Ciclismo de ruta/Técnica/Elementos pedagógicos

Instrucciones claras; utilizar una correcta expresión verbal (tono, claridad, vocalización, palabras claves). También se debe utilizar el lenguaje corporal o expresión no verbal (demostraciones y/o utilización de ayudas audiovisuales o monitores), procurando que este sea congruente con el mensaje verbal que se transmite.

Para desarrollar habilidades de pensamiento como análisis, síntesis, comparación y contraste, es importante alternar las demostraciones con explicaciones en distinto orden (primero demostraciones, luego explicaciones y viceversa) o usando solo una de las dos.

Observar el desempeño para asegurar que se ejecuten los ejercicios de manera correcta.

Corregir de manera colectiva si el error es general, o de manera individual sólo a quienes lo estén cometiendo; no se debe permitir adquirir “vicios” técnicos desde la fundamentación, pues después será muy difícil corregirlos.

Utilización del espacio, distribuyendo bien los deportistas dentro de la cancha o la carretera.

Organizar el grupo en fila india, por parejas, o en equipo, ocupando el espacio apenas necesario para transitar.

Ubicarse de manera estratégica para ser visualizado para las demostraciones, y escuchado para las instrucciones.

Comunicación en doble vía.

Actitud constructiva, demostrando autoridad pero sin ser autoritario.

Instrucción breve, evitando extenderse más de tres minutos por explicación. Cuando se está introduciendo a una nueva habilidad las explicaciones técnicas sobran; deben ser usadas para perfeccionar un fundamento ya entrenado, pues la técnica se aprende mediante la práctica repetitiva: primero se observa el gesto, luego se aplican las generalidades, y mediante ensayo y error se va corrigiendo, ahora sí con explicaciones técnicas.

Utilizar la lúdica como herramienta principal.

Ser metódico: primero seleccionar la habilidad para enseñar y los niños en capacidad de aprenderla; luego planificar qué, cómo y cuándo explicar y demostrar. Aplicar después, de manera ordenada y paso a paso por grados de complejidad progresivos, los juegos y/o ejercicios para desarrollar la habilidad. Por último, corregir y retroalimentar (una forma de hacerlo es mediante la evaluación).