Diferencia entre revisiones de «Historia de Al-Andalus/La Edad de Oro de al-Ándalus: el Califato de Córdoba (929-1030)»

Contenido eliminado Contenido añadido
Página creada con 'El nuevo Emir Abd al-Rahman III, de 21 años de edad, debió enfrentar la desintegración en muchos poderes autónomos de al-Ándalus. El emir restableció el orden y la autorid...'
 
Sin resumen de edición
Línea 5:
Desde ese momento la soberanía andalusí se reconoció en el territorio situado al oeste de Argel. Abd al-Rahman III ejerció un poder absoluto, favorecido por una administración eficaz y un ejército vigoroso de mercenarios. Durante su reinado al-Ándalus disfrutó de una era de paz y prosperidad. Córdoba fue ampliada y enriquecida y se inició la construcción de la ciudad-palacio de Medinat al-Zahara al noreste de la capital (936). Su hijo, al-Hakam II (915-976), segundo Califa de Córdoba (961-976), conoció durante su reinado la época más brillante de al-Ándalus, al conjugarse la fortaleza militar, la prosperidad económica y el esplendor cultural y artístico.
Al igual que su padre, al-Hakam II mantuvo una política de intervencionismo y arbitraje en los reinos cristianos, sin conflictos con éstos, no obstante los embajadores cristianos le rendían pleitesía al califa en Córdoba. En el norte de África, al-Hakam II se benefició de las rivalidades entre las tribus bereberes para mantener y agrandar su influencia en Marruecos. Al-Hakam II apreciaba profundamente las artes y las letras y procuró que la biblioteca califal fuera una de las mejores del mundo islámico, la cual llegó a contar con más de 400.000 libros. La paz reinante en al-Ándalus solo fue interrumpida por los ataques normandos contra Lisboa.
 
::[[/El período Amirí: las campañas de Almanzor (976-1009)]]
::[[/La gran fitna (1009-1030)]]