El cuerpo físico, la parte sólida de la energía del capullo luminoso, debe incorporarse al resto de sus partes, disminuyendo su oscilación vibratoria. Los perceptores siguieron el aspecto sólido de la regla, con un sistema de resistencia progresiva de alta intensidad de empujones y jalones, llamado quanimec, al que yo denominé arbitrariamente corpofilia. Muy parecido a los deportes de la halterofilia, en combinación con los levantamientos de poder y el fisicoculturismo. Variando el enfoque vibrátil y la intensidad, en relación al aspecto lúdico y atlético actual.
Existe toda una tradición relacionada con el desarrollo y mantenimiento óptimo de las esferas interiores en el linaje de los guardianes protectores del nahual pentagonal, muy larga de enumerar, así como de la ingestión de alimentos tan vital para los desplazamientos y cambios del punto de encaje. El cuerpo físico en particular funciona molecularmente con energía perceptora, donde cada reacción químico-eléctrica debe concordar con la siguiente y con la anterior. El flujo de energía fluye al estar los canales bioenergéticos abiertos. Es una cuestión programática y no estética o atlética. Estas dos últimas se dan por sí mismas como ganancias adicionales. En la segunda atención un cuerpo debilitado o descuidado tiende a fraccionarse y a desintegrarse por falta de cohesión y de control. Un cuerpo fuerte al desintegrarse mantiene el control para integrarse nuevamente en otra atención.
Fuente: Contenido extraido del libro "El nahual de cinco puntas" Autor: Domingo Delgado Solórzano.