Diferencia entre revisiones de «En persecución/El entorno/Los jugadores»

Contenido eliminado Contenido añadido
Línea 34:
Al tiempo que me considero un consumado piloto, me encuentro sin embargo tan expuesto a sufrir el desastre como cualquier otro ahí fuera, y quizás sea esa humildad la que me salva.
 
Un ejemplo: un día despejado me encaminé hacia el frente en un Dewoitine D.520 a altitud algo inferior a la de mejor rendimiento del avión (5.500 m.). EstabaMe nohabía muyadentrado dentroligeramente deen “territorio comanche”ycomanche” y había estado observando diligentemente el cielo en todo momento desde el despegue. Volaba de forma rutinaria en una suave trayectoria ondulada – “volando sinuoso”- con cuartos de tonel para vigilar completamente mi sector trasero cada 4-5 segundos sin perder de vista ni una sola vez el resto del cielo. Aún así un 109E se las apañó para acercarse sigilosamente a mi.
 
''La primera noticia que tuve de su ataque fue un rastro de trazadora que pasó volando junto al ala y la carlinga. Apenas podía creer que estaba siendo atacado. Al tiempo que viraba algo en subida para salir de mi incredulidad, vislumbré al enemigo a menos de trescientos metros de distancia justo a mi cola y ligeramente arriba, e inmediatamente acentué la maniobra pasando propiamente a una acción evasiva. ¡Que suerte que era un mal tirador y no se había acercado más antes de abrir fuego! Ya había recuperado algo de fuerza así que realicé unas tijeras en espiral y para mi satisfacción vi pasar al 109 al instante, tras lo cual me puse inmediatamente tras él. Hizo un suave ascenso para alejarse y por la forma de manejar su aparato supe que había dejado de verme. Curiosamente, no hizo mucho esfuerzo en recuperar el contacto visual y optó por seguir – un error funesto, puesto que no se puede luchar contra lo que no se ve. Afortunadamente su índice de acercamiento no había sido grande y me las arreglé para alcanzarlo con unos disparos de cañón justo al reducir la velocidad al final del ascenso, alcanzando la parte trasera del fuselaje desde abajo a sus siete. Pude ver como se estremecía con los impactos tras lo cual entró en un largo picado, todavía sin verme, y yo lo seguí. Habiendo descendido un kilómetro pasó a una trepada muy pronunciada, lo que me permitió acortar en su trayectoria circular y apuntarle al llegar al punto más alto – sorprendentemente parecía también estar volando a bajas RPM. Mi cañón le alcanzó de nuevo, atravesándole desde atrás y abajo, incendiando inmediatamente su aeronave.''