"Todos los hombres desean por naturaleza saber. Signo de ello es la complacencia que tenemos en los sentidos. Porque con independencia de que esa complacencia sea útil, nos complacemos por ellos mismos y, sobre todo, por el de vista".
(Aristóteles, Metafísica I, I, 980a 21-24).
"Esta tendencia al conocimiento acompañó siempre a la evolución de la especie humana; pero tal inclinación alcanzó su madurez, como filosofía, hace poco más de veintiséis siglos".
La búsqueda de una explicación del origen de la vida, recurriendo a la misma realidad y a las cosas mismas, sin acudir a mitos, leyendas o ideas fantásticas, comenzó a surgir en Grecia con Tales de la ciudad de Mileto, quien desarrolló el concepto de physis o de materia como el contenido fundamental de la realidad, que para él era el agua.
Pero el agua ya no como una explicación mítica o religiosa sino como una cosa explicativa de la realidad: un elemento común, que hoy denominamos lo físico y lo material.
Las necesidades del mundo diario obligaron a ir creando una serie de instrumentos materiales que compensasen la indefensión del ser humano ante el agobio de la naturaleza acusadora.