Chile y Latinoamérica en el siglo XX/Los desastres naturales en el siglo XX en Chile

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Chile y Latinoamérica en el siglo XX


El tema a tratar en este ensayo es el siguiente ensayo es: las catástrofes naturales durante el siglo XX en Chile. Un desastre natural es cuando sucede un evento destructor de la naturaleza ya sea terremotos, maremotos etc. Este puede afectar al país en lo económico, social y cultural. El dilema a tratar será saber cual fue el impacto en lo económico, cultural, social y política de los terremotos de 1906, 1939,1960 y 1985 en Chile .Para plantear el tema desarrollaremos tres elementos o ideas centrales. En primer lugar nos referimos al desastre ocurrido en Valparaíso en 1906 la cual tuvo una seria consecuencia económica, en segundo lugar al terremoto ocurrido en 1939 en Chillan con la cual el gobierno dicto la ley corporación, reconstrucción y auxilio y una segunda ley de corporación de fomento y reconstrucción (CORFO) y en tercer lugar los terremotos de 1960 Valdivia 1985 San Antonio, en la cual se afecto seriamente la actividad productiva


El día 16 de agosto de 1906 en Valparaíso ocurrió uno de los terremotos más importantes en la historia chilena, derrumbes de edificios, saqueos e incendios dejaron a la ciudad sumida en la desesperación, con la cual tuvo que actuar el gobierno y en especial la medida del almirante Luís Gómez Carreño, se hizo cargo de la situación declarándola en ocupación militar. Valparaíso principal puerto, centro financiero y comercial del país fue destruido casi completamente, conocida con el nombre de la perla del pacifico la cual quedo reducida escombros y tuvo que ser reconstruida casi totalmente. Este terremoto fue anunciado con 10 días de anticipación por el jefe de la oficina metereológica de la armada.


Tres días después llegaban a Valparaíso los ministros del Interior y de Guerra, y el 25 el Presidente Riesco y el electo Pedro Montt, luego de un viaje en tren, a pie y a caballo. Lo positivo de este terremoto fue que, por primera vez, se realizó un estudio profundo sobre normas de construcción y se sentaron las bases del desarrollo de la sismología en Chile, con la contratación de expertos (como el conde Fernando de Montessus de Ballore, llamado por el gobierno) y la fundación del Instituto Sismológico de Chile, hoy dependiente de la Universidad de Chile.

Con la interrupción total de las comunicaciones, solo se tuvo noticias de la catástrofe en la tarde del día 17 por un telegrama de Quillota y en la mañana del 18 por un esforzado jinete. Tres días después llegaban los ministros del interior y de guerra, y el 25 el presidente Riesco y electo Pedro Montt.

El otro terremoto, que también ensombreció los últimos días de la presidencia de Riesco, fue de carácter político, y lo produjo la designación de Rector de la Universidad. En cuanto al conflicto mismo, se planteaba la misma disyuntiva que produjo en los días de Errazuriz Echaurren la eliminación de barros arana. Como en 1903, los conservadores amenazaron con la guerra sin cuartel, tomando como primera medida la renuncia de sus ministros y la crisis en vísperas inmediatas a la transición del mando. En 1906, el presidente salió del enredo mediante la salomónica solución de postergar el nombramiento, transfiriendo a su sucesor el conflicto. Tanto el juicio histórico, ciertamente escaso del suyo, como el de sus contemporáneos, han sido severos con German Riesco. Salvo los pocos panegiristas que lo defendieron, estos juicios coinciden en señalar la culminación durante su presidencia del ejercicio del poder por la oligarquía en su exclusivo beneficio, sazonado con un malabarismo bizantino y de alianzas y coaliciones entre las cuales lo importante era sola y precisamente la disputa del mando por facciones apenas diferenciadas entre sí en lo esencial. Las consecuencias fueron, de acuerdo con estos mismos juicios, el deterioro de la situación económica; el recrudecimiento de la inmoralidad administrativa y, de suyo, la mayor dimensión de la crisis moral que enunciaron al comienzo del decenio Mac-Iver y al final del mismo Valdés Cange, y la fisura, cada vez más profunda, en las relaciones de clase, con la cadena típica de conflictos y represiones que recrecerá con Pedro Montt.

En lo que todos coinciden, sin regatear elogios, es en el manejo, difícil en grado sumo, de las relaciones exteriores y el éxito personal e histórico que entrañaron los Pactos de Mayo Con la República Argentina. Otro atributo positivo, rara vez mencionado, ante a la precaria situación económica personal de acuerdo con la establecida tradición, de Germán Riesco al cesar en sus funciones.

El segundo tema a tratar es el terremoto de 1939. A las 23:32 hrs. del 24 de Enero de 1939 la tierra asestó un zarpazo a las provincias de Maule, Linares, Ñuble y Concepción (aunque la tierra se movió entre Santiago y Temuco, y entre la costa y Mendoza) llevándose consigo 5.648 vidas, según el informe oficial, y más de 30.000, según estimaciones de la prensa.

El presidente de la época, don Pedro Aguirre Cerda, se trasladó al día siguiente hacia la zona afectada advertido de lo grave de la situación, aunque los primeros informes no precisaban la zona del epicentro (inicialmente, al perderse totalmente las comunicaciones con Chillán, se creyó que el mayor daño estaba en Concepción).El movimiento se inició con una sacudida brusca y violenta, que derribó la mayoría de los edificios, seguida de varias otras menores, que destruyeron totalmente la mitad de las 3.526 viviendas existentes entonces en Chillán. Todas las comunicaciones se cortaron. Adobes, ladrillos y vigas aplastaron miles de personas, algunas de las cuales fueron rescatadas en los días siguientes por voluntarios y marinos de los destructores Riquelme y Serrano, el acorazado Almirante Latorre y las naves británicas Ajax y Exeter y el buque francés Jeanne D'Arc. La Fuerza Aérea, LAN, Panagra, Ferrocarriles del Estado y muchos otros se sumaron al rescate.

Parral, San Carlos, Florida, Bulnes, Quellón, Coelemu, Rafael, Penco, Tomé y Concepción sufrieron daños considerables en sus construcciones. El sismo fue catalogado como magnitud 7,8 en escala Richter e intensidad X en escala Mercalli. La destrucción fue tal que obligo, tanto a las autoridades como a la población en general, a una mejor planificación y organización en las labores de reconstrucción y rescate. Oportunidad ideal para aprobar en el parlamento la creación de la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO), institución a través de la cual el Estado dirigió la reconstrucción del país y el fomento de la actividad industrial. El alto número de muertes junto a la destrucción total de viviendas, especialmente la de los sectores más pobres, indujo al presidente Pedro Aguirre Cerda a regularizar la edificación por medio de una ley. También llevó a que, finalmente, se concretara el proyecto de creación de la Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO), con el fin de iniciar la industrialización del país, lo que se logró ese mismo año tras arduas negociaciones entre la coalición de gobierno –el Frente Popular- y la oposición. Este terremoto marcó el inicio de las grandes campañas de ayuda a los damnificados. Tanto el Estado como la sociedad civil se movilizaron para entregar ayuda humanitaria: evacuar a un gran número de damnificados hacia otras ciudades, colaborar en la remoción de escombros y apoyar la reconstrucción de la zona en la que ocurrió la catástrofe. En este sentido, la presencia directa del presidente Aguirre Cerda y el liderazgo que demostró en la ayuda y posterior reconstrucción, le hicieron ocupar un sitial importante en la memoria popular, que recordaría la catástrofe durante años a través de canciones cuyos versos rememoran la pérdida de los más cercanos y la ayuda posterior que recibieron los damnificados. (Alrededor de la Plaza se ubicaba la Catedral, que fue destruida completamente por el sismo. Veinte años demoró en ser reconstruida en el mismo sitio y hoy representa el edificio más característico de la ciudad. Concebida en forma ojival representa manos que se entrecruzan por los dedos que salen de la tierra, para recordar a los 20.000 ciudadanos fallecidos en el gran terremoto del año 1939. Al frente hay una cruz imponente que se levanta en 36 metros sobre el terreno, símbolo de resurrección que extendiendo sus brazos de sur a norte del país expresa el agradecimiento de esta ciudad a la ayuda recibida desde todos los países del mundo).


Y como último tema central seria los terremotos de 1960 Valdivia y 1985 San Antonio. El terremoto de Valdivia fue el 22 de mayo de 1960, el la cual afecto seriamente a la actividad productiva. Por lo cual el estado dicta para encarar este problema la ley de reconstrucción. "Lo que ocurrió en el Sur de Chile en mayo 22 de 1960, es uno de los más violento de la historia de Chile. El la cual afecto seriamente a la actividad productiva. Por lo cual el estado dicta para encarar este problema la ley de reconstrucción.

En un intento por introducir al lector en el ambiente que se vivía en aquellos días de mayo, debemos decir que la Industria del Carbón se encontraba en huelga desde hacía 3 meses.El Gobierno en un intento de quebrar el movimiento, ordenó bloquear el envío de alimentos a la zona, además, si consideramos la gran pobreza que existía en la época, podemos decir que el país no se encontraba en las mejores condiciones para enfrentar una crisis como esa. Por ese entonces, en Chile habían alrededor de 7.683.200 habitantes, según el Ministerio del Interior, en la zona afectada por los sismos y toda su secuela de fenómenos naturales existía una población de 2.164.895 habitantes, esto es aproximadamente 1/3 de la población total de Chile. Tomando en cuenta cifras acerca de la calidad de las viviendas de la época, podemos decir que un 45% de los chilenos vivían en condiciones inaceptables, y gran parte de la población vivía en zonas rurales donde se practicaba la construcción en adobe y albañilería, en donde la mala práctica constructiva y la falta de control de calidad pagaron su precio con creces.

Este devastó las provincias de Cautín, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé, teniendo como epicentro la ciudad de Valdivia. El sismo fue acompañado por un tsunami que provocó una inmensa ola que barrió con las ciudades costeras. Asimismo, el terremoto provocó el hundimiento de algunas zonas que quedaron sumergidas bajo el mar y un derrumbe en el río San Pedro que, de no haber sido solucionado rápidamente, habría arrasado completamente con lo que quedaba de la ciudad de Valdivia.

En 3 de marzo de 1985, se produjo un violento sismo en la zona central del país, causando gran destrucción, heridos y muertos, especialmente en las regiones de Valparaíso y Metropolitana. El mayor impacto se situó en las ciudades de San Antonio, Valparaíso y Santiago y un sin números de localidades rurales de toda el área. Ciudades y poblados de las regiones de O’Higgins y Maule sufrieron grandes daños materiales, al desplomarse gran parte de las construcciones de adobe, características de la zona.

Y el 3 de Marzo de 1985 a las 19:47 hrs., nuevamente la tierra hizo sentir su poder en la zona central de Chile. La zona más afectada fue San Antonio, así como sus vecinos pueblos de Alhué, Melipilla y el no tan vecino Rengo. El recuento arrojó el triste saldo de 177 muertos, 2.575 heridos y 979.792 damnificados. 142.489 viviendas fueron destruidas, registrándose además numerosos deslizamientos de tierra, rotura de pavimento con destrucción de la carretera Panamericana en varios puntos, caída de puentes y daños considerables en la infraestructura de los pueblos afectados, con interrupción prolongada de los servicios básicos. Los daños materiales fueron mucho más extensos y han tenido graves repercusiones económicas. En un principio se estimó el costo de reconstrucción en más de EUA$600 millones. La fuerza del sismo causó graves daños en los dos puertos principales del país: Valparaíso perdió 50% de su capacidad para manejar carga y el Puerto de San Antonio quedó completamente destruido. Los puentes y caminos quedaron intransitables o averiados y dos semanas después del terremoto todavía estaban dañadas las líneas telefónicas y telegráficas en 6 y 11 distritos, respectivamente. Los daños y destrucción causados a las viviendas dejaron a más de 700.000 personas desamparadas. Las reparaciones y la reconstrucción comenzaron casi inmediatamente pues la fase de emergencia se manejó a una velocidad poco usual. Dicha fase abarcó rescate y salvamento, atención médica, distribución de agua de emergencia, refugios, desescombramiento de las principales vías, restauración del servicio eléctrico y demolición de las estructuras averiadas.

La interrupción del abastecimiento de agua a causa de los daños sufridos por la infraestructura física fue el problema inmediato que más graves consecuencias puede acarrear para la salud pública. Pese al rápido trabajo de restauración, seis semanas después del impacto todavía se estaba distribuyendo el agua en carro tanques y en fuentes públicas a las familias desplazadas que estaban alojadas en campamentos temporales. La atención inmediata a los heridos se realizó según el Plan SEH, que es el plan nacional de emergencia para la atención de víctimas en masa. Los pacientes fueron distribuidos a través de una amplia red de hospitales que todavía estaban funcionando y de servicios médico asistenciales temporales establecidos en recintos de contingencia. Se pusieron en funcionamiento varios generadores de emergencia y los pacientes a quienes se podía dar de alta fueron enviados a casa por el resto de la emergencia. Se emplearon suministros y equipo de los depósitos centrales de reserva para reemplazar los averiados o perdidos y para atender al mayor número de pacientes. El avanzado estado de preparación permitió afrontar la fase de emergencia con eficacia, evitando así prolongar la situación de desastre.

En conclusión podemos señalar que el siglo XX en Chile ha sido muy catastrófico para el estado y para el pueblo chileno en especial. Con el terremoto de Valparaíso Chile perdió el más fuerte centro financiero de la época, la cual tuvo como consecuencia una crisis económica, por el contrario no fue tan negativo, lo que tuvo de positivo fue la aprobación de la ley Corporación de Fomento y Reconstrucción (CORFO) y la ley de Corporación y Auxilio. El terremoto de 1960, se caracterizó por afectar seriamente la actividad productiva, la cual se enfrento con la ley de Reconstrucción y el terremoto de San Antonio que destruyo por completo el puerto de este, y también la mayor parte de las construcciones viejas de Santiago, (gracias) a todas estas catástrofes , el gobierno aprendió que somos un país sísmico y que tiene que idear planes, como por ejemplo el conocimiento de que Chile no puede crecer a las alturas, como New York, a causa de los terremotos, y la idea de que Chile es un país sísmico ya esta metida en el conocer del pueblo chileno, sabemos que hey que hacer cuando ocurre un temblor y en los peores de los casos un terremoto, No obstante nuestro país , aprendió a través de la historia el poder de una catástrofe natural.