El proceso de descolonización tuvo diversos fundamentos. En primer lugar, la Segunda Guerra Mundial puso de relieve la debilidad de los imperios ultramarinos que, cercados o invadidos por los nazis, fueron incapaces de derrotarlos.
En segunda instancia, los rápidos [[w:Historia de Japón #Frente del Pacífico para finales de 1941|triunfos japoneses en la zona del Pacífico]] (1941-1945) destruyeron el mito de la superioridad europea. La demostración de que el hombre blanco podía ser vencido de manera humillante y que las potencias imperialistas eran demasiado frágiles, aun después de haber triunfado en la guerra, dieron un impulso inusitado a las luchas por la emancipación política de las colonias.
En el plano internacional, las dos potencias vencedoras de la guerra -la [[w:URSS|URSS]] y los [[w:Estados Unidos|Estados Unidos]]-, representantes de una nueva hegemonía política y económica, se pronunciaron como contrarias al viejo imperialismo, que limitaba su influencia en esas regiones del planeta. Por último, en las colonias, el conflicto bélico facilitó el despertar de una conciencia nacional y una masiva oposición a la presencia extranjera. Los colonizados, organizados en partidos y movimientos políticos, expresaron abiertamente su rechazo a los largos años de dominación imperialista.