Medicina Veterinaria/Fluidoterapia/Administración intraósea de fluidos

La resucitación del shock requiere una rápida expansión intravascular, la cual es mejor lograda cuando aplicamos un catéter intravenoso; no obstante, en circunstancias prácticas en la clínica tales como colapso vascular, inaccesibilidad a los vasos o el pequeño tamaño del paciente, pueden hacer difícil el poner en forma rápida un catéter intravenoso. La administración rápida de fluidos en el espacio intraóseo provee otro importante acceso al intravascular, sin tener que poner un catéter intravenoso.


El acceso intraóseo es ideal para pequeños cachorros, gatitos y algunos exóticos.


El fémur es el espacio que comúnmente se usa, pero también se puede usa la tibia y ulna, lo que es bien tolerado por las aves; en estos animales se usa una aguja 20 o 21 G. Cuando se desea usar el espacio intraóseo en perros o gatos maduros se debe usar una aguja con estilete (aguja para médula ósea, aguja intraósea o aguja espinal).

Cuando una aguja es aplicada en forma correcta y aséptica, puede mantenerse ahí por 3 a 5 días.

Más comúnmente usada en mamíferos de menos de 0,5 kg, esta ruta es inicialmente usada hasta conseguir una expansión intravascular que permita aplicar posteriormente un catéter intravenoso.


Maniobra: La aguja es aplicada en la fosa trocantérica del fémur o lateral a la cresta tibial. Después de depilar y del primer lavado se puede infiltrar con lidocaína la piel, el subcutáneo y depositar sobre el periosteo. El área debe ser lavada de nuevo y preparada en forma aséptica. La aguja debe ser insertada rotándola, para que sea taladrada en el hueso. Es importante que la aguja este nivelada con el hueso para que la perforación en el espacio intraóseo sea lo más chica posible. Una aguja bien puesta debe estar firme y moverse al unísono con el hueso. El sitio de la inserción debe ser cubierto con ungüento antibiótico y vendaje estéril.


Los fluidos deben ser infundidos con cierto grado de presión en el espacio medular, lo que puede ser doloroso. Se recomienda empezar en forma lenta hasta que el animal se adapta a la presión. La infusión continua se realiza en mejor forma si usamos una bomba de infusión.

Por esta ruta también podemos administrar drogas o fluidos como sangre entera y coloides.