Patología de la edificación/Estructuras de hormigón/Reparación/Restauración del hormigón fisurado
Como ya se ha mencionado anteriormente, las fisuras en el hormigón se pueden rellenar con morteros epoxi, o con otros productos. En estos casos hay que considerar que en fisuras vivas (fisuras que continúan abriéndose) es inútil intentar recuperar el monolitismo del hormigón rellenando la fisura, pues aparecerán fisuras en otros lugares o la misma fisura reaparecerá, si no se elimina la causa que provoca la fisuración, a este grupo pertenecen las fisuras de tipo térmico, las producidas por corrosión de armaduras, las de reacción árido-álcali, etc. En cambio en fisuras muertas o estabilizada, en las que el agente que la causó ya no está activo, este método sí que es válido. En tre las fisuras estabilizadas hallamos las debidas a retracción por secado y retracción plástica, afogarado, sobrecargas accidentales, heladas prematuras, asentamiento plástico y movimientos del encofrado o del terreno, siempre que estén estabilizados estos movimientos.
El enfoque de una reparación según se trate de uno u otro tipo de fisuras es totalmente distinto. La inyección de resinas sintéticas rígidas permite restablecer el monolitismo del hormigón si se trata de fisuras inactivas, pero si éstas están en movimiento no sirve de nada, ya que vuelven a abrir por el mismo sitio o por uno próximo o incluso alejado. Por ello, habrá que sellar con resinas sintéticas flexibles, que cuentan con una cierta capacidad de deformación.
En consecuencia, el relleno por inyección de resina epoxi únicamente se usará cuando se tenga la seguridad de que se trata de una fisura muerta o de que las actuaciones previas han conseguido estabilizarla.
A continuación se describe el procedimiento de aplicación:
En primer lugar, en grietas anchas o sobre hormigón que presente señales de deterioro, deben sellarse los labios de la fisura, mediante una masilla epoxídica, para evitar que la resina rebose durante el proceso de inyección. En hormigón poco sano, puede realizarse una abertura en "V" a lo largo de toda grieta, de unos 15 mm a cada lado de su eje, con una profundidad de unos 10 mm. Si las grietas son estrechas y el hormigón está sano, será suficiente sellar la superficie con un material termoplástico o incluso con cinta adhesiva.
La preparación y limpieza de la grieta a tratar y la exactitud en las dosificaciones son factores fundamentales para el éxito del tratamiento. Las grietas siempre deben estar secas para garantizar la máxima eficacia en la unión de la resina con el hormigón. Si no lo están, hay que proceder a su secado interior.
Seguidamente, se procede a colocar las boquillas, unos tubos metálicos de unos 10 mm de diámetro roscados en un extremo para acoplar a ellos el inyector por el que se efectuará el sellado. Las boquillas quedan incorporados a la masilla de cierre, a una distancia que varía entre 30 cm y 1 m, según sea el espesor de la grieta y la viscosidad de la resina. Si la grieta se bifurca, habrá que colocar una boquilla en cada punto de separación en el que nacen nuevas fisuras. Antes de proceder a la inyección, es preciso esperar hasta que la capa de sellado haya endurecido. En general, 24 horas.
Finalmente, la inyección se realiza introduciendo a presión por las boquillas la formulación epoxi, a través de algún sistema de bombeo (pistolas o gatos), sea éste manual, mecánico o mediante aire comprimido. La presión de inyección variará dependiendo de la anchura de la grieta y de la viscosidad de la formulación. Lo habitual es no exceder de 5 Kp/cm2.
En hormigón poco sano donde se ha realizado un picado en "V", la presión introducida puede ser mayor, lo cual permitirá pegar también las paredes de la fisura Es siempre conveniente mantener la presión durante algunos minutos para lograr que la resina llegue a las zonas más estrechas de las fisuras.
En los pilares y superficies verticales en general, la inyección se inicia por la boquilla más baja, hasta que la resina empieza a rebosar por la inmediatamente superior, que actúa como rebosadero o purgador de aire de la grieta. De este modo, cada perforación es testigo de la anterior. Tras desmontar el inyector de la boquilla inferior y taponar ésta, se inicia la inyección en la boquilla siguiente (por la que rebosó la resina), continuándose progresivamente de este modo hasta el llenado total de la grieta. Una vez finalizada la inyección y endurecida la resina, se puede quitar la capa de sellado si ésta es sólo superficial.
Si al inyectar la resina por un punto detectamos un consumo mayor del previsto, sin que la boquilla rebosadero muestre signos de que la resina empiece a salir, hay que interrumpir la inyección. Ello es indicio de algún error en el proceso (un fallo en el sellado superficial o en la colocación de las boquillas) o de la existencia de una coquera interna que no había sido detectada.
Una vez terminado el proceso, puede medirse la eficacia de la reparación mediante la extracción de testigos cilíndricos o por medio ensayos no destructivos, del tiempo de la propagación de un ultrasonido, en el cual desplazando la fuente emisora y captadora a lo largo de la fisura se puede comprobar el grado de llenado que presenta ésta. Se considera satisfactoria una in¬yección que ha penetrado en por lo menos el 90 % de la profundidad de la grieta
Fases de reparación de una fisura
1. Analizar y resolver la patología que produjo la fisura. Si no volverá a abrirse.
2. Determinar si son vivas o muertas
- Vivas -------- Resina elástica
- Muertas ------ Resina normal
3. Buscar la formulación epoxi adecuada Cuanto mayor sea la fisura mayor debe ser la viscosidad
4. Preparar la superficie
- Húmeda ------- Aire caliente
- Sucia ------- Limpiarla
- Grasa -------- No puede inyectarse
5. Inyección. La forma de hacerla depende del ancho de la fisura.
Se suele inyectar con una pistola de doble entrada que mezcla con precisión la resina y el endurecedor.
Entrada -------- Parte baja Salidas -------- Partes altas Bifurcaciones
Es necesario tapar la superficie de la fisura antes de inyectar y colocar las boquillas de inyección.
Cinta adhesiva:
- Grietas estrechas
- Hormigón sano
Sellado con epoxi:
- Grietas mayores
- Hormigón algo deteriorado
Inyección:
Se inicia la inyección por el punto más bajo hasta que rebose por el siguiente. Se tapa a boquilla inferior. Se continua la inyección desde la boquilla que ha rebosado. Se repite el proceso hasta que toda la fisura esté completamente inyectada.
En hormigones poco sanos:
- Apertura de la grieta.
- Limpieza.
- Sellado con mortero de epoxi e inyección
Otras técnicas de reparación de fisuras
- Cicatrización
Es un proceso que se produce espontáneamente en grietas muertas, saturadas de agua que no circula. Se produce por carbonatación del O Ca y de (OH)2 Ca del cemento por la acción del CO2 del aire y del agua.
Se forman cristales de C03 Ca que cierran la fisura. Dura unos 90 días y el hormigón tiene que estar totalmente saturado de agua.
- Ocratizado
Se emplea para fisuras estrechas a< 0,2 mm Se introduce F4 Si gaseoso por las fisuras y a presión 2 (OH)2 Ca + F4 Si ---- 2 F2 Ca + (OH)4 Si
También puede conseguirse con vidrio líquido (fluosilicato de sodio y potasio). Se aplica con pincel y penetra por capilaridad. Reacciona con la cal y da fluosilicato cálcico que cierra la fisura de dentro hacia afuera.
- Grapado
No hace estanca la fisura