Diferencia entre revisiones de «Sociedad, educación y estado del bienestar/La igualdad y la justicia escolares»

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''La clase'': La clase social es la desigualdad por excelencia (Fernández Enguita, 2003), hasta el punto de hablar de una ''conciencia de clase'', es decir, el ser consciente uno mismo de a qué clase pertenece y cuál es o debe ser su rol en la sociedad en función de ella.
 
Aunque ha mejorado mucho la educación de los que menos reciben y han aumentado las oportunidades de movilidad educativa, el origen de clase sigue pesando fuertemente sobre las oportunidades escolares y en el mercado de trabajo (Fernández Enguita, 2001). La escuela La institución escolar está pensada y estructurada en función de la cultura de unos grupos sociales y no otros (Calero, 2010)y por ello, sirve a la reproducción de clase y de este modo está involucrado directamente en la reproducción de desigualdades sociales (Bourdieu, 1966).
Un paso importante contra la desigualdad ha sido la universalización de la Enseñanza Obligatoria y su prolongación. Gracias a estas reformas las desigualdades en términos de acceso por niveles se anulan en el periodo obligatorio y se reducen para los primeros tramos pre y postobligatorios. Pero la desigualdad así no desaparece. La escuela sirve a la reproducción de clase y de este modo está involucrado directamente en la reproducción de desigualdades sociales (Bourdieu, 1966). La escuela es el instrumento de reproducción de las clases medias funcionales, en particular la profesional-directiva. Para esta clase, escolarización significa sin más, acceder a la rama académica, por eso manda a sus hijos a las escuelas privadas como parte de una estrategia laboriosa (Fernández Enguita 2003).
 
''La etnia'': Con respeto a la diversidad, como mínimo hay que enfrentarse con respeto y con tolerancia a las minorías étnicas y sus culturas. El objetivo para disminuir la desigualdad debería ser la incorporación de las culturas a la educación formal o incluso la negociación con ella en términos de escolaridad (Fernández Enguita, 2001), y no la absorción de las minorías culturales por parte del sistema educativo. La identificación expresiva individual y colectiva con el medio y la cultura escolar será baja para cualquier grupo étnico por las diferencias de la lengua, la cultura, las formas de comportamiento, etc. (Fernández Enguita, 2001).
 
''El territorio'': El territorio, es decir, el lugar donde uno está escolarizado puede ser un factor de desigualdad. La distribución del dinero depende de la comunidad autónoma, del pueblo, de la ciudad e incluso del barrio. También hay requisitos diferentes entre la ciudad y el campo por la mera densidad de población (Fernández Enguita, 2001).
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Cada una de ellas, en especial, las tres primeras (clase, género y etnia) ha recibido una repuesta diferente del sistema educativo obteniendo resultados dispares (Fernández Enguita, 2001). En primer lugar, la reforma educativa enfocada a ''resolver'' las diferencias de clase fue la comprehesividad, en la cual no entraremos por tratarse con mayor extensión en el capítulo 8 del presente libro. En segundo lugar, la reforma que pretende limar las diferencias de género es la coeducación, es decir, una enseñanza que unifica los horarios, materias y espacios de niños y niñas, en lugar de ofrecerles una enseñanza según su sexo. En tercer lugar,
para contrarrestar las desigualdades producidas por la etnia del alumnado, se optó por un modelo de integración, que más bien, acabó convirtiéndose en un intento de absorción de la cultura gitana por parte de la cultura paya que impera en la mayor parte de los centros educativos españoles, con el consiguiente fracaso en muchos de los casos, dado que la escuela no suele responder a las necesidades e intereses de las personas de etnia gitana. Por último, la desigualdad producida por el territorio, cuya respuesta está en búsqueda tanto a nivel teórico como práctico, para poder dar respuesta a la realidad globalizada, pero al mismo tiempo más fraccionada, en la que vivimos. Las tres primeras son muy importantes y merecen su de atención, pero hoy en día es la respuesta a las desigualdades por el territorio la que presenta un mayor reto para la escuela española en particular, y del mundo, en general.
Además a estos grupos como protagonistas de estrategias individuales y colectivas, les influye el grado de identificación expresiva e instrumental con el medio y la cultura escolares. Expresiva es la identificación con la escuela como un contexto en el que el alumno se encuentra a gusto o a disgusto sin necesidad de otras consideraciones, instrumental es la confianza en ella como un medio para conservar o conseguir un buen empleo, un buen matrimonio, una posición social, etc. (Fernández Enguita, 2001). El nivel más bajo en ambos tipos de identificación tienen algunos grupos étnicos, mientras las mujeres tienen un alto grado de identificación. La clase social influye de tal manera de que los alumnos de la clase obrera pueden presentar un bajo nivel de identificación de ambos tipos por tener otro uso del lenguaje, otros valores, distintos gustos culturales, etc. Además la promesa de movilidad social que la escuela presenta puede ser cierto en términos individuales pero falso en términos colectivos: “No hay sitio para todos.” (Fernández Enguita, 2001).
 
=== IGUALDAD DESIGUAL. ¿ES LA EDUCACIÓN LA PANACEA? ===