Diferencia entre revisiones de «Sociedad, educación y estado del bienestar/La igualdad y la justicia escolares»

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La igualdad vendría a ser un criterio de justicia(Fernández Enguita, 2001). Es decir, que según las definiciones que acabamos de ver, la justicia sería la encargada de establecer la proporción de igualdad que debería darse a todos los ciudadanos, y que significaría que la igualdad sólo sería una igualdad real si a todos y cada uno de los ciudadanos se le diera la oportunidad de alcanzar el máximo de sus posibilidades. Por el contrario, no habría dicha igualdad si sólo se favoreciera que todos partieran del mismo punto de partida y pudieran llegar a la misma meta, pues como veremos en el siguiente punto hay factores que impedirían esta situación que podríamos calificar de ilusoria. Para poder obtener dicha oportunidad, alumnos con diferentes características y situaciones deberán recibir medidas compensatorias alternativas, recursos extras, siendo este uno de los principales mecanismos de justicia escolar.
 
En cuanto a las reformas educativas, han dado una mayor igualdad en el sentido de que el mínimo común ha aumentado netamente, pero la desigualdad no desaparece, sólo se han situado en un nuevo nivel. A esto, hay que unirle que la escuela es ante todo el instrumento de las clases medias funcionales, particularmente de la profesional directiva(Fernández Enguita 2003). Para revertir esta situación y provocar una mayor integración de todas las clases, y por ende una mayor igualdad, es obligado dejar atrás el predominio de la cultura etnocéntrica dominante y la inclusión de todas las culturas en el espacio escolar.
 
El primer gran logro en este aspecto fue el reconocimiento de la educación como un derecho social, consiguiéndose posteriormente otros como la igualdad de género actual en nuestro país, España. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer en la lucha por que el sistema educativo sea más justo.