Likutey Moharan/Parte 1/Torá 240

Torah 240 likutei mojaran rabi Najman

Torá 240:1 1 Toda generosidad y todas las cosas provienen únicamente del verdadero tzadik. Por lo tanto, cuando alguien está cerca del verdadero tzadik, puede recibir fácilmente lo que necesita, ya sea riqueza o hijos. Sin embargo, si alguien está lejos del tzadik, entonces llega a él con gran dificultad. Porque cada persona recibe riqueza o hijos de acuerdo con su mazal (suerte, destino), y el mazal recibe la generosidad del tzadik porque es de allí de donde proviene toda la generosidad. 2

Por lo tanto, cuando alguien está distante del tzadik, el mazal tiene que hacer un gran esfuerzo para recibir la generosidad del tzadik, debido a que él está distante [del tzadik]. En consecuencia, encontramos muchas variaciones en esto. A veces, la riqueza llega a una persona y, como resultado, muere, quedando la riqueza para los herederos. Y a veces, muere como resultado de recibir la riqueza, y también la pierde. Hay muchas variaciones de este tipo. 3

Es análogo a lo siguiente: Una persona quiere levantar una carga pesada. Ejerce toda su fuerza para levantar la carga porque es muy pesada. A veces levanta la carga, pero como resultado del esfuerzo que ejerce, sus entrañas se salen de su lugar de tal manera que muere. Aun así, todavía es posible que la carga permanezca en sus manos. Sin embargo, a veces, debido a la dislocación dentro de él, la carga también se le cae de las manos. Así es que murió a consecuencia de levantar la carga, y la carga tampoco quedó con él, ni aun para sus hijos. Así también, en el caso antes mencionado: dado que el mazal tiene que esforzarse para recibir la generosidad del tzadik, debido a que está lejos de él, pueden resultar muchas variaciones, como se explicó anteriormente. 4 Sin embargo, cuando alguien está cerca del tzadik, entonces el mazal no tiene que ejercerse, porque la persona está cerca de él. 5

A pesar de esto, ocasionalmente puede suceder que una persona se acerque al verdadero tzadik y por eso pierda la riqueza. ¡Saber! esto es el resultado de haber visto algo precioso [y] muy alto; “y aunque él no vea, su mazal ve” (Meguilá 3a). Como resultado de haber visto el mazal algo precioso y muy alto, se despoja de sus riquezas. Esto es similar a alguien que lleva una carga de cobre y ve oro y joyas preciosas. Tira todo y corre a agarrar los bienes preciosos. Así también, como resultado de haberse acercado y visto [algo] más precioso que el oro fino y las perlas, el mazal sin miramientos desecha la riqueza. 6 Cuánto más, cuando una persona es por sí misma digna de sentir que la cercanía al tzadik es más preciosa que todas las riquezas del mundo. En ese caso, no presta atención al dinero y no tiene ningún deseo de riqueza.