Botánica/Magnoliophyta/Texto completo

La División Magnoliophyta del Reino Plantae comprende las especies de plantas que antes se clasificaban como angiospermas y que se conocen como plantas con flores. Ya has estudiado las flores (Capítulo 4), así que ahora comprenderás que la División Magnoliophyta comprende todas las especies de plantas que tienen flores. Para tener una perspectiva: todas las plantas sobre las que hemos leído en la Sección II de la Guía de Estudio de la Botánica hasta este punto no tienen flores, pero ciertamente tienen estructuras reproductivas. También sabemos que las flores son las estructuras reproductivas de las plantas que las producen, y que las estructuras reproductivas no se limitan a las plantas con flores. Así pues, las «flores» son estructuras que distinguen a las plantas de la división Magnoliophyta de las plantas de las demás divisiones del reino Plantae. Si observa una flor, sabrá que está examinando una angiosperma. Sin embargo, no todas las angiospermas tienen flores evidentes y vistosas. Hay que tener en cuenta que la estructura de una flor varía mucho entre las numerosas especies de angiospermas (se han identificado cerca de un cuarto de millón) y que algunas plantas con flores rara vez florecen. Sin embargo, los botánicos de angiospermas dan mucha importancia a la estructura de las flores para clasificar las plantas; más que cualquier otra parte de una planta, la flor es la base para clasificar una especie en subtaxa (clases, órdenes y familias) de la división Magnoliophyta.

Existen más de 300 familias y 250.000 especies de plantas con flores. El resto de este capítulo se centrará en las angiospermas dicotiledóneas (Clase Magnoliopsida), dejando las angiospermas monocotiledóneas para el próximo capítulo.

Evolución de las plantas

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Las coníferas son polinizadas por el viento, lo que significa que deben producir una gran cantidad de granos de polen para que sólo unos pocos lleguen a la megaspora femenina y se produzca la fecundación. Un avance que permitiera mayores tasas de fecundación por energía gastada en fabricar polen seguramente daría lugar a que ese nuevo tipo de planta fuera prolífico e incluso dominante. Sin embargo, una sola mutación nunca daría lugar a una flor adecuadamente adaptada para diseminar el polen utilizando animales. Las flores son el resultado de un tipo especial de evolución llamada Coevolución.

Si las plantas se reproducen y prosperan con la polinización eólica, ¿por qué evolucionaron las flores?

Supongamos que una planta polinizada por el viento empieza a ser polinizada por un animal, por ejemplo un escarabajo. Entonces supongamos que el escarabajo esparce el polen de los conos masculinos a los conos femeninos mientras busca polen porque no puede distinguir entre los conos masculinos y femeninos; busca en ambos, esparciendo polen del macho a la hembra al hacerlo. Esta planta tiene una ventaja sobre todas las plantas polinizadas por el viento, debido a una mayor tasa de fecundación. Cualquier mutación que lleve a que el polen sea esparcido por un animal pronto se convierte en prevalente dentro de una especie, porque la planta polinizada por un animal es más eficiente. La planta y el animal dependen el uno del otro, uno para alimentarse y el otro para reproducirse. Cualquier mutación en el animal que ayude a polinizar la planta se hará prolífica a través de la selección natural, del mismo modo que las mutaciones que favorezcan la alimentación del insecto o hagan que éste se acerque a la flor serán dominantes. Esta evolución de ida y vuelta da lugar a estructuras tan aparentemente improbables como flores que parecen polillas hembra que son polinizadas por polillas macho amorosas, o flores y picos de pájaro que complementan la alimentación del pájaro y la polinización de las flores.

Clase Magnoliopsida (dicotiledóneas)

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Los miembros de la clase Magnoliopsida se definen en parte por el hecho de que la semilla o plántula tenga dos cotiledones, lo que es más evidente en el momento de la germinación. Pero las diferencias entre dicotiledóneas y monocotiledóneas son muchas, y podremos reconocer la mayoría de las plantas con flores que encontremos como pertenecientes a una u otra clase sin tener que diseccionar la semilla u observar la plántula.