Psicología Social de la Comunicación/Introducción: la comunidad virtual Chueca.com


La época moderna ha creado un particular tipo de sujeto atravesado por derechos y deberes resultantes del contrato social, un sujeto susceptible de ser maleado y disciplinado en la vigilancia de sí mismo. El sujeto moderno se concibe como integral, como in-dividuo es decir, como poseedor de una personalidad central fuerte (el yo) que posibilita que se comporte de una forma racional y le da una continuidad espacio-temporal definida, a partir de un eje vital centrado en lo laboral. La espacio-temporalidad de la modernidad es cuadriculada. La separación ocio-tiempo de trabajo bajo la que se organiza la sociedad ha ido generando parcelas en las que los individuos nos colocamos, tanto ubicados en el tiempo como en el espacio. Esta separación organiza la vida social de tal forma que no hay mucho espacio para la incertidumbre.

En la sociedad post-industrial, con una urbanización creciente y la consecuente anomia que crea la ciudad, las identidades pierden su enraizamiento en un lugar y se generan distintas comunidades afectivas (Maffesoli, 1988) en donde performar una serie de normas sociales diferentes a las que se daban en la configuración espacio-tiempo de la modernidad. El cambio que se está operando a raíz de las innovaciones en las tecnologías de información y comunicación (TIC’s) nos lleva a replantearnos, pues, estas dos categorías de ordenamiento del magma socionatural: el espacio y el tiempo. La sociedad que estamos construyendo se organiza en redes y en células interdependientes más que en engranajes jerarquizados, que caracterizaban a la modernidad. Este fenómeno provoca una transformación de estas referencias clásicas espaciales y temporales, dada la abundancia, variedad, diversidad y acceso instantáneo al universo informacional y relacional. Actualmente, esta emergiendo una cultura de la complejidad que adopta como nuevas referencias el pensamiento sistémico, lo no lineal, lo multidimensional y lo dinámico. Aparecen así, nuevas actividades ligadas a las TIC’s que tienen una fuerte demanda social, y nos hacen repensar la relación con el tiempo, principalmente en el ámbito laboral y de ocio. El tiempo de trabajo, anteriormente elemento de integración social, es reemplazado por el tiempo dedicado al ocio como nuevo elemento de cohesión social, debido a la crisis del empleo que se opera en los países industrializados a partir de 1970. El tiempo hoy es simultáneo y sincrónico, inmediato, el aquí y el ahora, en un territorio no espacial pero imaginado y vivido como nuevo espacio. De esta forma el espacio público vivido desaparece, y es sustituido por un nuevo territorio digital donde se dan nuevas formas de relación. Las TIC’s generan de este modo redes telemáticas de interacción social centradas en un interés común de sus participantes; y permite la configuración de nuevas identidades diferentes a las de la modernidad. La nueva subjetividad tecnoindustrial gestiona una identidad múltiple, multiforme, relacional, fragmentada y contextual que se negocia en las múltiples relaciones sociales que establece (Cabruja 1996). Las comunidades virtuales aparecen como nueva forma de sociabilidad de este individuo contemporáneo.

El término “Comunidad Virtual” (C.V.) sugiere diferentes fenómenos relacionados con la Comunicación Mediada por Computador, como la experiencia de compartir con otros sujetos un espacio de comunicación a través de nuestra conexión y participación diaria en ese espacio sociosimbólico que emerge de un soporte tecnológico. Las Comunidades Virtuales aparecen como nueva forma de sociabilidad del individuo contemporáneo, configurado sociotécnicamente como usuario / consumidor tecnológico. Así pues, las C. V. como fenómeno social en este nuevo panorama son tomadas como objeto de nuestro análisis y estudio. Igualmente, aunque se ha generado el concepto no existe una definición comúnmente aceptada de las mismas (Blanco 1999) y encontramos también el término “Redes Sociales Sostenidas por Computador” (RSSC) para hacer referencia al mismo fenómeno estudiado (Finquelievich 2000) . A pesar de ello, podemos delimitar una serie de características generalizables en la dinámica de este fenómeno (Blanco 1999:195):

- Una estabilidad relativa de la C.V. que se consigue cuando en cada grupo existe un conjunto de personas reconocidas, que se ven a sí mismas como representantes de una entidad cohesionada que constituye la C.V. (Neal 1996)

- La disposición de dispar procedencia geográfica de sus miembros, origen y organización material.

- La anonimidad de la Red que facilita oportunidades de inventar versiones alternativas de uno mismo, y enzarzarse en formas no experimentadas de interacción (Baym 1995)

- La emergencia de ciertas normas consensuadas de conducta e identidad que marcan las pautas en las relaciones sociales mantenidas a través de la C.M.C. (McLaughlin, Osborne y Smith 1995)

- Las reflexiones en torno al papel del individuo como persona frente a la Red

- La participación activa del individuo en la C.V. (Mackinnon 1995)

La C.V. elegida para nuestro estudio cumple dichas características. En el portal Chueca.com, sección lesbianas, se ha generado un grupo estable de usuarias activas que se autodefinen como un grupo de amigas, que surge precisamente de la participación activa en dicho espacio compartido. Las usuarias mantienen lazos afectivos entre ellas, y relaciones sociales fuera de la red, a nivel grupal (kedadas), y / o a nivel personal (citas).

Asimismo, se expresan con un lenguaje común caracterizado por el exagerado alargamiento de las letras de las palabras, así, como comparten ciertas normas de presentación y despedida, y rituales compartidos como el intercambio de emoticones.

Igualmente muchas usuarias que dejan de participar durante un lapso de tiempo suelen justificar su falta de participación, y recuerdan a las otras usuarias que siguen ahí, aunque no dispongan de tiempo para participar en el mismo. También estas usuarias reflexionan sobre ese espacio y sobre su papel frente al mismo. El elemento de cohesión entre las miembros del grupo es la identidad de la C.V. (Baym, 1998, Jones, 1998) que surge de un servicio orientado comercialmente a un perfil de las mismas: Lesbianas.

Dicha comunidad virtual esta formada por alrededor de 30 usuarias de entre 18 y 35 años, la mayoría de las cuales son estudiantes y / o profesionales que se conectan diariamente 3 o más horas a estos servicios. Por ello podemos hablar propiamente de “Una vida en la pantalla” (Turkle, 1997)

Nuestra C.V. objeto de estudio, surge de un sitio Web comercial enfocado al público español y latinoamericano no heterosexual, el portal Chueca.com, que ofrece una serie de servicios de información, entretenimiento y contactos para que se desarrolle en él una comunidad virtual. Estos portales comerciales son en si mismos medios publicitarios de determinados productos, que utilizan una estrategia de marketing de personalización de sus páginas web comerciales, a través de ofrecer estos servicios para que surjan y crezcan comunidades virtuales. De esta manera se garantiza la fidelidad de grupos de clientes, consumidores potenciales de los productos ofertados y anunciados, y se utilizan estrategias publicitarias adaptadas a las características del target de sus usuarios. En el caso del portal Chueca, este ofrece foros de discusión (espacios de intercambio de opiniones en forma asincrónica sobre diferentes temas), chats (espacios de conversación en línea de forma sincrónica) y paginas personales gratuitas; delimitando estos espacios de interacción social en segmentos homogéneos de población con intereses comunes (Gays, Lesbianas y Bisexuales). También ofrece información sobre actualidad periodística, sobre ocio y cultura... incluida la consulta de un psicólogo. Este portal creado por Felix Bernett y Diego Bejar esta en línea desde hace más de tres años, y es uno de los portales españoles más rentables de Internet, con una cifra de tráfico de visitantes de más de 500.000 visitas al mes.