Wikichicos/Segunda Guerra Mundial/La guerra en Europa
El Tratado de Versalles
editarEl Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía pagar a los vencedores de la Primera Guerra Mundial. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía. Francia recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von Bismarck en 1870.
El Imperio ruso
editarEn el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotski. Después de firmar el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, que vencieron, creando la URSS en 1922. Sin embargo, ésta había perdido mucho territorio por haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el Tratado de Versalles.
Europa Central
editarEn Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del Imperio Austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. Además, el extinto Imperio tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia.
Alemania
editarEn Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: Bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza.
Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.
Nazismo
editarTodo eso favoreció la creación y organización de los Freikorps y otros grupos paramilitares que junto con los segmentos de población que les apoyaban fueron el nacimiento del nazismo, como gran aglutinador, a finales de los años 20 e inicios de los 30. El partido nazi hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario.
El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran Depresión de inicios de los 30, hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación.
Ideario del nazismo
editarLos ideólogos del partido establecieron las controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su ideario:
- la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas potencias aliadas;
- la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes (judíos), culpables además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918;
- además, Alemania tenía derecho a recuperar los territorios que habían sido suyos, así como asegurarse el necesario espacio vital (Lebensraum) para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas quedaron plasmadas en el Mein Kampf.
Partiendo de la sensación de afrenta originada por el Pacto de Versalles, los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la situación. Así se justificó la represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del Estado.
Objetivos de Hitler
editarEl principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de Dánzig. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Gran Alemania Großdeutschland.
El oeste de Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos, según el gobierno alemán, estaban siendo infringidos.
La anexión de los Sudetes
editarLa anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi.
Sin embargo, en marzo de 1939 los ejércitos de Alemania entraron en Praga tomando el control de los territorios checos restantes. Al día siguiente, Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el establecimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición del Estado títere de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de Memel, perteneciente a Lituania.
El fracaso del apaciguamiento
editarEl fracaso del apaciguamiento demostró a las potencias occidentales que no era posible confiar en los tratados que pudieran firmarse con Hitler, así como que sus aspiraciones expansionistas no podían seguir siendo toleradas. Polonia rechazó ceder Dánzig a Alemania y firmó con Francia un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1939 y en agosto también lo suscribió con Gran Bretaña.
El Pacto Ribbentrop-Mólotov
editarPor su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que incluía un protocolo secreto por el que ambas potencias se dividían Europa central en esferas de influencia, incluyendo la ocupación militar.
Hitler pasó entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes.
Italia
editarDurante la década de 1920, el primer ministro italiano Benito Mussolini habló con creciente insistencia sobre la necesidad de una expansión imperial, argumentando que Italia necesitaba darle una solución urgente a su «exceso de población».
- En 1935, Italia inició la segunda guerra italo-etíope.
- En octubre de 1938, a raíz del Acuerdo de Múnich, Italia exigió concesiones de Francia. Estas contemplaban un puerto libre en Yibuti, el control del ferrocarril Addis Abeba-Yibuti y la participación italiana en el manejo de la Suez Canal Company
- El 7 de abril, las fuerzas italianas desembarcaron en Albania y al cabo de tres días ocuparon la mayor parte de su territorio.
- El 28 de octubre de 1940, Mussolini decidió atacar a Grecia en respuesta a la decisión de Rumanía de alinearse más cerca de la Alemania nazi que de Italia. Pero sin escuadrones de la Regia Aeronautica cubriendo su desplazamiento desde el aire, las fuerzas griegas lograron reagruparse y pasar a la contraofensiva, empujando a los invasores bien dentro de Albania. Hitler acudió en ayuda de los italianos y Grecia se rindió formalmente a alemanes e italianos en abril de 1941, y el país quedó dividido en tres sectores, el alemán, el italiano y el búlgaro.
Benito Mussolini
editarBenito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, en 1919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación.
El fascismo
editarEl fascismo creado por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un movimiento (Partido Nacional Fascista en el caso italiano) y contrario a las instituciones democráticas. Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo símbolo de poder entre los romanos, consistente en un haz de varas con un hacha en el centro.
Los movimientos obrero y campesino en Italia
editarEn estos años los movimientos obrero y campesino se manifestaron de manera más radical al tomar las fábricas y las tierras bajo su control, en un intento por imitar la Revolución Rusa. Los industriales y terratenientes, asustados por esta amenaza a sus intereses, apoyaron económicamente a los Fasci di combattimento.
En septiembre de 1922 los camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro.
Este empezó a autodenominarse Duce ('Caudillo'), y estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos, al Partido Socialista, a la prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. Suprimió las libertades individuales y el derecho de huelga. Controló los medios de comunicación y solo permitió propaganda que exaltara el nacionalismo y el fascismo.
Expansión territorial de Italia
editarDel mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de Italia a la expansión territorial, de grado o por fuerza. Mussolini comenzó una gran campaña expansionista conocida como el colonialismo italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó por la fuerza Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de Naciones.