Patología de la edificación/Entramados de madera/Origen abiótico

MADERA DAÑADA POR AGENTES DE ORIGEN ABIÓTICO editar

Como consecuencia del ataque que la madera sufra de cada uno de los agentes destructores, se deberá de efectuar un tipo distinto (específico) de tratamiento protector y en cualquiera de los casos y, en razón del grado de ataque presente, se realizarán labores de sustitución, refuerzo o consolidación, debiendo siempre eliminar al agente productor de los daños así como proteger preventivamente cara al futuro.

  • Humedad_ Los tratamientos frente a la humedad, al ser esta un factor indispensable para la presencia de ciertos insectos y hongos xilófagos, se deberán considerar como prioritarios en cualquier tipo de acción curativa, efectuando las labores necesarias para la eliminación de la existente en el entorno de la madera y descenso de la presente en ella.
  • Fuego_ Los tratamientos curativos de la madera dañada por el fuego, siempre que ésta siga manteniendo una resistencia mínima acorde con su labor, implican:
- Eliminación de la capa superficial carbonosa formada en la combustión, con el consiguiente descenso de sección y consecuentemente de resistencia.
- Aplicación de protectores de capa (pulverización), o de protectores totales (inyección), retardantes del fuego en previsión se puedan producir combustiones futuras.
  • Fotodegradación_ En el caso de la obra nueva y la ya existente, el enemigo inmediato de la madera en exteriores es el Sol, y la única manera de protegerse de las radiaciones ultravioletas que destruyen la madera, es reflejándolas. Esto se consigue con la ayuda de pigmentos (“poner morena a la madera”). Los protectores que contienen pigmentos, son los llamados “decorativos”, y se aplican a brocha, pulverización o inmersión, en las maderas al exterior (puertas, ventanas, pérgolas, bancos y otros objetos).
En cambio, en el caso de madera afectada superficialmente por la acción de rayos U.V. solares, se pueden seguir las fases siguientes:
- En la situación de madera recubierta por alguna capa (pintura, barniz, laca, etc) se deberá dejar al descubierto su superficie mediante decapado mecánico o químico.
- Lijado de la superficie, dejándola perfectamente limpia y con el poro abierto.
- Aplicación mediante impregnación superficial de un protector químico que contenga en su composición resinas resistentes a la intemperie y pigmentos de protección frente a la acción degradante de los rayos U.V. solares, así como ceras repelentes del agua (humedad). La madera debe absorber entre 150-250 gr. del protector por m2 de madera tratada, siendo aconsejable que se produzca un secado rápido. Se aplica en 2 ó 3 manos, dejando secar entre cada aplicación.