Diferencia entre revisiones de «Sociedad, educación y estado del bienestar/La igualdad y la justicia escolares»

En la escuela se debe evitar cualquier tipo de marginación, segregación o desconsideración (Guevara Casanova, 1994), lo que no quiere decir, que los centros educativos sean como fábricas en cadena, de las que salen productos idénticos, sino lugares en los que manteniendo y respetando un ambiente plural, se atienda a la diversidad del alumnado, a sus necesidades e intereses, y aspirando en todo momento a que todos y cada uno de esos alumnos y alumnas alcancen su pleno desarrollo, como persona, como ser humano, independientemente de su clase social, etnia, origen...

 

 

Una persona con discapacidad es aquella que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas (RAE). Los centros educativos deben atender a este tipo de población, ya que según el Artículo 27 de la Constitución Española de 1978, la educación se considera un derecho para todos, además de obligatoria y gratuita. Los alumnos con discapacidad, o con diversidad funcional (termino más utilizado actualmente) no sólo deben ser atendidos, sino que debe hacerse correctamente, de forma que se desarrolle y se potencie sus capacidades, teniendo en cuenta especialmente sus características y necesidades particulares, consiguiendo así el máximo desarrollo personal. Por otro lado, en el Artículo 1 de la Ley Orgánica de Educación (LOE) 2/2006 del 3 de Mayo, aparecen los principios de calidad, equidad, inclusión, igualdad, no discriminación y atención a la diversidad; y en el Artículo 74, se concreta que la escolarización de los alumnos con necesidades educativas especiales se basará en los principios de normalización e inclusión, asegurando su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia del sistema educativo. Por lo tanto, estos alumnos tienen un mayor riesgo de caer en la desigualdad y para evitarlo requiere un esfuerzo por parte de toda la comunidad educativa. Una forma de evitar o disminuir esa falta de igualdad es a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC en adelante).