Pisología Social de la Comunicación/N7b
== LA IMAGEN CORPORAL ==
1. INTRODUCCION
editarLa imagen no siempre refleja la realidad, depende de cómo la veamos y nos la muestren. Como ya sabemos, en función del ángulo en que se mire, de la intensidad de la luz que haya, de los colores... la realidad se percibe de distinta, incluso diferente forma según los ojos de quien la observe, influyendo en ella nuestra experiencia, educación... Dentro de la imagen, encontramos la auto percepción de nosotros mismos, de nuestro cuerpo. Y también, en este caso, no siempre lo que vemos es lo que hay en realidad. Nos gustaría adentrarnos en este concepto y observar como en función de diversos criterios y sobretodo de nuestra cultura, y de la época histórica en que nos encontramos, que tipo de imagen existe ante nuestros cuerpos y como ésta puede o no verse modificada. Analizaremos como a través de los medios de comunicación, a través de las imágenes y las palabras se intentan enviar mensajes a la sociedad para determinar su forma de percibir la realidad respecto a nuestro propio cuerpo, es decir, el como quieren que nos veamos y nos mostremos. La preocupación por la imagen corporal es un concepto que existe des de hace siglos, aunque el concepto de belleza ha sido valorado de forma distinta en cada una de las épocas. Estos valores han girado en torno a la necesidad del individuo de ser valorado por lo demás y aceptado socialmente, a más a más de suponer una forma de comunicación, y una forma de crear una identidad. El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la tarjeta de presentación de una persona, ==que debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y no verbal. Por tanto, cuando hablamos de imagen personal, no nos referimos solamente al atuendo que se lleve, sino que es algo más amplio, que abarca también: los rasgos físicos, posturas y movimientos al sentarse, al caminar, al saludar, el tono de la voz, la mirada, la risa y la sonrisa, la higiene, la cortesía, la educación, etcétera. Podemos decir que es un estilo de vida, la forma de ser y actuar y en consecuencia, cada persona tiene la suya propia.
2. LA IMAGEN CORPORAL
editarEl cuerpo es un elemento clave de la identidad individual en muchas sociedades. En la adolescencia el cuerpo cambia y aumenta la necesidad de aprobación, por la presión de ajustarse al modelo dominante.
“El cuerpo es una construcción simbólica, no una realidad en si misma” (Le Breton, 1995)
Desde los inicios, la existencia humana ha sido plenamente corporal. Las percepciones del cuerpo vienen determinadas por una cultura particular, mediante la ideología dominante del momento. Por ello, algunos autores denominan algunos trastornos propios de una cultura como “étnicos”. Podemos observar en la obra ‘Leda con el cisne’ de Leonardo da Vinci el modelo de cuerpo femenino en su época. Los minuciosos estudios anatómicos de Leonardo, llevaron entre otras cosas a la formulación de un canon, que se encuentra presente en el cuerpo de Leda. El torso tiene formas llenas, juveniles, la antigua lisura y el corte de pelvis clásico; en cambio, los pechos tienen las mamilas hundidas y son un poco demasiado abultados en su mitad inferior, cosas que evitaba el arte griego. El rostro, con su forma ovalada hasta acabar casi en punta y su enigmática sonrisa en los labios, finamente trazados. Si nos fijamos en una imagen de una mujer occidental en pleno siglo XXI, que muestra la nueva imagen corporal que se ha adquirido y los cánones de belleza a seguir. Piel morena, delgada, esbelta, pecho terso... En la modernidad aparece el culto a uno mismo (conforme los valores de una sociedad individualista). Los modelos de belleza se presentan como “construcciones sociales” distintas en cada época histórica. Cada cultura concreta dichos cánones, asociando el concepto de belleza a distintas características como son el tono de piel, el peso… La imagen corporal se construye así en base a la normativa social de cada momento, siendo el prototipo femenino el que más ha variado a lo largo de la historia, y al que más se le ha exigido, mientras la imagen prototípica del cuerpo masculino ha permanecido igual durante mucho tiempo.
La imagen corporal se interioriza por múltiples vías desde la infancia (publicidad, opiniones de amigos...). Si observamos una imagen de ‘barbie’ veremos presente el modelo en nuestra cultura que nos refleja, des de muy pequeñas, el modelo a seguir de la mujer. Existen diferentes autores que opinan que ciertos tipos de trastornos son fruto de una crisis estructural de la sociedad. En la actualidad se contraponen dos modelos de concebir el cuerpo: por una parte el cuerpo sano (hacer ejercicio, dieta equilibrada) modelo que nos ofrecen las ciencias médicas, frente al modelo de la industria del consumo de belleza como éxito social, ideal de feminidad (moda).
La imagen corporal puede ser definida como una representación interna, mental, o auto esquema de apariencia física de una persona. A través de la percepción de cómo nuestros cuerpos son estructurados, desarrollamos un esquema corporal o estructura cognitiva. Así, la insatisfacción con la imagen corporal es un elemento de la percepción de uno mismo, y la percepción negativa de uno mismo es síntoma de depresión. Por tanto, una imagen corporal negativa puede determinar la aparición de una baja autoestima y depresión, o sea, sufrimiento.
Es decir, la cultura establece los patrones de belleza a través de los cuales se concibe el atractivo físico, que influye en las relaciones sociales y en los juicios que hacemos sobre la propia imagen.
Dicen que: “una imagen vale más que mil palabras”, y sabemos que la imagen corporal con la que nos presentamos en sociedad, es el efecto o resultado de la comunicación voluntaria o involuntaria de una identidad. La comunicación corporal posee códigos y canales específicos, que despertará, primero en uno mismo y luego en el otro, una imagen o una idea de lo que se quiere comunicar. Así, existe la comunicación intrapersonal, que la establece el sujeto consigo mismo, y que le permite conocerse con el fin de enriquecer el esquema corporal, y por otra parte, la comunicación interpersonal, que se establece con el otro (de a dos). Ahora se trata de aprender a interactuar y a comunicarse, participando de un aprendizaje mutuo, que permita aceptar, adecuar, sintonizar y transformar el lenguaje corporal propio conjuntamente con el del otro para llegar a un verdadero diálogo corporal. La comunicación también puede ser grupal, si se da entre tres o más personas o intergrupal si quedan involucrados dos o más grupos. La imagen influye en todos los tipos de comunicación, y se constituye como un texto que los demás leen, pudiendo extraer un significado. Sabemos que una imagen puede tener distintos significados, y que muchos de estas relaciones entre signos-significantes son arbitrarias. Así, actualmente, las mujeres delgadas se consideran sanas, simpáticas, guapas. Se cree que son más persuasivas y que tienen más posibilidades de encontrar pareja. Son más apoyadas socialmente y normalmente funcionan mejor con el lenguaje no verbal. Además, es habitual que se encuentren mejor adaptadas al medio en que viven, que resulten más deseables para los demás, que produzcan una mejor impresión inicial y que sean percibidas como más competentes, más sanas e incluso menos propensas a desarrollar enfermedades mentales. Y, para rematar, se las ve como más dotadas en el ámbito de las relaciones sentimentales. Todo lo anterior (así de cruda es la realidad), se basa en la premisa "Todo lo bello es bueno", descrita por Dion, Berscheid y Walster en 1972. Según ese principio, se ha aprendido a catalogar a las personas como buenas según las pautas que han ido trasmitiendo los medios de comunicación, sobre todo, el cine, en el que se establecen predeterminadamente las caras que corresponden al bueno y al malo de la película. Un concepto esencial es la auto imagen corporal, o percepción de las cualidades y atributos físicos de uno mismo. La insatisfacción refleja la discrepancia entre los atributos físicos auto percibidos y los estándares sociales que el sujeto ha ido interiorizando. Las mujeres que se acercan más a sus propios modelos de belleza presentan niveles de autoestima mayores y manifiestan sentimientos más positivos sobre sí mismas. La imagen saludable es un factor relacionado con el atractivo físico, pero no siempre se corresponde con estados de salud correctos. Esto se ve en la percepción que se tiene del bronceado en la piel, tipificado como expresión de salud a pesar de que está asociado al envejecimiento prematuro de la piel e incluso a una mayor propensión al cáncer de piel.
La visión del cuerpo viene también determinada por el sistema político vigente del momento. En primer lugar, el control de peso podría ser una estrategia de normalización, es decir una forma de reducir la diversidad, si pensamos desde una postura basada en la entropía autodestructora del ser humano, es decir, considerando que el ser humano tiende a destruirse a si mismo, de modo que el estado nos unifica, y nos invita a autorregularnos en beneficio del orden social, así, además, las leyes dejan de ser imposiciones para convertirse en normas interiorizadas, que nos permiten conservar la idea de que somos auto-regulados, y además que poseemos cierto autocontrol, característica aplaudida en la sociedad actual.
Socialmente, el cuerpo también podría constituir un elemento diferenciador de las distintas clases sociales, es decir, una estrategia de las clases altas de diferenciarse de las demás. De este modo, encontramos que en las épocas en que la comida era un bien escaso, la belleza de la mujer era entendida en términos de gordura, y en cambio, cuando la comida se convierte en un bien al que pueden acceder las distintas clases sociales, la distinción de las clases altas sólo podía producirse a través de la elección de privarse de la misma. Aún y así, a lo largo de la historia, la belleza se democratiza y da lugar al surgimiento de la competitividad.A partir de los años 80, la sociología centra su atención sobre el cuerpo gracias a una serie de cambios sociales que suceden en esta época, como son el movimiento feminista, la cultura de consumo de posguerra, el fin de la condena religiosa de los placeres sexuales, la democratización del ocio y el hedonismo frente a la ética del trabajo… El cuerpo se convierte en el centro de interés comercial y, por tanto, consumista. En el análisis del cuerpo se pueden distinguir dos perspectivas diferentes. Por una parte, puede ser considerado como producto de la realidad natural, de la evolución social de las especies (perspectiva naturalista), y por otra, podría ser considerado como un producto social fabricado, es decir, como una construcción social. Dentro de ésta última postura, diversos autores han considerado el cuerpo como un elemento clave de la presentación de la persona en sociedad y le han otorgado un símbolo y un valor social. Foucault relacionaba el control político con el cuerpo, considerando éste como un objeto de poder, poder visto como represión del deseo. El cuerpo sería un lugar donde se inviste el poder, por tanto, éste lo domina, controla y oprime. La disciplina sería la técnica para ejercer dicho control sobre los cuerpos. Habló sobre “la política del cuerpo”, estudiando los procesos de docilización de los cuerpos de los ciudadanos a través del control político.
Goffman y Cooley consideraban el rostro y el cuerpo como elementos fundamentales para la presentación social y el prestigio individual. El cuerpo estaría implicado en el establecimiento de un orden micro social y macro social. Según Cooley, el “yo espejo” no podría existir sin la mirada de los otros.
Pierre Bourdieu y Robert Elias establecieron una relación entre la posición social y el cuerpo, de modo que el cuerpo supondría una representación social del estatus, y por tanto, un elemento de distinción individual. Elias mostró como las etiquetas corporales se instauraron en las clases altas a partir del siglo XIV para diferenciarse de las demás clases sociales. A su vez, Bouerdieu consideró que el modo de tratar el cuerpo era revelador del “habitus”, y por tanto, del grupo social. Según él, las clases populares tendrían menos conciencia del valor de la belleza y por tanto, estarían menos dispuestas a invertirle tiempo y dinero.
Para Turner el cuerpo sería un organismo material y una metáfora de la sociedad, el cuerpo estaría mediatizado socialmente pero sería percibido individualmente.
Naomi Wolf repara en el peso que cobra la imagen en las sociedades postindustriales, abordando la belleza como un arma política cuyo objetivo sería frenar el progreso de la mujer.
Para el antropólogo Le Breton, las marcas corporales suponían signos de identidad, y por tanto, el cuerpo poseía una dimensión simbólica, reveladora de la historia personal del individuo. Pero a pesar de todas estas contribuciones, el debate del cuerpo en la sociología sigue siendo minoritario.
A lo largo de la historia, el cuerpo ha sido valorado por tener determinadas formas y medidas, distintas en cada época, pero siempre en función de unos cánones de referencia repletos de connotaciones culturales. En la actualidad, además, el valor que cobra el cuerpo se equipara al que cobra la persona en su totalidad. Las revistas reproducen y expanden dichos mitos de belleza, centrando su interés además en el cuerpo de la mujer por estar lleno de connotaciones que lo constituyen un símbolo cultural. Junto a esto, la prensa femenina del siglo XIX presenta una mujer ideal definida por mentes masculinas, quedando las normas culturales definidas por la herencia del patriarcado. El modelo estético actual se inicia en el mundo occidental a partir de la 1ª Guerra Mundial. Antes de terminar el conflicto se extienden las vacaciones entre la clase alta, por tanto, la ropa ahora se adapta al ocio y aparecen prendas cómodas, deportivas y ligeras.
Chanel introduce el género de punto. Por otra parte, las mujeres que asumen responsabilidad en el frente y abandonan el hogar, adoptan un estilo masculinizado, cabello corto… En paralelo, en los años 20, aparece la obsesión por el moreno y las piernas. El sol y el deporte son para la minoría selecta. La finalidad era el bienestar, la salud y mejorar la descendencia. Con la influencia del cine americano aparece el ideal de mujer fatal, que no concordaba con las mujeres españolas, aunque sí influyó en los modos de peinarse, vestirse, fumar... A partir de los años 30 las revistas femeninas muestran otra realidad de sociedad española. Es a partir de la II Guerra Mundial cuando el ideal de belleza se encarna en la delgadez, y el imperio de la misma se extiende desde los sesenta, aun con algunas variaciones (como el cuerpo delgado pero firme y musculoso de los años ochenta), hasta la actualidad. En los 90 la campaña de Calvin Klein con la modelo Kate Moss refuerza la imagen de escualidez y enfermedad.
Las revistas femeninas preconizan los estereotipos femeninos y fomentan un interés obsesivo por la belleza. A partir de esta preocupación excesiva por la imagen, el cuerpo es vivido como problemático, y el placer de cuidarse y sentirse bien, queda sustituido por una angustia creciente por estar perfecto, por medio de la coacción que ejerce la presión social sobre la auto imagen que formamos sobre nosotros mismos.
Así, la percepción de nuestra imagen, en comparación con los modelos imperantes, puede fácilmente venir acompañada de sentimientos tales como el ridículo, la vergüenza y la baja autoestima.
Por todo ello, podríamos hablar de la violencia simbólica que ejercen los ideales de belleza, ideales que además, en la mayoría de los casos, se sitúa fuera de los límites biológicos. En un estudio realizado por el Hospital Central Universitario de Helsinki concluyeron que si Barbie fuera humana tendría unas medidas imposibles, no podría caminar porque su espalda no la aguantaría, no podría tener hijos y padecería trastornos psicofísicos de todo tipo. De esta forma, cuando los ideales de belleza se interiorizan, y todos los esfuerzos se aúnan por acercarse a él, las personas comienzan a esconder sus particularidades, y se produce una homogeneización o uniformización de la sociedad que nos conduce a la pérdida de la identidad individualizada. Las personas necesitamos identificarnos con los demás para no sentirnos solos, pero a la vez, necesitamos mantener cierta distancia, porque en definitiva, sabemos que somos diferentes. En este sentido, el vestido y la moda cumplen la función de acercarnos al mismo tiempo que nos permite marcar la distancia precisa. La moda también guarda estrecha relación con el capitalismo, ambos se retroalimentan, se fundamentan sobre deseos que se presentan como posibles de satisfacer a través del consumo y comparten emociones tales como la atracción por el lujo, el exceso y la seducción. A la vez, ninguno de los dos conoce el reposo, avanzan impulsivamente fuera de los márgenes de la razón y no suponen progreso. Por otra parte, el progreso científico y técnico que afecta a la sociedad hoy en día, ha influido a su vez sobre la moda.
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3. EL CUERPO ANTE LA MIRADA DE LOS DEMAS
editar“Las mujeres no son en si mismas, sino en sus relaciones con los hombres” según Izquierdo, con ésta frase nos quiere dar a entender cómo los hombres influyen en la percepción de la mujeres, en como quieren agradar al otro y mostrarse al él, y en función de ello determinan su aspecto físico. En nuestra sociedad, la educación sexista recibida hace que las chicas se valoren en función de lo que los demás piensen, y por tanto, la imagen es básica no solo por una cuestión estética sino por toda la carga simbólica que lleva incorporada. Y no sólo hacia los hombres sino también hacia las propias mujeres, nos sentimos más valoradas si los demás nos valoran positivamente.
“Todo (...) contribuye ha hacer de la experiencia femenina del cuerpo el límite de la experiencia universal del cuerpo-para-otro, incesantemente expuesta a la objetividad operada por la mirada y el discurso de los otros” (Bourdieu, 2000:83)
Para Bourdieu la dominación masculina convierte a las mujeres en objetos simbólicos acogedores, atractivos y disponibles, que las coloca en un estado permanente de inseguridad corporal y de dependencia simbólica de los otros. Un estudio reciente concluye que las expectativas sociales de las chicas son más grandes que las de los chicos, lo cual, las lleva a interiorizar más los estándares culturales, a adoptar criterios más exigentes y a sentirse insatisfechas con su cuerpo y menos reconocidas en su valor personal. En consecuencia, interiorizar los ideales sociales y la fragmentación del cuerpo como objeto de atracción sexual, las puede hacer más vulnerables a los trastornos alimentarios al creer que, con la delgadez, conseguirán la perfección y la atracción.
Un estudio australiano advierte que las dietas que emprenden muchas adolescentes para perder peso influyen decisivamente en la aparición de trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia. Según estos expertos, el ejercicio es el mejor método para controlar el peso entre los jóvenes.
Es a través de los medios de comunicación y sobretodo de las revistas (como hemos comentado) para mujeres, que se empiezan a adoptar estos criterios y a interiorizar dichas normas llevándolas a querer seguir ciertos cánones y llevarlos a un extremo.
“Las revistas para mujeres, jóvenes o no tan jóvenes, añaden a la fragmentación corporal, la búsqueda del placer (pero no del propio) (…), sino del placer ajeno. El repertorio de trucos es inconmensurable, pero todos tienen una coordenada común, objetualizarse, es el otro quien decide, cómo, dónde y cuándo, y el que se reserva la nota final” (Murillo 2001:385).
Si tan solo nos fijamos en las portadas de las revistas, sin adentrarnos en ellas, ya podemos observar como se nos muestran mujeres con cuerpos ‘perfectos’, que son símbolo del cuerpo femenino del momento. Nos ha parecido interesante observar que en la mayoría de revistas, tanto masculinas como femeninas, aparecen en las portadas mujeres. Quizás nos podríamos plantear sino sería más lógico que en una revista dedicada a mujeres apareciera un cuerpo masculino. Pensamos que está relacionado con el concepto de Izquierdo, en el que la mujer está dispuesta a la interacción y sobretodo con el hombre y por ello nos deben mostrar los trucos de estar bellas y cual es el modelo que debemos seguir. Con este nuevo concepto de belleza la mujer se ha vuelto esclava de sí misma y de los demás.
4. CUERPO Y GÉNERO
editarLa construcción del cuerpo en función del otro es un ejemplo más de la construcción relacional de género. Son las construcciones de género que condicionan la existencia de una valoración asimétrica para varones y mujeres en las relaciones de poder que entre ellos se establecen y dan lugar a mecanismos de subordinación y exclusión en perjuicio de la población femenina. Este concepto, pensamos que tiene relación con la idea que se ha otorgado al significado de espacio público y privado. El espacio privado siempre ha estado relacionado con la mujer y su estancia en el hogar, su sitio. Es cuando a partir de la segunda guerra mundial que las mujeres han accedido al espacio público (debían trabajar en las fábricas...) y han empezado a reclamar su posición en él y sus derechos. Por otro lado, el hombre siempre ha estado relacionado con el espacio público, y es ahora cuando se le reclama su entrada en el privado.
“El cuerpo y su desarrollo se significan sexualmente a partir de los modelos normativos de género” (Pastor, 2002:10).
Se trata de una construcción psicosocial a partir de lo que la sociedad espera de cada rol. El género supone un sistema de valores que cada cultura construye. Des de la familia y la escuela, el mercado de trabajo los medios de comunicación y el propio estado contribuyen a reproducir y jerarquizar los roles de genero y hace que sean tan sólidos. Todos sabemos perfectamente que des de siempre las niñas van vestidas de rosa des de que son bebés y juegan a muñecas, cocinitas... y los niños se les viste de azul y juegan a fútbol, coches... eso supone que des de muy pequeños vayamos adoptando un rol, el de mujer o el de hombre y que ciertos valores queden implícitos en nuestra cultura. Actualmente, muchas cosas han cambiado, pero es cierto que ahora queda implícito en el rol femenino la posesión de un cuerpo perfecto. Los medios de comunicación refuerzan los atributos de la identidad masculina y nos presentan una imagen esquemática y simple. Los chicos deben representar papeles mucho más masculinos de los realmente adquiridos. Nosotras pensamos que actualmente, los valores están empezando a cambiar y ya no tan sólo aparece esta imagen del hombre, sino que aparecen en televisión modelos de hombres que también se preocupan por el aspecto físico, su imagen corporal y lo que piensen los demás de ellos. La imagen de Jesús Vázquez en “Allá tu” (programa de televisión de actualidad), creemos que representa el nuevo modelo masculino que ya muchos chicos también quieren seguir. De la misma manera que hemos visto que el concepto de cuerpo se construye socialmente, tampoco hay una única definición de masculinidad y feminidad, porque cada cultura establece diferencias entre géneros según su cultura, género, grupo étnico o clase social. El concepto de rol sexual corresponde a lo que tradicionalmente se ha llamado masculinidad y feminidad, y puede ser definido como las expectativas acerca de cuáles son las características de personalidad y las conductas apropiadas para cada sexo, desde el punto de vista social. Este concepto se refiere al aprendizaje y desempeño de los comportamientos socialmente esperados y aprobados para cada sexo, es decir, de aquellos comportamientos tipificados sexualmente. A diferencia de la identidad sexual que se establece tempranamente en la infancia, el rol sexual se va estableciendo más lentamente, no tiene un carácter sólo cognitivo, y se consolidaría durante la adolescencia, en interacción con los cambios físicos, sociales y sexuales asociados con esa etapa de desarrollo. En la postmodernidad se produce una crisis del concepto monolítico de género y, como en el caso del cuerpo, es un concepto relacional, fluido y no cerrado sino que puede cambiar. El postmodernismo es uno de los movimientos más importantes de nuestros tiempos. Es el fin de la razón como guía absoluta, la convicción de que ésta carecía de capacidad para abrir nuevos caminos al progreso humano, en tanto se da una conciencia generalizada de su agotamiento como fuerza innovadora. Es una crítica al pensamiento moderno.
Una prueba de la relacionalidad y variabilidad de género es el nuevo fenómeno denominado ‘metro sexualidad’. El término metro sexual proviene de la ocurrencia del periodista británico Mark Simpson que lo utilizó por primera vez en un artículo publicado en 1994 en el diario “The Independent”. El título del artículo era: “Aquí llega el hombre del espejo”. El significado de metro sexual es el siguiente: “Un “dandy” narcisista enamorado no sólo de sí mismo, sino también del estilo de vida urbano; un hombre heterosexual que está en contacto con su lado femenino.” El metro sexual necesita estar en contacto con la metrópolis (de ahí viene la raíz de la palabra), ya que en ella están las mejores tiendas, peluquerías, gimnasios y clubes. El jugador de fútbol Beckham es considerado el prototipo del metro sexual.
“En las tres últimas décadas estas evidencias se han hecho añicos. Las mujeres, en su voluntad de redefinirse, han obligado al hombre ha hacer otro tanto. Y sigue siendo una constante, pero la identidad masculina ya no es lo que era” (Badinter, 1993: 14)
Trabajar nuestro cuerpo, y conseguir cierta imagen corporal, de acuerdo con los cánones existentes, supone cierto símbolo para el sujeto de que ha conseguido alcanzar este estado gracias a sus esfuerzos. La gratificación que aporta la sensación de autocontrol se produce a dos niveles: internamente, euforia con uno mismo y externamente porque la sociedad lo valora. La preocupación por la belleza tiene que ver en como hacer visibles las propias cualidades y como ser aquello que debemos ser. Ser vago, goloso, tener falta de control o ser dejado son algunos de los estereotipos asociados al echo de estar gordo, en cambio, hoy en día, estar delgado supone tener buena salud. Pero en cambio, como ya hemos comentado este es un camino equivocado, es cierto que tener un cuerpo cuidado, con una dieta y ejercicio, es un cuerpo sano; pero tener un cuerpo al que le faltan vitaminas, por la falta de comida, con las pieles flácidas... es un cuerpo delgado pero falto de salud. Los estudios indican que un cuerpo sano es aquel que posee un peso estable, incluso un poco por encima.
“ La delgadez ofrece a las mujeres una posibilidad única para exhibir públicamente que han conseguido las dos metas, tanto la belleza como el autocontrol.” (Luis Rojas Marcos).
5. ADENTRANDONOS EN LOS TRANSTORNOS
editarAsí, trastornos de la conducta alimentaria, tales como la anorexia y la obesidad, podrían suponer intentos de solucionar la contradicción cultural entre, por un lado, lo que exige la ética del trabajo y por otro, lo que reclama la sociedad de consumo. A su vez, la bulimia podría constituir una respuesta ante la doble exigencia capitalista de consumir, y a la vez, estar perfecta. Paralelamente a los trastornos de la conducta alimentaria, y junto la obsesión por la delgadez, aparece otro trastorno, la vigorexia, cuya característica principal es la obsesión por un cuerpo musculoso. Los enfermos de dicho trastorno invierten bastante tiempo en mirarse en el espejo, suelen llevar controles rigurosos de su peso, abandonan casi todas las actividades sociales, dedicando así la mayor parte de su tiempo en el gimnasio y suelen realizar dietas ricas en proteínas, con ingesta de anabolizantes y productos dopantes. Es un trastorno más frecuente en el hombre que en la mujer, que pensamos que muy probablemente se deba a la influencia de las presiones sociales para la figura masculina fuerte, musculosa, y representativa de poder, aunque es evidente que dicha presión social acaba por afectar a individuos más vulnerables a ciertas presiones, y la mujer también padece dicho trastorno, aunque en menor medida. Otro trastorno donde también tiene mucho que ver la presión de los modelos de belleza dominantes es la dismorfofobia, también denominado síndrome de distorsión de la imagen. Dicha enfermedad se caracteriza por una alteración de la percepción y valoración corporal que deriva en una preocupación exagerada por algún defecto físico, que bien no existe, o bien dicha valoración se produce de forma desmesurada con respecto a la posible anomalía física que pudiera presentar un individuo aparentemente normal.
Normalmente el desorden lo muestran personas con autoestima baja, que consideran su valía en función de su aspecto externo.
Esta angustia por querer modificar la imagen para acercarse más al modelo de belleza vigente, expandido a través de los canales de la globalización, lleva a muchas personas, sobretodo a mujeres, a someterse a operaciones de cirugía estética, hasta el punto en que en la actualidad, muchas personas con rasgos no occidentales entran en los quirófanos para disimular las señales étnicas que sus cuerpos denotan, incluso alterando la pigmentación de la piel para parecer más blancos. Así, en una sociedad en la que la apariencia se constituye un elemento fundamental para la felicidad, la cirugía estética aparece como una elección más, de las numerosas opciones que nos ofrece el sistema de consumo actual, con objeto de satisfacer los deseos individuales. Pero lo que ocurre en realidad, es que muchas, más que decidir operarse para sentirse mejor consigo mismas, más guapas, más sexys, más jóvenes o atractivas, lo hacen para evitar o paliar el sufrimiento de sentirse indeseadas. Así, determinaciones sociales acaban por provocar problemas como son los trastornos alimentarios, que se producen en parte por la comparación con los modelos predominantes, de modo que la auto percepción de sí mismo se hace en comparación con dichos modelos, utópicos e irreales, provocando sentimientos de insatisfacción y baja autoestima.
Muchas mujeres entienden el concepto de delgadez (el más extendido hoy en día) como un triunfo personal, ya que, de un lado las hace sentirse más bellas, más seguras y más importantes ante la sociedad y por otro lado las hace sentirse dominantes ante el control sobre los impulsos naturales como el comer.
La nueva sociedad en la que nos encontramos nos hace ver lo fácil que supone tener un cuerpo perfecto sin que ello nos suponga ningún esfuerzo. Ya no es necesario hacer una dieta, ejercicio y seguir un control; sino que hemos pasado a la cirugía, a las pastillas y a no comer o vomitar después de haber comido mucho. Técnicas que nos permiten seguir con nuestro ritmo de vida a la vez que tener siempre un cuerpo perfecto. Métodos más rápidos y de buenos resultados pero que atentan contra nuestra salud. Y no es que el culto, o la nueva imagen de cuerpo de nuestro siglo sea negativa en si, sino que lo son los métodos que nos llevan a intentar conseguirlo de una forma rápida y sin esfuerzo. Nos encontramos ante una sociedad que ya no se preocupa por el mañana, sino que se ha inculcado la idea del ‘carpe diem’, vive el momento, por lo tanto, se acepta que suponga modificar nuestro cuerpo a través de las vías más rápidas y fáciles. Como ya hemos comentado anteriormente también la cirugía estética juega un papel muy importante en todo este proceso. Estamos ante una nueva visión donde existe un fuerte interés por uno mismo, se trata de el narcisito que implica no estar todo al día ante el espejo, sino ir en busca de una identidad en relación al mundo que se va forjando a través de signos, la ropa, actitudes y signos físicos. Es aquí donde aparecen la mayoría de los trastornos de la alimentación. El cuerpo supone para los jóvenes una forma de conflicto porque es a través de el que los utilizan como símbolo de la independencia que tanto buscan i anhelan. Como ya se ha ido comentando se trata de una enfermedad étnica fruto de la nueva sociedad de consumo donde la delgadez supone un símbolo (casi único) de belleza. Los estereotipos cumplirán dos funciones, por un lado reforzar los parámetros existentes en el propio sistema, y por el otro, homogeneizar los comportamientos y gustos de los diferentes grupos sociales. Si asimilamos estos estereotipos se silencian nuestras propias contradicciones i esto nos lleva a una desvinculación de la propia identidad para interiorizar un nuevo canon ajeno a nuestra experiencia y realidad personal. Las modelos de la pasarela Cibeles 2005 suponen un canon de belleza muy marcado de la nueva sociedad. Aunque cabe especificar que la profesión de modelos está muy estereotipada y no todas presentan extrema delgadez ni problemas alimentarios. Los especialistas en estos trastornos creen que la anorexia es una enfermedad mediatizada socio culturalmente. Diversos estudios comparativos realizados con población china o negra de origen, nos muestran como hay una variación en la percepción de la imagen corporal y que existe una variación entre trastornos alimentarios. Nos ha parecido muy interesante el caso concreto de un estudio que se hizo en las islas Fiyi, donde la televisión llega por primera vez en 1995. Se demuestra claramente que 38 meses después ha cambiado el canon corporal completamente. Por lo tanto, podemos deducir que los factores culturales, y entre ellos, los medios de comunicación y las revistas fomentan este canon establecido culturalmente. Martínez-González llevan a cabo un estudio en el que se demuestra que las lectoras de revistas femeninas juveniles tienen 2,1 más posibilidades de padecer algún trastorno relacionado con la alimentación. I según Toro las revistas suponen un riesgo más elevado dado que las lectoras buscan directamente información sobre belleza. Los expertos consideran que existen múltiples causas o factores de riesgo para desarrollar trastornos alimentarios, entre ellos, factores culturales, vivir en sociedades desarrolladas económicamente, ser adolescente, factores genéticos, de personalidad y el propio estilo de vida de algunas familias. Marianne Apostolides es una mujer que sufrió de anorexia y bulimia, tras varios años luchando contra la enfermedad y superarla, realizó varios estudios donde concluyó que, los trastornos de la alimentación se producen cuando una persona necesita encontrar la manera de funcionar en su mundo y no logra hacerlo de un modo saludable. En lugar de cambiar su forma de relacionarse con ella misma y con su entorno - su familia, sus amigos, su comunidad y su cultura - la persona se vuelca en la comida, ello le permite olvidar, le proporciona una ilusión de control, la protege de la vulnerabilidad. En lugar de escuchar las señales de su cuerpo, crea reglas; se obsesiona con cifras y rutinas en vez de confiar en la intuición y sentir y ser lo que es bueno para ella. Ella considera que no existe un gen que sea la causa de los trastornos de la alimentación, y no hay una sola experiencia o presión cultural que obligue a nadie a aferrarse a la anorexia o la bulimia. Sin embargo, hablando en términos más generales, la biología y las experiencias de una persona - su naturaleza y su educación - se pueden combinar para hacer de la manipulación comida-cuerpo el estabilizador más efectivo. Nuestro ser físico se encuentra, en parte, predeterminado y nuestro ser psicológico también. Cada persona nace con una tendencia que la lleva a gravitar hacia ciertos estados emocionales: melancolía, depresión, optimismo, obsesión, timidez, curiosidad, etcétera. Unas personas aceptan y exploran esos estados emocionales; otras aprenden a manejarlos de una manera saludable, y finalmente otras intentan suprimirlos a través de una manera destructiva. Muchos progenitores tienen problemas con la comida; a menudo hacen dietas, comentan lo que pesan, y siguen escrupulosamente las instrucciones de alguna organización para personas con problemas de peso. Con su comportamiento envían mensajes sesgados a sus hijos sobre la manera de comportarse ante la comida, el hambre, el cuerpo y el peso. La forma que tiene una familia de tratar las emociones implica otros tipos de mensajes: una adolescente puede ver cómo sus padres; suprimen sus sentimientos o los manifiestan peleándose, bebiendo, volviéndose huraños, etc. Si los padres no ofrecen a sus hijos un espacio cómodo donde puedan expresar sus propias experiencias y emociones -llorar, hablar, discutir-, la adolescente aprenderá a suprimir sus sentimientos igual que hacen ellos. Otras adolescentes aprenden que deben sacrificar algunos aspectos de sí mismas -su apetito, necesidades, sentimientos y metas- para obtener apoyo, aceptación, atención y amor. De estas adolescentes se acostumbra a decir que son complacientes con la gentes; son aquellas que intentan congraciarse con todo el mundo, y en el camino, se pierden a sí mismas. Sin saberlo ni pretenderlo, los padres pueden favorecer una atmósfera que vuelva a su hijo vulnerable al uso de la manipulación cuerpo-comida como manera de enfrentarse a las situaciones. El desconocimiento es, en parte, responsable del desarrollo y la continuación del trastorno de la alimentación de la persona afectada. La cultura global en general envía, también, a las adolescentes el mensaje de que se las valora y juzga por su cuerpo. Se las anima a compararse con una versión retocada y realzada por ordenador de una mujer que coincide con el estereotipo, prácticamente inalcanzable, del ideal femenino actual: cuerpo de muchacho con caderas estrechas, brazos estilizados y estómago plano, pechos grandes y una larga melena. La mayoría de las adolescentes absorben estos mensajes culturales y comienzan a resentirse de la forma natural de su cuerpo, un resentimiento que se acentúa cada vez más a medida que llega la edad adulta. Algunas personas no pueden reconocer lo que les ha sucedido porque no son conscientes de una serie de tensiones que los afectan. En algunas personas estos trastornos parecen disparados por el sentimiento de no reunir los requisitos para ser el tipo de persona que la gente espera de ellas. Por eso es probable que utilicen los trastornos de la alimentación para hacer frente a los sentimientos que surgen de situaciones que no encuentran cómo resolver, esa incapacidad de ser, de enfrentar sus problemas, de dejar la dependencia de la opinión ajena y construir la propia pone "contra la espada y la pared" a la persona, en estos casos la enfermedad puede ser una especie de "tabla de salvación" para quien no puede determinarse, para quien tiene un cuerpo, una mente y un espíritu, sin un yo fuerte que lo comande. Esa ausencia de "control interno" es llenada cuando el afectado descubre un comportamiento obsesivo compulsivo en un trastorno de la alimentación, que le permite tener el control de algo, aunque ese algo tenga como meta final la muerte. Buscan ser los mejores en eso de suicidarse lentamente porque es lo único que les permite hacer algo por ellos mismos.
Aún y haber un gran acuerdo a la hora de definir la anorexia como enfermedad, aún muchos autores la defienden como una forma de entender la existencia. Las alteraciones de la conducta alimentaria han existido siempre, lo que ha variado con el paso del tiempo son los motivos.
“La mayoría de las anoréxicas que se diagnostican hoy día son, des de el punto de vista fenomenológico, radicalmente diferentes a las clásicas intelectuales-místicas: chicas adolescentes muy influidas por una sociedad que prima en exceso la belleza y la imagen, partícipes de una civilización consumista, despilfarradora y superficial, en la que los referentes espirituales y las inquietudes transcendentales se han perdido en detrimento de otros valores que transmiten machaconamente los medios de comunicación con un enorme poder, como la televisión (San Sebastián, 1999:21)
Por ejemplo, la estética demacrada tuvo su auge a mediados del siglo XIX. Bram Dijktra explica que la imagen fantasmagórica y agonizante era moda de la poesía y pinturas de finales del siglo, y lo bello era lo enfermizo. Un aspecto débil era símbolo de sacrificio y buen gusto. Se evitaba el contacto con el sol, no hacían ejercicio y se oprimía la ropa al cuerpo. Como consecuencia hubo muchos problemas de salud física y psicológica pero se consideró como esencia de la feminidad.
“La sociedad aplaudía el lento suicidio de las víctimas y el culto a la invalidez se fomentaba des de la literatura y el arte” (Ventura, 2000: 71-72)
Los trastornos más frecuentes de la conducta alimentaria son la anorexia nerviosa y la bulimia. Como hemos comentados anteriormente, existen otro tipo de trastornos (vigorexia, dismorfofobia...) pero no se ha dado a conocer hasta hace poco. La anorexia fue diagnosticada por primera vez en 1873 pero ya se describen episodios en la edad media, y las prácticas de purgación durante la época romana. Y aún y haber existido siempre, es ahora con la parición del ideal estético femenino que ha aparecido en la sociedad contemporánea y se están extendiendo al mundo masculino. Teniendo en cuenta todo lo anterior es difícil marcar una diferencia entre lo que podríamos considerar una conducta normal o no. La anorexia se puede considerar un extremo de las consecuencias de las nuevas normas sociales existentes. Los síntomas claros de la enfermedad están presentes en la mayoría de la población, y no por ello, todos estamos enfermos, sino que la cuestión radica en establecer la diferencia en cantidad y no en calidad.
6. CONCLUSIONES
editarDespués de haber analizado la belleza y en ella el concepto actual de la imagen corporal y sus posibles repercusiones, pensamos que no sólo estamos ante un problema femenino surgido de nuestra cultura y de la forma en que somos vistas en la sociedad, sino que en la propia comunicación entre personas, la forma de relacionarnos y de vernos ante los demás nos llevan a veces a tener una imagen distorsionada de nuestro cuerpo. Nos podemos mirar al espejo y no ver realmente lo que hay ante nosotros, sino ver de forma exagerada aquello que no nos gusta. La imagen corporal incluye muchas cosas como por ejemplo la manera en la cual nos percibimos a nosotros mismos, como nos sentimos en nuestros cuerpos y como nos sentimos con nuestros cuerpos. La imagen corporal es algo que aprendemos y que cambia constantemente. Incluso aquellos de nosotros que tenemos una imagen positiva de nuestros cuerpos, tenemos días en los cuales no nos sentimos tan seguros, hemos sentido desconfianza e inseguridad acerca de nuestro cuerpo en algún momento de nuestras vidas. Estos sentimientos están frecuentemente alimentados por percepciones tanto reales como ficticias, de nuestros amigos, familia, de nosotros mismos y de los medios de comunicación acerca de cómo deberíamos vernos. La imagen corporal afecta a todo el mundo, independientemente de nuestra orientación sexual, raza, etnicidad o identidad sexual; aun cuando estos factores pueden tener un impacto en la manera como percibimos nuestro cuerpo. Aún cuando es normal sentirse incómodo algunas veces con nuestros cuerpos, es importante enfrentarse a estos sentimientos. Un sentimiento negativo acerca de nuestro cuerpo que no sea atendido puede llevarnos a tener una baja auto-estima, desordenes alimenticios, comportamientos opresivos hacia nosotros mismos y hacia otros y finalmente, puede llevarnos a tener poca preocupación sobre nuestra salud y bienestar. Nos encontramos ante un época en que se ha forjado un nuevo concepto de belleza que reclama la delgadez y otro criterios como ideal de cuerpo ante la sociedad, los medios de comunicación, publicidad etc. nos bombardean con este nuevo concepto y ofrecen gran cantidad de trucos y posibilidades para alcanzarlos que no son favorables a nuestra salud. Pero como personas y seres capacitados de racionalidad debemos aprender a valorar hasta que punto admitimos ciertos estándares culturales. La imagen corporal supone una forma de comunicación en todas las sociedades, y en todas las épocas de la historia, nuestro cuerpo está dotado de un significado implícito que no sigue más que la moda existente. Por tanto, no es ni negativo ni positivo el concepto de delgadez existente, sino que es el que ahora se valora y debemos aprender a no llevarlo a un extremo y que se anteponga nuestro cuerpo a nosotros. Finalmente, lo que debemos evaluar i valorar es que no sólo somos eso, no somos tan sólo aquella carcasa con la que el mundo nos observa y nos sentimos observados. Debemos aprender a separar la línea, y saber que, a parte, poseemos ciertos rasgos que nos forman como personas en esa misma sociedad, hablamos de actitudes, sentimientos, formas de actuar, de sentir, de transmitir… y de ellas sacar nuestra esencia, nuestro yo a través del cual los demás serán capaces de apreciarnos y valorarnos. Porque si nos limitamos a nuestro exterior, si sólo somos capaces de ver eso, evidentemente, llegaremos a obsesionarnos con ello, y el cuerpo supondrá en nuestra vida, nuestro único medio de comunicación trascendiendo en extremos perjudiciales para nuestro ser. Mantener el equilibrio entre todas las formas posibles de comunicación nos permitirá esa armonía entre cuerpo y mente.
7. BIBLIOGRAFIA
editar Figueras Maz, Mònica (2005) Premsa juvenil femenina i identitat corporal. Barcelona: UPF, http://www.tdx.cbuc.es/TDX1114105163606/index.html, pàgines 166199. www.avizora.com http://lostillusions.org/distorsion.htm www.univision.com www.singenerodedudas.com Contexto-educativo.com http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/07/7teresac.html http://mural.uv.es/daroba/trabCAP.doc http://www.microsoft.com/spain/empresas/rrpp/imagen_personal.mspx http://www.isabel-larraburu.com/articles/article052.php http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=321762 http://aupec.univalle.edu.co/piab/anorexia/teorias.html http://www.observatoridelesdones.org/documents/art/art_03-2006_Dermoestetica.pdf http://www.ambientejoven.org/temas/2001/imagencorporal.htm http://web.archive.org/20060703015537/www.lacapital.com.ar/2006/05/21/mujer/noticia_294759.shtml http://www.gordos.com/defaultSecciones.aspx?ID=1108
Maria Ezquerro Caba
Módulo 50
Introducción:
editarA continuación trataremos el tema de la imagen y de cómo ésta ha ido variando al largo del tiempo influida por los acontecimientos históricos. Centrándonos en la prensa escrita femenina y en la mujer en general a través del análisis de la lectura de la tesis de Mónica Figueras.
La imagen se percibe diferente según quien la observe, incluso la autoimagen. Me gustaría que nos adentrásemos en estos conceptos y pudiésemos observar como en función de tantas variables (sobretodo la cultura) se estila un tipo de cuerpo u otro. Veremos como a través de los medios de comunicación, de las palabras se envían mensajes a la sociedad que determinan como nos vemos y vemos al resto. La preocupación por la imagen corporal a girado alrededor de la necesidad del individuo de ser valorado por los demás, en definitiva de ser aceptado socialmente. El cuerpo también es un elemento de comunicación que acompañado del lenguaje verbal y no verbal conforma el elemento de comunicación individual más potente, donde el tono de voz, los rasgos físicos etc trasmiten mucha más información que el lenguaje verbal en sí mismo. La imagen es a primera vista una ventana abierta al mundo, pero puede ser también una prisión.
Con el presente trabajo trataré de responder a la siguiente pregunta: La prensa femenina es un falso emblema de la mujer liberada?
Corporalidad:
editarEl cuerpo es un elemento clave de IDENTITAD INDIVIDUAL en muchas sociedades. Es en la adolescencia el cuerpo cambia y aumenta la necesidad de aprobación: Existe una clara presión de ajustarse al modelo dominante. Un ejemplo visual es este video donde una chica quiere ser como Barbie y al no obtener el resultado deseado se desespera http://www.youtube.com/watch?v=Ssd6yCakTtc (Quiero ser como Barbie)
Incluso existe una web las niñas pueden encarnarse en muñecas virtuales para jugar, conversar y hasta salir de compras. Aunque estudios dicen que las niñas de entre 7 y 11 años del Reino Unido odian a la muñeca Barbie. Según este estudio de la Universidad de Bath muchas chicas admiten haber torturado, mutilado y decapitado al famoso juguete. Un artículo de la vanguardia señala que: "Mientras para un adulto el placer que un niño siente torturando a sus muñecas es profundamente inquietante, desde el punto de vista infantil es una forma imaginativa de deshacerse de una mercancía que le sobra, de la misma forma que uno podría machacar latas para reciclarlas"(18/12/2005)
Respecto a Barbie cabe destacar varias cosas sobre un estudio que se realizó en el Hospital Central de la Universidad de Helsinki:
•Si Barbie fuese humana tendría unas medidas imposibles (100-45-80) • No podría caminar de pie ya que su espalda no la aguantaría. • No tendría la menstruación a causa de su delgadez, y por tanto, no podría tener hijos. •Sufriría trastornos psicofísicos de todo tipo.
En conclusión, •La dictadura del cuidado corporal a la que están sometidas millones de mujeres puede llevar implícito negar el propio cuerpo, disimular las particularidades de cada uno para ajustarse a la norma y, por tanto, un estado emocional de angustia entre muchas mujeres que puede degenerar en enfermedades. Un ejemplo que dieron en clase fue el de “Little Miss Sunshine”, un concurso de belleza infantil donde niñas americanas pretenden se/ emular a la muñeca Barbie. Un concurso organizado por los padres donde se sumerge a las niñas en el mundo de la belleza, de la presión social y de las patologías.
Rómulo Hernández de profesión periodista escribió al respecto: “La candidata mueve sus caderas como la verdadera Shakira. Pasa al escenario y comienza a lanzar besitos. La siguiente muestra sus destrezas corporales al son de la música de Thalía. Al compás del “no que nooo” imita torpemente movimientos sensuales. A medida que una de las chicas intenta caminar como lo que llaman ‘felinamente’ el animador va narrando : “Ella busca novio y quiere ser madre”. Un concurso de belleza más, pensará usted. Se equivoca. En este caso las participantes son niñas con edades entre cinco y siete años que seguramente no tienen ni idea sobre el significado de las palabras “seducción” o “abuso”. Pero allí están. Esperando darle a sus padres la alegría de ganarse un buen dinero sin tener que limpiar más platos o baños ajenos, o madrugar para luchar por un puesto en el transporte público. Desde hace más de una década diferentes espacios de la pantalla hispanoamericana muestran concursos de belleza para niñas. A veces bajo engañosos nombres, con diminutivos, vemos desfilar en los programas a pequeñas bailando con movimientos pélvicos cual experimentadas ‘vampiresas’” Los psicólogos nos deberíamos empezar a cuestionar el tipo de mensaje que se da cuando, a un niño se le incita a actuar como a un adulto sexualmente activo.
Estamos ante casos de “adultos infantiles” como esta ocurriendo actualmente en la publicidad. Como ocurre en el anuncio de moda infantil de Giorgio Armani que muestra a dos niñas en circunstancias y atuendo similar al de dos modelos adultas -dos niñas de rasgos orientales con ropa y maquillaje poco característicos de su temprana edad, y en una imagen en blanco y negro- que ha levantado quejas del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid y reavivado un debate pendiente en nuestra sociedad hipersexualizada en la que la infancia tiene cada vez menos espacio para el juego imaginativo y simbólico que permite a los pequeños aprender las reglas del juego social adulto.
A pesar de todo, Barbie sigue siendo un icono de moda, belleza y seducción debido a que se ha adaptado a los cambios culturales producidos a lo largo de sus 48 años de permanencia en el mercado. Se venden en 140 países, tiene 50 nacionalidades y ni el color de su piel es un obstáculo ya que las hay con rasgos peruanos, orientales, etc. . Ha desempeñado 75 profesiones: la Barbie ha sido hippie en los 70, ejecutiva a partir de los 80, astronauta y hasta presidenta de los EE.UU. Es así que a lo largo de las décadas a pasado de ser:
- “seria e ingenua, de mirada profunda” en los años ’50, - “con una sonrisa dibujada, una mirada más directa y mayor seguridad en sí misma” en los años ’60 - “representación de la mujer moderna, dinámica, independiente y vital, enseñando sus dientes blancos y perfectos” en los años ‘70 - “menos pechos, más cintura, la nariz más fina y melena lisa” en los años ‘80
Actualmente, se está produciendo un estancamiento en referencia a los últimos avances a lo largo de los años respecto a la lucha por la igualdad de géneros. La autora explica cómo en medios como son el cine y la televisión se está reforzando especialmente la asociación de mujer-objeto bello y el resto de cualidades no aparecen apenas representadas o no se les otorga importancia. “La mujer aparece más que nunca como un rollo de carne tierna y jugosa para ser consumida, se la está convirtiendo en un producto prostituido, simple y vulgar”. Actualmente se continúa con la primacía del sector ‘tradicional’ masculino, ellos son los que dictan las normas, eligen los contenidos como queda reflejado en el tipo de TV que tenemos. El monopolio masculino se refleja en la importancia que se le conceden a temas como el fútbol y la relegación de la mujer a temas del corazón.
Por otro lado, “Desnudas” es otro caso de intento fallido. Es un programa del canal cuatro que pretende subir la autoestima de chicas con complejos sin usar la cirugía, pero caen en actitudes dudosas como el uso de fajas, medias, bottoms bras, etc que niegan el propio cuerpo de las chicas y que por tanto, niegan las particularidades de las mujeres promoviendo un estilo unificado de belleza: negando así el propio cuerpo y disimulando a su vez las particularidades de cada uno para ajustarse a la norma
La existencia humana es corporal:
editar“El cuerpo es una construcción simbólica, no una realidad en si misma” (Le Breton, 1995) Las percepciones del cuerpo vienen determinadas por una cultura particular, mediante la ideología dominante del momento. Por ello, algunos autores denominan algunos trastornos propios de una cultura como “étnicos”.Ej. cubanas vs. españolas, donde podemos observar claros ejemplos contradictorios de belleza femenina, por un lado las cubanas llenas de formas caracterizadas por ser mujeres exuberantes, y por el otro las españolas las cuales priman básicamente la delgadez. En esta universidad mismo tenemos un ejemplo al respecto, una profesora puertorriqueña instalada en Barcelona ahora, la cual tiene claros problemas para encontrar ropa que encaje con su cuerpo, con sus formas aquí en España y siempre que viaja a su país aprovecha para comprarse ropa.
Otro ejemplo que quería mencionar, es el de una amiga que tiene los pechos muy grandes, y como se supone que las españolas por norma general no tienen mucho pecho no se fabrican tallas de mas de una 95 en tiendas normales de ropa interior. Con lo que muchas jóvenes acaban comprándose los sujetadores en tiendas para gente mayor, o comprándose tallas más pequeñas de las que deberían usar como es el caso de mi amiga.
En la modernidad aparece el culto a uno mismo (conforme los valores de una sociedad individualista).La corporalidad femenina se construye por la normativa social de cada época (el prototipo físico masculino permanece igual durante mucho tiempo en la historia)Decimos que es una ‘construcción social’ ya que en cada momento histórico y en cada cultura concreta se crea un concepto de belleza determinado (tono de piel, peso...) Por ejemplo, primero estar moreno era símbolo/ característico de los plebeyos y más tarde se formó como signo de clase alta. La imagen corporal se interioriza por múltiples vía desde la infancia ( publicidad, opiniones de amigos...)con lo que se debería aprovechar para inculcar una idea “sana” del concepto de imagen en las nuevas generaciones.
Cuerpo político: anorexia como síntoma de crisis estructural:
editar- Control de peso: normalización cuerpos regulados en beneficio del orden social autocontrol: interiorización de las normas - Distinción social De la búsqueda de la clase alta de diferenciase a la democratización de la belleza: competitividad (hasta el siglo xix sólo clases altas y prostitutas)
LA ENFERMEDAD DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO.
La anorexia es una enfermedad que podríamos llamar de “última generación”, es decir, ya que cuenta con tan solo aproximadamente 10-15 Años de existencia.
La competencia que comporta el devenir social actual en el mundo desarrollado, el consumo de imagen física y culto al cuerpo, el constante asedio publicitario dedicado a recordarnos que debemos ser más altos, más guapos y más competitivos; son algunos de los factores que han favorecido la aparición de esta enfermedad psicológica que se caracteriza por el temor a aumentar de peso y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea obeso aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. En consecuencia, se inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos. También puede ser que la persona se vea afectada por atracones y después se recurra a la purga de los alimentos por el vómito el uso de laxantes pero esta enfermedad esta catalogada como bulimia la mezcla de bulimia y anorexia que se dan por periodos cortos llamada Bulimarexia.
Muchos psicólogos proponen que la solución pasa por al educación de la juventud a escapar de esa extremada delgadez que se les propone desde diferentes ámbitos sociales y aprender a convivir y ser feliz con el propio cuerpo.
Han bastado diez años para que las cifras sobre incidencia de anorexia y bulimia en nuestro país se equiparen a las del resto de los países europeos, convirtiéndose así en la tercera enfermedad (la primera es el asma, y la segunda la obesidad) más frecuente entre los adolescentes. Ahora, aproximadamente, una de cada 100 adolescentes de entre 14 y 18 años cae en las garras de la anorexia, mientras que un 2,4% desarrolla bulimia.
Y no sólo el sexo femenino (la anorexia nerviosa afecta 15 veces más a mujeres que a hombres) se está enganchando a los trastornos de la alimentación, también los varones han empezado a verse reflejados significativamente en las estadísticas. "El sexo es un factor de protección frente a los trastornos de la alimentación. Hasta ahora ser varón era un arma eficaz contra la anorexia y la bulimia, pero esto está cambiando. Cada vez hay más casos de chicos que sufren estas patologías", M. Velilla, del Hospital Clínico de Zaragoza.
Las consecuencias básicas de esta enfermedad son, entre otros; corazones pequeños ( niñas de 16 años con el corazón de una de 7) y menopausia en adolescentes.
CAMBIOS SOCIALES FACILITADORES.
editarSon diferentes los cambios sociales que se han dado durante unos 20 años vista a nivel mundial en los países desarrollados, que han actuado como facilitadotes para la aparición de esta enfermedad.
Entre ellos trataremos: La cultura de la delgadez, la pérdida de hábitos alimenticios.
La anorexia y la bulimia, conocidas popularmente a través del rostro de algunos de sus afectados como lo fue Lady Di, Jane Fonda o la bailarina del Boston Ballet, Heide Guenther, que murió el 30 de junio como consecuencia de una anorexia, son patologías modernas que han sabido aprovecharse de las tendencias sociales de los países industrializados.
En las últimas dos décadas, la delgadez se ha convertido en la tarjeta de visita de todos aquellos hombres y mujeres que desean triunfar social y profesionalmente. "Los mensajes que hacen referencia a la imagen corporal son omnipresentes y con ellos se transmite la idea de que estar delgado es el medio para obtener la felicidad y el éxito. La presión es excesiva", Dr. Gonzalo Morandé, del Hospital Niño Jesús de Madrid. La incorporación de la mujer al mundo laboral es otro de los factores sociales del que se están sirviendo la anorexia y la bulimia para su propagación. La ausencia de una persona que se responsabilice de los horarios de comida (un papel tradicionalmente atribuido a la madre) ha facilitado que muchos adolescentes que empezaban su tonteo con la dieta escaparan al control familiar y acabaran transformando una alimentación irregular en una enfermedad grave.
Aspectos tradicionales, como sentarse a la mesa para comer o cenar en familia están desapareciendo. Este es uno de los motivos que están favoreciendo la expansión de los trastornos de la alimentación. Otra de las conductas rotas en los hábitos alimenticios es la hora de la merienda. Ahora cada uno abre la nevera y coge lo que quiere. Los niños aprenden a comer mal, de ahí que las costumbres dietéticas que transmitirán a sus hijos también serán erróneas. Una solución a este problema, que puede convertirse en hereditario, es, según Asunción Marcos, "introducir una asignatura sobre nutrición en las escuelas, para que los pequeños aprendan cuáles son sus necesidades alimenticias y lleven siempre un estilo de vida sano". Hoy una perspectiva sociológica tendrá que abordar el medio social y las características de la acción social. La acción comunicativa, no es sólo la divulgación de modelos o valores en la comunicación de masas. La acción social, es el marco, es el referente de valores unas veces coincidentes y otras en contradicción con el sentido de la cultura en el que está inmerso o interpreta. Variables de clasificación como son el sexo, la edad o la clase social aportan información, pero no son suficientes para comprender el problema de la conducta como respuesta a un medio social moderno. Sólo la profundización en la construcción de la personalidad, el sí mismo, la identidad, nos pueden dar las claves para comprender el mundo simbólico, la significación que para estos enfermos tienen los patrones estéticos y las contradicciones generadas con su identidad corporal. El modelo de mujer delgada se desplaza en el tiempo y en el espacio siguiendo el ritmo del desarrollo económico. Va de los países más desarrollados a los menos desarrollados y tiene una incidencia casi nula en los países del tercer mundo. Aparece primero en las jóvenes de clase alta, para pasar posteriormente al gran público, probablemente de la mano de los modelos de estas clases, difundidos por los mass-media. Es más, el fenómeno "adolescencia" está relacionado con la clase social y el desarrollo económico. Los países desarrollados contemplan entre sus logros sociales una protección a la infancia que conlleva el establecimiento legal de la minoría de edad, largo período de formación del joven y la tutela familiar. Cuando se analiza el modelo corporal y su evolución histórica, también se está haciendo referencia a condicionantes de clase y la evolución del consumo entre los distintos grupos sociales. En las épocas históricas donde la obtención de alimentos es privilegio de las clases dominantes, la ostentación de peso, de gordura es un símbolo de status, de condición social privilegiada. Cuando el consumo de alimentos se hace accesible al gran público, un nuevo elemento de distinción y de status viene a sustituirle. Los Trastornos de la Conducta Alimenticia van de la mano de la implantación y difusión de los nuevos cánones de belleza femenina en los países occidentales, por eso son casi inexistentes en el tercer mundo. Diferentes estudios epidemiológicos así lo demuestran, es un fenómeno de países ricos, con abundancia de comida. En Europa estos trastornos empiezan a crecer desde la década de los años sesenta. Se inicia en los países ricos y se extiende entre las clases sociales altas, y en diez años alcanza a la población mayoritaria.
En conclusión, la sociedad ahora demanda mucho más de las personas desencadenando preocupaciones y a la larga enfermedades.
Los trastornos de la conducta alimenticia son síntomas de una sociedad enferma:
editarNos centraremos en la anorexia y la obesidad , dos intentos de solucionar la contradicción cultural. Por un lado encontramos la ética del trabajo (anorexia) (centrada en la esfera pública y el ascetismo basado en el autocontrol y el esfuerzo y sacrificio por mejorar el cuerpo). Por el otro, la ética del consumo (centrado en la esfera pública y el hedonismo) y que nos simbolizaría el porqué de la obesidad, esa búsqueda del placer por placer.
Respecto a este último concepto, consumir productos del mercado es acción tan obvia en nuestras sociedades que nos resulta imposible imaginar cómo sería un mundo sin ella. Desde que a comienzos de la Modernidad se produjo lo que Polanyi llamó "la Gran Transformación", por la que el lugar de consumo de los productos se separó del lugar de producción, fueron sentándose las bases para formas de vida en las que el consumo es un factor clave, no sólo desde un punto de vista económico, sino también desde el cultural. No es extraño que expresiones como "la sociedad opulenta", la "sociedad satisfecha" o la sociedad del "consumo de masas" cuadren perfectamente al mundo avanzado.
Por último, la bulimia encarna la doble exigencia del capitalismo: consumir y estar perfecta. La eterna paradoja, el placer de consumir que choca con el deseo/ preocupación por la perfección.
Aportaciones de la sociología al cuerpo:
editarLos cambios sociales en los 90 se centran en la atención de la sociología sobre el cuerpo. Encontramos varios ejemplos tales como: el movimiento feminista, la cultura de consumo de posguerra, el fin de la condena religiosa de los placeres sexuales, la democratización del ocio y el hedonismo frente a la ética del trabajo. Es decir, surge el auge del CUERPO :considerado como producto de la realidad natural, evolución social de las especies (perspectiva naturalista) producto social fabricado (“construcción social”)
- Foucoult: control político que habló del arte de hacer obediente el cuerpo: microfísica del poder. - Goffman y Coley: destacaron que el rostro y el cuerpo son fundamentales para presentación social y prestigio individual. - Pierre Bourdieu y Robert Elias: definen el cuerpo como estatus y distinción individual. - Naomi Wolf: aborda la belleza como arma política para frenar el progreso de la mujer.
En conclusión, respecto a la aportación de la sociología a la imagen cade mencionar que todo esta tratado desde una perspectiva objetival (de objeto) más que activa y subjetiva de la imagen corporal a pesar de que se trata el tema desde una perspectiva sociológica (en contra de la biológica que imperaba hasta el momento)
Construcción histórica del ideal corporal y las revistas femeninas:
editarEl “Mito de belleza” se centra en la forma y la medida en función de cánones de referencia repletos de connotaciones culturales, unas connotaciones:
- arraigadas a la mente masculina. - y fruto de la herencia del patriarcado.
Desde siempre, la sociedad ha perseguido el ideal de belleza. En la actualidad, los medios de comunicación juegan un gran papel gracias a su poder de persuasión. Estos divulgan sutilmente la creencia que las mujeres con bajo peso y esbelta figura son más felices, más sofisticadas, tienen más éxito tanto profesional como en sus relaciones sociales y sexuales.
Aunque este estereotipo de mujer ideal, perfecta y totalmente feliz asociado solamente a la delgadez es absurdo, algunas mujeres a menudo se valoran a si mismas en función de la adecuación de su cuerpo a las normas sociales y no toman en cuenta sus capacidades, inteligencia o personalidad a la hora de valorarse como personas. El atractivo de una mujer depende de su capacidad de mantener un aspecto juvenil.
La sociedad constantemente nos comunica que una de las más importantes funciones de la mujer consiste en tener un aspecto atractivo y los medios de comunicación lo perpetúan y refuerzan, haciéndonos creer que el cuerpo femenino o masculino expresan la esencia o la totalidad de las personas, ya que “la primera impresión es la que cuenta".
Las características no realistas asignadas al del Mito de la Belleza son:
· Es objetivo: La belleza es objetiva, no se fundamenta en la subjetividad personal, sino en la imparcialidad y en la razón.
· Es ahistórico: El mito actual no es algo que proviene de la moda, por el contrario siempre ha existido. Históricamente siempre se ha concebido mayor relevancia al cuerpo femenino que al masculino, de modo que la belleza ha sido considerada invariablemente como un atributo de la mujer. Aunque el modelo de belleza ha ido modificándose a través de la historia.
· El vinculo de la belleza con la sexualidad y con el amor: Cuanto más bella, más atractiva se es sexualmente, y, por lo tanto, más fascinante.
· El vinculo de la belleza con la salud: No cabe la menor duda de que los modelos de belleza actuales parecen más cercanos a la enfermedad que a la salud. Por ejemplo: la Anorexia. Pero no es necesario irse al extremo para verlo: el 50% de las mujeres europeas sigue algún tipo de dieta alimenticia sin consultar a su médico.
· No tiene Edad: Este engaño produce frustración a las mujeres en la madurez. Es evidente que la belleza no tiene edad, pero teniendo constancia que el ideal de belleza no debe ser el mismo a todas las edades ya que el cuerpo va cambiando con los años.
Las mujeres se ven bombardeadas con la idea de ser "supermujeres". Además de tener un cuerpo perfecto, deben alcanzar el éxito profesional, tener un matrimonio ideal y ser unas madres modélicas. Las mujeres deben acudir al gimnasio mínimo 2 veces por semana, trabajar 8 horas siendo eficientes y eficaces, cuidar de su marido y sus hijos y atender las exigencias del hogar.
Estos objetivos propuestos a través de los Medios Audiovisuales no son realistas: mujeres delgadas, saludables, sexys, bonitas y exitosas. Es el prototipo de la mujer moderna.
Esta idea puede entran en conflicto con los nuevos roles femeninos de tener iniciativas y de ser capaces de satisfacer sus propias necesidades, por lo que provoca un sentimientos de fracaso en algunas mujeres.
Mientras los hombres tienden a culpar a los factores externos de los fracasos y se apropian de los éxitos, las mujeres tienden a culpabilizarse de los fracasos y atribuyen los éxitos a factores externos; quieren que sus cuerpos sean como los modelos irreales de los anuncios y se culpabilizan si no lo consiguen, dañando de este modo su autoestima.
Con toda esta presión para conseguirlo todo o la perfección, algunas mujeres llegan a sentir que sus vidas están fuera de su control, llegando, a veces, a pensar que el peso corporal es la única área que pueden controlar o incluso, piensan que si consiguen el cuerpo perfecto la profesión o la pareja ideal aparecen por si solas. Pero la búsqueda de la delgadez nunca permite alcanzar una felicidad duradera, De hecho, los objetivos de alcanzar la felicidad y la satisfacción personal cada vez se hacen más lejanos, a medida que la persona se va acercando a su ideal previo, por lo que se puede desembocar en un trastorno de la alimentación.
Lo que hay que descubrir y estimular, son las cosas que permiten alcanzar el objetivo de ser feliz, aprender formas para conseguir la felicidad y darse cuenta que la búsqueda de la delgadez cierra el camino hacia las cosas que se quieren alcanzar. Por otra parte, los medios de comunicación también condenan e influencian en la creación de prejuicios sociales contra la obesidad. Esto fomenta el deseo de ser delgado para no sufrir el temido rechazo social.
Existen estereotipos comunes que son falsos y que perpetúan la discriminación de las personas obesas:
· Los Gordos Comen Más que los No Obesos: En 19 de 20 estudios realizados hasta 1979, se demostró que las personas obesas comían lo mismo o menos que las no obesas, el sobrepeso es debido a otros motivos como tipo de metabolismo o hábitos alimenticios.
· Los Gordos tienen más problemas psicológicos que los que no lo son: Varios estudios han demostrado que las personas obesas no tienen más ni menos problemas emocionales que los delgados, incluso, no aparecían diferencias en personalidad o nivel de adaptación, a pesar de que los obesos sufren fuertes presiones sociales en su contra.
· La obesidad se asocia a un incremento de la mortalidad y un mayor número de problemas de salud: Algunos estudios han extrapolado que la obesidad extrema es peligrosa para la salud. Sin embargo, el estudio de Framingham (U.S.A.) demostró que los mayores niveles de mortalidad se daban en las mujeres que se encontraban por debajo de su peso. Aunque el hecho de estar por encima del peso medio se ha asociado a un incremento de la tensión arterial y de la mortalidad por causas cardiólogas, se especula que estos riesgos pueden ser consecuencia del ciclo de hacer dietas, perder peso y luego recuperarlo.
· El tratamiento dietético o el régimen, a largo plazo, resulta un éxito: Varios estudios que han seguido a sujetos que hacían régimen de adelgazamiento durante largos periodos de tiempo, han demostrado que la eficacia de las dietas a largo plazo puede calificarse, como mínimo, de muy pobre. Se ha calculado que solo un 5% de las personas obesas lograban mantener una perdida de peso de 10 Kg durante 2 años o más. Si las dietas "funcionan". La mayoría de las personas consideran que esto se debe a una mala capacidad de autocontrol, creencia que solo sirve para mantener una baja autoestima entre las mujeres entorno a los temas del "control del peso".
Si nos damos cuenta de la manipulación que ejerce los medios en las dos direcciones, podremos evitar caer en el mundo de los trastornos de alimentación.
Por otra parte, hay que centrarse en la realidad. Tanto hombres como mujeres en general, tenemos una visión mas realista de nuestro ideal de belleza subjetivo (que realmente existe) sobre el sexo opuesto, que no concuerda con el ofrecido por los medios de comunicación.
En definitiva, resulta esencial aprender a valorarse y juzgarse por otros patrones de medida que no machaquen la autoestima, porque la apariencia con el tiempo desaparece mientras que las cualidades personales siempre se pueden valorar y mejorar.
Acabaremos este apartado dando un breve recorrido histórico de la belleza. El modelo estético actual inicia en el mundo occidental a partir de la 1ª Guerra Mundial, donde ya aparece la delgadez como modelo. Cabe mencionar que justo antes del conflicto bélico mencionado se ponen de moda las vacaciones como un privilegio exclusivo de la clase alta con lo que se presta un tipo de ropa cómoda y estilizada adaptada al ocio.
La emancipación de las mujeres va en relación a la evolución del vestido, con lo que las mujeres que asumen responsabilidades en el frente adquieren un estilo masculinizado. Con lo que podemos concluir que historia y vestimenta están altamente relacionados.
Más tarde aparece la influencia del cine americano: mujer fatal. http://www.youtube.com/watch?v=4kLiUYXZ8qU (Instinto básico 2) Dato curioso ya que no encajaba con el estilo de las mujeres españolas pero las revistas estaban llenas de consejos y dietética norteamericanos.
Un dato curioso es que no existen propiamente las revistas masculinas:“La acuñación audiencias masculinas no existe. Ahí la práctica significante es el para todos” (Fagoaga, 1995: 134).
Preguntas de reflexión al respecto:
-Porqué no existen?
-Sólo las mujeres conciencia de pertinencia grupal? sólo ellas se han identificado intrasexualmente?
-Hombres no se ven como grupo? Sólo se reconocen que las revistas eróticas y las de estilo de vida son revistas masculinas? Es por la publicidad? porqué la lectura general tiene tan poco público femenino?
“¿Existe un cerebro gris y otro rosa?. Son físicamente distintos, sí (...). El cerebro femenino está más lateralizado hacia el hemisferio izquierdo, una zona especializada en el área de la comunicación. En los hombres tiene más peso el hemisferio derecho, con su capacidad para manejar el espacio y la abstracción de ideas” (Telva, septiembre de 2001)
Violencia simbólica de la belleza: fragmentación y domesticación del cuerpo:
editarPor un lado el placer de cuidarse y sentirse bien, que choca con la gran coacción de la presión social angustia creciente. Este hecho recibe el nombre de violencia simbólica por la imposición de un modelo único (ético y estético) y por tanto excluyente que uniformiza a las personas y que a su vez desencadena en sentimientos y estados de: ridículo, vergüenza, baja autoestima. Cabe destacar que se trata de un ideal fuera de los límites biológicos de la mayoría (Barbie), aunque en la actualidad “gracias” a la cirugía ya no se debería hablar de limites propiamente dichos. Todo esto surge gracias al auge de una ideología capitalista, donde la industria del consumo ayuda a extender ese modelo único de belleza.
Izquierdo: “ Las mujeres no son en si mismas, sino en la interacción, sobretodo con los chicos”(deseo de ser deseadas)La educación sexista recibida hace que las chicas se valoren en función de lo que los demás piensen, y por tanto, la imagen es básica no solo por una cuestión estética sino por toda la carga simbólica que lleva incorporada. “ Todo (...) contribuye ha hacer de la experiencia femenina del cuerpo el límite de la experiencia universal del cuerpo-para-otro, incesantemente expuesta a la objetividad operada por la mirada y el discurso de los otros” (Bourdieu, 2000:83) Para Bourdieu la dominación masculina convierte a la mujeres en objetos simbólicos acogedores, atractivos y disponibles, que las coloca en un estado permanente de inseguridad corporal y de dependencia simbólica de los otros.
Ambos apuntan hacia una idea de la mujer como para el “otro” y por ello objeto de inseguridades y dependencias que las lleva a centrar su vida en ser deseadas más que en sentirse bien consigo mismas.
Un estudio reciente concluye que:
Las expectativas sociales de las chicas son más grandes, éstas interiorizan más los estándares culturales y adoptan criterios más exigentes con lo que se sienten más insatisfechas con su cuerpo y menos reconocidas en su valor personal.
En consecuencia interiorizar los ideales sociales y la fragmentación del cuerpo como objeto de atracción sexual las puede hacer más vulnerables a los trastornos alimentarios al creer que, con la delgadez, conseguirán la perfección y la atracción“ Las revistas para mujeres, jóvenes o no tan jóvenes, añaden a la fragmentación corporal, la búsqueda del placer (pero no del propio) (…), sino del placer ajeno. El repertorio de trucos es inconmensurable, pero todos tienen una coordenada común, objetualizarse, es el otro quien decide, cómo, dónde y cuándo, y el que se reserva la nota final” (Murillo 2001:385).Es decir, se trata de una construcción del cuerpo en función del “otro”, en función de lo que se espera del rol (profecía autocumplimiento)
La construcción del cuerpo en función del otro es un ejemplo más de la construcción relacional de género:“ El cuerpo y su desarrollo se significan sexualmente a partir de los modelos normativos de género” (Pastor, 2002:10) Género entendido como un sistema de valores que cada cultura construye. Des de la familia y la escuela, el mercado de trabajo los medios de comunicación y el propio estado contribuyen a reproducir y jerarquizar los roles de genero y hace que sean tan sólidos. Para ejemplificar podéis observar este video de la película Billy Elliot donde podemos observar como la familia (en este caso el padre) espera de su hijo por ser chico que realice deportes tales como fútbol o boxeo, cuando el niño lo que desea realmente es hacer ballet clásico: http://www.youtube.com/watch?v=JoiVEyCosEE (Billy Elliot)
Los medios de comunicación refuerzan los atributos de la identidad masculina y nos presentan una imagen esquemática y simple. A continuación dos ejemplos de series que nos presentan a hombres como seres simples y enmarcados en el ámbito público (versus el ámbito privado de las mujeres)
1) Peter, padre de familia: http://www.youtube.com/watch?v=aJkDX98ML4 E
2) Homer, Los Simpsoms: http://www.youtube.com/watch?v=PRFfB5VqVvQ&mode=related&search=
De la misma manera que hemos visto que el concepto de cuerpo se construye socialmente, tampoco hay una única definición de masculinidad y feminidad, porque cada cultura establece diferencias entre géneros según su cultura, género, grupo étnico o clase social. A continuación un ejemplo de la serie padre de familia, donde podemos observar como a Brian (el perro) le gusta vestirse de mujer: http://www.youtube.com/watch?v=N1E7NRf6s7k
En la posmodernidad se produce una crisis del concepto monolítico de género y, como en el caso del cuerpo, es un concepto relacional, fluido y no cerrado sino que puede cambiar.Una prueba de la relacionalidad y variabilidad de género es el nuevo fenómeno denominado ‘metro sexualidad’. En el siguiente video podemos observar como un chico nos muestra los signos típicos /hábitos de los metrosexuales. Tales como: el gusto por la ropa cara, las nuevas tecnologías y el culto al cuerpo.http://www.youtube.com/watch?v=hPKVx_IJybo“ El término metro sexual proviene de la ocurrencia del periodista británico Mark Simpson que lo utilizó por primera vez en un artículo publicado en 1994 en el diario “The Independent”. El título del artículo era: “Aquí llega el hombre del espejo”. El significado de metro sexual es el siguiente: “Un “dandy” narcisista enamorado no sólo de sí mismo, sino también del estilo de vida urbano; un hombre heterosexual que está en contacto con su lado femenino.” El metro sexual necesita estar en contacto con la metrópolis (de ahí viene la raíz de la palabra), ya que en ella están las mejores tiendas, peluquerías, gimnasios y clubes. El jugador de fútbol Beckham es considerado el prototipo del metro sexual.
En las tres últimas décadas estas evidencias se han hecho añicos. Las mujeres, en su voluntad de redefinirse, han obligado al hombre ha hacer otro tanto. Y sigue siendo una constante, pero la identidad masculina ya no es lo que era” (Badinter, 1993: 14) http://www.youtube.com/watch?v=sG-ZMKHbyKA En este vídeo podemos observar como Stewey el hijo pequeño de la familia de la serie de dibujos padre de familia se siente poco masculino por que le gustan los teletubbies.
De la ética protestante a la estética:
editar“No hay mujeres feas, sino mujeres vagas”, frase de Zsa Zsa Gabor que resume la idea que comentaremos a continuación. Vídeo donde podemos observar el efecto del maquillaje y peluquería de las famosas http://www.livevideo.com/video/landing/69847AFA89DF4B29AD503A57653B512D/celebrities-sans-makeup-.aspx?tx_site=bigoo.ws&tx_cid=509&tx_category=1 La gratificación que aporta la sensación de autocontrol se produce a dos niveles: internamente, euforia con uno mismo y externamente porque la sociedad lo valora. La preocupación por la belleza tiene que ver en como hacer visibles las propias cualidades y como ser aquello que debemos ser. Ser vago, goloso, tener falta de control, ser dejado son algunos de los estereotipos asociados al echo de estar gordo, en cambio, hoy en día, estar delgado supone tener buena salud (“para presumir hay que sufrir”)En palabras de Luis Rojas Marcos:“ La delgadez ofrece a las mujeres una posibilidad única para exhibir públicamente que han conseguido las dos metas, tanto la belleza como el autocontrol.”
Chicas ‘desordenadas’: la estrecha frontera entre normalidad y trastorno
editar“ El sujeto es un operador que hace de la existencia y del cuerpo una pantalla en la que ordena de la mejor manera signos” (Le Breton) Nos encontramos ante una juventud narcisista por la búsqueda de una identidad en relación con el mundo a través de los signos tales como la ropa, actitudes y signos físicos entre otros. El cuerpo es el centro de la mayoría de conflictos de los jóvenes porque simboliza la independencia (narcisismo) Se trata de una enfermedad étnica propia de la sociedad de consumo actual donde se enfatiza la delgadez como criterio (casi único) de belleza. Por ejemplo yo tengo una amiga que padecía obesidad mórbida con lo que pesaba más de 120 kilos y no encontraba trabajo por exigencias estéticas “implícitas”, ahora que se ha operado reduciéndose el estómago no tiene ningún tipo de problema para encontrar un buen puesto de trabajo de lo que ella quería: administrativa, no como antes que tubo que conformarse con un puesto como pastelera a pesar de sus estudios en administración.
La redundancia que se establece presentando el mismo canon estético se convierte en/ da lugar a estereotipos cumplen dos funciones:
1. Reforzar los parámetros establecidos por el propio sistema 2. Homogeneizar los comportamientos y gustos de diferentes grupos sociales. Al asimilar ciertos estereotipos se silencian las propias contradicciones, el individuo se desvincula de la propia identidad para interiorizar un canon ajeno as la experiencia y realidad personal. Los especialistas en estos trastornos creen que la anorexia es una enfermedad mediatizada socio culturalmente. El estudio de Martínez-González demuestra que las lectoras de publicaciones juveniles femeninas tiene 2,1 veces más posibilidades de desarrollar un trastorno de la conducta alimenticia. Por tanto, hay algo en los medios de comunicación!!!Aún y haber una gran acuerdo en definir la anorexia como enfermedad, todavía existen expertos que la consideran como una manera de entender la existencia, y por tanto, la defienden. Gandhi llevó una alimentación más hipocalórica que la de muchas anoréxicas y nadie se cuestiona que fuese un personaje con fuertes convicciones.
Las alteraciones de la conducta alimenticia han existido siempre, lo que ha variado con el paso del tiempo son los motivos. “La mayoría de las anoréxicas que se diagnostican hoy día son, des de el punto de vista fenomenológico, radicalmente diferentes a las clásicas intelectuales-místicas: chicas adolescentes muy influidas por una sociedad que prima en exceso la belleza y la imagen, partícipes de una civilización consumista, despilfarradora y superficial, en la que los referentes espirituales y las inquietudes transcendentales se han perdido en detrimento de otros valores que transmiten machaconamente los medios de comunicación con un enorme poder, como la televisión (San Sebastián, 1999:21)
La estética demacrada tuvo su auge a mediados del siglo XIX.“La sociedad aplaudía el lento suicidio de las víctimas y el culto a la invalidez se fomentaba des de la literatura y el arte” (Ventura, 2000: 71-72) Tener hambre o una cara “saludable” era propio de la clase baja. Un aspecto débil por el contrario era símbolo de sacrificio y buen gusto.
==Webs pro ANA y pro MIA==:
Web:
http://www.xanga.com/groups/group.aspx?id=64279
“Los números de la bascula son los que deciden si fue un buen o mal día! Yo quiero ser tan delgada que no exista lugar para el dolor... No cabes una tumba con tu propio tenedor y cuchillo!”-princess-isa.
A continuación un video en el que podemos observar hasta donde llegan los límites de éstas chicas, que ven estos cuerpos como meta a alcanzar: http://www.youtube.com/watch?v=6M2LqZnSDhY
La preocupación por el peso entre los adolescentes está bastante extendida y, marcar una ralla entre lo ‘normal’ y lo que no resulta difícil. La diferencia es de grado, no e naturaleza (Martín-Benlloch) De hecho los síntomas claros de la enfermedad son también propios de la población considerada sana. Por tanto, nos referimos más a una diferencia cuantitativa y no cualitativa.
Según Bordo la mayoría no está de acuerdo en diferenciar entre desviación y normalidad. Porque estas conductas están también presentes en todas las mujeres, así todas están ‘desordenadas’ en nuestra sociedad. Los medios de comunicación tienen un papel importante, lo que deberían aprovechar para prevenir estas enfermedades en vez de para promoverlas...
==Conclusiones==:
Y hasta aquí mi análisis de la imagen, un breve recorrido histórico para entender que significa la imagen para la sociedad occidental todo centrándome en la visión (masculina quizás?) de la mujer a lo largo de la historia en las revistas femeninas.
Después de haber analizado la belleza y en ella el concepto actual de la imagen corporal y sus posibles repercusiones, vemos que existe una clara imagen distorsionada de nuestro cuerpo que nos lleva a padecer patologías fruto de la exageración de aquello que no nos gusta de nuestro cuerpo.
Estos sentimientos están frecuentemente alimentados por percepciones tanto reales como ficticias, de nuestros amigos, familia, de nosotros mismos y de los medios de comunicación acerca de cómo deberíamos vernos. La imagen corporal afecta a todo el mundo, independientemente de nuestra orientación sexual, raza, etnia o identidad sexual; aun cuando estos factores pueden tener un impacto en la manera como percibimos nuestro cuerpo. Aún cuando es normal sentirse incómodo algunas veces con nuestros cuerpos, es importante enfrentarse a estos sentimientos. Un sentimiento negativo acerca de nuestro cuerpo que no sea atendido puede llevarnos a tener una baja auto-estima, desordenes alimenticios, comportamientos opresivos hacia nosotros mismos y hacia otros y finalmente, puede llevarnos a tener poca preocupación sobre nuestra salud y bienestar.
Nos encontramos ante un época en que se ha forjado un nuevo concepto de belleza que reclama la delgadez y otro criterios como ideal de cuerpo ante la sociedad, los medios de comunicación, publicidad etc. nos bombardean con este nuevo concepto y ofrecen gran cantidad de trucos y posibilidades para alcanzarlos que no son favorables a nuestra salud. La imagen corporal supone una forma de comunicación en todas las sociedades, y en todas las épocas de la historia, nuestro cuerpo está dotado de un significado implícito que no sigue más que la moda existente. Por tanto, no es ni negativo ni positivo el concepto de delgadez existente, sino que es el que ahora se valora y debemos aprender a no llevarlo a un extremo y que se anteponga nuestro cuerpo a nosotros.
Finalmente, se intentará responder a la pregunta realizada al principio del trabajo: La prensa femenina es un falso emblema de la mujer liberada?
La prensa femenina parte de la unión de las mujeres fruto de una identificación intrasexual, pero porqué? Las mujeres han necesitado unirse, formar un grupo para poder hacer frente a esa “marginación” a la que han estado sometidas al largo de la historia. Los hombres no han necesitado sentirse como un grupo, porque se encuentran en una postura más cómoda que les permite esta a gusto consigo mismos sin padecer las tan típicas inseguridades de las mujeres. Las cuales nos llevan a querer unirnos para hacer frente a tan difícil situación.
==Bibliografía==:
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==Soportes web==:
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•www.youtube.com
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==Consultas==:
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