Diferencia entre revisiones de «Manual del escritor/Audiovisuales/La premisa»
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Una vez encontrada la premisa la tarea del guionista debe ser transmitirla claramente y que la audiencia no se devane los sesos encontrándola; la historia puede ser todo lo intrincada que el guionista quiera pero la premisa debe ser lo más clara posible.
La idea inicial para escribir una historia, muchas veces no es la premisa; la idea inicial para contar una historia puede ser un personaje, un espacio o cualquier otra cosa. Un guionista puede llegar a una oficina, por ejemplo, aquella oficina lo inspira y decide contar una historia acerca de una abogada rubia y muy bella en cuya oficina ocurre algún problema; este guionista ya tiene una idea inicial, ya tiene punto de partida lo cual está muy bien, pero no tiene una premisa, para encontrarla el guionista debe centrarse en algún momento a preguntarse «'''¿Cuál es mi historia?'''», «'''¿Qué historia quiero contar?'''». Una premisa para esta historia sería por ejemplo:
Cualquiera que sea la premisa debe respetarse a lo largo de la historia, si no es así al espectador le debe parecer increíble la puesta en escena, la historia no será verosímil; no existen premisas tontas, tal vez poco creativas o extrañas, pero finalmente es la historia la que la hace valer.
No existen premisas tontas, tal vez poco creativas, pero finalmente es la historia la que hace valer la premisa, la que puede redondearñla, y hacerla tan fuerte que la solucion al conflicto sea necesaria. La premisa debe ser la fuerza impulsora detrás de cada evento en su guión. Una buena premisa se deriva de las emociones - amor, odio, miedo, celos, deseo, etc - y gira en torno a un personaje, un conflicto y una conclusión. ▼
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Por ejemplo, la premisa de Otelo de William Shakespeare es que los celos sin control lleva a la muerte: Otelo es el personaje, sus celos de Desdémona es el conflicto y la muerte (de ambos) es la conclusión. ▼
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Un guionista puede encontrar inspiración en cualquier parte: en las canciones, o en algo que soñó, en un lugar que le pareció apacible, en un suceso violento, en algo que leyó; cualquier cosa puede servir de inspiración y todos trabajan distinto. La creación es un acto de rebeldía y de imaginación y cada ser humano tiene una forma distinta de aproximarse a ella.
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Las ideas vienen la cabeza con más frecuencia cuando estamos relajados.
|La inspiración de un guionista}}
▲Por ejemplo, la premisa de Otelo de William Shakespeare es que los celos sin control
En la película Titanic de James Cameron (1997), la premisa es que el amor vence a la muerte, física y espiritualmente. Rose es el personaje, el barco que se hunde y la participación forzada de Rose son los conflictos y la conclusión es que el amor de Jack ayuda a su muerte y librarse de su novio.
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El agente del FBI Clarice Starling es el personaje, el conflicto es su temor de el asesino en serie Buffalo Bill y la conclusión es que ella supera sus temores con el fin de derrotar a su oponente.
Como se ha señalado por Egri,
Si tu historia no tiene una premisa clara, estará fuera de foco y no tendrá claridad.▼
Por ejemplo, si una historia es más "ilustrativa" que dramática, la presentación de ideas supera al conflicto, no podrán mantener el interés de la audiencia. Si a la audiencia se le presenta más de una premisa o si la premisa de cambia en el camino
Sin embargo, algunos guiones, como el guión de Steven Gaghan de Tráfico (2000) y el guión de Alan Ball para American Beauty (1999), son capaces de tener éxito con múltiples argumentos y puntos de vista.
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