Diferencia entre revisiones de «Psicología Política: Imaginarios sociales de la violencia política»

Contenido eliminado Contenido añadido
Línea 109:
Quan la violència es troba comunment extesa en una societat, es converteix en un fenòmen generalitzat i en una atmosfera o cultura de violència. Sobre aquesta cultura del conflicte ha tractat Mark Howard Ross , qui ha dit que aquest tipus de cultura contestatària es apresa per l’individu en diversos àmbits de socialització política com moviments socials, grups d’opinió, premsa, partits, i organitzacions juvenils. Aquesta cultura de violència té com a trets més destacats l’acceptació i la interiorització dels resultats més tràgics del conflicte ( violència, por, coacció, venjança) que són percebuts com inevitables, la concepció utòpica del futur, la desconfiança generalitzada cap al poder establert, les seves institucions, els seus projectes i elements de legitimació.
==CONTEXTCONTESTO HISTÒRICHISTORICO==
La història del moviment revolucionari a la Itàlia dels anys 70 està intrínsicament lligada al procés de desenvolupament del país i als decisius aconteixements i ruptures que han marcat la seva història. La construcció històrica dels anys 70 no es pot dur a terme únicament als tribunals de justícia. Cal dur a terme un debat més enllà entre tots els subjectes socials que han estat els principals protagonistes de “la gran transformació” d’aquells anys.
 
El 68 és un any clau per tal d’entendre molts dels conflictes i revoltes socials contemporànies. Malgrat tot, és necessari aturar-nos un moment a observar quins successos i canvis es van anar encadenant durant la dècada dels anys seixanta per tal d’entrar després a descriure l’efervescència del moviment del 68.
 
La historia del movimiento revolucionario italiano de los años ’70, está estrictamente ligada al proceso de desarrollo del País, y de los decisivos cambios y rupturas que han marcado su propia historia. La construcción histórica de los años ’70, no se puede limitar únicamente a lo que se ha decretado en los tribunales de justicia. Se intenta abrir un debate más amplio, entre todos los sujetos sociales, que han actuado, como los principales protagonistas de “la gran transformación” de aquellos años.
A nivell internacional el context polític va estar marcat per tot un seguit de focus revolucionaris. Tant a Àfrica, com a Àsia i a Amèrica llatina s’anaven desenvolupant moviments d’alliberament nacional que combatien l’imperialisme. La guerra del Vietnam va ser la icona de la resistència al bloc capitalista, i va significar la viva mostra de que la revolució era possible i real.
El ’68 es un año clave para entender muchos de los conflictos y revueltas sociales contemporáneas. A nivel internacional, el contexto político, se va a enmarcar por todo un seguido de fuegos revolucionarios. Tanto en África, como en Asia y en Latinoamérica, se han desarrollado movimientos de liberación nacional que combaten el imperialismo. La guerra del Vietnam va a ser la icona de la resistencia al bloque capitalista, y va a significar la viva muestra de que la revolución es posible y real.
Concretament, pel que fa a Itàlia, a principis dels anys 60 Tambroni entra al govern gràcies als vots del parlament i al MSI. Dins aquest escenari els feixistes es senten legitimats, i la resposta obrera no tarda en materialitzar-se en mobilitzacions als carrers. Es va decretar l’estat d’excepció, cosa que va alarmar als demòcrata cristians per la situació insurreccional que s’estava generant al País. Arran d’això Tambron va finalitzar el seu mandat com a cap d’estat i al desembre del 1963 es va organitzar el primer govern de centre esquerra. D’aquest pacte de govern es va desmarcar una part de l’esquerra socialista que va formar un nou partit: el PSIUP ( Partit Socialista d’Unitat Proletària). Dins aquest l’escenari polític, a nivell social les lluites es van anar duent a terme en dos camps: el Treball i les revoltes obreres ( de les que en parlarem més endavant), i la Educació.
Concretamente, lo que pasa en Italia en principio de los años ’60, empieza con la subida al gobierno del ministro Tambroni, gracias a los votos parlamentarios y del MSI. En este escenario, los fascistas se sienten legitimados, y la respuesta obrera no tarda en materializarse con el movilizarse en las calles. Se va a decretar el estado de excepción, cosa que va alarmar los democráticos cristianos, por la situación insurreccional que se está generando en el País. Antes de esto pero, Tambroni va a finalizar su mandato con un golpe de Estado, y en el diciembre del 1963 se va a organizar el primero gobierno de centro izquierda. Con esto pacte de gobierno, se va a enmarcar una parte de la izquierda socialista, que va a formar un nuevo partido: el PSIUP (Partido Socialista de Unidad Proletaria). En este escenario político, a nivel social las luchas se van a desplegar en dos campos: el Trabajo y las revueltas obreras, y la Educación.
Al final del 1967, se inician los movimientos de ocupaciones de las universidades italianas y las luchas obreras se van a radicalizar cada vez siempre más en repuesta a las medidas represivas tanto del patronal como del Estado y sus cuerpos de seguridad.
Las luchas obreras se producen en la fábrica, que va a ser el equivalente de las universidades para los estudiantes, como principal núcleo de revuelta social. Las luchas más significativas de aquellos años van a ser la de Pirelli Bicocca de Milán, la Montedison de Porto Marghera, y de la Fiat en Turín.
La característica especifica del movimiento que empieza a partir del 1968, consiste en unas combinaciones de nuevos y explosivos fenómenos, propios de los Países industrializados, junto con el clásico fenómeno paradigmático de la revolución comunista. La crítica radical al trabajo asalariado, y sus consecuencias en escala masiva, va a ser el motor principal de las luchas populares. Va a ser una lucha contra el proceso de especialización del trabajo, y contra la jerarquizacion y la diferenciación que se estaba produciendo entorno a los lugares de trabajo.
Las luchas se encaminan verso la obtención de un salario igualitario, al fin de combatir la organización social del conocimiento, y de conseguir reformas y cambios en la esfera de la vida cuotidiana.
A partir del 1968, se produce en Italia una regeneración del movimiento comunista y libertario.
Los grupos revolucionarios, nacidos mayormente en las universidades y en las fabricas, van a portar a termine revueltas mas allá de la legalidad. El hecho de mantenerse al margen de la legalidad, va a ser de extrema necesidad, así que estos grupos no pueden ser absorbidos por el Sistema y por no ser posteriormente reciclados.
Se van a extender las luchas a todo el territorio social, a todas las esferas, y la construcción de formas de contrapoder van a ser necesarias, en cuanto son una nueva forma de adaptación a la precariedad de la crisis económica y del mercado negro.
A partir de los años ’70, la izquierda extra-parlamentar va a servirse de la fuerza como instrumento principal, o sea, la violencia política. Se entiende esta violencia, como un medio necesario para portar a termine una lucha por el poder, como una fuerza para acabar con el monopolio de la violencia estatal.
Los eslóganes y los programas políticos de este periodo se van a conceptualizar como un cierre violento con la legalidad, la subversión, la insurrección, y la lucha para la presa del poder.
En estos periodos, el papel que jugaban las primeras organizaciónes armadas clandestinas (Grupos de Acción Partisana y Brigadas Rojas) era totalmente marginal, estaba fuera del debate y de la vida política del momento. Las Brigadas Rojas empiezan así una organización de propaganda armada. Su objetivo principal reside en ser una clave de concienciación y visualización del conflicto de clase. Va a ser a partir del 1972, cuando las Brigadas Rojas se estructuran plenamente como una organización armada.
En un breve periodo de tiempo se van a suceder rupturas internas, cambios radicales en la perspectiva política y cambios en las condiciones del conflicto en si mismo. Todos estos cambios se van a producir por un determinado tipo de factor. En este sentido, se va a producir un cambio en la política del Partido Comunista, que comienza a enmarcarse en la revuelta, buscando un acostamiento político con el resto de los grupos parlamentarios, y una resolución política del conflicto.
El papel central que va a jugar en un principio, o sea las luchas obreras en las fábricas, va a dejar de ser el motor de la revuelta. La nueva subjetividad del movimiento de masas era ya alieno al movimiento obrero. Aquí va a tener una gran importancia la aparición de los nuevos movimientos sociales, concretamente el movimiento feminista. Las características del movimiento feminista que van a influenciar la nueva subjetividad va a ser: comunalismo, separatismo, crítica de la política y del poder, defensa de las diferencias.
Todos estos factores van a portar a la creación de la Autonomía Obrera, organización creada en oposición al Partido Comunista tradicional. Autonomía Obrera no busca ningún proyecto político o solución definitiva, pero va a preocuparse para recuperar espacio de poder en el terreno social.
El movimiento se propone una resistencia violenta contra la reestructuración de la producción que tenía luego en las fábricas. Los protagonistas van a ser trabajadores, y sus objetivos van a ser el mantener la fábrica como estaba y mantener la fuerza que tenia el movimiento obrero en su interno. En esta problemática, nacen las Brigadas Rojas.
La explosión del movimiento va a producirse en el 1977. El movimiento se había convertido en el referente de esta nueva composición de la clase obrera/precaria. Se estaba creando una sociedad alternativa al margen, con capacidades productivas, intelectuales y cooperativas, superiores.
Esta sociedad alternativa que va a emerger en el 1977, no buscaba necesariamente un enfrentamiento contra el Estado, no quería conquistar poder, sino que quería deliberarse de él, buscaba generar sus propios espacios de libertad.
Fue allí, que las organizaciones de Autonomía Obrera se van a trovar con el dilema que supone de quedarse relegadas a la marginalidad de los ghettos, o confrontarse directamente con el Estado.
La solución que se toma en un principio, van a ser dos: la lucha para los mejoramientos sociales, y el enfrentamiento armado contra el Estado.
Desde el final del ’77 y durante el ’78, se va a producir un aumento y una multiplicación de las formaciones que operaban a nivel militar. La idea que rondaba en aquellos tiempos era que “Revuelta política = Revuelta Armada”, la lucha armada se veía como el ultimo recurso que quedaba durante el conflicto y delante a la falta de compromisos de la izquierda parlamentaria.
La derrota del movimiento de Autonomía Obrera va a donar paso a la expansión de las Brigadas Rojas.
La derrota de las Brigadas Rojas comienza con el secuestro y el homicidio de Aldo Moro. Las Brigadas van a portar a termine su propio programa político separado del conyunto del resto de fuerzas sociales, va a ser el brazo armado que imperaba sin una base política dirigente.
Después del caso Moro, empieza la lucha armada entre el Estado y las Brigadas Rojas. Una lucha enfocada ya como una cuestión de “terrorismo”. Políticos, jueces, magistrados, empresarios, van a ser objetivos para las funciones que desarrollan, como enemigos del Estado.
Van a proceder manteniendo actuar en este terreno, evitando cualquiera confrontación política directa, y buscando sus propios espacios entre la ghettización y las negaciones institucionales. Este movimiento alternativo y underground es el que hoy en día sigue constituyendo la cuestión que todavía envuelve la crisis italiana. Se trata de un movimiento alternativo que se ha expresado como un sujeto colectivo en luchas y reivindicaciones posteriores entorno a las mejorías en el trabajo, en el aumento de la espesa pública, la protección del medio ambiente, o la crisis de los partidos políticos.
 
A la tardor del 1967 s’inicia el moviment de les ocupacions de les universitats italianes. El detonant principal va ser l’aprovació de la llei 2314 del ministre Gui, que introduïa uns forts criteris de selecció escolar. Aquesta va ser la gota que va fer vessar el got, un got que es va anar omplint durant la dècada dels seixanta a partir de la introducció de reformes educatives que atemptaren contra la educació pública.
 
L’altre focus de lluita residia entorn el treball. Les lluites obreres van anar radicalitzant-se cada cop més, en resposta a les mesures repressives tant de la patronal com de l’Estat i els seus cossos de seguretat. Les manifestacions de protesta obrera van anar adoptant noves formes d’agitació que s’allunyaven de la clàssica lluita sindical. Un fet important va ser la comunió dels treballadors tècnics amb els obrers, per la defensa d’uns interessos comuns. Les lluites es lliuraven dins la fàbrica, que va esdevenir al igual que la universitat el focus principal de la revolta social. Un exemple important va ser la vaga dels obrers de la Marzotto de Valdagno. Aquesta era una ciutat-fàbrica que va tenir un gran valor simbòlic ja que va ser un referent de la lluita per l’abolició de la societat de classes i l’autogestió dels mitjans de producció. Les lluites més importants d’aquells anys van ser la de Pirelli Biocca a Milà, la Montedison a Porto Marghera, i la de la Fiat a Torino.
La característica específica del moviment que es va començar a gestar al 1968 va consistir en una combinació d’un nou i explosiu fenomen propi dels països industrialitzats, junt amb el fenomen del clàssic paradigma de la revolució comunista. La crítica radical al treball assalariat, i el seu rebuig a escala massiva, va ser el motor principal de les lluites populars. Va ser una lluita contra el procés d’especialització del treball, i contra les jerarquització i diferenciació que s’estava produint entorn els llocs de treball. Les lluites van anar encaminades cap a la obtenció d’un salari igualitari, cap a combatre la organització social del coneixement, i cap a aconseguir reformes i canvis en l’esfera de la vida quotidiana.
 
Tant a Itàlia com a França, l’especificitat d’aquestes lluites resideix en que es van dirigir directament cap a combatre al poder polític. Per tant és decisiu tenir en compte l’estudi del joc de poder de l’Estat per tal d’entendre el conflicte.
Inicis: 1968-1970
A partir del 1968 es produeix a Itàlia una regeneració del moviment comunista i llibertari. La gran quantitat de lluites a partir del 1968 van marcar un trencament radical de l’esquerra revolucionària amb els laboristes i les antigues organitzacions del moviment obrer tradicional. Així, es va regenerar un nou moviment comunista amb noves propostes i grups.
 
Entre el 1968 i el 1970 tota l’esquerra buscava un instrument polític per a dotar de contingut les reivindicacions socials. Tota l’esquerra treballava per a produir un canvi en les estructures de poder. Una forma similar de canvi a la que s’estava produint a l’interior de les fàbriques i en el mateix mercat de treball. D’aquí se’n va derivar una gran confrontació entre els grups de l’esquerra per aconseguir tenir l’hegemonia sobre la gestió conflicte social.
 
Els grups revolucionaris, sorgits de la majoria d’universitats i de les fàbriques, van dur a terme revoltes més enllà de la legalitat. El fet de mantenir-se al marge de la legalitat va ser de extrema necessitat per tal de que aquests grups no poguessin ser absorbits pel Sistema i per no ser posteriorment reciclats.
 
L'extrema polarització de la confrontació de classes, la centralització exacerbada de l’estat del benestar, i les minses polítiques governamentals, van fer lligar els reclams per un augment dels salaris al “imaginari”/”ideari” d’aixafar la maquinària estatal. Es van estendre les lluites a tot el terreny social, a totes les esferes, i la construcció de formes de contrapoder es van veure necessàries com a forma d’adaptació a la precarietat de la crisi econòmica i del mercat negre.
 
Es van produir importants desacords entre els grups extraparlamentaris i l’esquerra parlamentària tradicional. Dins el comunisme, més concretament, es van produir moltes divisions i escissions. Les divisions es van produir bàsicament entorn un problema: com convertir el llegat de les noves relacions socials sorgides a partir de les revoltes de 1968 en instruments de força política.
 
A partir de principis dels anys 70 l’esquerra extraparlamentària es va fer servir de l’instrument de la força, la violència política. S’entengué com un mitjà necessari per a dur a terme una lluita pel poder, com una forma de trencar amb el monopoli de la violència estatal.
Els “slògans” i programes polítics d’aquest període van conceptualitzar el trencament violent amb la legalitat, la subversió, la insurrecció, i la lluita per la pressa del poder.
 
Aquest era l’ideari, la pressa del poder mitjançant accions violentes. Es tractava d’una teoria de la insurrecció fonamentada per l’ideari comunista del “ nou subjecte polític” que va emergir al 1968. Malgrat tot, la pràctica d’aquest ideari era bastant minoritària a principis dels 70. En aquests anys el paper que jugaven les primeres organitzacions armades clandestines ( Grups d’Acció Partisana i Brigades Roges) era totalment marginal, estant aquestes fora del debat i de la vida política del moment.
 
Les Brigades Roges esdevenen una organització de propaganda armada. El seu objectiu principal resideix en ser una eina de conscienciació i de visibilització del conflicte de classes. Prenen com a referents els objectius propis dels moviments de masses i es marquen com a finalitat obtenir el suport d’aquests grups. Les primeres accions de les Brigades Roges es donen dins la fàbrica: sabotatges com parar la producció, cremar els cotxes dels patrons, etc... Cal destacar que en aquesta primera etapa de brigades es va desenvolupar l’assemblearisme dins els llocs de treball, cosa que va facilitar l’acció conjunta dels obrers, i la defensa dels seus interessos. Va ser el model de les assemblees estudiantils el que es va importar als conflictes laborals de les fàbriques, i això va potenciar la capacitat dels treballadors per organitzar-se i exercir molta més força com a grup d’interès. Va ser a partir del 1972 quan les Brigades Roges s’estructuren plenament com una organització armada. La clandestinitat i la radicalització de les seves accions van suposar una veritable mostra de contrapoder cap a l’aparell estatal, que no tardaria gaire en donar respostes repressives d’excepcionalitat.
Període 1973-1974
Durant aquest període aquell context polític en el qual el moviment es va desenvolupar va començar a desintegrar-se. En un breu període de temps es van succeir ruptures internes, canvis radicals en la perspectiva política i canvis en les condicions del conflicte en si mateix. Tots aquests canvis es van produir per un determinat tipus de factors:
 
Es va produir un canvi en la política del Partit Comunista, que va començar-se a desmarcar de la revolta buscant un acostament polític amb la resta de grups parlamentaris, i una resolució política del conflicte.
 
Això va provocar una important escissió entre les forces polítiques i socials.
L’abandonament i renúncia de l’esquerra parlamentària a seguir amb la revolta va portar als grups extraparlamentaris a redefinir-se de nou entorn al nou marc contextual. Aqueta redefinició va dur a una crisis i una progressiva pèrdua d’identitat dels 2 grups.
 
El paper central que van jugar en un principi les lluites obreres a les fàbriques,
va deixar de ser el motor de la revolta. Els acords amb la patronal al 72-73 va provocar que es rebaixés la crispació a les fàbriques i en el mercat de treball en general. Va ser un període on es van reestructurar les indústries a gran escala.
 
Es produeixen canvis a les fàbriques, i en l’organització del treball. S’introdueixen noves tecnologies i això modifica radicalment les condicions de producció.
La fórmula que va adoptar la reconversió industrial no va consistir en ocupar a l’exèrcit de treballadors de reserva, a la gent aturada. Sinó que va consistir en potenciar altres sectors de treball i grups de treballadors que fins aquell moment havien estat marginals. Eren sectors de treball amb menys experiència en la tradició organitzativa ( joves, dones, treballadors titulats,...)
 
D’aquesta manera, el terreny de la confrontació va passar de la fàbrica al mercat de treball, i a altres aspectes que anaven més enllà de les clàssiques reivindicacions de la classe obrera tradicional.
 
Es va produir un canvi en la subjectivitat del moviment del moviment, la seva cultura, la seva visió, i la seva aposta de futur. Es van trencar els nexes ideològics amb els ideals de la dictadura del proletariat, d’un projecte socialista real, i d’una conquesta o apropiació del poder. A partir d’ara el poder no es concep com quelcom que cal conquerir, sinó com a un enemic del que cal defensar-se. No es buscava prendre el poder sinó reduir-lo i neutralitzar-lo.
 
L’ideal de la societat comunista va deixar de estar present, en canvi, era present la idea de buscar una forma de societat alternativa amb canals propis de comunicació, de producció, i amb formes de vida autònoma pròpia. La lluita dels nous subjectes socials anava encaminada a aconseguir “espais” propis. La conquesta d’ espais autònoms en contra d’una lluita per conquerir el “poder”.
 
La nova subjectivitat del moviment de masses era ja aliena al moviment obrer. Aquí va tenir una gran importància l’aparició dels nous moviments socials, concretament del moviment feminista. Les característiques del moviment feminista que van influenciar la nova subjectivitat van ser: comunalisme, separatisme, crítica de la política i del poder, defensa de les diferències.
 
 
Tots aquests factors van portar a la creació de Autonomia Obrera, organització creada en oposició al Partit Comunista tradicional. Aquest grup expressava la nova subjectivitat d’un moviment, la separació radical amb les formes de representativitat política, i donava importància a la riquesa de les diferències. Autonomia Obrera no buscava cap projecte polític o solució definitiva, però es va preocupar per recuperar espais de poder en el terreny social. Una de les característiques d’aquest grup va ser el Localisme, tenia un caràcter marcadament contrari al centralisme.
Període 1974-1976
 
La il·legalitat i la violència van ser cada cop més presents i més intenses. La paradoxa és que tota aquesta escalada de violència no era canalitzada a través de cap pla coherent en contra de l’Estat, no es buscava cap canvi revolucionari. A les grans ciutats la violència es va estendre en resposta a necessitats concretes amb l’objectiu de crear “espais” d’autogestió.
 
Va ser una època d’importants manifestacions, ocupacions, confrontacions violentes als carrers, i apropiacions. La caiguda de l’Estat del Benestar va generar tot un seguit d’estratègies de defensa que consistien en l’apropiació directa, i en la satisfacció col·lectiva de les necessitats produïdes pels retalls d’aquest Estat del Benestar. Les ocupacions de cases i edificis, les apropiacions, i els mercats lliures van passar a ser molt comuns en la vida quotidiana a les ciutats. No només van produir-se estratègies d’apropiació material de productes o serveis, sinó també es va produir una apropiació del temps lliure, i es va construir una nova forma de comunitat.
 
En aquesta època es poden diferenciar 2 tendències diferents en la violència de classe:
 
El moviment de resistència violenta en contra de la reestructuració de la producció que tenia lloc a les fàbriques. Els protagonistes van ser treballadors, i el seu objectiu va ser mantenir la fàbrica com estava i mantenir la força que tenia el moviment obrer dins d’aquesta. Arran d’aquesta problemàtica van néixer les Brigades Roges.
 
Els subjectes socials resultants de la reestructuració, la descentralització de la producció, i la mobilitat de la força de treball. El nou proletariat que emergia del procés de reestructuració es va enfrontar contra el govern, a favor de la pròpia determinació i organització de la jornada laboral. La precarietat va ser l’eix central d’estructuració de les lluites.
Període del 1977
L’explosió del moviment va produir-se al 1977. No es va tractar de un fenomen marginal, ans el contrari, va tenir una magnitud amplíssima. El moviment s’havia convertit en el referent d’aquesta nova composició de la classe obrera/ precària. S’estava creant una societat alternativa al marge amb unes capacitats productives, intel·lectuals, i cooperatives superiors. El moviment del 77 era en si mateix una força productiva rica, independent, i conflictiva. La crítica al treball assalariat es va convertir en un projecte creatiu d’autogestió del treball i de modificació de base dels mecanismes de l’Estat del Benestar.
 
Aquesta societat alternativa que va emergir al 1977 no buscava un enfrontament en contra de l’Estat, no volia conquerir el poder sinó que es volia alliberar d’ell, buscava generar els seus propis espais de llibertat. En aquest context no es va donar cap espai per a la negociació, inclús l’esquerra parlamentària estava en contra del projecte d’Autonomia Obrera. Així que les pràctiques emancipadores del moviment, i els seus esforços per millorar la qualitat de vida i per satisfer directament les necessitats socials, van ser marginades i condemnades a la marginalitat dels ghettos.
Va ser llavors quan les organitzacions d’Autonomia Obrera es van trobar amb el dilema que suposava quedar relegades a la marginalitat dels ghettos, o confrontar-se directament amb l’Estat. La solució que van prendre en un principi va ser dur a terme les dues opcions alhora: la lluita per les millores socials, i l’enfrontament armat contra l’Estat. Se’ls hi va escapar de les mans, no van poder compaginar els dos fronts d’acció.
 
Des de finals del 77 i durant el 78 es va produir un augment i una multiplicació de les formacions que operaven a nivell militar. La idea que rondava en aquells temps era que “Revolta Política = Revolta Armada”, la lluita armada es veia com l’últim recurs que quedava davant el conflicte i davant la manca de compromís de l’esquerra parlamentària.
 
La davallada del moviment d’Autonomia Obrera va donar pas a l’expansió de les Brigades Roges. Paradoxalment, les Brigades Roges van mantenir-se una mica al marge de les revoltes al carrer al 77, i ara es nodrien de totes aquelles lluites per a enfortir el seu grup.
 
La davallada de les Brigades Roges comença amb el segrest i assassinat d’Aldo Moro. Les Brigades van dur a terme el seu propi programa polític separat del conjunt de la resta de forces socials, va ser el braç armat que imperava sense una base política dirigent. Amb la operació de Moro la unitat del moviment es va trencar. Va començar així una oposició de Autonomia Obrera a les Brigades Roges, i molts sectors i grups del moviment es van veure portats a fer-se enrera amb la revolta.
 
Les mesures “antiterroristes”de l’Estat van anar dirigides contra tot allò que pogués ser considerat com a “subversiu”. Els col·lectius d’Autònoms van ser denunciats com a possibles terroristes per empresaris i membres del Partit Comunista.
 
Després de l’assassinat de Moro comença la lluita armada entre l’Estat i les Brigades Roges. Una lluita enfocada ja com una qüestió de “terrorisme”. Policies, jutges, magistrats, empresaris, van ser objectius per les funcions que desenvolupaven com a eines de l’Estat.
 
La repressió del moviment d’Autonomia Política al 1979 va eliminar tota connexió política amb la revolta. Així, entre 1979 i 1981 les Brigades Roges van reclutar tota aquella gent que no podia canalitzar el seu descontent mitjançant l’acció política, ja que aquesta era inevitable.
 
La derrota de les organitzacions polítiques del moviment a finals dels 70 va coincidir amb la derrota del nou subjecte polític que sorgí al 1977. Aquests nous subjectes socials van portar les lluites als llocs de treball, a la organització social del coneixement, a una forma d’alternativa econòmica, a serveis socials,... Van procedir mantenint-se arrelats al terreny, evitant qualsevol confrontació política directa, i buscant els seus propis espais entre la ghettització i les negociacions institucionals. Aquest moviment alternatiu i underground es el que avui en dia segueix constituint la qüestió que encara cueja de la crisi italiana. Es tracta d’un moviment alternatiu que s’ha expressat com a subjecte col·lectiu en lluites i reivindicacions posteriors entorn les millores en el treball, en l’augment de despesa pública, la protecció del medi ambient, o la crisi dels partits polítics.
 
==ELEMENTOS QUE FORMARIAN PARTE EN EL IMAGINARIO SOCIAL, VIOLENCIA POLÍTICA Y BRIGADAS ROJAS==