Diferencia entre revisiones de «Historia de Europa/El absolutismo»

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La Compañía Holandesa de las Indias Orientales comenzó la invasión de la cadena de fortalezas costeras que en el aquel momento integraban el Imperio portugués. Los asentamientos portugueses estaban aislados, en caso de ataque era difícil su refuerzo, y eran susceptibles de ser conquistados uno a uno, pero sin embargo los holandeses solamente disfrutaron de un éxito relativo en sus intentos de conquistarlos. Amboina fue arrebatada a los portugueses en 1605, pero un ataque a Malaca al año siguiente no logró aunque por poco su objetivo de proporcionar una base situada más estratégicamente en las Indias Orientales. Los holandeses encontraron lo que buscaban en Jakarta, conquistada por Jan Coen en 1619, más tarde renombrada Batavia nombre en latín de Holanda, y que se convertiría en la capital de las Indias Orientales holandesas.
[[File:Engenho_com_capela.jpg|thumb|200px|Molino con la capilla por el holandés Frans Post]]
 
Mientras tanto, los holandeses continuaron intentando expulsar a los portugueses de sus bases en Asia. Malaca finalmente sucumbió en 1641 (después de un segundo intento de capturarla), Colombo en 1656, Ceilán en 1658, en 1662 Nagapattinam, Cranganore y Cochin en 1662. Goa, la capital del Imperio portugués en el Oriente, fue atacada por los holandeses dos veces en 1603 y 1610, en ambas ocasiones sin éxito. Mientras que los holandeses no pudieron en cuatro intentos conquistar Macao desde donde Portugal monopolizaba el lucrativo comercio entre China y Japón, lo que aumentó las sospechas del shogunato japonés de las intenciones de los Católicos Portugueses y llevó a su expulsión en 1639. Bajo la política sakoku posterior, durante doscientos años los holandeses fueron la única potencia europea a la que se permitió operar en Japón, en 1639 el comercio se realizaba solo desde Hirado y luego desde 1641 desde Deshima.