Histología/Aparato Digestivo y Glándulas anexas

El aparato digestivo es un órgano membranoso encargado de transportar, degradar y absorber las sustancias alimenticias ingeridas por los animales para su nutrición. Está compuesto por: Cavidad bucal, Faringe, Esófago, Estómago, Intestino, Glándulas anexas (salivales, hígado, páncreas).

Estructura general de todos los órganos tubulares del sistema digestivo: Mucosa: la capa más próxima a la luz. Compuesta por un epitelio especializado según las distintas funciones de cada parte, una lámina propia constituida por una fina capa de tejido conectivo y por la muscular de la mucosa, compuesta por una o más finas capas de músculo liso. En algunos órganos se encuentran glándulas.

Submucosa: es una capa de tejido conectivo que puede contener glándulas. En órganos sin muscular de la mucosa, la lámina propia y la submucosa se unen formando la lámina propia submucosa, sin una clara demarcación.

Muscular: generalmente existen dos capas de tejido muscular. La más interna las fibras están orientadas de manera circular y en la más externa de manera longitudinal.

Serosa: la capa más externa, constituida por tejido conectivo con un revestimiento de mesotelio. Los órganos incluidos dentro de cavidades están rodeados de serosas, mientras que los que están fuera carecen de mesotelio y el tejido conectivo llamado adventicia se continua con la fascia que lo rodea.

La estructura general de la cavidad bucal es: - Mucosa: epitelio estratificado plano con un grado variable de queratinización. - Propia submucosa: glándulas mucosas, serosas y mixtas. - Músculo esquelético o hueso.


La lengua es un órgano muscular recubierto por una mucosa, importante en la aprehensión, masticación y deglución del alimento. La lámina epitelial está formada por un epitelio estratificado plano con distinto grado de queratinización. En la superficie dorsal el epitelio es más grueso y queratinizado que en la superficie ventral y presenta papilas macroscópicas de diferente tipo: filiformes, cónicas, lenticulares, fungiformes, foliáceas y circunvaladas.

Los dientes son estructuras mineralizadas ubicadas en la cavidad oral que sirven para aprehender, cortar y aplastar el alimento. Se encuentran insertados en una cavidad ósea denominada alvéolo. Están compuestos por una porción mineralizada constituida por dentina, esmalte y cemento y por la cavidad de la pulpa, la cual contiene una parte central de tejido conectivo, vasos sanguíneos y nervios.

Las glándulas salivales Se pueden dividir en dos grandes grupos: - Glándulas salivales menores: se forman cuando el epitelio oral se invagina afectando a la zona de la propia submucosa y se denominan según su localización (labial, lingual, bucal y palatina). - Glándulas salivales mayores: se forman cuando el epitelio oral se desarrolla junto con un estroma y un sistema tubular e incluyen las glándulas parótida, mandibular, sublingual, molar (gato) y cigomática (carnívoros).

La faringe es un órgano membranoso que enlaza la cavidad oral con el esófago y sirve de punto de unión entre las vías digestiva y respiratoria. Está compuesta por una túnica mucosa, una propia submucosa, una muscular y una adventicia.

La estructura histológica del esófago, estómago e intestino es similar y está formada por cuatro capas: la más interna es la mucosa, que consta de un epitelio que reviste el interior del tubo y que presenta variaciones morfológicas relacionadas con su función conductora, secretora o de absorción. Sea cual sea el tipo de epitelio, todos descansan sobre una lámina basal debajo de la cual se encuentra la segunda capa de la mucosa llamada lámina propia que es un armazón de tejido conjuntivo laxo, profundamente irrigado y con gran cantidad de células de defensa como son los macrófagos, células plasmáticas, linfocitos, etcétera. La mucosa está revestida por una capa de músculo liso llamada muscular de la mucosa, que permite los movimientos de la mucosa.

Externamente a la muscular de la mucosa se encuentra la túnica submucosa, que consta de un tejido conjuntivo denso irregular con gran cantidad de glándulas exocrinas, también llamadas glándulas submucosas exocrinas. Esta capa está muy irrigada por vasos sanguíneos, y además presenta una gran inervación nerviosa a cargo del plexo de Meissner que controla la motilidad de la mucosa y la secreción de las glándulas.

La submucosa está revestida por la túnica muscular, formada por músculo liso. La porción inicial del esófago presenta esta capa con fibras musculares estriadas entremezcladas. La túnica muscular se organiza en dos capas, una circular interna y otra longitudinal externa. Entre ambas se localiza un plexo nervioso neurovegetativo, el plexo de Auerbach, el cual controla el movimiento muscular permitiendo las contracciones peristálticas a lo largo del tubo digestivo.

La capa más externa del digestivo es la serosa o adventicia. Está formada por conjuntivo laxo con gran cantidad de células adiposas y establece el límite entre el tubo digestivo y las cavidades celómicas, uniéndose por su parte dorsal al mesenterio.

Dos grandes glándulas compuestas liberan su contenido al interior del tubo digestivo. Ambas utilizan el mismo conducto, el colédoco, que desemboca en el intestino delgado. El hígado secreta la bilis, que contiene, entre otros, ácidos biliares necesarios para la absorción de las grasas. El páncreas secreta de manera exocrina enzimas digestivas que ayudan a la digestión. Ambas glándulas poseen también una función endocrina, liberación de sustancias a la sangre, pero mientras que en el hígado es el propio hepatocito el que realiza tanto la función exocrina como endocrina, en el páncreas la función endocrina se localiza en los islotes de Langerhans.