por sí misma” que multiplica los observadores pero deja el objeto observado sólo e intacto.De un modo extraño esto no lo aleja sino lo hace muy sólido. Cómo se pueden resolver estos problemas? Haciendo el tercer paso – sacando a primer plano la práctica, la materialidad, los eventos. Si se da este paso “enfermedad” se convierte en lo que se hace en la práctica.

La realidad en la práctica:

Los pacientes fueron sus propios etnógrafos pero no etnógrafos de sentimientos, significados o perspectivas sino unos que explican cómo se vive con un cuerpo deteriorado en la práctica. Cuentan cómo se adaptan los hábitos a la nueva situación que ofrece un estado de enfermedad física, como reorganizan su casa, su trabajo, su vida familiar. Mediante tal escuchar padecer enfermedad coge forma que es al mismo tiempo material y activa. Padecer enfermedad es algo que se hizo al paciente y algo que la persona como paciente está haciendo.

Quién hace el Hacer?

El enfoque de la perspectiva puso a los médicos y a los pacientes en igualdad con una gran división entre ellos porque describieron sus puntos de vista desde diferentes ángulos. Una perspectiva de un punto de vista se diferencia de la perspectiva del otro. Por muy compartidas o sólidas que puedan ser las perspectivas, la práctica de diagnosticar y tratar una enfermedad requiere inevitablemente cooperación. Para hacer visible una enfermedad hacen falta dos personas – el médico y el paciente. Sin el paciente el médico no es capaz de diagnosticar. El paciente debe estar preocupado por algo y el médico tener la capacidad de atenderlo. El médico tiene que hacer preguntas y el paciente tiene que estar dispuesto y capaz de contestarlas. Aparte de ellos dos hay otros elementos que tienen mayor o menor importancia – la mesa, la silla, el médico de cabecera, la carta : todos ellos participan en la diagnosis. Muchos de estos elementos son flexibles como por ejemplo si el paciente no puede hablar otro lo puede hacer por él pero hay una cosa que es imprescindible para la diagnosis clínica – un cuerpo paciente. Tiene que estar presente y cooperar. En este ilimitado territorio la distinción enfermedad/padecer enfermedad ya no sirve mucho. Cuando el doctor y el paciente actúan juntos en la sala de consulta dan forma a la realidad del dolor del paciente. Cómo llamar esto? Si se usa la palabra enfermedad no es para situar el texto presente en el territorio de la enfermedad en la distinción enfermedad/padecer enfermedad sino para romper con esto. Por muy importantes que puedan llegar a ser los sentimientos y las interpretaciones , no están solos en hacer la vida. La realidad día a día, la vida que vivimos es también asunto a tratar.


Mol, A.M. (2002), The Body Multiple: Ontology in Medical Practice. London:Duke University Press.

Capítulo VI: Hacer Teoría (Resumen por Maya Georgieva Ninova)


Como se relacionan las ciencias

Estudiar los objetos tal y como son presentados en variedad de prácticas implica preguntar como intervienen las ciencias. A partir de los años 90 varias ciencias (física, química, biología, psicología, sociología) se diferencian no en su método sino en su objeto de estudio. La ontología era la rama de la filosofía que hizo explícita esta coherencia – a menudo usando la imagen de la pirámide. Cada objeto era como capa en la pirámide de objetos ordenados desde el pequeño y relativamente simple hasta el grande y más complicado. Uno de los sueños de este monismo ontológico era que al final un conocimiento completo sobre el comportamiento de las partículas más pequeñas explicaría todo lo demás. A lo largo del siglo XX se hizo un considerable esfuerzo en establecer la existencia de umbrales en la pirámide ontológica. Se establecieron también umbrales entre hechos biológicos y diferencias sexuales, color de la piel y enfermedad y eventos sociales que no siguen de estos hechos y por lo tanto tienen que ser hablados en términos sociales: enfermedad de la cultura de género. En este orden de cosas, sabiendo y hablando de enfermedad es asunto y privilegio de la biomedicina. Mientras tanto la práctica médica requiere adición. Para atender a los pacientes como un conjunto, el conocimiento biomédico sobre enfermedad no es suficiente. En esta línea de pensamiento “ vivir con enfermedad” ha sido tomado como fenómeno psicológico llamado “padecer enfermedad”. Sin embargo, si llegamos a la conclusión de que el conocimiento es sobre todo practicar en la realidad , nuestra comprensión sobre las relaciones entre las ciencias también cambiará. La práctica en la que existen los objetos son tratados con aparatos más caros o baratos, formas de conversación, jornadas laborales, autoestima o seguros médicos. En la práctica tantos fenómenos diferentes no pertenecen a diferentes ordenes. No hay sentido de delegarlos a umbrales separados de realidad. Lo que las diferentes ciencias tienen que ofrecer a la práctica son diferentes técnicas de intervención y diferentes métodos. Los sentidos prácticos pertenecen a lo social y son siempre y inevitablemente implicados en el. Esto no significa que son bien manejados. En el hospital donde se realizó el estudio las personas son operadas solamente en caso en que informan que su vida diaria está seriamente impedida por la enfermedad. Esto implica que la operación se aprecia sobre todo como intervención social. El primer paso para atender bien el complejo de intervenciones que cada actividad médica exige es reconocer que hay muchas cosas enredadas en cada acción, tratar todo en la medicina como práctica. Las historias praxiográficas tienen objetos compuestos. La enfermedad y la práctica médica que interviene van juntas. Igualmente las habilidades de conversación ( tanto del médico como del paciente) y las quejas de los pacientes dependen una de la otra. Este es el motivo por el cual un estudio etnográfico puede hablar sobre enfermedad. Tradicionalmente el etnógrafo hablando de enfermedad traspasa los umbrales que separan las capas de la realidad en la pirámide de objetos. Pero aquí es diferente, aquí se introduce un nuevo eje, este de la práctica. Si la práctica se convierte en la entrada para nuestro mundo, la ontología ya no es un monismo . La ontología en práctica es múltiple, los objetos que están presentados no pueden ser alineados de pequeños a grandes , de simples a complejos. No existe un punto fijo de comparación. El enfoque praxiográfico permite y requiere tomar los objetos y los eventos de todo tipo en consideración cuando se intenta entender el mundo. Ningún fenómeno puede ser ignorado considerando que pertenece a otra disciplina. En la historia los eventos se describen con todos sus enredos sociomateriales y no es raro que la historia no figura en la lista de las ciencias donde cada una se responsabiliza de una capa de la pirámide ontológica. La historia siempre ha tenido otra entrada a la realidad. La distinción entre saber en la medicina y saber sobre la medicina ( que se refiere a su práctica) es velado no solamente en los estudios praxiográficos como el presente sino también en los estudios de historia y en el mismo hospital. Los objetos presentados y las prácticas de diagnosticar e intervenir pertenecen juntos. Juntamente se diferencian de otras constelaciones objetos/prácticas. El eje de diferencias en las ciencias ya no es entre las ciencias naturales y sociales sino entre clases de objetos. El eje de diferencias que necesita una exploración adicional es entre versiones de objetos y las prácticas en las que son presentados.

Dudas

En el hospital no son raros los repertorios tanto de mantener visibles diferentes sentidos prácticos a la hora de diagnosticar o tratar una enfermedad que pueden provocar dudas como también detener los sentidos prácticos. En unos momentos así uno puede llegar a pensar que un objeto virtual común está proyectado dentro del cuerpo, que está escondido debajo de la piel. Nos podemos acercar al objeto de varias maneras, nos muestra varios aspectos pero al fin y al cabo es uno. Entonces de repente ya no es parte de la práctica sino referente de una realidad preexistente. Dudas y confianza alternan en el hospital. Un análisis así abre la posibilidad de que las cosas pueden hacerse diferente. Si algo es evidente por sí mismo aquí, entonces en otra situación no lo será. Una enfermedad puede ser una bacteria bajo el microscopio pero es dolor al andar también. La realidad varia. La duda que puede ser líder aquí tampoco se practica siempre pero es posible. La práctica médica nunca ha sido tan segura que puede no ser diferente: la realidad nunca ha sido tan sólida como singular. Siempre existen alternativas. Los cuerpos presentados ya están hechos y por lo tanto no pueden dar la respuesta a la pregunta ¿Qué hacer? Volviendo a la práctica la pregunta es ¿cómo vivir con dudas? Pero tenemos que llegar a entender que vivimos en un mundo no determinado donde siempre habrá dudas. Si la pregunta ¿Qué hacer? ya no depende de ¿Qué es real? entonces con qué más puede estar relacionada. Lo que sugiere el autor es buscar respuesta a la pregunta si es buena una práctica concreta para los sujetos involucrados en ella?


Política de Quién

Existe un interés predominante relacionado con las cuestiones de quién está o debe ser puesto en la posición de decidir que se contará como un bien. En la medicina las normas de los pacientes tienen peso. El papel de los profesionales es simplemente presentar a los pacientes las opciones pero elige el paciente. Existen dos maneras de poner a los pacientes en esta posición.La primera es la posición del mercado. Los médicos son vendedores que suministran un producto más información que permite al paciente – comprador a elegir entre los productos. En definición todo que está en oferta al mercado es bueno, por eso bienes que son completamente inútiles tienden a desaparecer, no existe demanda para ellos. El segundo estilo de manejar la elección es de carácter cívico. Las intervenciones médicas no figuran como bienes al mercado sino como política de medidas. Los pacientes tienden a convertirse en ciudadanos que merecen tener jurisdicción sobre las intervenciones en sus vidas y cuerpos. Las intervenciones son entendidas como maneras de organizar no solamente la vida individual sino la vida de todo el polis, la política del cuerpo. Esto nos afecta a todos como pacientes-ciudadanos. En esta versión los pacientes deben representarse siempre que haya decisiones por tomar. Estos dos estilos de elección tienen una cuestión en común ; quién decide? Ambos estilos son informados por los mismos profesionales que deciden que es bueno para el resto de nosotros. La política de Quién tiene algunos problemas. El primero es que se supone que los deseos de los compradores y los ciudadanos son predeterminados y claros. El segundo es que separa los momentos de tomar decisión de las historias interrelacionadas que los produjeron. El tercer problema es que está diseñado para alejar el poder de los profesionales, demandando ciertas elecciones y para pacientes-compradores y pacientes-ciudadanos. Pero al mismo tiempo requiere de los profesionales información como si fuese un par de datos neutrales pero no lo es porque la manera de presentar los hechos al paciente influye sobre qué decisión tomará. Lo mejor según el autor es dejar de cambiar de lugar los límites de los dominios de profesionales y pacientes y en lugar de esto buscar nuevas maneras de gobernar el territorio juntos. De nuevo surge la pregunta ¿Qué Hacer?

Política de Qué

Para la profesión médica qué hacer siempre ha sido una pregunta importante de hecho reconocida que tiene una dimensión normativa. Sin embargo las normas involucradas han sido naturalizadas. La política de Qué ha sido diseñada en los tiempos en que los objetivos de la intervención médica se concentraban en las características naturales del cuerpo. Sobrevivir y salud. Mientras “sobrevivir” está visto como un objetivo, el tratamiento puede parecer exitoso. Pero cuando tanto la enfermedad como el tratamiento concentrado en el sobrevivir puede provocar más sufrimiento que alivio entonces la evidencia del éxito del objetivo “sobrevivir” se pierde. Lo que también importa es la calidad de vida. Lo que pueda exigir la vida buena no es reconocido como esencialmente contestado en cambio la investigación está enfocada de tal manera que presenta este bien como objeto. Las intervenciones tienen efectos secundarios , traen más de lo que intentan conseguir. La política de qué explora las diferencias entre varias presentaciones de una enfermedad particular. El estudio presente intenta discutir que las presentaciones diferentes de una enfermedad exigen diferentes ontologías, así cada una hace el cuerpo diferentemente pero trae consigo diferentes maneras de hacer el bien. Entonces resulta que no existe un bien único con el que todos estamos contentos. El bien es inevitablemente múltiple, es más que uno solo. La pregunta ¿Qué hacer? no se puede cerrar ni con hechos ni con argumentos. En la cosmología política ¿Qué hacer? no es dada en el orden de las cosas sino necesita ser establecida. Hacer el bien es asunto de intentar, fallar e intentar de nuevo.

Más allá de la elección

La multiplicidad no es pluralismo. Las enfermedades pueden presentarse diferentemente pero las diferentes presentaciones de cualquier enfermedad son interdependientes. Las interdependencias de las diferentes versiones convierten la elección en un término impropio para articular la esencia de la política de qué. La enfermedad no es el único fenómeno presentado en el hospital, también están las diferencias sexuales, edad y envejecimiento. Existen interferencias entre estos fenómenos, entonces la pregunta es cómo hay que hacer la elección para que sea parte de la política de qué. Es difícil tomar solamente esta relevancia y dejar aparte todas las realidades presentadas : sólo una no puede dar la descripción. Existe también otro problema con el término “elección”. Si la práctica presenta no sólo una entidad sino evoca un mundo entonces no solamente la enfermedad varia sino también la gente. La identidad del paciente está en juego. Lo que es el paciente no es dado para siempre y no está establecido . Con cada presentación de enfermedad viene otro paciente y otro ejemplo. Existe desproporción entre lo que implica el término elección y las coexistencias e interferencias entre las diferentes versiones de realidad que describe el autor. Entonces necesitamos otro término por ejemplo: discordia, tensión, contraste, multiplicidad, interdependencia, coexistencia, distribución, inclusión, práctica. Estos términos vienen con las diferentes ontologías y los diferentes modos de calificar el bien.

Medicina clínica

El hecho que nada es seguro y la permanente posibilidad de duda no significa que existe una permanente amenaza de caos. Incluso si la estabilidad nunca se consigue, las tensiones se alivian. Hay patrones de coexistencia entre las presentaciones diferentes de cualquier enfermedad. La racionalización es la última manera de mejorar la calidad del sistema de la salud. Como ideal la racionalización comienza de la idea que el problema con la calidad del sistema de salud reside en su desorden en la práctica. La contraposición de las diferentes maneras de trabajar genera complejidad que la racionalización no puede moler y es poco probable que esto sea una mejora. La medicina clínica parte de las historias de pacientes y síntomas presentes y no de características físicas aisladas en laboratorio. Desde que cada resultado diagnóstico se desvía de los demás , la idea de los patrones oro puede llegar a ser socavada en vez de consolidada. La pregunta “ es efectiva esta intervención” puede llegar a convertirse otra pregunta “ que efectos tiene”?. Y la vida diaria es lo que más le importa a la gente, tenemos que vivir con nuestras dudas y enfermedades, abrir varias dimensiones de comparación da espacio a la visibilidad de dimensiones que normalmente atraen últimos la atención y presentar el cuerpo múltiple como la realidad que vivimos no es solución del problema sino manera de cambiar multitud de reflexiones intelectuales.


   Object Lessons de John Law y Vicky Singleton

(Resumen por Marcos Moreno Hernández)


El artículo trata sobre un objeto específico, la enfermedad alcohólica hepática (EAH) Enfermedad mortal que cuesta muchas camas en hospitales y grandes cantidades de dinero.

El objetivo de la instigación en la que se basa el artículo era en primer lugar, mapear los procesos involucrados en el diagnóstico y el tratamiento de la EAH, es decir dar seguimiento a el trayecto típico de los pacientes dentro de la organización del cuidado médico en el sistema hospitalario para ver si se podía manejar de mejor manera, sin embargo la idea de un trayecto típico resultó ser esquiva y difusa, dado que se trata de un objeto “borroso” o confuso, ya que esta enfermedad puede confundirse con cirrosis hepática, alcoholismo, etc.

Sobre la razón de esto Law y Singleton clasifican las respuestas en 3 formas: técnicas, de manejo y ontológicas.

En cuanto a las técnicas no existe un consenso general sobre la definición de EAH, por lo que el manejo viene a ser algo así como la acción de hacer a los objetos encajar para ser estudiados por los científicos sociales.

El argumento del artículo sugiere que si deseamos conocer cierta clase de realidades (supuestamente borrosas) entonces necesitamos repensar el método de formas radicales pensando más cuidadosamente en la naturaleza de los objetos en el mundo.

Los autores sugieren que para comprender mejor la complejidad de EAH es conveniente imaginar este objeto como un objeto de fuego, es decir un objeto fluido y que depende de otros objetos y que son al mismo tiempo energéticos, es decir que transforman y dependen de diferencias.

De acuerdo con Latour un móvil inmutable es algo que está en movimiento pero que conserva su forma, como la EAH. Los imperios, sostiene Latour, incluyendo el imperio de la ciencia se mantienen porque circulan dentro y a través de estrechas redes que les permiten mantener su forma. Es así que esta enfermedad es un objeto que fluye a través de diferentes entidades, que no solo son diferentes sino que tienen diferentes nombres.

Los estudios de ciencia y tecnología STS argumentan que las realidades de las que dan cuenta estos estudios son producidas y son descritas simultáneamente, lo cual significa que las diferencias no son cuestiones de diferentes perspectivas sobre un mismo objeto, si no el “enactment” de diferentes objetos en los diferentes contextos en que operan. Así, un objeto es algo así como un patrón de presencias y de ausencias.

Finalmente se sugiere que no se pueden conocer a los objetos a menos de que se les piense como en un juego de dinámicas generadas y generadoras de realidades que necesariamente están ausentes y presentes al mismo tiempo, como ocurre con el alcohol para el diagnóstico de EAH, dependiente de su ausencia/presencia.



Principles and Practices of Medicine .The Co-existence of various Anemias de Annemarie Mol and Marc Berg (Resumen por Marcos Moreno Hernández)


El artículo argumenta que en la práctica y en los textos médicos es común que existan diferentes lógicas al mismo tiempo. En el artículo se analizaron prácticas médicas y textos científicos en Holanda con respecto a la Anemia desde sus tres tipos de definiciones: patofisiológica, estadística y clínica. Estas tres definiciones se entrelazan con diferentes estrategias para la creación de niveles normales de hemoglobina y para la detección de pacientes con anemia. Las discrepancias entre estas definiciones, sin embargo, no llevan a las controversias que pueden esperar aquellos que creen en consistencia. En cambio, la retórica de principios-y-prácticas contribuye para su pacífica coexistencia.

Mientras que los principios establecen las principales racionalidades que subyacen a la intervención médica y la práctica descansa sobre estos, factores extra científicos como la inseguridad, la presión, las emociones, la escaces, y las restricciones de tiempo la apartan de su ideal.

Los hechos biomédicos supuestamente eran acerca de la naturaleza, y por lo tanto lejos del alcance de las ciencias sociales, por lo que los datos biomédicos han sido tratados como mutuamente excluyentes de los factores culturales. Sin embargo en estudios recientes se ha analizado el conocimiento biomédico como otro fenómeno sociocultural.

En The introduction to Biomedicine Examined, (Lock 1988:3) se habla sobre los significados y valores implicitos en el conocimiento y prácticas biomédicas y los procesos sociales a través de los cuales se producen estos conocimientoe. Por otro lado en el estudio de Latour y Woolgar sobre la construcción de la hormona TRF se subraya el trabajo que implica el ensamblaje de números y la redacción de artículos en el contexto del laboratorio científico. Encontraron que los hechos no eran encontrados sino prácticamente producidos.

Por tanto, los principios en medicina son prácticamente producidos y contribuyen a producir nuevos tipos de prácticas. Así, la construcción de hechos científicos es tanto social como material.

Mol y Berg, sostienen que el llamar a unas cosas principios y a otras prácticas es una forma de hacer converger pacíficamente a lógicas médicas divergentes. Esto implica que analizando instancias de la retórica de los principios y de la práctica puede resultar útil si uno quiere estudiar la heterogeneidad en la Medicina. Para esto analizaron textos médicos sobre la anemia y se hicieron entrevistas y observaciones.

Lock (1985:24) afirma que no se puede asumir que los textos médicos reflejen cercanamente lo que los clínicos de hecho hacen.

En la medicina actual, la cuestión de si un paciente tiene o no anemia no se responde sino hasta que el nivel de hemoglobina en su sangre ha sido medido, para esto se utiliza el laboratorio. Sin embargo, para etiquetar a un paciente como anémico se requiere de una aguda interpretación.

Los libros están llenos de advertencias sobre las diferentes variables que influyen en la medición de los niveles de hemoglobina, y los resultados dependen de las técnicas empleadas, por lo que los libros sugieren que esto se haga con referencia a los valores más apropiados para cada individuo. Sin embargo los valores de referencia varían significativamente entre personas viviendo a diferentes altitudes, entre niños de diferentes grupos de edades, entre hombres y mujeres, entre mujeres preñadas o no, etc.

Asímismo, clínicamente hay una definición que dice que la Anemia es una deficiencia del nivel de hemoglobina en la sangre cuando hay menos de 12g por 100 ml, sin embargo una diferencia de 4 g/100 ml puede no ser significativa para algunos individuos. Así, la consideración de si un nivel de hemoglobina puede ser considerado bajo o no, es una cuestión que resulta compleja.

Por otro lado la patofisiología nos enseña que un nivel de hemoglobina es normal si este es suficiente para llevar el oxigeno requerido a los tejidos, y es anormal cuando mecanismos compensatorios tratan de contrarestar esta falta. Así, la estadística de los laboratorios y la patofisiología no se refieren al mismo objeto; cada uno define a la anemia a su propia manera, ofreciendo cada una sugerencias diferentes para la práctica médica y para el diagnóstico, mientras que para la lógica clínica, la gente no padece de anemia mientras no existan sintomas.

Así, la retórica de la práctica / principios por tanto, sugiere la existencia de un conjunto consistente de principios que explican lo que la anemia es, y una práctica para manejarla de acuerdo a estos principios. La práctica puede desviarse de las líneas que marcan los principios dado que estos son influenciados por factores sociales y culturales además de que debe encajar en un contexto local