No Deje Rastro: Capítulo Páramo Andino/Principio 3

Disponga bien de los desechos (lo que lleve, regréselo)

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Quizás algo tan sencillo como esto parece obvio, pero lamentablemente, al viajar por áreas silvestres que muchas veces creemos vírgenes, nos encontramos con desperdicios dejados por otros. Este principio se puede dividir en dos partes: “Lo que lleve, regréselo” y disponga de la manera más apropiada de los deshechos que no pueda regresar.

"Lo que lleve, regréselo"

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Esta frase recuerda a todo caminante o campista, restituir a casa toda la basura que ha producido en el campo. Reduzca la basura en origen, lo que permite dejar en casa gran cantidad de basura potencial y reducir el volumen y peso del equipo. Planifique el menú y coloque todos los alimentos en bolsas plásticas, dejando en casa todo empaque excesivo. Saque las envolturas de dulces en su casa antes de salir y guarde sus dulces en bolsas plásticas de mayor capacidad.

Evite dejar desperdicios orgánicos

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Es importante recordar que aun cuando la mayoría de la comida que llevamos es orgánica, resulta ajena al ecosistema del lugar y su presencia provoca cambios en el comportamiento de los animales. Al recibir alimento se habitúan a la presencia del ser humano en su entorno, generando molestias, como en el caso de los ratones, que pueden carcomer morrales y carpas para lograr a su objetivo.

En otras áreas puede llegar a ser un tema de seguridad. Aunque es muy raro tener fauna silvestre cerca de un campamento en el páramo, un oso o un puma habituado es un animal peligroso que ha perdido el miedo al ser humano y lo identifica como fuente de alimento. Por ello lleve de regreso todos los desperdicios, incluso los más pequeños. Por ejemplo, recupere los sobrantes de comida de las aguas grises colando las aguas en que ha lavado los platos, deposite los residuos en una bolsa plástica y luego esparza el agua colada en un área grande.

Lleve de regreso las colillas de cigarrillos, aunque pequeñas, la suma de varias puede hacer del páramo un cenicero.

Evite quemar o enterrar desperdicios

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Las fogatas no consumen totalmente los alimentos y al enterrarlos puede llamar la atención de animales que escarban y terminan esparcidos por toda el área.

Disponga de la manera más adecuada lo que no se puede regresar

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El agua es uno de los elementos claves para la salud y "salubridad" de un ecosistema. Por ello, es muy importante saber cómo evitar contaminarla, procurando que los desperdicios se descompongan antes de llegar a la fuente de agua. Aunque parezca lo contrario, en el agua los desechos se incorporan al ecosistema y se acumulan, mientras que en la tierra los desechos se degradan en forma rápida, menos propensos a ser absorbidos en la cadena alimenticia de animales mayores.

Para minimizar la posibilidad de contaminar el agua dulce, seleccione sitios de campamento alejados del agua (más de 60 metros). Tanto el aseo personal como lavado de ropa y utensilios de cocina, deben realizarse a esta distancia.

Para ello puede recoger agua en dromedarios (u otro utensilio) y transportarla hasta el lugar de las actividades de limpieza. Si usa jabón para el aseo personal, procure que sea biodegradable y báñese lejos de la fuente de agua. En el caso de limpieza de utensilios de cocina, bastará agua caliente para dejarlos limpios. Agregar unas gotas de cloro al agua con la que se enjuaga, puede evitar la proliferación de bacterias que producen enfermedades gastrointestinales. Siempre lave muy bien sus manos con jabón seco, luego de ir al baño, para eliminar fuentes de infección.

Tratamiento de desechos humanos

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Este tipo de desechos, en particular las heces fecales, son una fuente de posible contaminación de los páramos. No sólo producen la proliferación de patógenos por insectos y animales, sino que además son un impacto visual negativo. Por ello es importante aplicar técnicas que hacen más efectiva su descomposición y minimizan su impacto en el ecosistema.

Cuando ingrese a un lugar averigüe si existen baños o letrinas y su ubicación. Si ellos existen, utilícelos. Cuando muchas personas visitan un área, los desechos humanos pueden exceder la capacidad de descomposición del área. La presencia de baños o letrinas evidencia que la tasa de uso es alta y que es necesario concentrar los desechos para aislarlos del sistema. No arroje desperdicios ni envases a inodoros o letrinas ya que son difíciles de remover al momento de la limpieza.

Hoyo de gato
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Practique la técnica del hoyo de gato en lugar de cubrir los desperdicios con rocas u hojas: es una técnica muy efectiva para fomentar la descomposición y degradación de heces fecales. Su uso requiere un nivel de conciencia uniforme para todo el grupo. Para hacer un hoyo de gato es necesario llevar una pala corta (de jardín) y seleccionar un sitio ubicado por lo menos a 60 metros de cualquier fuente de agua, camino o campamento. Un buen sitio es un lugar expuesto al sol, con mucha materia orgánica, ya que estos elementos ayudarán al proceso de descomposición.

Es una técnica sencilla: cave un hoyo no inferior a 20 centímetros de profundidad y, tras ocuparlo, tápelo con la misma tierra que sacó. Además, puede revolver con un palo y colocar algunas hojas secas o ramitas que estén alrededor para ayudar a la descomposición.

Letrinas
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Esta práctica se aplica cuando viajamos con un grupo de niños o adultos mayores, a quienes les resulta más difícil seleccionar un sitio adecuado. Para hacer una letrina busque un sitio con los mismos criterios aplicados a la selección de espacio para el Hoyo de gato. Cave hasta unos 30 centímetros de profundidad y extienda el agujero a lo largo y procure dejar la misma tierra en los bordes. Cada persona que usa la letrina debe tapar sus desechos con la tierra ubicada en el borde. Al finalizar la estadía, revise que la letrina quede bien tapada y disimule el área con hojas secas y ramas.

Elementos de higiene
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Las toallas femeninas y los pañales desechables siempre deben ser llevados de regreso. Colocar una aspirina en la bolsa donde se guardan reduce los malos olores. El papel higiénico no es indispensable y puede ser reemplazado por hojas, agua o musgo; sin embargo, esto requiere de experimentación. Si definitivamente prefiere usar papel llévelo de regreso (como las toallas higiénicas) a la ciudad o deposítelo en el baño o letrina más próximo.

A diferencia de las heces, la orina es prácticamente estéril y tiene poco efecto sobre la vegetación, suelos o fuentes de agua. Sin embargo, en ambientes que carecen de sales puede atraer a los animales, recomendándose esparcirla en un área amplia y así evitar malos olores. Las rocas son propensas a retener el olor, así que évitelas al proceder. Esto piede fallar