Diferencia entre revisiones de «Patología de la edificación/Cubiertas inclinadas/Reparación»

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Cuando el solape de las piezas que conforman la cubrición es insuficiente para la pendiente del faldón, la reparación pasa por el retejado total o bien de aquellas zonas que no tengan el solape adecuado o tengan piezas rotas.
Una segunda alternativa consiste en colocar un cartón embreado que se adapta al perfil de los elementos de cobertura, y sobre este asentar las nuevas piezas.
 
El solape deberá garantizarse no solo entre las piezas de cobertura, sino tambien en el encuentro entre éstas y elementos singulares como paramentos verticales, encuentro con canalón, formación de limatesas, limahoyas, cumbrera etc.
 
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Si no es posible el cambio de tipo de cobertura, por ejemplo en edificios protegidos o para no alterar las condiciones estéticas, será necesario colocar un elemento impermeabilizante continuo previa al retejado.
 
Como elemento que garantice la impermeabilización bajo la piezas de cobertura, se disponen en el mercado varios materiales. Desde chapas onduladas o grecadas, laminas asfálticas, planchas saturadas de betún asfáltico o dos capas de emulsión elastomérica etc, en cualquier caso la elección llevará un estudio previo del sistema de fijación de la cobertura posterior, ya que podría dañarse este elemento. Así, en la elección de algún tipo de chapa grecada deberá perforarse exclusivamente en las cumbres, o bien si el elemento es asfáltico, no se deben hacer fijaciones mecánicas al mismo, y por tanto se protegerá con morteros armados con malla sintética, a los que se puede fijar mecánicamente las piezas posteriores.
 
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Habrá que reponer el babero de encuentro destinado a recoger y canalizar el agua, debiendo asegurar el solape con las piezas de cobertura y con el elemento vertical, así como, la fijación mecánica al mismo, bien por entrega en roza o mediante perfil atornillado.
 
Los baberos se realizan con chapas metálicas o laminas asfálticas auto-protegidas. Tradicionalmente eran de plomo, cuya buena maleabilidad permitía su adaptación a los elementos del encuentro.
 
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Cuando la falta de estanqueidad se produce en la cumbrera o limatesas, se deberá levantar las piezas que la conforman y colocar una membrana impermeabilizante, cartón embreado o chapa, con forma de V invertida, constituyendo una nueva cumbrera que escupa el agua sobre las piezas inferiores, y reposicionar las piezas de acabado.
 
Si la falta de estanqueidad se produce en la limahoya, deberá reaprarse la misma previo levantado de las piezas que vierten a ella, colocando una nueva limahoya, con las solapes y pendientes adecuados. El sistema más usual es la colocación de una chapa de acero galvanizado, plomo.... en forma de V, que permita la evacuación rápida del agua a ellas vertido.
 
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Deberá analizarse el sistema de agarre o fijación de las piezas, así como su diseño y resistencia, dado que según el tipo de cubierta, pendiente, exposición a vientos dominantes etc, será determinante para el diseño de una correcta reparación.
 
El sistema más seguro de reparar el sistema de cobertura cuando existen desprendimientos, será por fijación mecánica de las piezas, siempre con elementos de acero galvanizado o inoxidable, que garanticen su durabilidad con el paso del tiempo.
 
El sistema de fijación mecánica no se puede realizar con tejas curva tradicional, pero en el resto de los casos, las piezas están diseñadas para su fijación en la zona de solape de la piezas, garantizando así su estanqueidad.
 
Para asegurar las tejas curvas frente a acciones que puedan producir desprendimientos, se realizará un reposicionamiento de las mismas con un mortero de agarre previo mojado del soporte y las piezas, para garantizar la adherencia del conjunto.
 
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Las dilataciones producidas por la variación de temperaturas pueden solucionarse en parte con un sistema de “cubierta ventilada” que evitará el recalentamiento del soporte, además de producir un mejor comportamiento energético frente a condiciones extremas de verano, al crear una corriente de aire ascendente que refrigera el soporte.
 
Cuando es inviable en cambio del sistema de cubierta, se deberán producir juntas de dilatación en aquellas partes continuas de la cobertura (normalmente el mortero de agarre) cuya dimensión pueda producir empujes o deformaciones por dilatación, estas juntas deben rellenarse con material elástico que absorba las diferencias dimensionales.
 
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Dado que las humedades por condensación dependen no solo de la composición de la elemento de cubierta (soporte y acabados), sino de la condiciones higrotermicas del local que envuelven, deberá analizarse el conjunto antes de determinar cual es el modo de actuación más adecuado.
 
La actuación má económica suele ser la variación de las condiciones higrotérmicas del local, si bien no en todos los casos es la más adecuada. Pueden considerarse de dos tipos:
 
· Aumento de la temperatura del mismo.
 
· Bajar el grado de humedad ambiental, con la ventilación adecuada del mismo. Hay que reseñar que los sistemas de calefacción por estufas de butano, incrementan notablemente la humedad ambiental, y por tanto la actación en estos casos deberá considerar el cambio del sistema de calefacción.
 
 
Cuando se decide actuar sobre la cubierta, la zona de actuación puede ser puntual si la condensación de produce en algún puente térmico o bien generalizada si el sistema elegido es inadecuado, no obstante el modo de reparación en ambos casos es similar.
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La reparación debe abordar la colocación de un aislamiento térmico que garantice los parámetros mínimos fijados en el Código Técnico de la Edificación, que según la zona climática y la carga interna del local que se encuentre debajo de la cubierta, fija la máxima transmitancia del elemento.
 
Para la colocación del material aislante habrá que considerar dos casos generales:
 
A. Existencia de cámara accesible bajo cubierta: en este caso se puede optar por colocar el material aislante en esta cámara. Se recomiendan productos flexibles (por ejemplo manta de lana mineral), que faciliten su extensión y adaptación a los bordes, tabique palomeros o estructrura ligera que soporte el tablero de pendiente.
 
B. No existe cámara: la reparación más sencilla será colocar el material aislante por la parte inferior del soporte, y añadir un falso techo adecuado para dejar el interior habitable.
 
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Heladas : Se debe realizar un estudio del grado de absorción de las piezas y resistencia a la helada, ya que si el material de cobertura es muy poroso ( piezas cerámicas o pétreas) facilita el proceso de erosión por heladas.
La reparación de este tipo de afecciones pasa por la sustitución de piezas si es un aspecto puntual o bien la colocación completa de nuevas piezas de distinto material.
 
Tambien existe la posibilidad ( si es puntual), de protegerlos mediante productos selladores o endurecedores hidrofugantes.
A la hora de abordar la sustitución completa, es interesante la tener en consideración la posibilidad de hacer una “cubierta ventilada”, ''dado que el sistema de aireación no permite la formación de escarchas o condensaciones superficiales''. (1)
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SO2, CO : Este tipo de afección viene asociada a humedad continuada, por lo que habrá que anular la humedad inicial. Luego se estudiará el grado de erosión para estudiar la reconstrucción de la piezas afectadas, su sustitución o protección similar a la descrita en el apartado anterior.
 
Organismos: Se eliminarán los organismos que sean origen de la lesión. Luego se estudiará el grado de erosión para estudiar la reconstrucción de la piezas afectadas, su sustitución o protección similar a la descrita en el apartado anterior.