Diferencia entre revisiones de «Cuestiones sobre adaptación social: Desarrollo y aprendizaje»

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m CUESTIONES SOBRE ADAPTACIÓN SOCIAL: DESARROLLO Y APRENDIZAJE trasladada a Cuestiones sobre adaptación social: Desarrollo y aprendizaje
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Las concepciones del desarrollo y de la Psicología Evolutiva han transcurrido bajo enfoques de la “construcción” de la inteligencia y del mundo social por regla general. La “adaptación” era admitida bajo un parámetro contextual o nebular, porque su origen evolucionista le hacía candidato a las críticas de este mismo paradigma. Sin embargo, el término nunca fue negado o, en tal caso, a lo sumo fue matizado. Una de las típicas y tópicas matizaciones fue la realizada por Piaget. Para este autor, la adaptación es un proceso en el que se construyen esquemas en interacción con el entorno; donde se destacan dos actividades complementarias: la asimilación y la acomodación. Sin entrar ahora a definir tales términos, remitimos al lector a ellos. Para lo que sigue, nos interesan más dos conceptos dentro de esta teoría: el ''equilibrio'' y la ''organización''.
 
La adaptación es traducible a una equilibración y a una organización estructural con respecto al entorno. Supongamos, por un momento, que dicho entorno no tiene gravedad, pequeños meteoritos nos golpean continuamente y no existen alimentos con los que mantener nuestro organismo. Resulta harto evidente, que dicho entorno, nos resultaría hostil para nuestras condiciones de vida. Consideramos, así pues, al entorno, al mundo como posibilitador de condiciones óptimas de vida. Nosotros somos susceptiblessuceptibles de adaptación a tal entorno. Pero, ¿realmente hacemos una tarea de equilibración en nuestro intento adaptativo? Es decir, ¿se consigue el equilibrio? Ese es el intento, la tendencia; no obstante, el equilibrio a veces nos es tan esquivo como la felicidad.
 
Por otro lado tenemos la organización estructural. El entorno se organiza en nuestra mente a base de esquemas más o menos perfilados que constituyen nuestro sistema cognitivo. Éste, está estrechamente vinculado al entorno, o al menos trata de estarlo. Lo que nos interesa ahora, es que la organización estructural pertenece a nuestro sistema cognitivo y no al mundo o al entorno. La pregunta resultante sería ¿es nuestra organización estructural suficiente y/o necesaria para la adaptación a condiciones óptimas de vida?
 
Vygotsky propone en su teoría, que nosotros y el entorno social, colaboramos para moldear la cognición en formas más adaptativas. Tales formas son de origen cultural. Ha incluido dos aspectos interesantes: por un lado, añade al entorno el atributo social; y, por otro, cifra la representación mental y la cognición en aspectos culturales. La adaptación se centra, por ende, en lo social y lo cultural de nuestro entorno y, también, en cómo nosotros interactuamos con él. Las cuestiones que surgen son: ¿es nuestra adaptación un proceso de culturización? ¿es social todo proceso adaptativo? ¿es social o cultural todo proceso cognitivo?
 
En lo único que se ponen de acuerdo ambas concepciones es que entre el entorno y el individuo existe interacción. Posiblemente la clave adaptativa radica más en la interactividad de las componentes que en el individuo o en el entorno solamente. De este modo, concluimos que la adaptación es interacción fundamentalmente. La idea de la interacción es consistente en el concepto de adaptación en base a que hay que adaptarse a algo y que ese algo debe tener unas condiciones mínimas que permita dicha adaptación. ¿A qué hay que adaptarse? y ¿cuáles son las condiciones de permisibidad adaptativa?
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En lo relativo a qué condiciones permiten adaptarse, entendemos que la interacción debe permitir a los humanos relacionarse y compartir significados; siempre y cuando aceptemos el hecho de existencia de sociedades y culturas. Lo que permite a los seres humanos relacionarse es su contacto; y lo que permite a las personas compartir significados es la interiorización de dichos significados.
 
Pero volvamos al equilibrio y a la organización estructural antes de proseguir. Para ahorrarnos los problemas que nos presentan los continuos ajustes y desajustes en la búsqueda del equilibrio en la adaptación, vamos a introducir un nuevo término que espero aclare mejor lo que ocurre: calibración. Lo que hacemos es ajustar la escala de nuestro instrumento de medida -el cerebro- con la precisión deseada. Calibramos nuestras cogniciones con el fin que se ajusten, lo más fielmente posible, al entorno representado. Ahí es donde radica nuestra pretensión de equilibrio, aunque la calibración la hagamos mal. Una vez que entendemos calibrados los parámetros cognitivos, procedemos a generar estructuras y esquemas sobre el mundo. Más que equilibrar y organizar, lo que hacemos es calibrar nuestras cogniciones. Lo que se busca es la precisión, la efectividad adaptativa, lo mejor posible en el mínimo de tiempo disponible. La equilibración u organización estarían bajo la perspectiva de unas condiciones “ideales”. La adaptación procede de una mutación empírica, sobre la marcha; siempre en busca de la funcionalidad. La mutación empírica a nivel genético y biológico es más lenta que la ocurrida a nivel de contactos humanos o de interiorización de significados. LaUna adaptación biológica es temporalmente distinta a la adaptación cognitiva.
Si recapitulamos, podemos entender que la adaptación es calibrar la interacción con el entorno. Para calibrar dicha interacción, utilizamos dos mediadores ya mentados: el contacto humano y la interiorización de significados (o de representaciones mentales). Por “calibrar” entendemos el ajuste que busca precisión, funcionalidad y operatividad entre el individuo y el entorno.
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'''Contacto humano y aprendizaje'''
 
La interacción con objetos mediáticos que son conscientes de nuestra existencia y que responden, de algún modo, a nuestras demandas producenproduce un efecto de perfeccionamiento de nuestras posibilidades motrices y cognitivas. Cuando la mediación interactiva tiene una “forma” dirigida e intencional (un formato), se produce el efecto de afinamiento en las destrezas que exige tal formato por su repetición y entrenamiento. A la interiorización de la mecánica de un formato se le puede llamar aprendizaje. Es decir, la acción de unos seres humanos sobre otros -el contacto- produce aprendizaje. La ausencia de este contacto produce ausencia de afinamiento y de interiorización; porque el único referente para la calibración son los propios estímulos del individuo y no puede precisar una intersubjetividad o un sistema de significados: si no hay contacto, no hay accesibilidad; si no hay accesibilidad, no hay nada que compartir, ni formatos, ni significados.
 
 
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'''Interiorización de significados y aprendizaje'''
 
Interiorizar significados permite tener acceso a formatos distintos y, por lo tanto, permite poder movernos deentre uno a otroellos; saltar y brincar de un formato a otro para tener diferentes experiencias interactivas. Aprender formatos significa tener una accesibilidad interactiva a tenor de lo que permiten tales formatos. Aprender formatos significa, en definitiva, adaptarnos a toda situación intersubjetiva que produzcan los formatos. En el número y en la potencia de semejantes formatos radica la calibración interactiva, la adaptación. Si no aprendemos a movernos en contextos o representaciones distintas, tenemos un número de significados compartidos restringidos, con lo que la interacción se ve limitada y nuestra adaptación también.
 
 
'''La adaptación social'''
 
Después de lo suscrito cabe preguntarse qué adaptación no es social. A nivel cognitivo podemos considerar que toda adaptación es social en orden a que se producen contactos humanos durante el desarrollo del individuo e interiorizaciones de lo que significan dichos contactos. Podemos suscribir que la adaptación social es la participación en los formatos de ese entorno. Resulta evidente que la participación se hace en distinto grado o nivel: no todos los individuos participan de la misma manera en los formatos. En sentido genérico, la adaptación social es calibrar la interacción en un escenario; o bien, saber qué papel representar en un contexto. En un modelo del desarrollo como el presentado hasta ahora, el crecimiento se oferta como un aumento de interiorizaciones y de contactos interactivos. Pero el incremento no sólo se oferta en el número acumulativo o en la sucesión temporal de experiencias, sino que se realiza, asimismo, en la potencia y precisión de la representación de papeles en un escenario social. A este incremento es lo que llamamos afinamiento.
 
Por otro lado, integrada y conjuntamente con el desarrollo, el aprendizaje oferta interiorizaciones operativas y funcionales, extrayendo la forma efectiva de cómo representar un papel. Derivado de todo ello, se puede decir que, desarrollo y aprendizaje, son las dos caras de la misma moneda. Mas esa moneda sólo adquiere significado respecto del dinero que hay en circulación (adquiere valor); de suerte que estos conceptos, están sujetos a las fluctuaciones del mercado: para unas funciones adaptativas se recurre al desarrollo principalmente, para otras, al aprendizaje. Sin embargo, la riqueza radica en ambos.
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En virtud de considerar a la adaptación no sólo como interacción, sino como un proceso de ajuste -calibración-, la estrategia o rumbo que tengan nuestras cogniciones es de una importancia capital. En el proceso de calibración interactiva, proyectamos y dirigimos operaciones de conducta. En esa proyección se pueden tener en cuenta las conductas del otro además de las propias. A esta estrategia la denominaremos operar. Operar es, por ende, hacer operaciones para calibrar la interacción. Al resultado de estas operaciones lo vamos a llamar inferencia, con independencia de la efectividad de dicho resultado. Si la inferencia demuestra de algún modo su eficacia, adquiere el grado de razonamiento.
 
La adquisición de la estrategia de operar mentalmente procede, en un primer momento, de los contactos interpersonales, para pasar posteriormente a la interiorización significativa de esos encuentros. Lo que se distingue en los contactos humanos es la identidad de los participantes. Identificar (quién es quién) es una estrategia primigenia y fundamentalmente perceptiva y memorística. Se trata de distinguir a los que intervienen en la interacción para establecer relaciones y poder operar con ellas. Una vez identificados los actores, se pasa a averiguar el papel que juegan, cuál es su función. A esto lo denominaremos estrategia del funcionamiento interpersonal, que no es otra cosa que una derivación adaptativa del principio de identidad antes enunciado. La función que cumplen los participantes es una cuestión de interiorización de la identidad de aquellos: los demás cobran significado en el sentido que sirven a un propósito, deseado o no por nosotros.
 
Una tercera estrategia muy estudiada por la psicología cognitiva es la del procesamiento de información, que es, en definitiva, lo que con anterioridad se denominó genéricamente operar (claro que para esta tendencia, procesar información contiene todo lo suscrito). Existe una sutil diferencia, aunque usaremos el término ‘operar’ de aquí en adelante para economizar. La sutilidad consiste en que procesar información es almacenar, recuperar y operar con dicha información, mientras que operar sólo consiste en realizar operaciones. Si bien, ¿cómo se puede operar sin datos? Lo mismo que nuestras cogniciones no caen en el vacío, éstasaquéllas no salen de la nada. Realizar operaciones es tener algunos datos, aunque estoséstos sean inconsistentes.
Finalmente, existen una serie de estrategias de comprobación de resultados. Algo así como evaluar los daños y los beneficios, analizar los pros y contras o verificar nuestros cálculos y los procesos que en ellos intervienen.