Diferencia entre revisiones de «Historia digital del Arte/ El arte prehistórico/ Paleolitico»

Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
 
Sin resumen de edición
Línea 1:
El arte más antiguo del que se tiene conocimiento corresponde al Paleolítico, etapa de la Prehistoria en la que el Hombre habitaba en cuevas naturales y utilizaba principalmente herramientas de piedra, además de huesos, astas, y madera. Las obras que datan de este período y se han conservado hasta hoy son, en su mayor parte, pinturas o dibujos realizados con trozos de carbón sobre las paredes de cuevas o cavernas, a las que se conoce como pinturas rupestres. De éstas, las más célebres son las de las Cuevas de Altamira, en España, y las de Lascaux, en Francia.
 
Sin embargo, existe granaún hoy cierta polémica acerca de la naturaleza del arte del Paleolítico, y de si puede llamarse verdaderamente "arte". En general, se acepta la teoría de que los hombres del Paleolítico no realizaban sus pinturas con un fin decorativo, o siquiera expresivo, sino mágico.
 
Según el historiador Arnold Hauser, el pintor del Paleolítico no logra aún diferenciar entre lo que pinta y la realidad. Para él, el bisonte real que corre por la ladera es exactamente igual al bisonte que con todo cuidado plasma sobre la pared de la cueva. La posesión del animal representado en la pared equivale para el pintor a la posesión del animal real, y esto lo hace con el fin de asegurar su captura, para posteriormente alimentarse de él y abrigarse con sus pieles. Pero, ¿De dónde proviene esta afirmación?
 
[[Imagen:elk.jpg]]El primer indicio del propósito mágico de estas pinturas es su ubicación. Usualmente, las hallamos en rincones apartados de las zonas que podemos inferir como zonas "sociales" de las cuevas. No las hallamos en el lugar donde habitualmente dormían y se alimentaban las familias primitivas, sino en sitios oscuros y alejados, más propicios para los rituales que para las actividades de la vida cotidiana.
 
Luego, podemos descubrir que muchos dibujos se superponen unos a otros, con lo cual podemos descartar que el propósito del pintor fuera deleitarse a sí mismo o a otros con la observación de la pintura: la pintura paleolítica no era, en ningún momento, para admirarla. Pareciera que el pintor paleolítico reconoce un "lugar" determinado de su cueva como apropiado para el rito mágico, por lo que pintará muchas más veces allí.
 
En algunos casos, pueden encontrarse pinturas en las que se representa el acto de la cacería en sí.