Historia del Partido Comunista Paraguayo (1928-1990)/Era Moriniguista/Defensa de Europa

EL PARTIDO COMUNISTA PARAGUAYO Y LA DEFENSA DE LA CAUSA ALIADA

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En el I Congreso del partido fue aprobada la línea política de Unidad Nacional, contra el eje fascista y sus agentes internos empotrados en los altos mandos del moriniguismo, en la inteligencia de que la derrota del enemigo común nazi-fascista era la causa de toda la humanidad civilizada. En el orden interno la línea ponía el acento sobre el objetivo de aislar y derrotar a los elementos del «Frente de Guerra», cuya influencia era notoria y determinante en el gobierno de Morínigo, imprimiendo una supuesta neutralidad respecto de los beligerantes.

Todavía en los primeros días de diciembre de 1941 el gobierno hacía gala de su presunta neutralidad. «El Tiempo», voz oficiosa del gobierno, expresaba en esos días que el diario «mantiene y mantendrá su posición de equidistancia con respecto a todos los beligerantes» (Seiferheld, oc. pág. 174. T. II). Pero cuando el 7 de diciembre de 1941 se produce la agresión japonesa contra Pearl Harbour (Hawai), en el Pacífico, rápidamente cambiaron de opinión y dijeron que el gobierno debía expresar su solidaridad al gobierno de Roosevelt, en tanto que los comandos militares de la Jefatura del Estado Mayor, el Comando en Jefe, los Comandos de Caballería y de la Aeronáutica -que era lo mismo que decir los integrantes del «Frente de Guerra» pro-nazi, «sostuvieron la tesis de que el Paraguay debía aguardar algunos meses ha-te cerciorarse del probable curso de la guerra, antes de comprometerse contra las potencias del eje» (oc. pág. 175).

El hecho es que esta nueva escalada agresiva del eje nazi-fascista, que provocó la entrada de los Estados Unidos a la guerra, determinó una mayor presión externa sobre el gobierno de Morínigo, que, al final, le obligó -muy a su pesar- a romper formalmente sus relaciones con Alemania, Italia y Japón, en enero de 1942. De ahí en más, los sectores democráticos y pro aliados, del espectro político nacional fueron intensificando sus movilizaciones, con la exigencia del restablecimiento de las libertades públicas, el levantamiento del estado de sitio, el reconocimiento de los partidos políticos, Amnistía General y Asamblea Nacional Constituyente. Por lo demás, del rompimiento formal de las relaciones con las potencias del eje a la declaración de guerra a las mismas, todavía mediaba una gran distancia. Sólo en los primeros meses de 1945, bajo intensa presión de las movilizaciones populares y cuando ya no había duda acerca del destino de la contienda, Paraguay declaró la guerra a la Alemania hitleriana.


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