Dibujo/Dibujo Artístico

La línea.

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El dibujo es un medio de expresión que nos sirve para plasmar, en distintos tipos de materiales, ya sea en papel, lienzo o en cualquier otro material, entre otras cosas, para expresar ideas y describir formas. Mediante el dibujo podemos comunicarnos expresar ideas con todo el mundo.

La línea es la manera más fácil de expresar una forma, y la más fácil de recordar. Esto es por un mecanismo innato del ser humano que reduce la imágen de los objetos a una línea que bordea su forma y un color local que lo rellena. Por ello los primeros dibujos que hacemos en nuestra vida suelen ser simples bordes de cosas (generalmente personas), que más adelante tendemos a colorear.

El dibujo a mano alzada es aquel que se realiza de forma directa, sin boceto previo y sin correcciones o modificaciones mas adelante, controlando el trazo a pulso. Se usa sobre todo en dibujo y pintura artísticas, ilustración pero también tiene aplicación en dibujo técnico (croquis) se realiza con distintos materiales ya sea lápiz, bolígrafo etc.

Un dibujo es figurativo cuando representa algo que podría o puede verse. Es el caso de los retratos, paisajes, bodegones, etcétera, de la pintura clásica.

Dibujo o pintura abstractos son aquellos que no representan nada visible, sino que pretenden expresar estados de ánimo, o crear una imagen y un colorido agradables. Es el caso de las decoraciones geométricas.

Dibujo Artístico En este tipo de dibujo se expresan las ideas del artista usando distintas técnicas y tipos de materiales.

Los elementos usados en el dibujo son instrumentos, tintas y soportes.

El encajado.

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El encajado es un paso casi imprescindible a la hora de dibujar. Los dibujantes novatos tienen tendencia a olvidarse , pero aquellos que tienen práctica lo usan ya automáticamente.

Mediante el encajado es más fácil calcular y corregir los trazos, por lo que es muy importante para hacer correctamente cualquier obra. El encajado consiste en trazar líneas auxiliares, sin apretar, que nos den una idea aproximada de la forma y la precisión de lo que dibujamos.

Para encajar hay que calcular primero el tamaño del dibujo en el papel, que no sea ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Lo siguiente que hay que hacer es comprobar que el dibujo va a salir centrado. Después la proporción entre el alto y el ancho, comprobándola mirando al modelo. Cuando se ha hecho el encajado del objeto, se procede a dibujar las partes, comprobando después siempre su proporción respecto del total. De esta forma se trabaja hasta llegar al detalle, pero no es correcto hacer los detalles sin antes haber encajado los objetos mayores.

Imaginen que tenemos que escribir un cartel enorme con unas palabras. Si no tenemos experiencia, empezaremos a escribir la primera letra, luego la siguiente. Al final podríamos descubrir que no hemos calculado bien y hemos hecho las letras demasiado grandes o demasiado pequeñas. Para evitar eso, una persona con experiencia haría un encajado, es decir, trazaría líneas sin apretar que sirviesen para hacerse una idea del tamaño total de la frase que quiere colocar en el cartel. Haría las modificaciones sobre la marcha con otras líneas, sin necesidad de borrar. Cuando las líneas de toda la frase están situadas bien, se dividiría la frase en palabras, luego en letras, luego en las partes de las letras, así hasta llegar al detalle y siempre comprobando cada paso antes de pasar al siguiente.

El propósito del encajado, repito, es situar la imagen y sus partes, por tanto, para hacer correctamente un encajado, es preciso seguir las siguientes reglas:

a.- El papel debe estar perpendicular a la vista, y visualmente cerca del modelo. Así facilitas que puedas comparar el modelo con el dibujo. Fija el dibujo sobre una tabla rígida y colócala apoyada entre tus rodillas y la mesa. Sepárate un poco de la mesa para que puedas manejar el lápiz con soltura.

b.- Los trazos deben ser siempre sin apretar. Así permites una fácil rectificación sin necesidad de borrar. Si aprietas te costará más ver los errores y te costará mucho más borrarlos.

c.- Cada trazo debe hacerse muy rápidamente y siempre después de comparar bien el dibujo con el original. Si tardas más de medio segundo en un trazo, no estás dibujando lo que ves, sino lo que recuerdas.

d.- Se debe empezar por colocar debidamente el conjunto de lo que se va a dibujar. Por debidamente se entiende que es ni demasiado grande, ni pequeño, ni descentrado. También hay que colocar el papel vertical u horizontal según convenga.

e.- Sólo cuando se ha comprobado suficientemente las partes grandes, se pasará a encajar las pequeñas. Esto es así porque si hemos cometido un error en lo grande lo iremos repitiendo en lo pequeño.

f.- Hay que comparar constantemente el modelo con el dibujo, de tal forma que llegues a "ver" el modelo en el papel. Ese es el momento de hacer el trazo, pues el siguiente instante ya es tarde. No hay que mirar al modelo una vez y hacer muchos trazos, sino que hay que mirar muchas veces al modelo y hacer un trazo.

Véase también

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